VISITA PAPAL SUDAMERICA 2015
"La iglesia espera que la gira papal frene la huida de los fieles"
El País
España
Raro titular.
Se espera que el Papa Francisco detenga la "huida" (enfatizo la palabra) de los fieles católicos de la institución.
A siempre vista, la palabra implica que los creyentes salen corriendo, temerosos, de lo que ven adentro de la iglesia Católica.
Nadie huye por alegría, de modo que, salir "arrancando" (alejarse con miedo), no es la mejor palabra para describir un fenómeno de masas que sucede hoy en día, en el continente más cristiano del mundo.
"La Iglesia católica tiene las venas abiertas en América Latina. La región donde más fieles posee —425 millones— es también donde la sangría es mayor. Si, en 1970, el 97% de los latinoamericanos se consideraba católico, ahora solo lo es el 69%. Los protestantes, en cambio, han pasado del 4% al 19%, lo que significa que uno de cada cinco cristianos de la región frecuenta ya iglesias evangélicas. El Vaticano espera que el éxito religioso, político y mediático de la visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay de Francisco —el primer papa latinoamericano— ayude a revertir esta tendencia.
“Solo él puede parar esta hemorragia”. El que habla sentado en un café de Santa Cruz de la Sierra es cura, boliviano, mediana edad, muchos trienios de servicio en las primeras filas de la Iglesia católica. Ni los peligrosos pasillos del Vaticano ni los difíciles años de misión en territorios donde jamás habían visto un alzacuello le han hecho perder la fe. Hay un momento de la conversación que sus ojos amenazan lluvia. Es cuando cuenta el caso del anciano que murió sin recibir la extremaunción: “Su párroco estaba con la amante”.
Dice que, durante el cónclave que tenía que elegir sustituto para Benedicto XVI tras su renuncia, compró una botella de champán para festejar al nuevo Papa. Pero que, cuando apareció Jorge Mario Bergoglio en el balcón, dudó de su capacidad para sanar a una Iglesia enferma y decidió no descorcharla. Ahora, dos años y cuatro meses después, su opinión ha cambiado de forma radical: “El mejor regalo del Papa en este viaje es abrir unas puertas que llevaban mucho tiempo cerradas”." a escrito Pablo Ordaz, enviado especial por El País.
Ordaz comete un error -así lo veo yo- en el que vienen incurriendo muchos comunicadores sociales quienes suponen que, la Iglesia Católica (de ahora en más Icar) pierde fieles por culpa de los predicadores protestantes evangélicos. Si bien es cierto que la militancia evangélica es fuerte y firme, no es la única razón por la que miles de católicos se marchan de la Icar. Si esta milenaria institución "pierde" fieles en Sudamérica no es producto de prédicas que la complementan (se dice por ahí que los católicos son nuestros primos o hermanos separados de modo que me prohibo declarar que las mensajes protestantes son opositores) sino por problemas mucho mas complejos. No solo faltan obreros en las parroquias católicas sino también un compromiso entre la feligresía de vivir según lo pide Dios. Algunos de los católicos sudamericanos lo son solo de nombre. En realidad, para quienes sí habitamos el continente Sudamericano y observamos a diario la vida que nos rodea, la Icar pierde fieles por su propia incapacidad de sumistrar Biblia a los fieles. Y cuando hablo de Biblia, me refiero a conversión y Escritura.
¿Qué significa esto?
La mayoría de los católicos de Patagonia Norte donde vivo, son sincréticos y no son nacidos de nuevo. Es decir, son católicos por herencia no por conversión. Se autodefinen como católicos pero en la vida diaria se comportan -en amplia cantidad- de espaldas a la fe que dicen practicar. Lo vemos todos los días en nuestras ciudades ¿quién podrá desmentir esto? Y lo que se observa en Patagonia, seguramente se reitera en el resto del continente. Les da lo mismo a muchos de ellos, ir a misa de vez en cuando, participar en consultas a brujos y curanderos o bien, arrodillarse delante de santos populares -incluso los no aceptados por la Icar- cuyas capillas abarrotan las banquinas de las rutas y carreteras. Existe sí, una cantidad de fieles católicos comprometidos y que creen con la mente y el corazón pero son los menos. La mayoría de los católicos vive una vida como si Dios importara poco.
¿por qué se comportan de este modo?
Estas personas en su gran mayoría, son honestas y sinceras en sus creencias. ¿Entonces? Sospecho que ignoran los mandamientos de Dios, desconocen que le agrada al Creador y que no. Cuidado: alguien podrá objetar -¡sabemos los mandamientos de Dios! Si, se los puede leer, escribir, repetir, parafrasear pero ¿se los puede vivir? ¿Se puede cumplir los mandamientos tal como se nos requiere? En verdad, para vivir como Dios pide se requiere conversión. Es decir, plantarse en algun lugar y declarar:- Señor Jesús, te acepto como Señor y Salvador de mi vida e invito al Espíritu Santo a morar en mí, conforme piden las Escrituras.
Los católicos en gran proporción nacen católicos, van al catecismo, toman la primera comunión, se confirman y... dejan de ir a la iglesia más que para los eventos sociales. No leen la Biblia porque no le enseñaron a disfrutar de su lectura en el Espíritu. He visto muchos hogares católicos donde la Biblia esta abierta para "ahuyentar mala onda".
Se requiere de un poder sobrenatural para explicar a la humanidad lo que esta bien y lo que no y solo estudiando las Escrituras el Espiritu Santo puede convencer al cristiano de lo importante que es servir a Dios tiempo completo y no de a ratos. La iglesia no es un club, es una institución que Cristo instaló en la Tierra. No se la puede tener a menos. (Hablo desde la perspectiva cristiana). Y este poder de asistir y valorar las cosas de Dios, solo lo da el Espíritu Santo, el encargado de enseñarnos la voluntad divina.
Desafortunado título de la editorial del diario El País de España
del 13 de Julio de 2015
Solo alguien que no ha vivido en Sudamérica puede ignorar
el terrible dolor que provoca la palabra conquista en millones de conciencias
Están frescos aún en la Patagonia, cuando los curas "evangelizaban" indígenas
gracias a la "pacificación" que conseguían los remingtons del Ejército Nacional
Pero para oir la voz del Espíritu se requiere hacer un compromiso de fe, necesitamos convertirnos en edad de poder discernir con la razón y leer la Biblia. Se requiere de una transformación para poder vivir como Dios manda. El Reino de los Cielos no es un equipo de fútbol al que uno adhiere por gusto, simpatía sino algo mucho más complejo. Para ser ciudadanos del Reino se precisa un acto de humildad: reconocer que necesitamos a Cristo en nuestro corazón y no pensar, como dice el periodista
Héctor E. Schamis de El País, un hombre intérprete de su tiempo y su geografía. Porque no hay que olvidar que, fuera del Papa, miles de argentinos y sudamericanos también dominan tiempo y geografía si con eso se quiere decir, que saben interpretar las necesidades de las gentes.
Por otra parte, parece vergonzoso que la Icar debiera esperar tantos años, para que un Papa hiciera lo que siempre debió hacer: ocuparse de los que menos tienen y marcar la diferencia entre el cristianismo solidario y el capitalismo salvaje. En España parecería que para algunos medios Bergoglio es como un supermán que de repente, va a arreglar lo que ya no tiene solución. El protestantismo se ha instalado con fuerza, domina el terreno, sabe donde pisa -la amplia mayoría de los pastores evangélicos provienen de estratos bajos de la población de modo que nadie les va a enseñar que significa pobreza- y como si fuera poco, el evangelio que predican los protestantes cambia vidas para bien. Europa esta lejos de entender que es lo que sucede en Sudamérica en materia de fe cristiana.
En esta parte del mundo Dios no solo esta vivo sino que incluso, ha inspirado un resurgir genuino de cristianismo. Es decir, la gente que se convierte lo hace a conciencia, no obligado con un fusil o una pistola o por el terror de las espadas como dominaron hace tiempo españoles y gobiernos locales "bendecidos" por las jerarquías católicas de turno. Miles de indígenas se pasan al protestantismo no porque "odien" al católico blanco opresor -como me dijo uno de ellos los originarios cristianos ya los perdonamos- sino porque comulgan mejor con una fe que lejos de imponerle obediencia a un poder centralizado le ofrece por primera vez, un encuentro personal con Cristo que cambia vidas para bien y la posibilidad de ser voz de pueblo, voz de Dios
Cierta vez una católica que consultaba brujos me respondió -ante mi pregunta sobre si sabía lo que estaba haciendo al consultar un mántico y si pensaba que Dios aprobaba su conducta- declarando que Dios obraba de muchos modos y quizás ir a consultar hechiceros era uno de esas sendas a seguir para conseguir una mejoría. Le mostre en la Biblia lo que pensaba Dios sobre las consultas a los brujos y no entendió. Parecía tener la razón vendada. No le caía el cinco por más que la Biblia se lo esteueviera pidiendo, advirtiendo o solicitándole.
Basta ver como quedan las calles de nuestras ciudades los 25 de diciembre a la madrugada para tener idea de como, miles de católicos, viven según su parecer y no según la voluntad de Dios. En el día del natalicio -forzado- de Cristo (nadie sabe en verdad cuando nació Jesús) en vez de festejar la llegada del Salvador, miles salen a comer a saco, embriagarse, fornicar a gusto, drogarse, hacer escándalos y peleas y otros se quedan encerrados sufriendo una fiesta que en vez de gozo, se transforma en causa de dolores y excesos.
Los evangélicos creemos que la Navidad es importante pero no ignoramos que miles de personas, con la llegada de estas fechas, solo siente incomodidad y que, tal fecha, no es pretexto para salir a divertirse a todo o nada. (Hablaremos de esto en otro momento). En el día de Navidad deberíamos agradecer a Dios -hablo de los cristianos- por el Salvador con regocijo sí, pero con respeto al Creador. Sin embargo...
Una médica cirujana a la que conozco, es catequista de la Icar. Tiene la gran responsabilidad de transmitir conocimientos de Dios a los niños. En verdad, cree en Dios y lo ama pero, sale de la iglesia y consulta literatura del New Age, etc. Parece como una contradicción. Casi nunca lleva la Biblia a mano, rara vez la cita, no la lee porque tampoco la entiende. Y como ella muchos católicos más están en la misma situación. En resúmen, si la Icar pierde fieles es porque no hace bien su trabajo. Imagina ser maestra de religión y desconocer casi todo lo que dice la Biblia. Supongo que el Papa Francisco, que se ha ambientado en la libertad religiosa que nuestra patria Argentina disfruta hoy, conoce estos matices y esta preocupado por la falta de fieles. Porque convengamos: una cosa es la cantidad y otra los fieles. Se pueden amontonar más de medio millón de personas en Asunción para ver un Papa hablar de lo que siempre tuvieron que hablar pero luego, todo sigue igual.
Entre los protestantes también mora el Espíritu Santo
Un detalle imposible de soslayar: de existir preocupacion en el Papa Francisco por el crecimiento protestante en Sudamérica, implicaría una desconfianza.
Si el Papa quiere detener el éxito protestante, es porque esta convencido que el Espíritu Santo NO obra entre nosotros. Es decir, no siente que seamos genuinos cristianos y ahí sí, tenemos una seria dificultad a la hora de dialogar. En este punto, sería interesante que el Papa Francisco si tiene desconfianza de nosotros, puede utilizar la Biblia para garantizarse una certeza: Leamos Hechos 5:34-39:
34 Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,35 y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres.36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada.37 Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.38 Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;39 mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
Que el Papa Francisco esté tranquilo y sin preocupaciones. Si nuestro obrar no es aprobado por Dios, se notaría de inmediato: no existiría entre nosotros amor por Dios, por la Palabra, no habría vidas cambiadas ni tampoco respuestas a nuestras oraciones. Y tampoco nuestra obra perduraría en el tiempo.
Objeción: hay muchas sectas.
Respuesta: hay muchas divisiones teológicas dentro de la Icar. Basta recordar que no piensa lo mismo un Jesuita que un Franciscano. En la Icar lo que impera es la obediencia al Papa. Luego, hay cierto márgen de libertad para hacer teología. Y existen además, otras divisiones entre los católicos. Lo importante no es quien tiene la religión correcta sino quien acepta a Cristo como Señor y Salvador. ¿Tienes a Cristo? entonces tienes vida eterna.
Nosotros estamos más que convencidos que somos cristianos auténticos con un culto que se asemeja muchísimo al que tenían los primeros cristianos en el siglo I y II d C., y no solo por eso: al aceptar a Cristo como Señor y Salvador nos llega la convicción por medio del Espíritu Santo que en verdad somos hechos hijos de Dios conforme dice la Escritura en Juan 1:12 "Más a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
Para finalizar: los evangélicos hacemos nuestro trabajo. Cada uno de nosotros tiene el deber de testificar a Cristo y arrimar gente a Jesús. Y la convicción que nuestros actos cristianos a Dios agrada lo vemos en la increíble cantidad de vidas cambiadas: borrachos que dejan de serlos, personas enfermas que sanan, gente que era despreciada socialmente de repente ocupan cargos importantes y otros que se sienten por fin, amparados por un Dios que antes parecía muy lejano.
¿Podrá Francisco detener la sangría? Nuestra obra esta inspirada en los mandatos de Dios. Lejos de encelarse el Papa por el éxito de los protestantes, bien podría sentirse tranquilo: en Sudamérica Dios tiene mucho pueblo y es el único continente donde se lo respeta y ama en la mayoría de los corazones de sus habitantes. Los evangélicos solo hacemos nuestro trabajo: predicar el evangelio. Si la gente se convierte, que haya alegría. Peor sería que, por falta de medios y recursos, la Icar se viera desplazada por lo ideológico que, como bien dijo el Papa en Asunción, por el grado de fanatismo que implica, termina siempre mal.
(c)Marc Pesaresi