Publicidad de una campaña evangélica pentecostal-carismática
En San Antonio Oeste, provincia de Río Negro
Abril de 2012
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Marc Pesaresi
No es interés del autor menospreciar los milagros. Difícilmente exista creencia más arraigada en los pueblos cristianos. Lo que se pretende en este breve ensayo es reflexionar sobre un tema que suscita enorme adhesión y considerable rechazo y de ningún modo tomar postura en contra de los mismos. Como cristiano quedaría en contradicción si, por exceso de racionalismo, negara el poder de Dios.
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No es interés del autor menospreciar los milagros. Difícilmente exista creencia más arraigada en los pueblos cristianos. Lo que se pretende en este breve ensayo es reflexionar sobre un tema que suscita enorme adhesión y considerable rechazo y de ningún modo tomar postura en contra de los mismos. Como cristiano quedaría en contradicción si, por exceso de racionalismo, negara el poder de Dios.
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Gran Fiesta de Milagros afirmaba un pasacalle en la plaza Centenario de San Antonio Oeste a
principios de abril de 2012. Era una promoción de una campaña evangelística
carismática, colgada en un cruce de avenidas muy importante. Al verla, me quede
pensando. Si los milagros son lo que son ¿Cuántos pueden manifestarse en un evento religioso? Si en verdad el
milagro es algo maravilloso, no pueden darse más de uno cada tanto. Pero la
publicidad anunciaba lo contrario.
¿Qué
es un milagro?
Es
una maravilla, del latín miraculum, que a su vez proviene de mirari, o sea,
maravillarse por un algo que sucede de modo inexplicable. Los griegos lo
llamaban terata (maravilla), dynameis (poder), semejon (signo), y pensaban que
eran evidencias con algún propósito divino. La causa del milagro permanece en el anonimato,
solo podemos ver el efecto. Es un evento extraordinario que deja asombrados a
quienes lo presencian.
Los cristianos y creyentes de otras confesiones, creen que los milagros son una posibilidad. Mientras que el racionalismo y ateísmo lo niegan de plano. Spinosa lo declaró “violación” del orden natural y Hume, quien se ocupó del tema, lo negó directamente bajo el argumento que era no era posible alterar el orden de las cosas de modo sobrenatural. Los cristianos replicaron que el milagro es parte del conjunto y no necesariamente, una violación del orden establecido.
En síntesis, es parte del orden natural ya que consta de una intervención especial de parte de Dios, dentro de la autoridad que le confiere su gracia para con todas sus criaturas. De hecho, Santo Tomas, el angélico, habla en estos términos en De Civil Dei, XXi. Queda claro, entonces, que ningún cristiano que se aprecie como tal, puede dudar que los milagros existan. Para Dios nada es imposible, dijo Jesús (Lucas 1:37 Versión Reina Valera 1960).Es creencia entre los cristianos, que existen milagros verdaderos y falsos, siendo los últimos, falsificaciones diabólicas destinadas a asombrar y desviar de la fe, a los creyentes.
Para los cristianos evangélicos que creen en un Dios Todopoderoso, el milagro no entra en el rango de lo imposible. "Se podría comparar" -dice el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado de Clie -"la intervención milagrosa del Señor en el mundo físico a la de la voluntad del hombre utilizando su fuerza muscular para controlar y neutralizar la ley de la gravedad sosteniendo un objeto, o contrarrestando cualquier otra ley de la naturaleza".
Algunos evangélicos que enrolan en el protestantismo tradicional afirman que el milagro, si bien son útiles como actos de potencia que revelan la existencia de Dios actuando a la vez, como señales de la soberanía divina sobre toda la creación, de ningún modo sustituyen la fe y no siempre ayudan a convertir incrédulos. Recuerdan que el Faraón que confrontó con Moisés, había solicitado un milagro para creer pero que, luego de concederle la petición, no aceptó convencerse que el Dios de los hebreos era mucho más que un dios de los cientos que existían en el panteón egipcio de la época, ni siquiera, luego de las 10 plagas. (Éxodo 7:9, 13, 22-23; 11:9,10). La misma actitud se observó con los opositores de Cristo. Después de ver los milagros de Jesús, muchos endurecieron aún más sus corazones, cerrando oídos y negando lo que vieron. (Juan 12:37-40; Mateo 13:13-15).
Aún así, algunos al ver un milagro, se convierten inmediatamente. (Juan 11:45). Sin embargo, a Cristo no le gustaba hacer maravillas para convencer. Por ejemplo, estando en Caná de Galilea, recibió a un oficial del Rey de Israel que lo fue a visitar desde Capernaúm para rogarle por la vida de un hijo gravemente enfermo: "Si no viereis señales y prodigios, no creeréis" (Juan 4:48) dijo como fastidiado luego de escuchar la súplica. De inmediato lo despidió diciéndole: " Ve, tu hijo vive". Cuando el oficial regresó a su casa, sus siervos salieron a notificarle que su hijo estaba sano. La buena nueva obró poderosamente en sus convicciones. El relato afirma que se convirtió él y toda su familia. Tampoco podemos pasar por alto que Pablo se convirtió gracias a una aparición del mismo Jesús resucitado, evento que entra en el rango de lo milagroso.(Hechos 9)
Algunos evangélicos, no todos, recuerdan que en las Escrituras se observa que los milagros ocurren por épocas y no siempre. Apelan a la lectura del Viejo y Nuevo Testamento para argumentar. Por ejemplo, se dan en los días de Moisés y Josué, durante los ministerios de Elías y Eliseo, durante el exilio y a comienzos del cristianismo. Fuera de estos periodos si bien hubo grandes hombres de Dios, estos desarrollaron sus servicios sin apelar a los milagros. Se cita por ejemplo, Abraham, David y Juan el Bautista y algunos comentarios de los primeros padres de la Iglesia quienes notificaron sobre los milagros en los primeros años del cristianismo..
Los católicos creen que Dios hace milagros y que estos son signos de amor y poder. Sin embargo, se alejan del protestantismo tradicional cuando atribuyen milagros a la Vírgen María y santos intermediarios. Ahora bien: ¿toda respuesta de Dios es milagro? Para el creyente sin formación teológica, sin duda que lo es. Para otros con cierta formación, distinguen matices. Dios acerca al creyente toda la ayuda posible para beneficiarlo mediante respuestas a las peticiones sin necesidad de ejercer signos que maravillen. Quizás aquí esta la confusión en el creyente piadoso y sencillo.
Una respuesta divina a una oración imperiosa por bienestar, es tomada por milagro cuando en realidad no lo es aunque el beneficiario piense lo contrario.. Spinoza diría "el milagro aparece cuando el hombre afirma que lo es". Sin duda que esto ocurre con más frecuencia que el milagro en sí, pero el cristiano no se cuestiona ni diferencia una cosa de otra. En su fervor, todo es milagro dentro del ámbito del cuerpo de Cristo, la iglesia.
Los cristianos y creyentes de otras confesiones, creen que los milagros son una posibilidad. Mientras que el racionalismo y ateísmo lo niegan de plano. Spinosa lo declaró “violación” del orden natural y Hume, quien se ocupó del tema, lo negó directamente bajo el argumento que era no era posible alterar el orden de las cosas de modo sobrenatural. Los cristianos replicaron que el milagro es parte del conjunto y no necesariamente, una violación del orden establecido.
En síntesis, es parte del orden natural ya que consta de una intervención especial de parte de Dios, dentro de la autoridad que le confiere su gracia para con todas sus criaturas. De hecho, Santo Tomas, el angélico, habla en estos términos en De Civil Dei, XXi. Queda claro, entonces, que ningún cristiano que se aprecie como tal, puede dudar que los milagros existan. Para Dios nada es imposible, dijo Jesús (Lucas 1:37 Versión Reina Valera 1960).Es creencia entre los cristianos, que existen milagros verdaderos y falsos, siendo los últimos, falsificaciones diabólicas destinadas a asombrar y desviar de la fe, a los creyentes.
¿Son posibles los milagros?
Para los cristianos evangélicos que creen en un Dios Todopoderoso, el milagro no entra en el rango de lo imposible. "Se podría comparar" -dice el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado de Clie -"la intervención milagrosa del Señor en el mundo físico a la de la voluntad del hombre utilizando su fuerza muscular para controlar y neutralizar la ley de la gravedad sosteniendo un objeto, o contrarrestando cualquier otra ley de la naturaleza".
Algunos evangélicos que enrolan en el protestantismo tradicional afirman que el milagro, si bien son útiles como actos de potencia que revelan la existencia de Dios actuando a la vez, como señales de la soberanía divina sobre toda la creación, de ningún modo sustituyen la fe y no siempre ayudan a convertir incrédulos. Recuerdan que el Faraón que confrontó con Moisés, había solicitado un milagro para creer pero que, luego de concederle la petición, no aceptó convencerse que el Dios de los hebreos era mucho más que un dios de los cientos que existían en el panteón egipcio de la época, ni siquiera, luego de las 10 plagas. (Éxodo 7:9, 13, 22-23; 11:9,10). La misma actitud se observó con los opositores de Cristo. Después de ver los milagros de Jesús, muchos endurecieron aún más sus corazones, cerrando oídos y negando lo que vieron. (Juan 12:37-40; Mateo 13:13-15).
Aún así, algunos al ver un milagro, se convierten inmediatamente. (Juan 11:45). Sin embargo, a Cristo no le gustaba hacer maravillas para convencer. Por ejemplo, estando en Caná de Galilea, recibió a un oficial del Rey de Israel que lo fue a visitar desde Capernaúm para rogarle por la vida de un hijo gravemente enfermo: "Si no viereis señales y prodigios, no creeréis" (Juan 4:48) dijo como fastidiado luego de escuchar la súplica. De inmediato lo despidió diciéndole: " Ve, tu hijo vive". Cuando el oficial regresó a su casa, sus siervos salieron a notificarle que su hijo estaba sano. La buena nueva obró poderosamente en sus convicciones. El relato afirma que se convirtió él y toda su familia. Tampoco podemos pasar por alto que Pablo se convirtió gracias a una aparición del mismo Jesús resucitado, evento que entra en el rango de lo milagroso.(Hechos 9)
Algunos evangélicos, no todos, recuerdan que en las Escrituras se observa que los milagros ocurren por épocas y no siempre. Apelan a la lectura del Viejo y Nuevo Testamento para argumentar. Por ejemplo, se dan en los días de Moisés y Josué, durante los ministerios de Elías y Eliseo, durante el exilio y a comienzos del cristianismo. Fuera de estos periodos si bien hubo grandes hombres de Dios, estos desarrollaron sus servicios sin apelar a los milagros. Se cita por ejemplo, Abraham, David y Juan el Bautista y algunos comentarios de los primeros padres de la Iglesia quienes notificaron sobre los milagros en los primeros años del cristianismo..
Los católicos creen que Dios hace milagros y que estos son signos de amor y poder. Sin embargo, se alejan del protestantismo tradicional cuando atribuyen milagros a la Vírgen María y santos intermediarios. Ahora bien: ¿toda respuesta de Dios es milagro? Para el creyente sin formación teológica, sin duda que lo es. Para otros con cierta formación, distinguen matices. Dios acerca al creyente toda la ayuda posible para beneficiarlo mediante respuestas a las peticiones sin necesidad de ejercer signos que maravillen. Quizás aquí esta la confusión en el creyente piadoso y sencillo.
Una respuesta divina a una oración imperiosa por bienestar, es tomada por milagro cuando en realidad no lo es aunque el beneficiario piense lo contrario.. Spinoza diría "el milagro aparece cuando el hombre afirma que lo es". Sin duda que esto ocurre con más frecuencia que el milagro en sí, pero el cristiano no se cuestiona ni diferencia una cosa de otra. En su fervor, todo es milagro dentro del ámbito del cuerpo de Cristo, la iglesia.
No
todos creen en milagros
Los
deístas parecen concordar junto con los agnósticos y ateos, que el milagro es
algo imposible. En esta negativa, pasan por alto la providencia de Dios ya que,
o dudan o directamente no creen que un ser Superior exista. Spinosa,
por ejemplo, opinaba que un milagro era una violación del orden natural y por
consiguiente, del mismo Dios. Pero el dios de Spinosa estaba encuadrado dentro
del panteísmo y como tal, pensaba que la creación era Dios. No lo imaginó como
un ser trascendente.
Otros debatieron sobre el milagro proponiendo que cualquier fenómeno natural no explicado, se convierte en milagro al relacionarse con las creencias de los hombres. Spinosa, era de esta idea. Había tenido la virtud de plantear que el milagro debía ser entendido dentro de las opiniones de los hombres. En este contexto, lo que hoy no se puede explicar, quizás en el futuro sí se pueda. Comte,
el gran positivista, de mofaba sin recato declarando a los milagros “frutos de
la imaginación teológica” y que, sin esta fertilidad de pensamiento sobrenatural, el milagro no se mencionaría.
En síntesis, parecen concordar quienes no aceptan la posibilidad de un hecho maravilloso, el significado religioso del milagro queda establecido cuando los testigos o el testigo influenciado por sus creencias determina si lo que se presencia es o no, algo sobrenatural. Cito como ejemplo, lo ocurrido con el jugador Fabrice Muamba, un congolés de 23 años jugador del Bolton. Estuvo 78 minutos muerto cuando en pleno partido el 17 demarzo de 2012, se desplomó por un ataque cardíaco en el campo de juego del White Hart Lane mientras enfrentaba al Tottenham, Si bien sobrevivir todo ese tiempo sin respirar y sin daños aparentes por falta de irrigación sanguínea, para algunos puede ser milagro, para otros no lo es ya que necesitado terapia en el Hospital London Chest.
En síntesis, parecen concordar quienes no aceptan la posibilidad de un hecho maravilloso, el significado religioso del milagro queda establecido cuando los testigos o el testigo influenciado por sus creencias determina si lo que se presencia es o no, algo sobrenatural. Cito como ejemplo, lo ocurrido con el jugador Fabrice Muamba, un congolés de 23 años jugador del Bolton. Estuvo 78 minutos muerto cuando en pleno partido el 17 demarzo de 2012, se desplomó por un ataque cardíaco en el campo de juego del White Hart Lane mientras enfrentaba al Tottenham, Si bien sobrevivir todo ese tiempo sin respirar y sin daños aparentes por falta de irrigación sanguínea, para algunos puede ser milagro, para otros no lo es ya que necesitado terapia en el Hospital London Chest.
Fabrice Muamba
Luego de estar "muerto" 78 minutos
Fue reanimado en un hospital inglés.
Foto
Gentileza
Podríamos
seguir ahondando en las opiniones a favor y en contra de la existencia de los
milagros, pero dada la magnitud de las divergencias, conviene detenerse en un incompleto resúmen. Los
ateos directamente descreen y los más radicales, ríen a carcajadas de quienes creen.
Milagros que dividen opiniones
Tampoco es ajena la controversia dentro del cristianismo. Se suscitan acalorados debates
sobre el alcance de los milagros, tanto, que algunos han visto peligrar sus empleos teológicos como le sucedió al católico de origen gallego Torres Queiruga.
Si bien la mayoría de los cristianos no dudan que el milagro
existe, los que creen en él oscilan entre los que piensan que son fenómenos muy
raros y los que consideran que están a la orden del día, como piensan los hermanos
pentecostales y carismáticos que enrolan dentro del protestantismo. Estos difieren de los católicos, en que solo aceptan milagros de parte de Dios.
El pueblo católico argentino por lo general, cree en los milagros sobre todo los que realiza la Virgen María y los santos. Existen además, "santos sincréticos" con fama de milagrosos y mucha aceptación y devoción popular como la Difunta Correa, el Gauchito Gil y Ceferino Namuncurá.
Torres Queiruga
Hereje del católicismo
Sus doctrinas no aceptan la posibilidad del milagro
El declaró
"Los teólogos actualizados no creemos en milagros"
¿Tampoco los de Cristo? ¿Los de María?
¿Es usted católico?
Es obvio que, si se trabaja para la teología católica,
Se tiene que seguir ciertos principios. La iglesia no es una democracia,
Es una institución religiosa vertical en su mando. Esto lo sabe cualquiera.
Es obvio que, si se trabaja para la teología católica,
Se tiene que seguir ciertos principios. La iglesia no es una democracia,
Es una institución religiosa vertical en su mando. Esto lo sabe cualquiera.
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Gentileza
El pueblo católico argentino por lo general, cree en los milagros sobre todo los que realiza la Virgen María y los santos. Existen además, "santos sincréticos" con fama de milagrosos y mucha aceptación y devoción popular como la Difunta Correa, el Gauchito Gil y Ceferino Namuncurá.
La Virgen Nuestra Señora de Guadalupe
Advocación mariana de la Iglesia Católica con sede en la Basílica de Guadalupe
México
Desde 1531 es considerada milagrosa por el pueblo católico
(Ver a pie de página una síntesis de sus milagros)1
Para ver una película sobre La Virgen de Guadalupe
Acceda aquí:
Imagen de la Difunta Correa
Tal como se la ve en su oratorio en el Este de la Provincia de San Juan
En 2005 existían unas 17 capillas, en su oratorio alrededor de un cerro,
Abarrotadas de ofrendas. Ese mismo año, se calculó el número de visitas anuales,
En algo más de un millón de personas, la mayoría de ellas católicas.
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Wikimedia Commons
Gauchito Gil
Pay Ubre, Mercedes, Corrientes, circa 1840 - Mercedes, Corrientes, 8 de enero de 1878 )
Pay Ubre, Mercedes, Corrientes, circa 1840 - Mercedes, Corrientes, 8 de enero de 1878 )
"Santo" por decisión popular ya que no lo acepta la liturgia católica
Originario de Corrientes, en el norte de Argentina,
Sus fieles han divulgado su fama milagrera por todo el país,
A contrapelo de la opinión de la jerarquía de la ICAR.
A contrapelo de la opinión de la jerarquía de la ICAR.
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Wikimedia Commons
Ceferino Namuncurá
(Chimpay, Río Negro, Argentina, 26 de agosto de 1886 - Roma, Italia, 11 de mayo de 1905)
(Chimpay, Río Negro, Argentina, 26 de agosto de 1886 - Roma, Italia, 11 de mayo de 1905)
Beato milagrero católico de origen mapuche
Nació en la Provincia de Río Negro y falleció en Italia a los 18 años.
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Wikimedia Commons
Fuego del cielo
Cuando se asiste a un evento evangélico pentecostal o carismático, por lo general este tiene un orden de eventos. La gente llega, es distribuida por los acomodadores, luego vienen los cantos de alabanza, la música, con abundancia de aplausos, adoración. Por lo general, se pre calienta el ambiente para tornarlo receptivo a lo espiritual, por una hora como mínimo. Estas personas, para cuando sube al estado el evangelista que ministrará, por lo general se encuentran evidenciando alegría desbordante. Saltan, aplauden, gritan, oran, algunos caen y se revuelcan, otros lloran, no pocos ríen como si estuvieran poseídos por una inconmensurable felicidad de santa risa. Obviamente, estos detalles varían según el predicador o la denominación evangélica que organiza.
Luego comienza la prédica y muchos reciben el bautismo del Espíritu Santo al que se lo describe como fuego. (Quien esto escribe lo experimento como un calor muy fuerte en el pecho localizado en el corazón), las oraciones se hacen mas frenéticas, se ahuyentan con reprensiones en nombre de Cristo a los demonios para finalmente, llegar al momento de los milagros. Sin embargo, estos rara vez tienen confirmación y seguimiento médico o científico.
Los beneficios divinos no solo se dan en campañas pentecostales. Yo presencié una confesión de una mujer que dijo: “tuve lupus y ya no está más” y esto fue en el ambiente de una denominación de Hermanos Libres quienes son poco permeables a la creencia de abundancia de milagros pero si, a la oración por sanidad; otros, en las campañas evangelísticas como las de Annacondia, reciben sanidad en sus dentaduras, sus ojos, sus piernas.
Carlos Annacondia
Ministrando en España
El célebre evangelista argentino siempre apela
A los milagros para facilitar la conversión de las personas.
Sus presentaciones siempre son multitudinarias.
Carlos Annacondia
Célebre e incansable predicador de la Palabra de Dios,
A pesar de tantos milagros en su ministerio,
El sigue utilizando anteojos para ver mejor.
Foto
Internet
La famosa amonestación de Annacondia
Asistí a sus campañas en carpas,
A principio de los años 90 en Bahía Blanca,
Una ciudad agro industrial argentina,
Ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires,
A unos 600 km de la Capital Federal.
Se dice que congregó mas personas en sus carpas,
Que la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad,
El 7 de Abril de 1987 quién logró reunir,
Según fuentes policiales, 90.000 almas.
Las reuniones que realizó Annacondia en la ciudad mencionada,
Fueron al atarceder, en los terrenos que hoy ocupa la terminal de ómnibus (buses)
La gente era tanta que no se podía caminar.
Annacondia repitió sus visitas a la ciudad con el mismo éxito.
Foto
Internet
Célebre e incansable predicador de la Palabra de Dios,
A pesar de tantos milagros en su ministerio,
El sigue utilizando anteojos para ver mejor.
Foto
Internet
La famosa amonestación de Annacondia
Asistí a sus campañas en carpas,
A principio de los años 90 en Bahía Blanca,
Una ciudad agro industrial argentina,
Ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires,
A unos 600 km de la Capital Federal.
Se dice que congregó mas personas en sus carpas,
Que la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad,
El 7 de Abril de 1987 quién logró reunir,
Según fuentes policiales, 90.000 almas.
Las reuniones que realizó Annacondia en la ciudad mencionada,
Fueron al atarceder, en los terrenos que hoy ocupa la terminal de ómnibus (buses)
La gente era tanta que no se podía caminar.
Annacondia repitió sus visitas a la ciudad con el mismo éxito.
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Internet
La
multitud viene con fe y sin embargo, no todos reciben lo que esperan. Muchos regresan a sus casas sin recibir el favor de la deidad. Por tal razón, no se ven
amputados a los que les crezcan miembros faltantes, enanos que aumenten la estatura,
ciegos que recuperen la vista, ninguna resucitación de muertos. ¿O
será que los milagros de esta naturaleza Dios ha dejado de realizar? Imagine
el lector si de pronto, un predicador se detiene en una villa miseria, barrios
de chabolas, de Argentina y multiplicara panes y peces o carne, para los pobres
¿no sería un gran milagro? Cristo lo hizo ¿acaso no se puede replicar? O
detener una tormenta, caminar sobre aguas…; esos milagros fueron una sola vez y para siempre. Solo sanidades que entran en el rango de la
provisión, de la gracia de Dios pero no del milagro que afecta la naturaleza, al orden de las cosas.
Además, esta la cuestión del cómo se genera el milagro. Cristo era muy sencillo a la hora de hacer milagros. A veces la sanidad brotaba de su cuerpo sin que el beneficiado hablara con él. No requería de una preparación de los sentidos de la masa sino que obraba sin importar la dificultad que se le presentaba. Un detalle importante de los milagros de Jesús lo daba el hecho de que eran instantáneos. No se requería luego, de reposos y cuidados medicinales.
Tengo en mente la bebita que fue depositada por negligencia en una morgue y se mantuvo viva doce horas en la provincia de Chaco. En este caso, el creyente puede decir Dios le preservó la vida. Pero si comparamos con el milagro de Lázaro, sin duda que existen diferencias. La beba llamada Luz Milagros aún requiere ayuda médicapara vivir, mientras que Lázaro resucitó y se intuye, regresó a su vida normal hasta morir de nuevo.
En
los milagros de hoy día, sobre todo en estadios y lugares de multitud, pareciera
que falta la sencillez. En cambio, cuando Dios quiere hacer un acto
sobrenatural, este sucede sin mediar a veces, la intervención del hombre. Considero
gracia de Dios lo sucedido con Muamba, un evangélico a quién le
fue salvaguardada la vida por Dios y la ayuda de los
médicos.
Si
los milagros existen
¿cuál es su objetivo?
¿cuál es su objetivo?
Principalmente,
manifestar la gloria de Dios como Todopoderoso. Luego, servir a la humanidad en sus necesidades más
urgentes. El milagro apoya la
predicación pero pocas veces convierte. El caso de los ciegos de los cuales
solo uno regreso para dar gracias es evidencia que el favor divino milagroso no
tiene la fuerza de convicción que si posee la conversión a partir de la persuasión
que hace el Espíritu Santo en mentes y corazones.
Y esto porque el milagro no tiene fuerza física en las personas, no es coercitivo, sino que opera a nivel de lo moral al operar a un nivel que cualquier mente puede entender que se trata de algo sobrenatural; no fuerza el libre albedrío del hombre sino que le presenta un dilema que debe resolver mediante decisiones. En este contexto, puede ocurrir una conversión o directamente, lo contrario.
En mi familia hubo un caso de sanidad espectacular y la beneficiaria hasta el día de la fecha camina, luego de recibir el favor divino que la levantó de la cama después de dos años de inaguantable postración, y una vez sana, jamás fue al templo siquiera a dar las gracias a Jesús Salvador. Continuó siendo agnóstica, tal vez atea, hasta el día de la fecha.
Y esto porque el milagro no tiene fuerza física en las personas, no es coercitivo, sino que opera a nivel de lo moral al operar a un nivel que cualquier mente puede entender que se trata de algo sobrenatural; no fuerza el libre albedrío del hombre sino que le presenta un dilema que debe resolver mediante decisiones. En este contexto, puede ocurrir una conversión o directamente, lo contrario.
En mi familia hubo un caso de sanidad espectacular y la beneficiaria hasta el día de la fecha camina, luego de recibir el favor divino que la levantó de la cama después de dos años de inaguantable postración, y una vez sana, jamás fue al templo siquiera a dar las gracias a Jesús Salvador. Continuó siendo agnóstica, tal vez atea, hasta el día de la fecha.
(El autor de esta nota, como cristiano que enrola en el protestantismo histórico, cree que los milagros existen en la actualidad, pero no al nivel, que las Escrituras mencionan, por ejemplo, los realizados por Cristo).
Notas
1. Milagros de Nuestra Señora de Guadalupe según publica el portal católico Encuentra.com
1531 Construida y aparejada la Ermita del Tepeyac, se organizó una solemne procesión para trasladar la sagrada Imagen. La calzada rebosa de gentes y por la laguna, a ambos lados, van no pocos naturales vistosamente vestidos; uno de los arqueros dispara al aire haciendo alarde, pero la flecha fue a clavarse en la garganta de un desventurado que cayó como muerto. Así lo llevaron ante la sagrada Imagen de la Virgen Nuestra Reina, le sacaron la flecha y, no sólo resucitó, sino que se le sanaron las heridas.
1554 Hubo una gran peste que se extendió rápidamente y se llevó a más de 12,000 personas. Se hizo una gran procesión, con cantos, desde el convento de Tlaltelolco hasta el Santuario suplicando su ayuda: al día siguiente comenzó a disminuir la epidemia hasta desaparecer por completo.
1555 Un hijo de D. Antonio Carbajal, figura prominente de la Ciudad de México -pues fue declarado regidor perpetuo de la misma- habiéndosele desbocado el caballo y corriendo sin freno por las breñas de las sierras aldeanas al Tepeyac y pareciéndole al joven que de un momento a otro se estrellaría entre las rocas sin remedio, se encomendó entonces con toda su fe a la Virgen de Guadalupe. La Virgen -según refirió después-, se apareció frente a él y la cabalgadura se prosternó mansamente ante Ella.
1629 En este año hubo lluvias tan abundantes y continuadas que se reventa ron los diques, y la Ciudad de México se inundó, al grado que en muchas calles el agua subió de dos a tres varas. Para atajar tamaña calamidad el Arzobispo Francisco Mauro y Zúñiga determinó que el 25 de septiembre se trasladara la Imagen a la capital y que no regresara hasta que pudiera él hacerlo “a pie enjuto”. En la noche quedó la Imagen en el palacio episcopal y al día siguiente se trasladó a la Catedral, en cuyo altar mayor quedó colocada. Es posible que en ese traslado se estropeara la parte inferior de la tilma. La imagen fue restituida a su Santuario cuando bajaron las aguas.
1633 Se saca en procesión, por las calles de México, la imagen para que erradique la llamada “tos chichimeca”.
1695 Azota a la ciudad una peste, llamada de “tabardillo” en la mueren muchos, mas al terminar una piadosa Novena a la Madre de Guadalupe cesó enteramente.
1736-1737 En 1736 se juntan una serie de calamidades para la ciudad: una epidemia de peste de “matlazahuatl” (fiebre tifoidea) en la que perecieron más de 40,000 personas; a principios de septiembre hubo un gran temblor y por el mes de diciembre varios huracanes que los naturales llamaron “vientos de la muerte”. A principios del año 1737 el Arzobispo decide hacer una solemne Novena a la Virgen de Guadalupe pero seguía desarrollándose la epidemia. Entonces, el Arzobispo-Virrey D. Juan Antonio Vizarrón, a petición de los Concejales, nombra a Nuestra Señora de Guadalupe Patrona principal de la Nación y el 12 de diciembre como fiesta principal. El decreto fue promulgado el 23 de mayo con gran regocijo del atribulado pueblo, y la peste cesó, ya que en ese día no se reportó ningún difunto.
1751 El navío llamado “El Gavilán” de D. Juan Ruiz de Peralta naufraga en una espantosa tormenta y sólo quedan a flote los marineros que se agarran tenaz mente a unas tablas y a un mástil de la hundida nave. Invocan con gran fe a la Virgen de Guadalupe y unánimes aseguran que se les apareció en el horizonte y, al poco, se calmó el mar y una suave brisa los acercó a tierra, salvándose todos. En agradecimiento, llevaron el mástil salvador desde las costas de Veracruz hasta el Santuario y lo colocaron frente a la iglesia del Pocito. Fue destruido por un fuerte viento en 1916.
1791 Mientras limpiaban el marco de plata de la Imagen -con una mezcla de ácido nítrico y agua- parte cayó sobre el cuadro en el extremo superior derecho. No obstante la acción corrosiva del ácido, el lienzo no fue destruido. Tan sólo quedó una mancha como “de agua pasada en tela de algodón o cerquillo”. Nuestra Madre protegió su Imagen, como en tantas otras ocasiones lo ha hecho, del maltrato de los hombres.
1850 Se dice que, luego de un triduo en su honor, salva a la población de la ciudad de México, de la peste del cólera.
1921 El 14 de noviembre un individuo -pobre instrumento de un odio estéril que no llevó a nada-, hace estallar una poderosa bomba, escondida entre unas flores, colocadas a los pies del cuadro de la Guadalupana. Milagrosamente no se destruye, ni siquiera se rompe el vidrio protector de la Sagrada Imagen, aunque sí resultan dañados el retablo de mármol, el pesado crucifijo de bronce y muchos objetos de la Basílica y casas vecinas. (Aclaración del autor. Los milagros y favores son tan numerosos según el testimonio de los creyentes, que es imposible por falta de espacio, considerarlos a todos)