El documental PATAGONIA TEMPLARIA del periodista Nicolás Tamborindegui, ha ganado el premio MARTÍN FIERRO . Nos sumamos al festejo por el logro de este importante galardón de la República Argentina
San Antonio Oeste
Lunes 27 de junio de 2011
________________________________
(Reino de
los Cielos - Scott 2005)
Foto
John
Matieson
Cerro Fuerte Argentino
Provincia de Río Negro, Patagonia Argentina
Provincia de Río Negro, Patagonia Argentina
Foto
Marc Pesaresi
____________________________
TEMPLARIOS EN EL CERRO FUERTE ARGENTINO
Marc Pesaresi
____________________________
TEMPLARIOS EN EL CERRO FUERTE ARGENTINO
Marc Pesaresi
A fines del
2009 recibí un mails del periodista neuquino Nicolás Tamborindegui,
ganador de un premio Martín Fierro por su documental "Nazis en la Patagonia",
solicitando una entrevista sobre la presunta presencia de Templarios en
Patagonia. Le comenté mi postura escéptica y me replicó
que la conocía de ahí que requería mi opinión. En Febrero de 2010
comenzaron las entrevistas y filmaciones. El documental fue puesto al aire primero en Neuquén y luego en Buenos Aires, hacia agosto 2010 con el título PATAGONIA TEMPLARIA.
A instancias de algunos místicos, se ha desarrollado la creencia que en Patagonia, se encuentra el Santo Grial y la ciudad de los Césares. He vivido gran parte de mi existencia en San Antonio Oeste y puedo asegurar: nunca antes de la llegada de Fernando M. Fluguerto Martí a nuestra región, se mencionó en al sagrado Grial. Por el contrario, la ciudad de los Césares si es una de las tantas leyendas patagónicas.
La patagonia norte sobreabunda en historias y mitos. Por ejemplo: matanzas de gauchos a manos de originarios en laguna Las Máquinas; la presencia del buque de guerra auxiliar de la Kaiserliche Marine Seydlitz que huía de la persecución británica luego de la batalla de las Islas Malvinas en la Primera Guerra Mundial; el supuesto arribo de submarinos nazis con refugiados; incluso la llegada de Hitler a la Caleta de los Loros, entre Viedma y San Antonio Oeste; avistamientos de sumergibles extraños y de ovnis; el paso del Rey de la Patagonia; la llegada de herederos de la corona Británica o de las andanzas de Saint Exupery creador del Principito, el pacto con el diablo en El Gualicho por parte del guitarrero Lucero de Valcheta, etc. Pero nunca se hablo acerca de la presunta llegada de templarios a Patagonia hasta que en los años noventa, la fundación Delphos sacó a relucir el tema.
En cuanto al cerro Fuerte Argentino siempre tuvo atracción por su belleza orográfica y las rocas o restingas, que lo resguardan de los embates del Golfo San Matías. Visitado temporalmente por los mariscadores o "pulperos", tiene fama de misterioso por "luces que aparecen" al decir de las gentes del campo y que el autor de este artículo observara una vez. Estimo que este fenómeno es meteorológico y requiere de estudios científicos. (Ver: Fenómenos Meteorológicos Inusuales: rayos con formas esféricas o rayos globulares, como una probable explicación al fenómeno llamado también luz mala o fuegos fatuos) para separar la verdad de la mitología. (Ver: Mitología Aborigen: Anchimallén)
A instancias de algunos místicos, se ha desarrollado la creencia que en Patagonia, se encuentra el Santo Grial y la ciudad de los Césares. He vivido gran parte de mi existencia en San Antonio Oeste y puedo asegurar: nunca antes de la llegada de Fernando M. Fluguerto Martí a nuestra región, se mencionó en al sagrado Grial. Por el contrario, la ciudad de los Césares si es una de las tantas leyendas patagónicas.
Ing. Fernando M. Fluguerto Martí
Fue un incansable defensor de la teoría que sugiere la llegada de
Templarios a la Patagonia Argentina para ocultar el Santo Grial.
Aquí se lo ve meditando en algún lugar de Argentina
Foto
Gentileza
Blog
La patagonia norte sobreabunda en historias y mitos. Por ejemplo: matanzas de gauchos a manos de originarios en laguna Las Máquinas; la presencia del buque de guerra auxiliar de la Kaiserliche Marine Seydlitz que huía de la persecución británica luego de la batalla de las Islas Malvinas en la Primera Guerra Mundial; el supuesto arribo de submarinos nazis con refugiados; incluso la llegada de Hitler a la Caleta de los Loros, entre Viedma y San Antonio Oeste; avistamientos de sumergibles extraños y de ovnis; el paso del Rey de la Patagonia; la llegada de herederos de la corona Británica o de las andanzas de Saint Exupery creador del Principito, el pacto con el diablo en El Gualicho por parte del guitarrero Lucero de Valcheta, etc. Pero nunca se hablo acerca de la presunta llegada de templarios a Patagonia hasta que en los años noventa, la fundación Delphos sacó a relucir el tema.
En cuanto al cerro Fuerte Argentino siempre tuvo atracción por su belleza orográfica y las rocas o restingas, que lo resguardan de los embates del Golfo San Matías. Visitado temporalmente por los mariscadores o "pulperos", tiene fama de misterioso por "luces que aparecen" al decir de las gentes del campo y que el autor de este artículo observara una vez. Estimo que este fenómeno es meteorológico y requiere de estudios científicos. (Ver: Fenómenos Meteorológicos Inusuales: rayos con formas esféricas o rayos globulares, como una probable explicación al fenómeno llamado también luz mala o fuegos fatuos) para separar la verdad de la mitología. (Ver: Mitología Aborigen: Anchimallén)
Nicolás Tamborindegui
en algún lugar de
Patagonia Argentina
en algún lugar de
Patagonia Argentina
Foto
Facebook
Gracias a la argenta Fundación Delphos el cerro Fuerte Argentino en la provincia de Río Negro,
Argentina, muy cerca del balneario Las Grutas perteneciente a la comuna
de San Antonio Oeste, ha adquirido inesperada fama. De pronto, se la
vincula nada menos, que con el mítico santo grial y a la existencia en sus costas de antiguas fortalezas templarias.De ser comprobable la teoría de los delphianos, Argentina se convertiría
en la sensación arqueológica del mundo entero. Es inimaginable el
revuelo histórico social y científico que desataría el hallazgo de una
fortaleza del Temple en la Patagonia.
Turismo en Las Grutas
Gracias a sus aguas templadas durante el verano, la costa de la
provincia norpatagónica de Río Negro se ha tornado atractiva para el
turismo veraniego Argentino. Dentro de este contexto de servicios, el
mito de los templarios en Patagonia adquiere dimensión sobre todo,
gracias a la promoción que hacen algunas empresas de excursiones que
llevan gente, hacia el cerro Fuerte Argentino. Foto Marc Pesaresi
¿Qué es el Santo Grial?
Era una
copa o un plato, supuestamente utilizado por Jesús en el transcurso de
su última cena, en donde José de Arimatea habría recogido sangre del
Mesías agonizando en la cruz. ¿Qué certeza podemos tener que esto en
verdad sucedió? Ninguna, más allá de la narrativa mítica. Que
un hebreo de cierta alcurnia como José de Arimatea, regresara a la casa
donde Cristo cenó para tomar el plato o la copa donde el maestro comió o
bebió con el extraño propósito de conservar sangre del Mesías, parece
un hecho improbable. No existe ningún relato bíblico, menos histórico,
que mencione semejante conducta.Fue un tal Roberto de Boron el primero en relacionar al Grial como un recipiente místico cristiano dotado de poderes sobrenaturales, en un escrito titulado Joseph d'Arimathie que publicó siglo XII (12 y en relación con el mito creado en torno al Rey Arturo, de cuya figura ya se venía ocupando Chrétien de Troyes, en su obra Perceval o Le Conte du Graal. Si bien de Troyes menciono al Grial, no profundizó en detalles, ni siquiera lo llamo "santo".
Roberto de Boron por el contrario, le otorgó esa pátina mística que sobrevive a la fecha, al mencionar que el mismo Jesús se le apareció a José para entregar el recipiente con su sangre con el expreso mandato de transportarlo a Britania. Establecido en la isla, José mantuvo escondido al Grial con la ayuda de un grupo de guardias selectos en Avalón o Glastonbury, en la moderna Inglaterra.
Glastonbury Tor
Foto
Google Earth
¿Dónde esta el Grial?
Los
delphianos insisten que se encuentra escondido o perdido en algún lugar de la Patagonia.
Sin embargo, pocos saben que sobreviven no uno sino varios cáliz "genuinos"
(lo cuál no significa que Jesús los utilizara, sino que provienen de
Oriente Medio y son utensilios muy antiguos) y algunos exóticos que
involucran sangre humana.1. En la Catedral de Valencia, España, por ejemplo, hay uno precioso al que estudio el arqueólogo Antonio Beltrán de la universidad de Zaragoza. Beltrán determinó que el objeto, fue labrado en algún taller de Egipto, Siria o incluso, la misma Palestina entre los siglos I o II a, C. Tiene forma semiesférica, de unos 9,5 cm de diámetro y es de piedra ágata cornalina oriental sin ningún adorno exceptuando una línea paralela al borde. En la Edad Media, afirman otros expertos entre los que se encuentra el heráldico José Luis Sampedro, se le añadió una base o pie con forma de vaso invertido con sujetadores de oro. Sin embargo, este objeto aún requiere ser datado mediante el Carbono 14, estimándose la procedencia y la antigüedad mediante comparaciones con otros elementos de la época. Una reciente tesina propone con firmeza de datos, que este sería el auténtico cáliz sagrado. Para saber más, Click Aquí.
2. El Sacro Cátino de Génova, que es una vajilla exagonal al que los genoveses piensan, no como grial sino como un plato que se usó durante la santa cena. Es un objeto bastante antiguo ya que arribó a Europa al regresar la primera cruzada.
3. El Santo Cáliz de Cebreiro en la provincia de Lugo, Galicia, al que se venera por ser milagroso.
4. El Cáliz de Ardagh, hallado en Irlanda y conservado en Dublín. Es una orfrebería del siglo VIII.
5. El Cáliz de Doña Urraca o Cáliz de la Basílica de San Isidoro de León y que se encuentra en el Museo de la Colegiata de San Isidoro de León.
6. Están quienes piensan que el santo grial o es sino, un linaje de sangre real. Margaret Starbird, por ejemplo, es una escritora sobre temas religiosos controversiales. Ella sostiene que Jesús se casó con María Magdalena y tuvo descendientes. Sus trabajos de índole feminista, han influenciado notablemente a escritores de éxito entre quienes se encuentran Michael Baigent, Richard Leigh y Dan Brown, archifamoso después de publicar El Código Da Vinci.
7. Otros "santos griales" se los presume distribuidos por el mundo, incluso en alguna caverna aún por descubrir, de la mítica Oak Island, en la bahía de Mahone, Nueva Escocia, Canadá. Con tantos lugares mencionados ¿por qué no la Patagonia?
¿Existe evidencia de poblamientos europeos precolombinos?
Sí. La única presencia europea precolombina es el poblado vikingo de L´Anse-aux-Meadows en Terranova, Canadá. El resto de los hallazgos materiales o cartográficos sobre visitas antes de los españoles a las Américas, no obstante los esfuerzos de los argentinos Paul Gallez y Dick Ibarra Grasso y otros como Bernardo V. Biadós, así como el francés naturalizado argentino Jacques de Mahieu (1) no pasan de ser evidencias precarias o controversial, que requieren de mayor atención científica.
Dick Edgar Ibarra Grasso
(Concordia, Entre Ríos, 17 de enero de 1917 - Buenos Aires, 13 de julio de 2000)
Foto
Internet
¿Qué afirma la Fundación Delphos?
“En tiempos precolombinos, algunos siglos antes y después del primer milenio de la era cristiana, habrían existido una serie de enclaves en nuestra Patagonia habitados por una suerte de Orden Templaria o Proto-Templaria constituida por gente blanca, de etnia indoeuropea. Estas ciudadelas fortificadas habrían sido por lo menos tres. Un fuerte-puerto sobre el pacífico y otro sobre el atlántico, ambos a la misma latitud, aproximadamente entre los 41º y los 42º Sur. Y la tercera en los ante fuertes de los Andes en la zona central de la patagonia argentina, también aproximadamente en la misma latitud. Esta última habría sido la Ciudad de los Césares propiamente dicha. (…) Este último detalle estaría emparentado con el siguiente hecho. Si bien estas "ciudades de los Césares" habrían sido abastecidas de personal desde Europa y/o desde enclaves similares en el extremo oriente, el objetivo y los fundamentos de esta Orden habrían sido profundamente cristianos pero no ligados a la jerarquía visible de la Iglesia Católica. Al llegar los tiempos históricos a un punto determinado decidieron trasladar el Santo Grial a nuestras tierras, manteniéndolo oculto y protegido desde entonces. Es evidente que todas estas "Ciudades de los Césares" fueron abandonadas voluntaria y organizadamente ante la llegada de la conquista española. De ahí los pocos elementos materiales que hayan dejado. El motivo de esta mudanza y su destino posterior es objeto de muchas conjeturas que no es del caso señalar aquí, pero que constituyen uno de los mayores misterios de nuestro tiempo”.
El Fuerte no es una fortaleza
El fuerte al que hace mención la Fundación
es en realidad, una meseta o barda natural y no una fortificación.
Desde los acantilados de Las Grutas se la puede observar a simple vista,
imponente y recóndita, elevándose hacia el sudoeste y no hay rastros en
sus inmediaciones -ni siquiera en toda la Patagonia- de restos
templarios o ruinas identificadas como de la Ciudad de los Césares.
Si bien
hermosa por su aspecto, parece poco probable que alguna vez soportara
los basamentos de alguna edificación europea precolombina. Recordemos
que Delphos sostiene que mucho antes de la llegada de los templarios, ya
había europeos habitando la zona.No
se ha encontrado restos de obras que puedan ser relacionada con los
cristianos de los primeros siglos o, de la posterior orden de los
Caballeros Templarios, excepto algunos elementos; por ejemplo: una piedra "templaria"
con una cruz tallada en el centro la cuál según me informó uno de los
delphianos, no se puede mostrar a la prensa porque se halla
desaparecida.
El Fuerte Argentino visto desde Las Grutas
Río Negro - Argentina
Foto
Marc Pesaresi
Cerro Fuerte Argentino
Foto
Marc Pesaresi
Sin embargo, se tiene que admitir que el origen del nombre "Fuerte Argentino" no esta claro. Desde que los primeros pobladores se radicaron de modo definitivo en la última década del siglo XIX y principios del siguiente, el lugar se ha llamado de este modo. ¿Acaso fue nombrado fuerte por los primeros españoles que exploraron la región? Es probable. O quizás fue considerado como tal, por su formación geológica, por loberos y balleneros. Tampoco hay que descartar la opción que fuera nombrado en los días de la expedición de Juan de la Piedra, en el año 1779.
A favor de esta hipótesis podemos mencionar el hecho que, parte de esta tripulación que estuvo en caminando en inmediaciones del Fuerte en el verano de ese año, se encontraba en abril en la margen norte del río Negro durante la fundación del Fuerte de Nuestra Señora del Carmen y Pueblo de Nueva Murcia, las actuales Carmen de Patagones y Viedma respectivamente. Estos expedicionarios buscaban algún lugar propicio para instalar poblaciones. No obstante, esto es pura especulación, no hay registro histórico del porque de este nombramiento.
Quienes adhieren a la teoría o creencia de los templarios han presentado algunos mapas antiguos como pruebas que en el pasado, hubo algún tipo de fortificación. Sin embargo, todos están muy mal confeccionados, presentando errores.
El autor de este artículo
junto a un camión Reo de la empresa de turismo aventuras Desert Track
junto a un camión Reo de la empresa de turismo aventuras Desert Track
Foto
Marc Pesaresi
El sótano
A lo lejos, el Fuerte Argentino.
A lo lejos, el Fuerte Argentino.
Foto
Marc Pesaresi
¿Qué tipo de fortificación se debería buscar en el Fuerte?
¿Qué tipo de fortificación se debería buscar en el Fuerte?
Siguiendo a
Delphos, si hubo una colonia de cristianos con ideas místicas, en los
primeros siglos de nuestra era, las fortificaciones se tendrían que
semejar a las Romanas que por entonces, eran las mejores de su época.
Los Romanos eran los dueños del mundo mediterráneo hasta bien entrado el siglo III d C. y, de haber existido una organización de personas que emigró a Sudamérica en esos días para ocultar algún preciado tesoro, sus construcciones debieron inspirarse en la arquitectura greco romana.
Además de un puerto con dock de piedras, el resto de las obras también deberían ser del mismo material. La argamasa o mezcla para pegar las rocas, constituye todo un problema de difícil solución. Sin embargo, los Romanos inventaron el cemento cuyo empleo continuó a lo largo de los siglos. Tal vez esos presuntos inmigrantes lo hubieran empleado para pegar las piedras, a saber.
No se ven canteras en las inmediaciones del Fuerte pero si lo que parece ser mezcla para edificaciones. En este caso, habría que consultar a expertos para que tomen muestras y daten el material. Delphos no aclara que tipo de orden pro templaria habría habitado la región, una vez más se ingresa en el terreno de las suposiciones. Pero, si llegó tiempo después la orden de los Caballeros del Temple, lo que tendría que buscarse es nada menos, que un castillo medieval, con todas sus instalaciones.
Los Romanos eran los dueños del mundo mediterráneo hasta bien entrado el siglo III d C. y, de haber existido una organización de personas que emigró a Sudamérica en esos días para ocultar algún preciado tesoro, sus construcciones debieron inspirarse en la arquitectura greco romana.
Además de un puerto con dock de piedras, el resto de las obras también deberían ser del mismo material. La argamasa o mezcla para pegar las rocas, constituye todo un problema de difícil solución. Sin embargo, los Romanos inventaron el cemento cuyo empleo continuó a lo largo de los siglos. Tal vez esos presuntos inmigrantes lo hubieran empleado para pegar las piedras, a saber.
No se ven canteras en las inmediaciones del Fuerte pero si lo que parece ser mezcla para edificaciones. En este caso, habría que consultar a expertos para que tomen muestras y daten el material. Delphos no aclara que tipo de orden pro templaria habría habitado la región, una vez más se ingresa en el terreno de las suposiciones. Pero, si llegó tiempo después la orden de los Caballeros del Temple, lo que tendría que buscarse es nada menos, que un castillo medieval, con todas sus instalaciones.
No hay ruinas de fortificaciones en inmediaciones del Fuerte Argentino
Castrum romano en Palestina
Si hubiera
existido un emplazamiento cristiano pre templario en El Fuerte, como
mínimo, se tendrían que observar restos semejantes a los que se ve en
Masada. Pero no se ve en el lugar, ningún cimiento de fortificaciones
europeas como estas, construidas por legionarios romanos mientras
asediaban la fortaleza hebrea. Este tipo de obras eran las más
habituales en Palestina en tiempos de Jesús.
Foto
Wikimedia Commons
Cabe preguntar: ¿qué tipo de castillos establecían los monjes sacerdotes? Eran fortificaciones destinadas a perdurar en el tiempo.
Pero en el Fuerte Argentino no se observan restos de fortalezas ni de
campamentos templarios, caminos, fuentes de agua potable, áreas de
cultivos –de algo tenían que vivir estas personas- toda una intrincada
infraestructura que en Europa y Medio Oriente sí se puede encontrar
mediante excavaciones arqueológicas o con solo mirar, pero que, en esta
parte de la Patagonia, por el momento no aparecen.
En la fotos siguientes, se observan viejos castillos del temple en España. Se conservan muy bien a pesar del maltrato del tiempo. De haberse construido algo semejante en Patagonia, las ruinas deberían verse como estos edificios o quizás mejor.
En la fotos siguientes, se observan viejos castillos del temple en España. Se conservan muy bien a pesar del maltrato del tiempo. De haberse construido algo semejante en Patagonia, las ruinas deberían verse como estos edificios o quizás mejor.
Fortaleza Templaria de Monzón
ARAGÓN, ESPAÑA
Foto
(Huesca, Aragón Bridgeman Art Library)
En el Fuerte Argentino no se encuentran sillerías del tipo obras romanas
de los primeros siglos del cristianismo y mucho menos, leyendas
aborígenes que hablen de la predicación del evangelio en tiempos tan
remotos. Los hombres blancos que se mencionan en algunos relatos
indígenas son de tiempos recientes, sin duda, transmisiones orales
nacidas de los contactos con los exploradores españoles e ingleses y los
pescadores de ballenas y lobos marinos posterior a la llegada de Colón. (Recordemos que los aborígenes
solían darse buenos festines con carne de lobos marinos, tal como
refiere Francisco P. Moreno en su libro Viaje a la Patagonia Septentrional de 1882. En estas actividades por procurarse carne en las costas, entraban en contacto con navegantes europeos).
Solo los mormones, además de la Fundación Delphos, poseen un legado de historias de personas adoradoras de Dios residiendo en América antes que Colón y esta idea, muy resistida, no encuentra hasta la fecha, ninguna prueba contundente en el ámbito de la arqueología y la etnografía.Se debe precisar que Delphos afirma que estas fortalezas fueron “abandonadas” no destruidas. De modo que algunos restos de mampostería deberían quedar en el Fuerte Argentino que nos permitiera aproximarnos a algunas conclusiones. Pero no hay absolutamente nada que tenga origen cristiano tanto de los primeros siglos ni posterior.
Solo los mormones, además de la Fundación Delphos, poseen un legado de historias de personas adoradoras de Dios residiendo en América antes que Colón y esta idea, muy resistida, no encuentra hasta la fecha, ninguna prueba contundente en el ámbito de la arqueología y la etnografía.Se debe precisar que Delphos afirma que estas fortalezas fueron “abandonadas” no destruidas. De modo que algunos restos de mampostería deberían quedar en el Fuerte Argentino que nos permitiera aproximarnos a algunas conclusiones. Pero no hay absolutamente nada que tenga origen cristiano tanto de los primeros siglos ni posterior.
Playas del Fuerte Argentino
Existe una
cada vez más lucrativa industria de turismo aventura que lleva gente a
visitar emplazamientos templarios. Sin embargo, cuando se arriba al
lugar, no se ve absolutamente nada debiéndose conformar el visitante con
disfrutar de las playas y el paisaje.
Foto
Marc Pesaresi
Algunos problemas que plantea la hipótesis Delphos
La Fundación no explica:
1.¿Cómo ubicaron los presuntos proto templarios al Fuerte Argentino, en tiempos tan remotos, como el siglo I y II d C.?
Si bien se
puede teorizar que los fenicios y cartagineses sabían de la existencia
de tierras que la mayoría de los pueblos europeos ignoraban, y que
estas singladuras con sus mapas podrían haber sido una fuente de
conocimientos marítimos para navegantes cristianos posteriores, se tiene
que probar que hubo relación de los templarios con estos posibles
documentos, de otro modo, jamás se derribara la suposición a favor de la
certeza.
Se sabe que los egipcios y fenicios circunnavegaron África y de la estadía vikinga en América antes de la llegada de los españoles, pero solo la presencia nórdica ha sido lo suficientemente documentada por la arqueología moderna, como para situarla en un contexto histórico. El resto de las pretendidas visitas, por el momento, hasta que se encuentren más evidencias, no pasan de la especulación. De modo que Delphos no puede explicar con rigor científico, cómo un colectivo de proto templarios o templarios lograron alcanzar tierras sudamericanas, para esconder el Santo Grial.
Se sabe que los egipcios y fenicios circunnavegaron África y de la estadía vikinga en América antes de la llegada de los españoles, pero solo la presencia nórdica ha sido lo suficientemente documentada por la arqueología moderna, como para situarla en un contexto histórico. El resto de las pretendidas visitas, por el momento, hasta que se encuentren más evidencias, no pasan de la especulación. De modo que Delphos no puede explicar con rigor científico, cómo un colectivo de proto templarios o templarios lograron alcanzar tierras sudamericanas, para esconder el Santo Grial.
2. ¿Por qué la Patagonia? ¿Por qué no otras tierras?
Es interesante preguntar ¿por qué la Patagonia?
En efecto, si los Templarios poseían una flota de ultramar, quizás con
naves diseñadas al estilo vikingo que por la época eran las más
adecuadas para cruzar grandes distancias marítimas o bien cocas, al estilo de los barcos de la liga Hanséatica
¿por qué esconder un tesoro en la Patagonia Argentina, tierra lejana y
estéril a punto de considerársela un desierto entre la costa y la
Cordillera de los Andes?
El Fuerte Argentino al sur de San Antonio Oeste
Foto
Google Earth
En la
región del Fuerte Argentino no hay agua potable suficiente, la tierra
es refractaria a los cultivos, el ganado caprino y ovino subsiste
siempre y cuando no haya sequías prolongadas, la meseta que baja del
contrafuerte andino en el Oeste esta cubierta de vegetación xerófila que
hace difícil la alimentación de la fauna local…¿qué pudo haber en la Patagonia Argentina,
en la zona atlántica rionegrina de gran valor, que atrajera la atención
de proto templarios y Templarios por igual, para depositar tesoros
invaluables?
El Fuerte Argentino
Obsérvese
la extrema aridez del terreno y la barrera de rocas que impiden
aproximarse a la costa a cualquier embarcación a menos que se arriesgue a
sufrir un naufragio.
Foto
Google Earth
Por los
datos proporcionados por hallazgos arqueológicos, los
aborígenes solo visitaban la costa para proveerse de pieles de lobos
marinos y suplir otras necesidades pero sin habitar permanentemente
parajes donde la muerte por sed era una realidad. A unos 140 kilómetros
hacia el norte del Fuerte Argentino, fluye el majestuoso río Negro, en
cuyas riberas la vida era y es, mucho más sencilla. De hecho, la isla de
Chole Choel,
en el Valle Medio de dicho río, por siglos constituyó un sitio
estratégico para las etnias nativas a punto tal que, llegada la
conquista blanca desde Buenos Aires, tanto las tropas de Rosas (1833 y que visitara nada menos que Charles Darwin), en primer término y de Roca
(1879), décadas después, ocuparon de inmediato la isla por la
importancia que poseía gracias a sus pasturas. Choele Choel -junto con
Carhué en la provincia de Buenos Aires- eran terrenos de mucha
importancia para los pueblos indígenas, de ahí la porfiada defensa
mapuche a mano armada por conservarlos.
El río Negro a su paso por la ciudad de Viedma, capital de Río Negro.
Al fondo,
Carmen de Patagones, en la provincia vecina de Buenos Aires. De haber
existido una comunidad cristiana asentada en Patagonia antes que Colón
llegara a las islas del Caribe, sin duda que hubieran elegido las
riveras de este río dada la gran disponibilidad de agua dulce y no, la
árida costa al sur de San Antonio Oeste.
Foto
Marc Pesaresi
¿Por qué no ubicarse a orillas de ese río y si en una zona tan hostil
como la costa de patagónica? Parece más lógico que la gente busque el
agua para establecerse y no territorios yermos, refractarios a la vida
humana.
Carmen de Patagones vista desde Viedma a orillas del río Negro
Antiguamente se lo llamaba río de los Sauces o Currú Leuvú.
Foto
Marc Pesaresi
3. ¿Qué pasó con los caballos de los Templarios?
Los
templarios eran caballeros, montaban a caballo. ¿Por qué no hubo
caballos en Patagonia antes de la llegada de los conquistadores? Es
cierto que en las Américas; durante el Pleistoceno;
hubo una especie de caballo, estos para la primera década después de
Cristo llevaban siglos desaparecidos. Los equinos –tal como ahora los
conocemos- reaparecerían en América con los conquistadores españoles y
eran excelentes ejemplares de la raza andaluz la cual a su vez tuvo en
su desarrollo, influencia del moro árabe. En nuestro país, el caballo
ingresó con Pedro de Mendoza en 1536. Abandonados a su suerte luego de
la partida del adelantado español, los caballos se reprodujeron de tal
modo, que más de cincuenta años después, Juan de Garay quedó asombrado
hacia 1580 de ver las tropillas en estado salvaje.
Ahora bien,
supongamos que el caballo hubiera arribado con templarios, sin duda,
semejante cambio no podría quedar sin testimonio oral como pictórico.
Pero entre los primeros pobladores de la Patagonia no hay tradición alguna acerca de este animal antes de la llegada de
los españoles.
No se debe
olvidar que los templarios además de curas, eran guerreros de
caballería. Como tales, jamás podrían haberse despojado de sus
cabalgaduras que eran lo más parecido a un blindado moderno de hoy día. Cuando transitaban de Europa a Medio Oriente por mar, por
ejemplo, ellos embarcaban sus montas para utilizarlas al desembarcar.
Y una vez instalados en su objetivo, se dedicaban a la remonta. Parece poco probable que ellos viajaran a Sudamérica sin caballos. Algunos
debieron traer y ya en tierra, recomenzar la repoblación para aumentar
su número de equinos. ¿Dónde están los
caballos?
En este punto es necesario extenderse. Hace un tiempo, un Santo de los Últimos Días o Mormón, refutaba
las críticas a los anacronismos del Libro de Mormón (menciona no menos de ocho
veces la presencia de caballos en el siglo I de nuestra Era en territorios americanos) que el caballo
había existido en los días de Cristo en América. (Este colectivo cree que Jesús
estuvo predicando en América Central y del Norte inmediatamente después de resucitar) a tribus
israelitas que poseían cabalgaduras. (Si bien existe controversia entre los
Santos sobre este asunto, la idea del caballo precolombino me fue mencionada
incluso, por un adherente a las teorías de Martí).
Es cierto que aparecen en el arte rupestre indígena figuras de jinetes.
Pero la arqueología moderna afirma que
todas estas ilustraciones en las rocas muestran caballeros españoles. Se los
puede encontrar en todo el territorio Sudamericano. Cuando la conquista hispana
dio inicio, muchos aborígenes dejaron grabadas en rocas no solo figuras de
jinetes, sino animales, curas e incluso, iglesias. De modo que citar figuras de
caballeros como pertenecientes a Templarios por el momento, no es argumento
válido. Y menos si por conveniencia se sesga los grabados que muestran curas con sotanas y cruces o bien, templos con la cruz de los cristianos.
(Para mayor información ver: Martínez C., José Luis; Registros Andinos al Margen dela Escritura: el Arte Rupestre Colonial; Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino; Vol.14; Nº 1,2009; pp.9-35; Santiago de Chile. En el informe se puede observar fotografías de un enfrentamiento entre un jinete con lanza y un individuo con arco proveniente del sitio Los Pintados, Jujuy; una Cruz grabada en piedra en Socoroma, región Arica-Parinacota; incluso un cura católico grabado en Toro Muerto, quebrada El Tabaco, región de Coquimbo. Se lo ve con rosario al cuello, un libro en su mano izquierda, una cruz en la derecha y vistiendo sotana. También otra escena de un enfrentamiento de un jinete que arremete lanza en mano contra un individuo proveniente del sitio Loa, región de Antofagasta. Además, iglesias con sus campanarios, arte rupestre grabados en Hutumayo, provincia de Espinar, Cusco entre otros episodios de la vida sudamericana en tiempos de la conquista española. Tambien Fernández Distel; Alicia: Arte Rupestre Soslayado. Los grabados coloniales de Laguna Colorada - 8 Hermanos; Jujuy; Argentina. Click Aquí).
Frescos Rupestres en Cerro Colorado, Tulumba
Se observan varios jinetes identificados como españoles retratados
por indígenas durante la conquista.
Estas figuras suelen ser citadas por Mormones
y ocasionales defensores de la teoría del Temple en las Américas
como evidencia de presencia europea precolombina.
como evidencia de presencia europea precolombina.
Foto
Francisco Aparicio 1936
Citado por
Margarita E. Gentile Lafaille
Para acceder, click AQUÍ
4. ¿Dónde están los descendientes de los Templarios?
Delphos
afirma que es un misterio su desaparición. Pero de haber europeos en
esta parte del mundo, alguna descendencia debió quedar. Pero no la hay.
Se puede alegar que, como monjes, los templarios no estaban autorizados a
casarse dado que eran miembros de una orden clerical. Es verdad, pero
no es menos cierto, que viajaban con personal auxiliar que si lo podía
hacer.
Algunos muestran fotografías de "indios blancos" que no son sino, descendientes de personas de razas diferentes. Es cierto que algunos tenían la piel más clara que otros. Pero de ningún modo se puede afirmar que son descendientes de Templarios. Se tiene que probar que lo son.
Entre los tehuelches debió haber algún mestizaje con blancos que visitaban ocasionalmente la costa durante el saqueo de los recursos naturales en los siglos que nadie protegió esta costa del entonces Virreinato del Río de la Plata, pero de ahí a suponer que este cruce étnico en Patagonia se produjo por la presencia de europeos antes que Colon, sin ninguna prueba científica que lo avale, es arriesgado.
Algunos muestran fotografías de "indios blancos" que no son sino, descendientes de personas de razas diferentes. Es cierto que algunos tenían la piel más clara que otros. Pero de ningún modo se puede afirmar que son descendientes de Templarios. Se tiene que probar que lo son.
Entre los tehuelches debió haber algún mestizaje con blancos que visitaban ocasionalmente la costa durante el saqueo de los recursos naturales en los siglos que nadie protegió esta costa del entonces Virreinato del Río de la Plata, pero de ahí a suponer que este cruce étnico en Patagonia se produjo por la presencia de europeos antes que Colon, sin ninguna prueba científica que lo avale, es arriesgado.
5. ¿De dónde obtenían el agua?
La región
del Fuerte Argentino es árida en extremo. El autor de este artículo
recuerda en su niñez, la lucha permanente que sostuvieron los habitantes
tanto de San Antonio Oeste, para procurarse el vital líquido para la preservación de la vida. El
problema del agua llegó a ser tan acuciante, que por décadas la gente
bebía agua sucia a la que purificaba de cualquier modo. En mi casa por
ejemplo, se excavó una cisterna para unos seis mil litros de agua, que
se llenaba con camiones que la traían desde la estación del ferrocarril
donde existen aún reservorios subterráneos donde se la almacenaba antes
de ser distribuida entre los pobladores.
Desde el
arroyo Valcheta, a unos ciento treinta km., hacia el oeste. Recién a
principios de los setenta se solucionó el abastecimiento de agua potable
a San Antonio Oeste y Las Grutas gracias a la construcción de un canal
derivador a cielo abierto, llamado Canal Pomona – San Antonio.
Canal Pomona - San Antonio Oeste
La foto data de 1973 aproximadamente.
La foto data de 1973 aproximadamente.
Foto cortesía
Museo Histórico Municipal de San Antonio Oeste
Delphos supone que el río Negro, caudaloso curso de agua que atraviesa a lo largo la provincia del mismo nombre, pudo tener una desembocadura cerca del Fuerte. Incluso se publican fotos donde se muestra lo que parece ser el cauce de un río seco. Pero esta idea choca de plano, con la existencia hacia el noroeste, de dos depresiones en el terreno, una de las cuales, la del Gualicho, alcanza los 33 metros por debajo del nivel del mar –otras fuentes informan de 72 metros- bajos que son, en la práctica, insuperables barreras para cualquier curso de agua desprendido del Negro en dirección sur. Para Delphos es fundamental probar que el cerro El Fuerte alguna vez fue una isla, ya que basan sus creencias en lo narrado por el libro artúrico Perlesvaus escrito en Francia en el siglo XIII.
El canal Pomona - San Antonio Oeste
Abastece
de agua desde el río negro a tres localidades en la costa del Golfo San
Matías y la Bahía de San Antonio, sigue una pendiente natural por
donde el agua fluye sin más ayuda que la gravedad. Para que
esto ocurra, los ingenieros que planificaron la obra tuvieron que
"esquivar" la depresión El Gualicho extendiendo el recorrido varios
kilómetros hacia el este y no hacia el oeste, en dirección un presunto
río seco que habría fluido desde Confluencia hasta el Fuerte. De existir
este cauce se lo habría tenido muy en cuenta dado que, los estudios para
la construcción de esta obra demandaron décadas y no se dejó ninguna
opción sin explorar o considerar.
Foto
Google Earth
¿Cómo pudo evadir un curso de agua natural que corría desde el norte
esta orografía tan escabrosa? De haber existido este cauce, las
depresiones serían hoy lagos gigantescos, muy profundos, de agua dulce.
Pero nada de esto se ve en el terreno. La majestuosa depresión de la
salina El Gualicho con su fondo de sal que es utilizada para la
industria de producción de Soda Solvay,
no ha sido atravesada en tiempos recientes, por ningún arroyo de aguas
permanentes, en dirección norte-sur o noroeste sudeste. Existen, sí;
hacia el oeste a más de 100 kilómetros, cursos de agua dulce; el más
importante, el arroyo Valcheta.
Este arroyo que a veces transporta tanta agua como un río, nace en la meseta de Somuncurá y corre en dirección suroeste a noroeste, hasta desembocar en una laguna muy grande llamada Curicó, antes de alcanzar el gran bajo del Gualicho. Se trata de una cuenca endorreica o receptáculo final del arroyo Valcheta. Es pantanosa, con poca profundidad, muy turbia y salobre. Obras de riego realizadas por el hombre han comprometido su caudal que amenazan con desecarla. Existe una especie de pez que habita sus aguas llamada madrecita de agua o Jenynsia multidentata.
De sus aguas abrevaban los indígenas y fue refugio recóndito en tiempos de malones o ataques aborígenes. Era tan importante el arroyo como lugar de escondite que, en el transcurso de su campaña al desierto de 1833, el Brigadier General Juan Manuel de Rosas envió al Sargento Mayor Leandro Ibáñez con el baqueano (explorador) Juan León, a atacar las tribus del cacique Cayupán que habitaban la región, objetivo que cumplieron, después de recorrer 500 kilómetros desde Carmen de Patagones.
Este arroyo que a veces transporta tanta agua como un río, nace en la meseta de Somuncurá y corre en dirección suroeste a noroeste, hasta desembocar en una laguna muy grande llamada Curicó, antes de alcanzar el gran bajo del Gualicho. Se trata de una cuenca endorreica o receptáculo final del arroyo Valcheta. Es pantanosa, con poca profundidad, muy turbia y salobre. Obras de riego realizadas por el hombre han comprometido su caudal que amenazan con desecarla. Existe una especie de pez que habita sus aguas llamada madrecita de agua o Jenynsia multidentata.
De sus aguas abrevaban los indígenas y fue refugio recóndito en tiempos de malones o ataques aborígenes. Era tan importante el arroyo como lugar de escondite que, en el transcurso de su campaña al desierto de 1833, el Brigadier General Juan Manuel de Rosas envió al Sargento Mayor Leandro Ibáñez con el baqueano (explorador) Juan León, a atacar las tribus del cacique Cayupán que habitaban la región, objetivo que cumplieron, después de recorrer 500 kilómetros desde Carmen de Patagones.
El bajo
de la Salina del Gualicho a 33 y 74 metros bajo el nivel del mar
Se puede observar a lo lejos, la
superficie blanca que no es otra cosa que sal la cual se aprovecha para
la industria química.
Foto
Marc Pesaresi
Los afluentes secos que pululan por la región, se los denomina “cañadones”
y solo tienen agua, cuando en llueve en las partes altas de las
mesetas. El régimen pluvial anual es de unos 200 A 300 milímetros, de
modo que el agua es un bien muy escaso que todos los pobladores
atesoran.
La idea que existía una cañada o depresión paralela al río Negro que podría servir para canalizar agua dulce hasta San Antonio Oeste la tuvo originalmente, en 1884, el Teniente Coronel del Ejército Argentino Lino Oris de Roa quién sugirió explorar el bajo del Gualicho en busca de alguna pendiente que pudiera canalizar agua dulce hasta la costa. Luego, en 1889, el ingeniero César Cipolletti haciéndose eco de la propuesta del militar, buscó tal pendiente sin encontrarla. Finalmente, Cipolletti consideró que la salina del Gualicho era un impedimento para cualquier cauce natural ya existente y se inclinó por la construcción de un canal a cielo abierto, cuya traza que es la sigue en la actualidad, el canal Pomona-San Antonio.
6. ¿Desembocó en tiempos recientes un río en el Golfo San Matías?
No, aún así, la Fundación Delphos afirma todo lo contrario:
Ahora bien: quienes hemos navegado sabemos que, la primera altura de las sierras de San Antonio en verse desde el Golfo San Matías bordeando la costa desde el este-sureste, es el cerro Dirección con sus tres picachos y no, el fuerte Argentino; aún con la presencia de calima y fata morgana, un espejismo este último que tiene la virtud de elevar la costa al doble de lo que realmente es, el Dirección siempre se ve antes que el Fuerte Argentino.
El dato es importante, porque es lo que debieron ver los primeros navegantes de estas aguas que singlaban desde el norte dando la vuelta a lo que hoy es la costa rionegrina. Una vez dentro de la bahía, hacia el noroeste, se observa la entrada de dos rías que se llenan y vacían en el reflujo de las mareas de 9 metros. Estos cursos de agua vistos desde las mesetas de las hoy llamada sierras de San Antonio o bien, desde las alturas del cerro Dirección (el más alto de la costa) o del monte Rivadavia, a la distancia parece semejar ríos sobre todo si están llenas por el mar. ¿Es posible que estas rías hicieran creer a los primeros exploradores que estaban en presencia de algún río?
Como se sabe que la zona fue depredada por pescadores no españoles, sobre todo ingleses y holandeses y más tarde norteamericanos, se puede especular que, en el transcurso de sus correrías desembarcaron para faenar lobos marinos, pingüinos, ñanduces, maras y guanacos, construyendo campamentos fortificados temporales. ¿Acaso iban a desechar una altura como el cerro el Fuerte para establecerse?
Ahora, bien, si estas gentes caminaron por la costa rumbo al norte en busca de los frutos del país, habrán divisado la ría de San Antonio y apuntarla en las bitácora como un río más a explorar en algún momento. Estos datos, sin cotejar, pasaron de boca en boca, mano en mano como se acostumbraba entonces y así se propagó el error cartográfico. Obsérvese que recién se elimina este dato, con el aporte de Martín de Moussy cuyo mapa publicamos a continuación.
Este fenómeno se ve en la desembocadura del río Negro, aproximadamente 190 kilómetros al este. En el ingreso a la bahía de San Antonio existen bancos formados por los reflujos de las grandes mareas que llenan las rías interiores. Imaginar que el Fuerte pudo ser una isla y que el mar retrocedió a partir de octubre de 1307, que marca el final injusto si se quiere de la orden del Temple, parece una suposición arriesgada.
Roberto Kokot, Jorge Codgnotto y Manuela Elissondo (4), del departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sugieren que, desde hace unos 18.000 años a la fecha, la Tierra tenía una temperatura entre 5º y 10º C mas baja que la actual. Este periodo frío permitió la expansión de glaciares a la par que el nivel del mar descendía unos 120 metros aproximadamente.Sin bien por la tectónica de placas, la costa el Pacífico sudamericana se hunde y la del Atlántico sube, esto incremento no es sustancial como para llegar a suponer que, hace 700 años atrás, el mar rodeaba al Fuerte convirtiéndolo en isla. Por el contrario, a contrapelo de los que muchos suponen, el aumento del mar se viene registrando desde hace 250 años previendose un ascenso entre 0.09 a 0.88 metros. En resúmen, refieren los autores, hace “3000 años el mar ascendió un promedio de 0,1-0,2 mm/año, y desde 1900 entre 1 y 2 mm/ año. Para la costa argentina, pueden tomarse datos del mareógrafo de Buenos Aires, con valores entre 1905 y 1987, que dan una tendencia al ascenso del nivel del mar de 1,6 mm/año Este valor es estadísticamente significativo con un 95% de confiabilidad. Los datos disponibles muestran que en el año 1995 los valores de ascenso del nivel del mar local coincidían aproximadamente con las tendencias globales”. En síntesis, el mar sube, no baja ni ha bajado en tiempos relativamente recientes.
La idea que existía una cañada o depresión paralela al río Negro que podría servir para canalizar agua dulce hasta San Antonio Oeste la tuvo originalmente, en 1884, el Teniente Coronel del Ejército Argentino Lino Oris de Roa quién sugirió explorar el bajo del Gualicho en busca de alguna pendiente que pudiera canalizar agua dulce hasta la costa. Luego, en 1889, el ingeniero César Cipolletti haciéndose eco de la propuesta del militar, buscó tal pendiente sin encontrarla. Finalmente, Cipolletti consideró que la salina del Gualicho era un impedimento para cualquier cauce natural ya existente y se inclinó por la construcción de un canal a cielo abierto, cuya traza que es la sigue en la actualidad, el canal Pomona-San Antonio.
6. ¿Desembocó en tiempos recientes un río en el Golfo San Matías?
No, aún así, la Fundación Delphos afirma todo lo contrario:
“El Caballero Rogelio Pujol halló en un antiguo (circa 1780) mapa inglés la segunda salida al mar del Río Negro. Esta tesis la venimos trabajando hace tiempo. La salida sur del Río Negro habría desembocado a la Bahía Sin Fondo o Golfo San Matías justo al sur del Fuerte, convirtiéndolo en una ínsula costera. Esto figura así en muchos otros mapas antiguos. Los actuales habitantes de la zona también recuerdan esta segunda salida”. Y publican el siguiente mapa, sin referencia alguna.
Mapa de un supuesto río
desembocando en el Golfo San Matías
Debemos aclarar, en honor a la verdad, que ningún habitante “de la zona”
entre los cuales me incluyo jamás supimos de ningún río que desembocara
en la Bahía de San Antonio o en el Golfo San Matías, tampoco los
pobladores pioneros, a muchos de los cuales alcancé a conocer en
vida.También
es necesario informar, que Delphos cita muy mal el mapa que refiere
puesto que le otorga una edad aproximada a 1780 cuando en realidad fue
publicado en 1827.
Un detalle que corresponde remarcar: Seis años más tarde de publicado el mapa, arribaron a a la zona, tropas pertenecientes a la expedición militar de Rosas, una de cuyas columnas armadas, la de Ibáñez, exploró la zona y recorrió las márgenes del arroyo Valcheta sin encontrar trazo alguno del río con o sin agua, que muestra el mapa que cita Delphos. Comparar con el mapa a continuación, que muestra el recorrido de Ibañez hacia el sur, en busca de caciques enemigos.
Un detalle que corresponde remarcar: Seis años más tarde de publicado el mapa, arribaron a a la zona, tropas pertenecientes a la expedición militar de Rosas, una de cuyas columnas armadas, la de Ibáñez, exploró la zona y recorrió las márgenes del arroyo Valcheta sin encontrar trazo alguno del río con o sin agua, que muestra el mapa que cita Delphos. Comparar con el mapa a continuación, que muestra el recorrido de Ibañez hacia el sur, en busca de caciques enemigos.
Recorrido de la columna de Ibáñez hacia el arroyo Valcheta en 1833.
La expedición de Rosas no solo fue militar, sino que contó con participación de la naciente ciencia moderna. Incluso se involucró Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, quien por entonces recorría el mundo a bordo del HMS Beagle. Ibáñez no reportó ningún río atravesando las mesetas de la Patagonia Norte, desembocando en el Golfo San Matías.
Foto
Wikimedia Commons.
En aquellos
días los cartógrafos trabajaban en base a testimonios y relevamientos
topográficos la mayoría de las veces realizados por navegantes y
exploradores (rara vez en forma personal) Tal vez Finley, al dibujar su
mapa, tuvo en cuenta otros anteriores que mostraban un supuesto curso de
agua desembocando en la Bahía de San Antonio, tal como se ve, en un
mapa más antiguo, correspondiente a 1796. Si tuviéramos que tomar
como ciertos estos mapas, tendríamos que desestimar al Fuerte como
ínsula puesto que, el supuesto río hubiera alcanzado el mar 45
kilómetros más al norte. A continuación el mapa de Finley, correctamente
citado comparado con otros anteriores muchos más antiguos pero que
comenten el mismo error. Dibujar un río donde nunca lo hubo.
América del Sur
por
Anthony Finley
Filadelfia, USA
1827
(no circa 1780 como afirma Delphos)
Gentileza
David Rumsey Map Collection
Este mismo mapa es citado en la website del explorador
Alejandro Vega Ossorio
(Para acceder click AQUí)
En este mapa se ve un río desembocando a la altura de Las Grutas.
Observe el lector, el
error cartográfico que asigna el nombre Cusu (Currú) Leuvú al río Limay
cuando en realidad este nombre era con el cuál los indios de la región,
identificaban al río Negro. El lago Tehuel no existe. El que hoy se ve en los mapas modernos, llamado Lago Pellegrini, es artificial.
Este mismo mapa es citado en la website del explorador
Alejandro Vega Ossorio
(Para acceder click AQUí)
Esta cartografía en la parte superior es imprecisa. Comete el cartógrafo el error de mencionar un río inexistente como afluente del Río Colorado. En la misma página se afirma la existencia de un "brazo" extinto del Río Negro cuando tal curso no se lo ha podido hallar. Ya se explicó que, ni Lino Oris de Roa como tampoco el ingeniero César Cipolletti y menos los ingenieros que trabajaron en la construcción del Canal Pomona - San Antonio Oeste quienes disponían de buena tecnología de la época para desarrollar sus tareas, pudieron encontrar este curso de lo contrario, se lo hubiera utilizado para llevar agua a la costa rionegrina.
América del Sur
por
Playfair
Londres, Inglaterra
1814
Gentileza
David Rumsey Map Collection
En este otro mapa se menciona erróneamente, una vez más, al lago Tehuel. Se muestra una inexistente Mesopotamia llamada Chahalge y al Currú Leuvú desembocando en la bahía de San Antonio. Este mapa inglés aún no ha incorporado los nuevos descubrimientos geográficos españoles proporcionados por las expediciones de Juan de la Piedra y Basilio Villarino en el siglo XVIII.
América del Sur
por
John Reid y W. Winterbotham
Nueva York
USA
1796
Gentileza
David Rumsey Map Collection
Otra vez un río desembocando en la Bahía de San Antonio o en el Golfo San Matías al que se llamaba por entonces, bahía "sin fondo".
Para cuando se confeccionó este mapa, si bien los españoles habían penetrado
en la bahía de San Antonio y explorado los alrededores, no fue suficiente como para lograr un revelamiento topográfico importante
del área. El mapa de confección norteamericana, recopila información de otros mapas y testimonios de navegantes lo cuál lo torna muy impreciso. No hubo cartografía exacta de esta parte de Argentina hasta
principios del siglo 20 como lo demuestra el hecho que, los primeros
habitantes de San Antonio Oeste debieron explorar ellos mismos las rías
de la bahía, como narran los cronistas Lefevbre como Izco, porque se
carecía de mapas correctos. El lago Tehuel quizás se refiera al lago Nahuel Huapí.
En los tres
mapas, las inexactitudes geográficas son notables y están en
concordancia con el saber cartográfico de la época. La pregunta que se
debe responder aquí es: ¿por qué se muestra un río desembocando en Las
Grutas, la Bahía de San Antonio o en el Golfo San Matías si nunca lo
hubo?
Una probable respuesta: Se sabe que el bergantín español "Nuestra Señora del Carmen" al mando del capitán José Ignacio Goycoechea por entonces integrante de la expedición a los mares australes al mando de Juan de la Piedra, alcanzó a llegar hasta las inmediaciones de la Punta Villarino el 9 de enero de 1779. Hasta la fecha, todas las referencias a esta parte del Mar Argentino eran poco menos que míticas.
Una probable respuesta: Se sabe que el bergantín español "Nuestra Señora del Carmen" al mando del capitán José Ignacio Goycoechea por entonces integrante de la expedición a los mares australes al mando de Juan de la Piedra, alcanzó a llegar hasta las inmediaciones de la Punta Villarino el 9 de enero de 1779. Hasta la fecha, todas las referencias a esta parte del Mar Argentino eran poco menos que míticas.
Goycoechea desembarcó un contingente, según Lefebvre, por "los 41º y medio de latitud".
El lugar es peligroso para las embarcaciones. Exactamente en Latitud
41º03'15''S, Longitud 65º07'15''W, existe una gran roca sumergida cuya
cima alcanza en bajamar, 1,8 metros de profundidad, a menos de 2 millas
de la cosa. (Quién esto escribe recuerda que, en primavera de 1984,
estando al timón del pesquero Don Valentín, navegando desde el sur rumbo
norte, se le ocurrió acercarse a la costa para apreciar mejor los
detalles de la misma y del Fuerte, ya que el espectáculo era hermoso a
la vista, actitud que motivó una fuerte reprimenda de parte del patrón
Rodríguez, quién argumento la existencia de una "piedra" enorme en esa zona. De inmediato me ordenó ganar profundidad para alejar el barco de la costa).
Este grupo exploró los alrededores en busca de agua sobre todo sin hallarla, aunque si mucha leña y aves en grandes cantidades y sobre todo, la elevación del cerro Fuerte ya que la tenían a la vista hacia su izquierda o babor. Esta gente regresó y comentó que se habían encontrado con otra bahía de grandes proporciones hacia el norte, muy abrigada, ideal para establecer un puerto. Interesado Juan de la Piedra, comisionó al Teniente Pedro García (notable militar especializado en ingeniería y geógrafo de origen español) quien encontró la entrada de la bahía aunque le costó mucho ingresar debido a los bancos de arenas que aún existen y son vitales para "calefaccionar" (2) el agua de esta parte del mar. El 17 de enero, finalmente García logra alcanzar el interior de la bahía, la que bautiza de San Antonio en honor a San Antonio Abad. Esta expedición fue la primera de la corona española, en arribar a las costas sanantoniense.
Este grupo exploró los alrededores en busca de agua sobre todo sin hallarla, aunque si mucha leña y aves en grandes cantidades y sobre todo, la elevación del cerro Fuerte ya que la tenían a la vista hacia su izquierda o babor. Esta gente regresó y comentó que se habían encontrado con otra bahía de grandes proporciones hacia el norte, muy abrigada, ideal para establecer un puerto. Interesado Juan de la Piedra, comisionó al Teniente Pedro García (notable militar especializado en ingeniería y geógrafo de origen español) quien encontró la entrada de la bahía aunque le costó mucho ingresar debido a los bancos de arenas que aún existen y son vitales para "calefaccionar" (2) el agua de esta parte del mar. El 17 de enero, finalmente García logra alcanzar el interior de la bahía, la que bautiza de San Antonio en honor a San Antonio Abad. Esta expedición fue la primera de la corona española, en arribar a las costas sanantoniense.
Teniente Pedro García
1758-1833
El primer europeo en ingresar a la Bahía de San Antonio en el verano de 1779
Foto
Gentileza
Wikimedia Commons
Ahora bien: quienes hemos navegado sabemos que, la primera altura de las sierras de San Antonio en verse desde el Golfo San Matías bordeando la costa desde el este-sureste, es el cerro Dirección con sus tres picachos y no, el fuerte Argentino; aún con la presencia de calima y fata morgana, un espejismo este último que tiene la virtud de elevar la costa al doble de lo que realmente es, el Dirección siempre se ve antes que el Fuerte Argentino.
El dato es importante, porque es lo que debieron ver los primeros navegantes de estas aguas que singlaban desde el norte dando la vuelta a lo que hoy es la costa rionegrina. Una vez dentro de la bahía, hacia el noroeste, se observa la entrada de dos rías que se llenan y vacían en el reflujo de las mareas de 9 metros. Estos cursos de agua vistos desde las mesetas de las hoy llamada sierras de San Antonio o bien, desde las alturas del cerro Dirección (el más alto de la costa) o del monte Rivadavia, a la distancia parece semejar ríos sobre todo si están llenas por el mar. ¿Es posible que estas rías hicieran creer a los primeros exploradores que estaban en presencia de algún río?
Ría o "marea" de San Antonio Oeste vista desde el noreste.
También llamada "Saco del Oeste". Aquí con pleamar. Obsérvese la cantidad de agua que ingresa desde el mar. Desde las sierras del oeste, a la distancia, semeja un río. Tanto Delphos como cualquier otro cazador de Santo Grial, que tratan de interpretar mapas antiguos llenos de imprecisiones, deberían tener en cuenta este detalle geográfico antes de declarar que hubo un río desembocando en la Bahía de San Antonio en tiempos recientes.
Foto
Marc Pesaresi
Ría o "Marea" de San Antonio Oeste
Posee un régimen de subidas y bajadas cada 12 horas, donde el lecho queda totalmente seco. En esta foto de principios del siglo XX se puede observar un barco esperando que suba la marea, para poder iniciar maniobras de amarre o bien, zarpada hacia algún lugar al norte de Argentina. San Antonio Oeste es una ciudad que nació desde el mar.
Foto
Gentileza
Museo Histórico Municipal de San Antonio Oeste
La Ría o "Marea" de San Antonio Oeste a pleno
A la distancia se la puede confundir con un río. De hecho, muchos turistas piensan al ver este brazo de mar, que es un río. Luego, cuando queda sin agua, se sorprenden del tremendo flujo y reflujo del mar. Aquí se ve una crecida de 9,76 m.
Foto
Marc Pesaresi
Ría o "Marea" de San Antonio Oeste
adentrándose en dirección al oeste, hacia la zona del "El Cruce".
Foto
Marc Pesaresi
La Ría de San Antonio Oeste,
Superando el ejido urbano a la altura del barrio "La Loma", la amplitud de las mareas locales llenan y vacían estas caletas con gran velocidad.
Foto
Marc Pesaresi
Muchos buscadores de templarios que no conocen la región
ignoran que existen cuatro rías de agua salada que se adentran hacia el oeste. Aquí se puede ver otra que separa San Antonio Oeste de Punta Delgado. Este curso es llamado informalmente "marea de Ensanche Sur". La existencia de estos cursos de agua pudieron confundir a más de un visitante antiguo. Seguramente, al verlos en pleamar pudieron suponerlo ríos. De hecho, esta confusión persiste en la actualidad. Muchos turistas que visitan la ciudad mencionan al "río" que pasa por el costado del trazado urbano. E incluso, existe un mapa elaborado en 1829 que menciona a la Caleta del Oeste como "arroyo". Posteriormente, el error fue enmendado por profesionales que visitaron la zona en 1866 para realizar reconocimientos.
Foto
Marc Pesaresi
La Ría de San Antonio Oeste
El agua se retira quedando apenas un canal por donde fluye
un mínimo de agua.
Foto
Marc Pesaresi
Como se sabe que la zona fue depredada por pescadores no españoles, sobre todo ingleses y holandeses y más tarde norteamericanos, se puede especular que, en el transcurso de sus correrías desembarcaron para faenar lobos marinos, pingüinos, ñanduces, maras y guanacos, construyendo campamentos fortificados temporales. ¿Acaso iban a desechar una altura como el cerro el Fuerte para establecerse?
Ahora, bien, si estas gentes caminaron por la costa rumbo al norte en busca de los frutos del país, habrán divisado la ría de San Antonio y apuntarla en las bitácora como un río más a explorar en algún momento. Estos datos, sin cotejar, pasaron de boca en boca, mano en mano como se acostumbraba entonces y así se propagó el error cartográfico. Obsérvese que recién se elimina este dato, con el aporte de Martín de Moussy cuyo mapa publicamos a continuación.
Carta de la Confederación Argentina
por
Martín de Moussy
París, Francia
1873
Gentileza
David Rumsey Map Collection
¿Acaso hubo un río caudaloso desembocando en la bahía de San Antonio que, en algún momento entre 1820 y 1879, quedó seco? Sin duda
que los mapas fueron mal confeccionados y los errores superaron los
aciertos que prevalecieron, hasta la llegada de la moderna cartografía.
Nunca hubo un río desembocando en San Antonio Oeste
El mapa de Moussy tiene la particularidad de mencionar un "ancient Fort"
(1) o fuerte antiguo, precisamente donde se ubica el cerro Fuerte
Argentino además de informar una probable ubicación de la mítica ciudad
de los Césares (2) y de otro establecimiento fundado durante la
expedición colonizadora de Juan de la Piedra. El
cerro Fuerte Argentino sin duda debió ser considerado para la fundación de una
localidad.
De hecho, parece ser que Juan de la Piedra lo tuvo muy en cuenta en 1779 para construir en su cima un poblado. Si no ocurrió fue por dos motivos: falta de agua y la corriente marina que arrastró a las embarcaciones hacia el sur. La altura permite acceder trepando y sus acantilados forman una muralla natural que se puede aprovechar a la hora de crear defensas. La locación 3 que se observa en el mapa existió, se llamó San José de la Candelaria y fue abandonada por los españoles luego de ser atacada por un malón.
En cuanto a la ciudad de los Césares, por entonces no existía siquiera Viedma -la cuál fue fundada en abril de ese mismo año- mucho menos se puede llegar a pensar que gente indígena o europea construyeron ciudades en la estepa del sur argentino. Es una fantasía o licencia del creador del mapa que decidió grabar la probable ubicación de la ciudad que por entonces, era buscada por los Jesuitas provenientes de Chile.
Por último,
no se observa en la bahía ni en el golfo indicios de grandes derrames
sedimentarios, que indiquen existencia de un curso de agua importante
que haya secado recientemente. Como bien se sabe, cada río arrastra
sedimentos que los va depositando en la desembocadura formando barras. De hecho, parece ser que Juan de la Piedra lo tuvo muy en cuenta en 1779 para construir en su cima un poblado. Si no ocurrió fue por dos motivos: falta de agua y la corriente marina que arrastró a las embarcaciones hacia el sur. La altura permite acceder trepando y sus acantilados forman una muralla natural que se puede aprovechar a la hora de crear defensas. La locación 3 que se observa en el mapa existió, se llamó San José de la Candelaria y fue abandonada por los españoles luego de ser atacada por un malón.
En cuanto a la ciudad de los Césares, por entonces no existía siquiera Viedma -la cuál fue fundada en abril de ese mismo año- mucho menos se puede llegar a pensar que gente indígena o europea construyeron ciudades en la estepa del sur argentino. Es una fantasía o licencia del creador del mapa que decidió grabar la probable ubicación de la ciudad que por entonces, era buscada por los Jesuitas provenientes de Chile.
Este fenómeno se ve en la desembocadura del río Negro, aproximadamente 190 kilómetros al este. En el ingreso a la bahía de San Antonio existen bancos formados por los reflujos de las grandes mareas que llenan las rías interiores. Imaginar que el Fuerte pudo ser una isla y que el mar retrocedió a partir de octubre de 1307, que marca el final injusto si se quiere de la orden del Temple, parece una suposición arriesgada.
7. ¿Qué edad tiene el Fuerte?
Valeria A.
Reichler, del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
(3), citando a Reichler (1989) y Reichler y Camacho (1991) quienes
realizaron estudios bioestratigráficos del terciario marino entre los
Cerros Fuerte y de sus equivalentes del Gran Bajo del Gualicho, sugieren
una edad entre el Oligoceno y el Mioceno, entre 30 a 20 millones de
años de antigüedad. Esta etapa se caracterizó por una importante
extinción de animales, por ejemplo, sucumbieron todos los titanotheres, animales parecidos a los actuales rinocerontes, entre otros.
8. ¿Fue el Fuerte Argentino una isla?
Roberto Kokot, Jorge Codgnotto y Manuela Elissondo (4), del departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sugieren que, desde hace unos 18.000 años a la fecha, la Tierra tenía una temperatura entre 5º y 10º C mas baja que la actual. Este periodo frío permitió la expansión de glaciares a la par que el nivel del mar descendía unos 120 metros aproximadamente.Sin bien por la tectónica de placas, la costa el Pacífico sudamericana se hunde y la del Atlántico sube, esto incremento no es sustancial como para llegar a suponer que, hace 700 años atrás, el mar rodeaba al Fuerte convirtiéndolo en isla. Por el contrario, a contrapelo de los que muchos suponen, el aumento del mar se viene registrando desde hace 250 años previendose un ascenso entre 0.09 a 0.88 metros. En resúmen, refieren los autores, hace “3000 años el mar ascendió un promedio de 0,1-0,2 mm/año, y desde 1900 entre 1 y 2 mm/ año. Para la costa argentina, pueden tomarse datos del mareógrafo de Buenos Aires, con valores entre 1905 y 1987, que dan una tendencia al ascenso del nivel del mar de 1,6 mm/año Este valor es estadísticamente significativo con un 95% de confiabilidad. Los datos disponibles muestran que en el año 1995 los valores de ascenso del nivel del mar local coincidían aproximadamente con las tendencias globales”. En síntesis, el mar sube, no baja ni ha bajado en tiempos relativamente recientes.
9. ¿Quienes pudieron acampar en el Fuerte?
Aparte de la presencia de los tehuelches y grupos de la confederación Mapuche, el registro histórico nos dice que la costa patagónica era asiduamente visitada por toda
suerte de personajes ávidos de lucro en naves piratas, comerciales y de
guerra. En aquellos días, las costas rionegrinas poseían una invaluable
riqueza en pieles de lobos marinos y aceite de ballenas –estos cetáceos
antes de ser casi exterminados visitaban el Golfo San Matías y la Bahía
de San Antonio tal como han comenzado a hacerlo de nuevo a partir del
2004- que interesaban a los europeos para su matanza, faenado y
comercialización.
Todas estas visitas eran bien conocidas por los aborígenes quienes -en no pocas ocasiones- intercambiaban productos con los visitantes. De haber algún resto de presencia europea en el Fuerte Argentino, es más probable que se deba tal vez, a un campamento de loberos y balleneros y no de Templarios o proto templarios.
Recientemente, el antiguo poblador de San Antonio Oeste descendiente de pueblos aborígenes llamado Abelardo Llanquelo me informó que el Fuerte Argentino encontraron refugio algunos bandidos a fines del siglo XIX y principios del XX, quienes pudieron construir algunas edificaciones. Tampoco, me dijo, hay que desdeñar la presencia de los antiguos constructores de la línea telegráfica que desde Conesa avanzó hacia Río Gallegos en 1904 y de otros visitantes como por ejemplo, los que construyeron un gasoducto desde Comodoro Rivadavia hasta Buenos Aires. Esta obra aún sigue funcionando. Esto podría explicar en parte, los restos de material encontrado en inmediaciones del cerro. Este convencimiento, afirmó Llanqueleo, lo obtuvo de testimonios de sus propios familiares que habitaron la zona desde los días de la rendición de Sayhueque.
En verano se puede consultar como llegar a destino en la oficina de Turismo de Las Grutas. Solicite folletería y averigüe por el régimen de mareas. Recuerde que en esta parte del mundo suben 9 metros. Mucha gente, haciendo caso omiso a las advertencias, perdieron sus vehículos al ser atrapados por el mar. Sea prudente. El agua dulce es prioridad A pesar que se trata de la Patagonia, en los meses de verano las temperaturas sobre todo en enero y febrero, alcanzan 45 grados centígrados. En terreno es desértico y no hay sombras.
Un detalle a tener en cuenta. En la región los vientos son muy fuertes. Algunos alcanzan los 100 kms o más. Si hay temporal, sobre todo en verano, pueden estar acompañados por fuerte actividad eléctrica y lluvias intensas con caida de granizo. El agua desciende con mucha fuerza por cañadones y si atrapa un vehículo lo puede arrastrar.Desde el balneario Las Grutas, se viaja hacia el sudoeste por un camino de ripio "o de los pulperos", una antigua huella que en el pasado, comunicaba a los aislados campamentos de los mariscadores del lugar.
A mitad de trayecto, el recorrido se hace sobre la misma playa o bien, por huellas precarias bastante deterioradas. En el trayecto, de unos 45 kilómetros, se deben atravesar playas, arenales, terrenos fragosos, mientras van quedando atrás algunos sitios de relevancia para el turista, llamados: piedras coloradas, el cañadón de las ostras y el sótano.
INSISTO, lleve mucha agua, alimentos, todo lo necesario para acampar por el tiempo que sea necesario. Si no dispone de vehículo propio, puede contratar los servicios de Desert Track (empresa que hace del mito templario un motivo para incursionar por la costa del Golfo San Matías) y Tritón turismo.
Conviene viajar en vehículos todo terreno o bien, lo suficientemente
robustos como para soportar un camino duro. Supe de unos valientes que
se atrevieron con un Fiat 600 y llegaron. Pero se trataba de gente
acostumbrada a la aventura, muy capaz de superar cualquier obstáculo. No
todos pueden reunir un bagaje de experiencia, como para arriesgar que
quedarse detenidos en algún obstáculo del trayecto. Recuerde que debe
estar atento al régimen de subida y bajada de las mareas, ya que parte
del viaje se realiza bordeando la costa, sobre una playa de piedra.
Vale la pena la aventura aunque una vez en destino, no se encuentre un "castillo" templario sino una orografía preciosa que invita a disfrutar de un día de aventuras por la desértica costa patagónica.
Algunos defensores de la presencia de Templarios católicos en Patagonia, argumentan que la existencia de túmulos en Aguada Cecilio -una aldea minera ubicada entre San Antonio Oeste y Valcheta, en la provincia patagónica de Río Negro- es evidencia de la llegada de los monjes guerreros a esta parte del mundo en tiempos de las cruzadas o bien, mucho antes.
Otros, como Vega Ossorio, defienden la teoría que tales formaciones no son naturales sino artificiales. En síntesis, no informan que son diaclasas sino túmulos de origen humano.
El problema con esta declaración es que, no existe testimonio oral ni tampoco escrito, de la existencia de presuntos túmulos en esta parte de Río Negro anterior a la llegada de los buscadores del Santo Grial ni posterior. En otras palabras, no se tiene noticia alguna que los antiguos pobladores construyeran túmulos funerarios en esta parte del país. Se han encontrados muchos "chenques" o cementerios aborígenes pero ningún enterramiento en túmulos y consta que esta región ha sido y sigue siéndolo, muy explorada por geólogos y arqueólogos. Los únicos túmulos explorados y luego investigados en la Patagonia son los encontrados en Chile en fechas reciente.
Se debe admitir la posible existencia de túmulos en Patagonia ya que han sido encontrados en la Araucanía en Chile. Los Kuel o Cuel son túmulos mapuches construídos en las inmediaciones de Purén y Lumaco. Fueron identificados por el reconocido arqueólogo Tom Dillehay; uno de los descubridores del yacimiento pre clovis de Monte Verde; y dados a conocer en 2007.
Dilehay identifica alrededor de 300 túmulos cuya utilidad estaría relacionada con actividades funerarias. Son colinas artificiales cónicas, de piedra y barro, con dimensiones que varían entre los 8 y 50 m de diámetro por 1 y 15 m de alto. El eje principal de los montículos está orientado en relación a un cuerpo de agua -como río o pantano- de manera paralela o perpendicular.
Según Dillehay, estos montículos se habrían edificados dentro de un núcleo altamente poblado en la "Ciénaga de Purén". La disponibilidad de alimentos, como pescados, habría sido un factor de este florecimiento demográfico que proporcionaría abundante mano de obra para encarar edificaciones ceremoniales importantes. Un incremento de población, mayor nivel de organización social lo que implica acometer tareas de construcción complejas. Los Kuel, en opinión de Dillehay, serían parte de complejos sagrados de uso colectivo, completados por la presencia de canchas de palín y otras estructuras de madera, como graderías donde la gente se congregaba durante festividades.
Estos puntos, que corresponderían a lo que los cronistas españoles señalan como aliwenes, "lugares señalados", habrían sido espacio de confluencia de masas para la realización de rituales y festividades, dice Dillehay quien data que estos montículos en las dos centurias anteriores a la llegada de los españoles; el siglo XIV y el siglo XV, postulando que las estructuras podrían ser fruto de la influencia inca o de las culturas de los Andes centrales en general. Estos túmulos serían una representación artificial de las grandes montañas volcánicas de la cordillera, consideradas habitualmente sagradas en diversas culturas andinas. (Ver: Dillehay; Tom D.; Saavedra Z.; José: Interacción Humana y Ambiente: el Desarrollo de Kuel en Puren-Lumaco (Región de la Araucanía); Revista Austral de Ciencias Sociales; Nº 7; pp. 17-28; 2003. Click AQUÍ).
La etnia que habitaba el sector de la Patagonia argentina era la Tehuelche. Grandes nómadas, recorrían la vastedad de esta tierra en busca de buenas condiciones que le facilitaran la existencia. Ahora bien: la araucanización de los Tehuelches (entendiéndose como un avance de tribus Mapuches hacia la parte oriental de la Cordillera de los Andes) es posterior a la llegada de los españoles según algunos antropólogos entre ellos, Rodolfo Casamiquela. Aquí tenemos data que complica relacionar los presuntos túmulos de Aguada Cecilio con obras ceremoniales mapuches. Los Kuel son descubrimientos recientes. No se sabe si están extendidos por todo el sur de Chile y si esta costumbre ritual se expandió por lo que ahora es Argentina. Entre tanto, la geología identifica a estas formaciones como diaclasas.
Una diaclasa (del griego «διά» dia, a través de, y klasis, rotura) es una fractura en las rocas que no va acompañada de deslizamiento de los bloques que determina, no siendo el desplazamiento más que una mínima separación transversal. (Es una deformación de la corteza terrestre). Se distinguen así de las fallas, fracturas, en las que sí hay deslizamiento de los bloques. Son estructuras muy abundantes. Son deformaciones frágiles de las rocas.(Wikipedia)
La formación de las diaclasas obedece a muy diversas causas, incluyendo fuerzas dirigidas como las que provocan el plegamiento del terreno. Una de las causas más frecuentes de diaclasamiento es la disminución del volumen del material (aumento de la densidad), que a su vez se puede producir por distintos motivos:
Deshidratación, como ocurre en sedimentos que quedan al aire después de haber estado sumergidos.
Enfriamiento, como en el caso de las columnatas basálticas. Se forman por coladas basálticas, las cuales, una vez solidificada la lava, por el posterior enfriamiento, se dividen en columnas prismáticas (disyunción columnar). La Calzada de los Gigantes de Irlanda, o Los Órganos de La Gomera son alguno de los muchos ejemplos conocidos de este caso.
Recristalización. El paso del tiempo favorece, en los materiales geológicos, un reordenamiento de las moléculas que en conjunto amplía la extensión de las redes cristalinas, aumentando la densidad del material, lo que se compensa, como en los casos anteriores, con la formación de grietas.
Descompresión. Es otra causa importante de diaclasamiento, como la que afecta a un plutón granítico que la erosión va dejando al descubierto. Es así como se originan las formaciones que en el Centro de España se llaman berruecos o berrocales. También pueden desarrollarse gran cantidad de diaclasas en respuesta a levantamientos y hundimientos regionales de la corteza relativamente sutiles y, a menudo, apenas perceptibles. En muchos casos, la causa de formación de diaclasas en una zona particular no es fácil de apreciar. (Ver: Revista de la Asociación Geológica Argentina; Julio - Septiembre de 1968; click AQUÍ y AQUÍ. Para saber más sobre diaclasas, click AQUÍ )
Según el geólogo Oscar Pioli, quien trabajó para YPF y a quién consulté sobre las rocas apiladas en inmediaciones de Aguada Cecilio, estas formaciones no son artificiales sino naturales (en el Museo de Valcheta, localidad cercana, me informaron lo mismo) y se llaman diaclasas.
Nunca hubo Templarios en Fuerte Argentino, en las costas de la Patagonia, a menos que se demuestre lo contrario. (5) Por el momento, la creencia es explotada por el turismo aventura y algunas personas con ideas místicas de índole esotéricas. La Patagonia, por su aura de leyendas que se nutre de paisajes inmensos, caracterizados por ventosas soledades, mesetas desérticas; cordilleras tapizadas de bosques, lagos, ríos y cascadas, donde el imaginario aborigen creyó encontrar seres fabulosos y deidades buenas y malas, parece despertar en el imaginario colectivo, toda suerte de historias algunas surgidas de hechos reales y otras, productos de sueños quiméricos de personas que buscaron y buscan, trascendencia espiritual.
Todas estas visitas eran bien conocidas por los aborígenes quienes -en no pocas ocasiones- intercambiaban productos con los visitantes. De haber algún resto de presencia europea en el Fuerte Argentino, es más probable que se deba tal vez, a un campamento de loberos y balleneros y no de Templarios o proto templarios.
Recientemente, el antiguo poblador de San Antonio Oeste descendiente de pueblos aborígenes llamado Abelardo Llanquelo me informó que el Fuerte Argentino encontraron refugio algunos bandidos a fines del siglo XIX y principios del XX, quienes pudieron construir algunas edificaciones. Tampoco, me dijo, hay que desdeñar la presencia de los antiguos constructores de la línea telegráfica que desde Conesa avanzó hacia Río Gallegos en 1904 y de otros visitantes como por ejemplo, los que construyeron un gasoducto desde Comodoro Rivadavia hasta Buenos Aires. Esta obra aún sigue funcionando. Esto podría explicar en parte, los restos de material encontrado en inmediaciones del cerro. Este convencimiento, afirmó Llanqueleo, lo obtuvo de testimonios de sus propios familiares que habitaron la zona desde los días de la rendición de Sayhueque.
La Bahía de San Antonio
Vista desde Punta Villarino,
Foto
Marcelo Pesaresi
¿Cómo se llega al Fuerte Argentino?
En verano se puede consultar como llegar a destino en la oficina de Turismo de Las Grutas. Solicite folletería y averigüe por el régimen de mareas. Recuerde que en esta parte del mundo suben 9 metros. Mucha gente, haciendo caso omiso a las advertencias, perdieron sus vehículos al ser atrapados por el mar. Sea prudente. El agua dulce es prioridad A pesar que se trata de la Patagonia, en los meses de verano las temperaturas sobre todo en enero y febrero, alcanzan 45 grados centígrados. En terreno es desértico y no hay sombras.
Un detalle a tener en cuenta. En la región los vientos son muy fuertes. Algunos alcanzan los 100 kms o más. Si hay temporal, sobre todo en verano, pueden estar acompañados por fuerte actividad eléctrica y lluvias intensas con caida de granizo. El agua desciende con mucha fuerza por cañadones y si atrapa un vehículo lo puede arrastrar.Desde el balneario Las Grutas, se viaja hacia el sudoeste por un camino de ripio "o de los pulperos", una antigua huella que en el pasado, comunicaba a los aislados campamentos de los mariscadores del lugar.
A mitad de trayecto, el recorrido se hace sobre la misma playa o bien, por huellas precarias bastante deterioradas. En el trayecto, de unos 45 kilómetros, se deben atravesar playas, arenales, terrenos fragosos, mientras van quedando atrás algunos sitios de relevancia para el turista, llamados: piedras coloradas, el cañadón de las ostras y el sótano.
INSISTO, lleve mucha agua, alimentos, todo lo necesario para acampar por el tiempo que sea necesario. Si no dispone de vehículo propio, puede contratar los servicios de Desert Track (empresa que hace del mito templario un motivo para incursionar por la costa del Golfo San Matías) y Tritón turismo.
Frente al único Casino de Las Grutas
opera una empresa
de Turismo Aventura que lleva contingentes hacia el cerro Fuerte Argentino
Foto
Marc Pesaresi
Algunos de los vehículos de Desert Track
Acarrean turistas hacia el cerro El Fuerte
Foto
Marc Pesaresi
El autor de este artículo
en
El Sótano
Foto
Marc Pesaresi
Vale la pena la aventura aunque una vez en destino, no se encuentre un "castillo" templario sino una orografía preciosa que invita a disfrutar de un día de aventuras por la desértica costa patagónica.
________________________
ACTUALIZACIÓN
Marzo de 2015
Los presuntos túmulos de Aguada Cecilio
DIACLASAS
Algunos defensores de la presencia de Templarios católicos en Patagonia, argumentan que la existencia de túmulos en Aguada Cecilio -una aldea minera ubicada entre San Antonio Oeste y Valcheta, en la provincia patagónica de Río Negro- es evidencia de la llegada de los monjes guerreros a esta parte del mundo en tiempos de las cruzadas o bien, mucho antes.
Otros, como Vega Ossorio, defienden la teoría que tales formaciones no son naturales sino artificiales. En síntesis, no informan que son diaclasas sino túmulos de origen humano.
Captura de la Website de
Vega Osorio
Para acceder, click AQUÍ
Luego de leer el comentario de Vega Osorio de que "nadie" se dio cuenta de la "existencia" de "túmulos" uno queda con el regusto amargo al pensar que existe gente que piensa que los locales, somos brutos ignorantes a tal extremo, que tiene que venir gente de afuera, para explicarnos que tenemos y que no en nuestros territorios. He pasado muchísimas veces por el lugar. Trepado estas formaciones junto a mis padres tanto que no recuerdo las veces que lo hice. Jamás oí mencionar ni a los Mapuches, Tehuelches o gauchos pobladores, que tales formaciones fueran artificiales. De serlo, la gente lo habría comentado. Solo encontré un testimonio de una mujer a quién le contaron que; "en tiempos de la construcción del ferrocarril", se costruyeron estas elevaciones con piedras de desechos. No aparece ningún registro, hasta el momento, que informe de personal ferroviario a principios del siglo XX construyendo elevaciones. En cuanto a que las exploraciones se hicieron de incógnito para no despertar resquemor entre las tribus debo decir que esto no puede ser verdad. No hay pobladores Mapuches en torno a este diaclasamiento, tampoco se oponen a trepar la gente indigenista, no se tiene al lugar como chenque, de modo que nada es cierto lo que se afirma en esta Web.
¿Son túmulos o formaciones geológicas naturales?
El problema con esta declaración es que, no existe testimonio oral ni tampoco escrito, de la existencia de presuntos túmulos en esta parte de Río Negro anterior a la llegada de los buscadores del Santo Grial ni posterior. En otras palabras, no se tiene noticia alguna que los antiguos pobladores construyeran túmulos funerarios en esta parte del país. Se han encontrados muchos "chenques" o cementerios aborígenes pero ningún enterramiento en túmulos y consta que esta región ha sido y sigue siéndolo, muy explorada por geólogos y arqueólogos. Los únicos túmulos explorados y luego investigados en la Patagonia son los encontrados en Chile en fechas reciente.
A favor de la teoría de Vega Ossorio
Se debe admitir la posible existencia de túmulos en Patagonia ya que han sido encontrados en la Araucanía en Chile. Los Kuel o Cuel son túmulos mapuches construídos en las inmediaciones de Purén y Lumaco. Fueron identificados por el reconocido arqueólogo Tom Dillehay; uno de los descubridores del yacimiento pre clovis de Monte Verde; y dados a conocer en 2007.
Dilehay identifica alrededor de 300 túmulos cuya utilidad estaría relacionada con actividades funerarias. Son colinas artificiales cónicas, de piedra y barro, con dimensiones que varían entre los 8 y 50 m de diámetro por 1 y 15 m de alto. El eje principal de los montículos está orientado en relación a un cuerpo de agua -como río o pantano- de manera paralela o perpendicular.
Según Dillehay, estos montículos se habrían edificados dentro de un núcleo altamente poblado en la "Ciénaga de Purén". La disponibilidad de alimentos, como pescados, habría sido un factor de este florecimiento demográfico que proporcionaría abundante mano de obra para encarar edificaciones ceremoniales importantes. Un incremento de población, mayor nivel de organización social lo que implica acometer tareas de construcción complejas. Los Kuel, en opinión de Dillehay, serían parte de complejos sagrados de uso colectivo, completados por la presencia de canchas de palín y otras estructuras de madera, como graderías donde la gente se congregaba durante festividades.
Estos puntos, que corresponderían a lo que los cronistas españoles señalan como aliwenes, "lugares señalados", habrían sido espacio de confluencia de masas para la realización de rituales y festividades, dice Dillehay quien data que estos montículos en las dos centurias anteriores a la llegada de los españoles; el siglo XIV y el siglo XV, postulando que las estructuras podrían ser fruto de la influencia inca o de las culturas de los Andes centrales en general. Estos túmulos serían una representación artificial de las grandes montañas volcánicas de la cordillera, consideradas habitualmente sagradas en diversas culturas andinas. (Ver: Dillehay; Tom D.; Saavedra Z.; José: Interacción Humana y Ambiente: el Desarrollo de Kuel en Puren-Lumaco (Región de la Araucanía); Revista Austral de Ciencias Sociales; Nº 7; pp. 17-28; 2003. Click AQUÍ).
En contra de la teoría de Vega Ossorio
La etnia que habitaba el sector de la Patagonia argentina era la Tehuelche. Grandes nómadas, recorrían la vastedad de esta tierra en busca de buenas condiciones que le facilitaran la existencia. Ahora bien: la araucanización de los Tehuelches (entendiéndose como un avance de tribus Mapuches hacia la parte oriental de la Cordillera de los Andes) es posterior a la llegada de los españoles según algunos antropólogos entre ellos, Rodolfo Casamiquela. Aquí tenemos data que complica relacionar los presuntos túmulos de Aguada Cecilio con obras ceremoniales mapuches. Los Kuel son descubrimientos recientes. No se sabe si están extendidos por todo el sur de Chile y si esta costumbre ritual se expandió por lo que ahora es Argentina. Entre tanto, la geología identifica a estas formaciones como diaclasas.
¿Qué son las diaclasas?
Una diaclasa (del griego «διά» dia, a través de, y klasis, rotura) es una fractura en las rocas que no va acompañada de deslizamiento de los bloques que determina, no siendo el desplazamiento más que una mínima separación transversal. (Es una deformación de la corteza terrestre). Se distinguen así de las fallas, fracturas, en las que sí hay deslizamiento de los bloques. Son estructuras muy abundantes. Son deformaciones frágiles de las rocas.(Wikipedia)
La formación de las diaclasas obedece a muy diversas causas, incluyendo fuerzas dirigidas como las que provocan el plegamiento del terreno. Una de las causas más frecuentes de diaclasamiento es la disminución del volumen del material (aumento de la densidad), que a su vez se puede producir por distintos motivos:
Deshidratación, como ocurre en sedimentos que quedan al aire después de haber estado sumergidos.
Enfriamiento, como en el caso de las columnatas basálticas. Se forman por coladas basálticas, las cuales, una vez solidificada la lava, por el posterior enfriamiento, se dividen en columnas prismáticas (disyunción columnar). La Calzada de los Gigantes de Irlanda, o Los Órganos de La Gomera son alguno de los muchos ejemplos conocidos de este caso.
Recristalización. El paso del tiempo favorece, en los materiales geológicos, un reordenamiento de las moléculas que en conjunto amplía la extensión de las redes cristalinas, aumentando la densidad del material, lo que se compensa, como en los casos anteriores, con la formación de grietas.
Descompresión. Es otra causa importante de diaclasamiento, como la que afecta a un plutón granítico que la erosión va dejando al descubierto. Es así como se originan las formaciones que en el Centro de España se llaman berruecos o berrocales. También pueden desarrollarse gran cantidad de diaclasas en respuesta a levantamientos y hundimientos regionales de la corteza relativamente sutiles y, a menudo, apenas perceptibles. En muchos casos, la causa de formación de diaclasas en una zona particular no es fácil de apreciar. (Ver: Revista de la Asociación Geológica Argentina; Julio - Septiembre de 1968; click AQUÍ y AQUÍ. Para saber más sobre diaclasas, click AQUÍ )
Según el geólogo Oscar Pioli, quien trabajó para YPF y a quién consulté sobre las rocas apiladas en inmediaciones de Aguada Cecilio, estas formaciones no son artificiales sino naturales (en el Museo de Valcheta, localidad cercana, me informaron lo mismo) y se llaman diaclasas.
Diaclasas
Cuenca, España. Se parecen mucho a las que existen en Aguada Cecilio en la Provincia de Río Negro
Foto
Gentileza
Wikimedia Commons
Tetas de Aguada Cecilio
Así se llaman en la jerga local, a estas curiosas
formaciones de diaclasas que se levantan a la vera de la
Ruta Provincial 23 entre San Antonio Oeste y Valcheta
Así se llaman en la jerga local, a estas curiosas
formaciones de diaclasas que se levantan a la vera de la
Ruta Provincial 23 entre San Antonio Oeste y Valcheta
Una vista desde el este.
A la distancia asombra su formato piramidal.
Incluso el "capuchón" que se observa en la cima,
recuerda los existentes en algunas pirámides de Egipto.
En este caso, se formaron por la erosión de vientos y lluvias
A la distancia asombra su formato piramidal.
Incluso el "capuchón" que se observa en la cima,
recuerda los existentes en algunas pirámides de Egipto.
En este caso, se formaron por la erosión de vientos y lluvias
Otra vista desde el este
Desde lo alto de una formación de diaclasa vecina
A la izquierda, la ruta provincial 23
Desde lo alto de una formación de diaclasa vecina
A la izquierda, la ruta provincial 23
Cuando trepaba, observé estos bloques.
Cualquiera puede afirmar que son "apilamientos" obra de manos humanas
Cualquiera puede afirmar que son "apilamientos" obra de manos humanas
Los montículos son bastante elevados.
Tanto que demanda tiempo y esfuerzo trepar hacia la cima,
Una vez arriba se puede apreciar varias formaciones de diaclasas en los alrededores,
algunas truncas.
Tanto que demanda tiempo y esfuerzo trepar hacia la cima,
Una vez arriba se puede apreciar varias formaciones de diaclasas en los alrededores,
algunas truncas.
No todas las rocas que se observan se encuentran
cortadas semejando líneas rectas.
Sobreabundan otras de forma irregular.
Al fondo, a la derecha, se observa el camino hacia
Meseta de Somuncurá
cortadas semejando líneas rectas.
Sobreabundan otras de forma irregular.
Al fondo, a la derecha, se observa el camino hacia
Meseta de Somuncurá
Diaclasas
Obsérvese el terreno aledaño.
Desértico y cubierto de vegetación xerófila.
Obsérvese el terreno aledaño.
Desértico y cubierto de vegetación xerófila.
"Parecen artificiales"
Dijo mi acompañante ni bien las observó.
En este sitio, algunas rocas están sueltas
y otras adheridas.
Dijo mi acompañante ni bien las observó.
En este sitio, algunas rocas están sueltas
y otras adheridas.
En las cercanías se ven formaciones de cima aplanada
En el calor de la tarde, algunas térmicas,
como llaman los locales a los remolinos de polvo,
paseaban a sus anchas por el terreno agreste.
En el calor de la tarde, algunas térmicas,
como llaman los locales a los remolinos de polvo,
paseaban a sus anchas por el terreno agreste.
Diaclasas de Aguada Cecilio
Algunos han propuesto utilizarlas para el turismo
Algunos han propuesto utilizarlas para el turismo
Parece que existen muchos tiradores
al juzgar por el estado de este indicador de distancias.
al juzgar por el estado de este indicador de distancias.
"Parece una escalera labrada en roca"
Según el geólogo Oscar Pioli estas formaciones
son naturales.
Según el geólogo Oscar Pioli estas formaciones
son naturales.
En la mitad de la trepada
el autor de este artículo.
La soledad del lugar, el viento, la inmensidad del territorio, invitan a los pensamientos más extraños.
Luego, la racionalidad recupera su compostura.
Estas formaciones son muy bellas y deberían ser protegidas en una reserva natural.
el autor de este artículo.
La soledad del lugar, el viento, la inmensidad del territorio, invitan a los pensamientos más extraños.
Luego, la racionalidad recupera su compostura.
Estas formaciones son muy bellas y deberían ser protegidas en una reserva natural.
Diaclasas dispersas
Existe alrededor de estos dos cerros un caos de rocas de diversos tamaños que se extienden por la base
hasta cubrir un sector considerable.
Existe alrededor de estos dos cerros un caos de rocas de diversos tamaños que se extienden por la base
hasta cubrir un sector considerable.
Trepando uno de los montículos.
El pedregal es abrasivo y suelto.
Estos se encuentran en propiedad privada.
Se los puede visitar pero no excavar.
El pedregal es abrasivo y suelto.
Estos se encuentran en propiedad privada.
Se los puede visitar pero no excavar.
El montículo del oeste
Abajo, a la izquierda, se alcanzan a observar
un sin número de rocas dispersas en forma caótica
Abajo, a la izquierda, se alcanzan a observar
un sin número de rocas dispersas en forma caótica
Mientras fotografiaba las rocas
me di cuenta porque muchas personas piensan
que estas formaciones son artificiales.
Hay suficiente diaclasas sueltas que parecen "recortadas" y "apiladas"
por manos humanas.
me di cuenta porque muchas personas piensan
que estas formaciones son artificiales.
Hay suficiente diaclasas sueltas que parecen "recortadas" y "apiladas"
por manos humanas.
El autor de este artículo
en el
Museo de Valcheta
En el lugar se me informó que las formaciones son naturales.
Provincia de Río Negro
Patagonia Argentina
en el
Museo de Valcheta
En el lugar se me informó que las formaciones son naturales.
Provincia de Río Negro
Patagonia Argentina
Epílogo
Nunca hubo Templarios en Fuerte Argentino, en las costas de la Patagonia, a menos que se demuestre lo contrario. (5) Por el momento, la creencia es explotada por el turismo aventura y algunas personas con ideas místicas de índole esotéricas. La Patagonia, por su aura de leyendas que se nutre de paisajes inmensos, caracterizados por ventosas soledades, mesetas desérticas; cordilleras tapizadas de bosques, lagos, ríos y cascadas, donde el imaginario aborigen creyó encontrar seres fabulosos y deidades buenas y malas, parece despertar en el imaginario colectivo, toda suerte de historias algunas surgidas de hechos reales y otras, productos de sueños quiméricos de personas que buscaron y buscan, trascendencia espiritual.
Cavernas, Secretos y Misterios
Las Grutas
Foto
Marcelo Pesaresi
A pesar de ser un área abundantemente abordada por científicos que
buscan desentrañar sus misterios, esta parte del mundo resiste y bien,
al racionalismo cientificista, constituyéndose en una especie de gran
reserva natural metafísica que inspira ese tipo de creencias místicas
tanto aborígenes como esotéricas.
Las cavernas siempre atrajeron al hombre
Las Grutas - Patagonia Argentina
Foto
Marc Pesaresi
En un ambiente rico en leyendas, no es de extrañar que surgiera un
sistema de creencias que presenta al Santo Grial, como motivo de
búsqueda y realización espiritual, algo que miles de personas desean
para involucrarse con lo trascendente.
No se ha encontrado ningún entierro con restos europeos anteriores a la llegada de Colón
Para acceder, click AQUÍ
Para acceder, click AQUÍ
Para acceder, click AQUÍ
Para acceder, click AQUÍ
Acerca de las variaciones del nivel del mar en Patagonia
Para acceder, click AQUÍ
(1) Jacques de Mahieu, según el periodista Uki Goñi, fue uno de los primeros nazis en refugiarse en Argentina. Nacionalizado argentino, trabajo como ideólogo del Movimiento Justicialista por muchos años a la par que desarrollaba su pasión, por la búsqueda de vestigios europeos pre colombinos en Sudamérica.
(2) Durante mucho tiempo se argumentó, que las cálidas temperaturas que tiene el agua de mar en los balnearios aledaños a la Bahía de San Antonio, se debía a una supuesta corriente de agua cálidas, que llegaba desde Brasil. Hoy se sabe que, los tres bancos de arena que se encuentran en la entrada a la bahía, llamados Lobo, Paliza y Reparo, durante las amplias bajamares de nueve metros, quedan al descubierto calentándose sus arenas bajo los rayos del sol estival, calor que al subir el mar, transfieren logrando mitigar la frialdad del Atlántico Sur. De ahí que muchos no aprueban que se drague la entrada al Puerto de Aguas Profundas de San Antonio Este, en la Punta Villarino ni al muelle de la planta química de Alpat en Punta Delgado, precisamente para no afectar estos bancos que calefaccionan el agua que tanto atrae al turismo.
(3) Reichler, Valeria A.: Estratigrafía y paleontología del Cenozoico marino del Gran Bajo y Salinas del Gualicho, Argentina y descripción de 17 especies nuevas; Departamento de Ciencias Exactas y Naturales; Universidad de Buenos Aires; Revista Geológica de Chile; Enero 2010.-
(4) Kokot, R. Roberto; Codignotto, Jorge O. y Elissondo, Manuela: Vulnerabilidad al ascenso del nivel del mar en la Costa de la Provincia de Río Negro; Asociación Geológica Argentina; Departamento de Ciencias Geológicas; UBA; Buenos Aires; Argentina; 2004.-
(5) Borella, Florencia; Cardillo, Marcelo (Compiladores) Arqueología de Pescadores y Marisqueadores en Nordpatagonia. Descifrando un registro de más de 6.000 años; Editorial Dunken; Buenos Aires; Argentina; 2011. Este libro es de consulta obligatoria para todo aquel que busque algún indicio de actividades templarias en Patagonia Norte sobre todo, en inmediaciones del Cerro Fuerte Argentino. Los autores compilaron 7 trabajos de investigación de varios científicos quienes desde 2004 hasta 2010, realizaron trabajos arqueológicos en la costa rionegrina. El libro detalla las metas de las investigaciones, la metodología que se utilizó en las campañas sobre el terreno, los avances logrados hasta la fecha en conocimientos del pasado humano del lugar, etc. El trabajo se desarrolló a lo largo de 380 km lineales de costa correspondiente a todo el litoral de la provincia de Río Negro. Destaca el informe donde da cuenta de la falta de agua en la región. "A excepción del propio río Negro los recursos hídricos superficiales son prácticamente inexistentes en la costa rionegrina, limitándose a cauces aluvionales efímeros, que sólo conducen agua en épocas de lluvias torrenciales. De esta forma las aguas freáticas constituyen la principal oferta de agua dulce de buena calidad, hallándose presentes en aguadas desarrolladas en áreas de dunas que representan los principales sectores de recarga de las precipitaciones". En síntesis, de haber existido una colonia de Templarios en el Fuerte Argentino, la hubiera pasado muy mal a la hora de subsistir precisamente, por la falta de agua. El informe es concluyente: en 6.000 años nunca hubo ríos o aguadas permanente en la costa de Río Negro.
Advertencia: tal como un lector lo hace saber, el Lago Pellegrini se formó inmediatamente después de la inauguración del dique Ballester en el año 1910. Hacia 1914 la Cuenca Vidal estaba con suficiente agua como para dar orígen al lago.
Bibliografía consultada
Bonuccelli; Brunello: Así se hizo Las Grutas; Gráfica El Canal; San Antonio Oeste; Río Negro; Argentina; 1995.-
Borella,
Florencia; Cardillo, Marcelo (Compiladores) Arqueología de Pescadores y
Marisqueadores en Nordpatagonia. Descifrando un registro de más de
6.000 años; Editorial Dunken; Buenos Aires; Argentina; 2011.
Bove, Giácomo: Expedición a la Patagonia. Un viaje a las Tierras y Mares australes (1881-1882); Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
Chrismar Ediciones: Río Negro, Pasado y Presente; Buenos Aires; Argentina; 1981.-
Cirlot, Victoria: Perlesvaus o El Alto Libro del Graal; Ediciones Siruela S.A.; España; 2000.-
De Angelis, Pedro: La ciudad encantada de la Patagonia. La ciudad de los Césares; Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
De Moussy; Martin: Description Geographique et Statistique de la Confederation Argentine; París; Francia; 1860. Vol I; II y III Atlas.-
De Olivares, Miguel: Los Jesuitas en la Patagonia. Las Misiones en la Araucanía y el Nahuelhuapi (1593-1736); Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
Diario ABC; Madrid; España; 18/05/2010) Los rayos globulares; un misterio científico sin resolver.-
Bove, Giácomo: Expedición a la Patagonia. Un viaje a las Tierras y Mares australes (1881-1882); Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
Chrismar Ediciones: Río Negro, Pasado y Presente; Buenos Aires; Argentina; 1981.-
Cirlot, Victoria: Perlesvaus o El Alto Libro del Graal; Ediciones Siruela S.A.; España; 2000.-
De Angelis, Pedro: La ciudad encantada de la Patagonia. La ciudad de los Césares; Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
De Moussy; Martin: Description Geographique et Statistique de la Confederation Argentine; París; Francia; 1860. Vol I; II y III Atlas.-
De Olivares, Miguel: Los Jesuitas en la Patagonia. Las Misiones en la Araucanía y el Nahuelhuapi (1593-1736); Ediciones Continente; Buenos Aires; Argentina; 2005.-
Diario ABC; Madrid; España; 18/05/2010) Los rayos globulares; un misterio científico sin resolver.-
Guerrero; Ramón Máximo: Antecedentes e Investigaciones Históricas de la Fundación de San Antonio Oeste; Edición del Autor; Viedma; Río Negro; 1970.-
Izco; Héctor Juan: San Antonio Oeste y el Mar. Origen y Destino: Talleres Gráficos Provincia de Río Negro; Argentina; 1996.-
Kokot, R. Roberto; Codignotto, Jorge O. y Elissondo, Manuela: Vulnerabilidad al ascenso del nivel del mar en la Costa de la Provincia de Río Negro; Asociación Geológica Argentina; Departamento de Ciencias Geológicas; UBA; Buenos Aires; Argentina; 2004.-
Lefebvre; René Henry: Mi querido Puerto San Antonio; Edición del Autor; Viedma; Río Negro; 1976.-
Losada; Juan Carlos: Mitos Templarios. Falsas historias sobre la orden. Dossier Como se manipuló su drama; Biblioteca Digital .
Masera; Ricardo Freddy; Guarido; Julio César: Bajo del Gualicho. Una planicie patagónica bajo el nivel del mar. Realidad y Leyenda; Secretaría de Estado de Acción Social de Río Negro; 2003.
Masera; Ricardo Freddy; Lew; Juana y Serra Peirano; Guillermo: Las mesetas patagónicas que caen al mar: La costa rionegrina; Gobierno de Río Negro; 2005.
Reichler, Valeria A.: Estratigrafía y paleontología del Cenozoico marino del Gran Bajo y Salinas del Gualicho, Argentina y descripción de 17 especies nuevas; Departamento de Ciencias Exactas y Naturales; Universidad de Buenos Aires; Revista Geológica de Chile; Enero 2010.-
Revista: Pueblos y Fronteras de la Patagonia Andina; Nº 7; Año 2007; "El viaje de la Fragata San Antonio en 1745".-
Revista: Todo es Historia; Nº 447; Abril 2007; "Mitos Patagónicos".-
Revista: Todo es Historia; Nº 489; Abril 2008; "Indígenas Hechiceras".-
Pierrotti, Nelson: La exploración de África en los textos egipcios. De Sahure a Neco II; Edición digital cortesía del autor para Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; Alicante; España; 2007.-
Ruffini, Martha; Masera, Ricardo Freddy (Coordinadores de Varios Autores): Horizontes en Perspectiva. Contribuciones para la Historia de Río Negro 1884-1955; Vol I; Fundación Ameghino; Viedma; Río Negro; 2007.-
Vapnarsky; Cesar A.: Pueblos del Norte de la Patagonia; Editorial de la Patagonia; Centro de Estudios Urbanos; Buenos Aires; Argentina; 1983.-
Verbitsky, Horacio; Tempone, Mario: Canal Pomona - San Antonio Oeste; Provincia de Río Negro; 1972.-
Izco; Héctor Juan: San Antonio Oeste y el Mar. Origen y Destino: Talleres Gráficos Provincia de Río Negro; Argentina; 1996.-
Kokot, R. Roberto; Codignotto, Jorge O. y Elissondo, Manuela: Vulnerabilidad al ascenso del nivel del mar en la Costa de la Provincia de Río Negro; Asociación Geológica Argentina; Departamento de Ciencias Geológicas; UBA; Buenos Aires; Argentina; 2004.-
Lefebvre; René Henry: Mi querido Puerto San Antonio; Edición del Autor; Viedma; Río Negro; 1976.-
Losada; Juan Carlos: Mitos Templarios. Falsas historias sobre la orden. Dossier Como se manipuló su drama; Biblioteca Digital .
Masera; Ricardo Freddy; Guarido; Julio César: Bajo del Gualicho. Una planicie patagónica bajo el nivel del mar. Realidad y Leyenda; Secretaría de Estado de Acción Social de Río Negro; 2003.
Masera; Ricardo Freddy; Lew; Juana y Serra Peirano; Guillermo: Las mesetas patagónicas que caen al mar: La costa rionegrina; Gobierno de Río Negro; 2005.
Reichler, Valeria A.: Estratigrafía y paleontología del Cenozoico marino del Gran Bajo y Salinas del Gualicho, Argentina y descripción de 17 especies nuevas; Departamento de Ciencias Exactas y Naturales; Universidad de Buenos Aires; Revista Geológica de Chile; Enero 2010.-
Revista: Pueblos y Fronteras de la Patagonia Andina; Nº 7; Año 2007; "El viaje de la Fragata San Antonio en 1745".-
Revista: Todo es Historia; Nº 447; Abril 2007; "Mitos Patagónicos".-
Revista: Todo es Historia; Nº 489; Abril 2008; "Indígenas Hechiceras".-
Pierrotti, Nelson: La exploración de África en los textos egipcios. De Sahure a Neco II; Edición digital cortesía del autor para Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; Alicante; España; 2007.-
Ruffini, Martha; Masera, Ricardo Freddy (Coordinadores de Varios Autores): Horizontes en Perspectiva. Contribuciones para la Historia de Río Negro 1884-1955; Vol I; Fundación Ameghino; Viedma; Río Negro; 2007.-
Vapnarsky; Cesar A.: Pueblos del Norte de la Patagonia; Editorial de la Patagonia; Centro de Estudios Urbanos; Buenos Aires; Argentina; 1983.-
Verbitsky, Horacio; Tempone, Mario: Canal Pomona - San Antonio Oeste; Provincia de Río Negro; 1972.-
Muy interesante la exposición y documentación.
ResponderBorrarUn tema a debatir por los entendidos.
El Santo grial, todo un enigma.
pd (se te olvido una foto de los pulpitos).
JAJA, si, debí subir unas fotos de pulpitos templarios jaja, besos Tuli!!!
ResponderBorrarHAY UN DETALLE QUE USTED IGNORA
ResponderBorrarMarc... sé la diferencia entre protestantes y testigos de J., si has leído bien mi mensaje, digo exactamente lo mismo que tú, que en cuanto al saber hay que mantenerse por encima de creencias religiosas... no he prejuzgado nada ni nadie, sólo he dicho que no comulgaba con esas creencias, pero he aclarado que me mantenía por encima de esas cosas. Aunque no seas testigo de J. he visto que hay muchos artículos sobre el tema, y por eso el comentario. Siento que me hayas malinterpretado. Me he quedado perpleja con tu reacción.
ResponderBorrarMuy bueno tu blog y ojala haya gente capacitada como vos en los medios y no personas que sacan conclusiones sin ningún tipo de fundamento, solo especulaciones vagas.
ResponderBorrarViví en San Antonio Oeste. Se ha omitido un dato muy importante. Es raro porque se citan muchos datos de Delphos pero no este. Existe en la playa de las grutas un antiguo pozo de agua cuya construcción se atribuye erróneamente a los indios. El agua del pozo es dulce y nadie se puede explicar como se pudo construir a tan poca distancia del mar. El pozo ya era una curiosidad muchos años antes de las exploraciones de Delphos y que se popularizara lo del emplazamiento Templario en Las grutas. Hay más detalles técnicos que supongo aún estarán en la página de Delphos.
ResponderBorrarLo del pozo de agua es correcto. Lo he visto. No solo esta este pozo sino varios más y fueron utilizados por los primeros pobladores.
ResponderBorrarHace unos días, a raíz del descubrimiento de un chenque importante al sur de Las Grutas, nos visitaron autoridades mapuches en el Museo Municipal y charlamos sobre el tema de los pozos. Sin duda los indios sabían encontrar agua a orillas del mar.
Esto queda claro luego de culminarse un importante estudio arqueológico que, durante una década, relevó toda la costa rionegrina determinando los sitios con yacimientos. Se han encontrado restos de una antiguedad de 6000 años, de modo que el agua no debió ser problema para estas comunidades.
Sin embargo, Delphos declara que existió un río que desembocaba en el fuerte o en cercanías. De ese río en particular, no hay evidencias que haya existido dentro de los tiempos históricos.
Regresando al tema de los pozos, no se los puede relacionar con los templarios. Para terminar con las dudas, lo que se requiere es hallar un enterramiento con evidencias de templarios. Si eso sucede, habría que re escribir los libros de historia sin ninguna duda.
Saludos cordiales.
Hola Marc, leo que has navegado por la costa de San Antonio. Quisiera preguntarte acerca de una construcción en ruinas en pleno puerto de San Antonio, no he podido encontrar un mail tuyo.
ResponderBorrarSi querés escribime a: demetriocharalambous@hotmail.com
para mantener correspondencia acerca de esto.
Demetrio, acabo de enviarle un mails con algunas fotos de lo que me solicita. Espero que le sea útil la información. Le recomiendo tambien echar un vistazo al post LOS PRESTUNTOS TÚMULOS DE AGUADA CECILIO Saludos cordiales y muchas gracias por leer y comentar.
ResponderBorrarUn error dentro de tus comentarios, si bien no hace al tema. El lago Pellegrini no es de los '70 y no depende de los grandes diques de esa epoca. El Pellegrini se lleno con el Dique Ballester, obra de principios del siglo XX (hace unos años vino la presidente para el festejo de los 100 años del dique) y desde ahi sale el canal principal de riego que dío vida a la fruticultura del Alto Valle del Río Negro.
ResponderBorrarBuena la aclaración Ariel, voy a corregir el error. Gracias por participar,ojalá todos los comentarios fueran para ayudar a hacer mejor el post. ¡Muchísimas gracias!
ResponderBorrarEs bastante discutible, sino totalmente descartable, que existieran asentamientos araucanos (o mapuches, como se llaman ellos) en la costa atlántica. Los araucanos eran esencialmente nómades y entraban por los pasos cordelleranos desde su Arauco natal para maloquear a los indios de otras tribus, como los tehuelches y algunas tribus pampas y otras de origen dudoso, como los pehuenches, a los cuales "araucabizaban" a palos. De paso, asaltaban estancias en la Provincia de Buenos Aires, o en el Sur de Córdoba o Mendoza, regresando precipitadamente a pasar algún invierno en su pago natal y vender lo obtenido en sus rapacerías a los comerciantes chilenos. El caso de los Pincheira, en tiempos de la guerra de la Independencia, es bastante ilustrativo.
ResponderBorrarEn sus correrías extinguieron casi todas las tribus de este lado (argentino) de la Cordillera o las araucarinzaron, como los tehuelches, las pocas tribus instaladas en la Cordillera, lado occidental o los indios del sur de Mendoza, que eran bravísimos pero vivían en relativa paz con el cristiano sanrafelino (San Rafael fue fundada por el marqués de Sobremonte con el explícito propósito de evitar estas entradas a saco).
Las quejas aborígenes fueron oidas por muchos gobernantes, pero atendidas solamente por el entonces gobernador don Pedro de Cevallos (quien imaginó la estrategia de las tres columnas convergentes, más tarde repetida por Rosas y Roca), Juan Manuel y Julio Roca.
El odio desembozado de estas "etnias" contra Roca, muerto hace un siglo exacto, no tiene otra justificación que el habérsele obligado a retornar a Chile o rendirse al Ejército Argentino.
No estaría demás repasar las crónicas de los jesuitas chilenos que intentaron pasar a este lado; las memorias de Mansilla (único oficial que conoció de primerísima mano las Expediciones de 1833 y 1878) y la cuantiosa bibliografía del padre Raúl Entraigas, SDB.
Mis cordiales saludos.
Junipero, conozco en parte la bibliografía del padre Raúl Entraigas, he leído las memorias de Mansilla, etc. En la Biblioteca de Bahía Blanca existe una abundante recopilación de libros que tratan el tema.
BorrarEl indigenismo se ha politizado mucho. Por ejemplo y me consta, los arqueólogos cuando encuentran restos humanos en chenques costeros, a los restos humanos los llaman "individuos".
Les he preguntado a alguno si son mapuches pero no quieren responder. Sus sueldos dependen del estado, de modo que solo dirán lo mínimo necesario. Creo que tienen en mente lo que le ocurrió a Casamiquela cuando, luego de afirmar que los Mapuches venían de Chile, los insultaron, agraviaron, hasta le reventaron conferencias, acusándolo de racista. A él, quién más hizo por recuperar la cultura de estos pueblos, cuando a nadie le importaba.
La presencia aborígen en costas rionegrinas se remontan hasta 6000 mil años atrás. Pretender que son mapuches esos pueblos, es una exageración. ¿Cómo se prueba? Los restos hallados no parecen indicar ninguna relación con los mapuches de Arauco.
Interesante lo que menciona sobre el avasallamiento mapuche de tribus pampas. Tengo siempre presente la matanza de caciques voroganos -llegados del actual Chile- por parte de Calfucurá, en Masallé. Convengamos que los ejércitos nacionales de esa época tenían alguna oficialidad blanca, pero las tropas eran en su mayoría guachos mestizos y negros libertos. A los que se sumaba siempre, indios amigos.
Esta parte de las tribus que peleaban contra otras tribus hoy, los que generalizan sin querer ver los matices, queriendo presentar una nación mapuche uniformada, de un mismo pensamiento, se olvidan que muchas tribus pampas pelearon del lado de Buenos Aires precisamente porque consideraron una invasión lo que hacían los araucanos hoy llamados mapuches. A propósito, es dificil encontrar el termino mapuche en textos antiguos.
El tema es largo. A Roca lo odían ALGUNOS mapuchistas y otros blancos de tendencia anarquista como Bayer y alguna izquierda. El resto lo vemos como un producto de la época. Si bien es cierto que avanzó hacia la Patagonia con ejército, también es verdad que de no ser por él, quien sabe en que manos estaría la Patagonia. Quizás de Chile, Inglaterra o Francia.
El episodio del famoso Rey de la Patagonia viene teñido de sospechas de ambiciones territoriales por parte de Francia. Por esa época, ese país andaba incursionando en México. Todos recordaremos la invasión francesa a esa nación, que fue combatida a sangre y fuego durante años.
Hay mucho para hablar, lamentablemente, del lado indigenista no se hallan referentes con capacidad para declarar según el contexto de los días. Para ellos todo es invasión y saqueo y los malones que ellos hacían, dicen, son defensivos. Claro, se robaban mujeres, ganado, etc, pero todo por la defensa de la tierra.
Pesaresi muy buen trabajo soy de San Antonio no sabia que tenias tanta info; estaria bueno por ahi juntarse para ver todo lo que tenes sobre el tema abrazo!
ResponderBorrarTrabajo en el Museo Histórico Municipal, horario de mañana de Martes a Sábados, saludos.
BorrarMarc, ante todo mis felicitaciones por este trabajo, sin querer llegue hasta tu blog buscando información. Personalmente creo que son artificiales (la naturaleza es sabia pero esto es otra cosa) hice mediciones,los cortes son planos, se repiten patrones etc, mal que les pese a algunos.
ResponderBorrarMe gustaria compartir con vos tu experiencia personal en el lugar, sensaciones, lo digo porque soy radiestesista y lástima que no tengo vehiculo para ir y hacer algunas mediciones a campo abierto.
Te dejo un abrazo cordial! este es mi correo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarHola Pablo: parecen artificiales pero tanto geólogos como la gente del Museo de Valcheta aseguran que no. Existe también una corriente de opinión, o ideas esotéricas basadas en la creencia que el Santo Grial esta en Patagonia, que postula lo mismo que vos, que sí son artificiales. Alrededor de estas formaciones hay otras truncas o bien , a medio formar. Los "túmulos" Tehuelches no pasaban de un metro más o menos aunque, se sabe de uno, hecho de cueros, que alcanzo una altura de cuatro o cinco metros a juzgar por informes y dibujos de viajeros europeos. Al principio yo pense que eran tumulos como los que existen en la Araucanía. Pero esos son de otro material. Quien sabe, hasta que no se hagan excavaciones arqueológicas no se podra determinar si hubo o no intervención humana. Lo bonito de la formacion que les llaman aca diaclasas, son precisamente los cortes. Podes hacer una exploracion, si sos radiestesista, abriendo google earth, observando el sitio y alli aplicas las varillas, supongo. En esto vos sos el experto. Saludos cordiales desde el Sur.
BorrarBuen trabajo. Me gusto mucho :) Le envio cordiales saludos desde la Comision de Exploraciones Arqueologicas de la Corporacion Planetarios.
ResponderBorrarUn detalle: nunca hemos afirmado que los "TUMULOS" fueran de origen Templario. Son anteriores. En Argentina hubo una civilizacion anterior de origen megalitico (ver los incontables menhires y dolmenes esparcidos en Tandilia y Ventania) y proximidades de Sierra del Volcan (ruta directa antigua a la Patagonia). Los "Indios" Blancos Huarpes, Comechingones, Charruas, Tehuelches y originales Pehuenches, fueron descendientes directos de est civilizacion anterior y milenaria, que conecta sus origenes muy remotos (mas alla del 6 mil antes de nuestra era) con lo que fuera la fundacion de la primera Tiwanaku. Insisto los Tumuilos no son Templarios y fue mencionado en nuestro trabajo "como al pasar" (observacion adicional). Muchas gracias.
ResponderBorrarMuchas gracias por su aclaración Vega Ossorio. Saludos cordiales desde San Antonio Oeste. Sí, recuerdo que una vez me comunique via mails sobre el asunto de los túmulos. Creo que mi error fue no enfatizar la posición con más profundidad. Voy a corregir esta parte asi queda aclarada su postura en estos días cuando suba una actualización.
BorrarOmití algunos ítems: Yo refiero directamente al cerro Fuerte Argentino y su zona aledaña. Nunca he estado cerrado a la probabilidad de encontrar presencia europea precolombina pero, por ahora no parece ser contundente como para cambiar los libros de historia. Sí es interesante señalar algunas cosas que quizás, le interese. Por ejemplo, la bahía de San Antonio lleva unos 7000 años poblada por pueblos recolectores quienes, durante 4000 años solo vivieron de productos de mar. Luego, por contacto -es una hipótesis- con otras culturas quizás andinas, comenzaron a ingerir alimentos del monte. Llama muchísimo la atención esta particularidad. Cuatro mil años viviendo del mar implica que esta gente podría navegar. Así que en eso se esta. Buscando evidencias que permitan encontrar testimonios sobre si navegaban o no, estas gentes tan antiguas que la ciencia denomina pre tehuelches. Ahora, curioso tambien que ya es notorio, la presencia de genes australianos en algunos individuos encontrados. Realmente, nuestra Sudamerica tiene muchos secretos que algún día, darán sorpresas. Ahora, con respecto a los templarios, en el Museo tenemos una espada que fue encontrada en SAO. El asunto es datar correctamente su origen, si es de "adorno" o es algo que proviene del pasado lejano. Sigamos investigando.
BorrarOtro tema: dejando de lado si son Templarios o no, si hay restos en la Meseta el Fuerte que indican la presencia de una fortificacion muy antigua hemos detectado 14 bloques derrumbados de la ladera que apunta al mar. Tambien resto des escalones y un plano inclinado de acceso por el lado sur. Puedo proporcionarle fotografia al respecto que quizas le sirvan. Dejando de lado, insisto, todo el "circo mediatico" del "santo grial" (que no creo en absoluto) y los "delirios misticos" que nunca apoye en lo mas minimo, si estoy convencido de la presencia de poblaciones exogenas, fortificando ciertos puntos de la region
ResponderBorrarQuizás cuando venga de re visita a la Patagonia, me sea útil su colaboración para reconstruir un calendario solar de fines del siglo XIX o principios del XX que nos tiene interesados en el Museo. Si, toda evidencia es interesante. Por supuesto que todo dato aportado en visitas al Fuerte Argentino interesa. El asunto de los Templarios ha mermado bastante y de hecho, en SAO pocos creen en esto. Ahora el asunto que más atrapa son los presuntos nazis, la supuesta visita de Hitler, etc. El interés pasa por los nazis, sin duda alguna. Ya una vez usted me envio un mails aclarando su postura. Disculpe si no respondi antes, estuve agregando datos al post que sinceramente, me ha sorprendido lo mucho que ha viajado. Saludos cordiales Vega Ossorio.
BorrarEstimado Don Marc Pesaresi aqui le dejo el link de nuestras investigaciones donde no solo se incluye el tema temlarios (la investigacion completa), sino todo lo relativo a las inmigraciones blancas precolombinas. Incluyendo el tema de los Indios Blancos. Si bien es posible que usted no comparta dichas investigaciones, nada impide que puedan interesarle al menos como curiosidad.
ResponderBorrarhttps://drive.google.com/drive/folders/1_bk2mAJUBBeJAphBFJ2tRA7hYBfx8QC-RMLEocx6e4hjxo0wtmxUHdGE
De todos modos es muy posible que en proximos meses estemos de vuelta por argentina impulsado por el proximo Ministro de turismo de chubut (dependiendo claro esta si es elegido en el llamado a concurso)
Cordiales saludos
Respecto a la "Pïedra Templaria" de Valcheta. efectivamente existio (la vi personalmente en las oficinas de Marti) y se encuentra en estos momentos en posesion de la familia del fallecido mistico Flugherto Marti
ResponderBorrarTambien vi una vasta coleccion de "tejelas" y fragmentos de ceramica de la parte superior de la mesata. Nosotros luego estando alli obtuvimos varis muestras mas, ademas de la localizacion de 14 bloques en total
Existe si, una gran depredación de patrimonio cultural sanantoniense. He visto hasta restos indigenas en propiedades privadas y multitud de flechas que ya no sirven sino para lucir porque al romper la estratigrafía no se pueden datar. La piedra templaria si existio, de hecho mi vecino estaba en el Temple y cada tanto charlamos por supuesto, con posturas encontradas pero somos amigos desde siempre ya que el es sanantoniense. Esos bloques deberian estudiarse para saber en que epoca fueron construidos, cuando como , que material, quienes pudieron estar alli, etc, pero para encarar una investigacion de esa indole se requiere permiso del propietario del campo y luego, de la Direccion de Cultura provincial ya que tengo entendido, hay convenios con universidades para estudiar la costa y no cualquiera puede acceder. De hecho quienes investigan la prehistoria de la costa rionegrina y la bahía de San Antonio son arqueologos de la Universidad del Centro. Muchas gracias por su aporte. Si visita SAO, lo espero en el Museo. Es importante el intercambio de opiniones. A proposito, ¿ha encontrado evidencias de embarcaciones en el arte rupestro patagonico? Si se hallaran sería importantisimo para probar que los pre tehuelches navegaban al estilo de los fueguinos.
BorrarTambien vi el famoso "baston de mando" del uritorco. Hay un original y una copia. El original esta en manos de los marti.
BorrarBuenas tardes Srs. la verdad que todo lo que se expuso mas la información que proporcionaron en los comentarías esta genial, muchas gracias por compartir todo.-
ResponderBorrarYo vivo en Cipolletti (nacido en Sierra Grande), soy solo un aficionado a toda la historia de nuestra provincia, es mas me compre un detector de metales solo para buscar en los fuertes de la conquista del desierto y así poder colaborar con los museos para que la historia no se pierda o caiga en manos privadas.-
Estimado Walter, muchas gracias por comentar. Luego de dos años de investigar, recorrer el lugar, polemizar e indagar, se puede certificar que Templarios europeos no hubo en esta parte del Golfo San Matías. De los 105 cuerpos;aproximadamente; encontrados por pobladores locales o arqueólogos de la Universidad del Centro, a cargo de las excavaciones en esta área, ninguno pertenece a alguna persona de origen europeo pero si todos son de la etnia Gününa Küna. Ni siquiera se han encontrado restos de Mapuches los cuales son de presencia relativamente reciente en la zona. Por el contrario, la otra etnia mencionada a la que vulgarmente se le dice Tehuelche, ha dejado rastros de evidencia desde unos 6000 años atrás. Pero ningún resto, elemento ni siquiera un hueso de caballo de del siglo 12, ha aparecido. Creemos estar en presencia de un invento místico hermético surgido en el calor de creencias provenientes del cerro Uritorco. Recomiendo los trabajos de Soto Roland sobre el origen de los templarios argentinos. Como empleado de un museo histórico estoy en contacto con muchas personas que trabajan en el lugar de los hechos y todas certifican, no hay evidencias de europeos precolombinos en la región. Saludos cordiales.
Borrar