jueves, 24 de diciembre de 2015

LLEGÓ NAVIDAD y MILLONES ESTAREMOS SOLOS


¡Ánimo!

Jesús es el buen pastor. Él conoce a sus ovejas y da su vida por ellas.
No te dejará solo en una fecha como esta

Juan 10 

Nada puede separarte del amor de Cristo
En él somos más que vencedores
Aún, para superar el dolor de no tener a nadie 
en fechas conmemorativas importantes

Romanos 8: 35 -39



Onírico navideño

En la costa acantilada del mar del sur, miré hacia el nublado cielo del colorido atardecer patagónico, y sonriendo, murmuré: -Feliz cumpleaños, maestro. Gracias por el aporte. 

-Hmm ¿me hablas a mí? - resonó la voz en mi mente ni bien terminé de hablar.

-Claro, hoy es navidad, festejamos tu cumpleaños- respondí luego de recuperarme de la sorpresa. No siempre se oye una voz en la mente en estado de normalidad psicológica (¿O anormalidad? bueno, lo que sea. Hoyparecería que todos tenemos algo psicológicamente controversial que tratar, al decir de muchos).


-¿Quiénes festejan? -.La pregunta tenía un leve dejo de ironía.



-Bueno, algunos de nosotros festejamos tu natalicio.

-Ni siquiera saben cuando nací realmente.

Quede pensativo. Era verdad. Nadie sabía con exactitud cuando había nacido Jesús. Aún así, me hice el tonto: -¿Cómo es eso maestro?

-Claro, Marc. Algunos explican que vine al mundo el año 2 antes de mí mismo. Otros, que el 3 o 4 y no falta quienes, declaran que el 7. ¿Te das cuenta? No saben siquiera cuando nací. Por eso te pregunto ¿qué festejan?

El silencio de mis argumentos contrastó con el silbar aromático de la brisa marina. Creo que algunas aves -esos bulliciosos ostreros- chillaron a lo lejos y digo creo, porque estaba algo incómodo con el diálogo y no sabía que decir y mi orgullo intelectual se encontraba padeciendo verguenza y eso era lo que más me importaba. Al rato, el Señor se apiadó de mi incompetencia y como siempre, vino en mi ayuda.

-Mira Marc, la cosa es así. La mayoría de ustedes usan mi cumpleaños para festejar un encuentro social. No tengo nada en contra de eso pero si me gustaría que, dado que en mi nombre se congregan para estar felices, me regalen algo bueno para mi. 

-¿Qué podría ser, maestro?

-¿Quieres festejar mi cumpleaños? Adelante, festeja, sin olvidar que soy eterno. Que el verdadero día en que nací no existe, porque antes de todo lo que existe, yo existía y era atemporal. Por eso, el día en que yo nací no importa mucho. 

-Pero maestro...

-Que esta verdad no te apabulle. Yo quiero que me festejes, pero regalándome tu cariño y amistad. Abre la puerta de tu corazón, entraré a ti y cenaré contigo esta noche y tu conmigo y nunca nadie ni nada te apartará de mi. ¿Aceptas?

_________________

Tanto Navidad como la fiesta de Fin de Año tienen para millones, regusto amargo. A muchos, entre quienes me encuentro, la soledad, la falta de familia, enfermedad, prisión o exilio los ubica en situación de profundo estrés y dolor.

Mucho de este sufrimiento lo vivo en la actualidad y he vivido en carne propia, en el pasado de mi vida. He sido huérfano (soy adoptado), he estado lejos de mi familia que ya no existe (han fallecido mis padres) y  he tenido que marchar lejos de mi hogar muchas veces. Casi no tengo familia -la poca que me queda vive lejos- y nunca me he casado.

De modo que mucha pena, angustia, que puedas estar padeciendo ahora mismo, me es conocida. Es nuestra realidad. No la podemos evitar, ni cambiar pero si a futuro, me animo a decirte, puede ser modificada.

Se que, en fechas como estas, nuestro amor por Dios en algunos se resiente  y en otros se acrecienta. Sea lo que sea que te suceda, ánimo, valor. Fuimos llamados a sufrir en un mundo complicado pero nunca nuestro padecimiento quedará sin esperanza de solución. Ya llegará el día de las bodas del Cordero y de nuestra redención. Entre tanto..., no queda otra que orar con mucha fuerza de voluntad.

A veces el enojo, la frustración, nos impide ver a Dios como un Padre amoroso. Esta bien, tienes derecho a la queja pero Dios ciertamente, sí es amoroso. Solo que por alguna razón que no sabemos, ha permitido por un tiempo, que el mal nos pegue duro. El Salmo 88 y el capítulo 7 de Job nos muestra al  hombre cuando sufre y si Dios quiso que palabras fuertes como estas estuvieran en su libro, por algo será.

Pero también es cierto que el ve y oye y recoge cada una de nuestras lágrimas y las anota en su libro. (Salmo 56: 8) De modo que tengamos confianza, a pesar de la tormenta de dolor, que Dios no nos va a abandonar y estaremos en algún momento alegres a pesar de todas las circunstancias. Que el Señor Jesús nos de su paz, en esta fecha tan especial. 

Fotografía 
Marc Pesaresi 

Muestra un pesebre realizado con humildad, por gente sencilla, utilizando materiales reciclables en una ciudad de la Patagonia Argentina.

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