martes, 21 de agosto de 2018

ENTREVISTAS con el DOLOR - VÍCTIMAS DE PSICÓPATAS INTEGRADOS





Entrevistas con el dolor

Víctima de una psicópata integrada

Foto portada
Marcelo Pesaresi

EenP: -Gracias por aceptar esta entrevista. Entiendo que removeré recuerdos dolorosos pero usted aceptó hablar de su experiencia. ¿Por qué?

AP: -Bueno, creo que será útil para otros saber que existen personas que se parecen a robots diseñados y programados para hacer maldades. Qué están en todas partes, que pueden ser brillantes en sus profesiones. Incluso amables, serviciales, amorosos. Sin embargo, son conductas aprendidas y reiteradas muchas veces hasta alcanzar la perfección. Un psicópata integrado es un camaleón, un maestro de la simulación.

EenP: -¿Maestro de la simulación? ¿Qué quiere decir?

AP: -Sí. Un psicópata integrado simula todo. Cuando ayuda no lo hace por altruismo sino por interés; si afirma amar a alguien, no siente en verdad amor, sino que utiliza la palabra para ablandar corazones. Todo lo que dice y hace está programado para conseguir un objetivo. El psicópata no siente nada.

EenP: -Hace tiempo que venimos conversando sobre su experiencia. Finalmente decidió ser entrevistado sin dar su nombre verdadero. Dos preguntas: -¿Por qué el anonimato? y ¿cómo conoció a la mujer que usted define como psicópata integrada?

AP: -Quiero aclarar que psicópata integrada no es un invento mío sino que, como supe luego de mi convivencia con esa mujer, se aplica a todos los psicópatas que viven en sociedad. Yo conocí a esta mujer en Facebook. Una amiga virtual me habló de ella y me advirtió que tuviera cuidado. Pero no me dijo mucho más. Por eso no me di cuenta lo peligrosa que era. Es más, según supe después, esta amiga había resistido la idea de que ella me amistara pero, la psicópata porfió y logró lo que quería.  ¿Por qué no doy nombre y apellido? A futuro quizás lo haga. Por el momento, aconsejado por mi terapeuta, es mejor no dar nombres ni apellidos. Esta mujer, que no es argentina, sigue en la región y no quiero problemas. Es peligrosa no porque sea asesina en potencia –por decirle de algún modo- sino porque tiene tendencia al conflicto. Como su psicopatía le impide ser responsable o ponerse en lugar del otro, puede ir a cualquier parte, gritar cualquier cosa en contra de alguien y salir sonriendo con satisfacción porque la adrenalina del riesgo le dio lo que quería: un “subidón”; algo que nosotros definiríamos como emoción pero que en ellos les provoca algo similar a la euforia. Aclaro que subidón o colocón no son palabras de nuestra jerga pero aprendí a utilizarlas. En argentino sería simplemente, estar como drogado.

EenP: -Aclare esto del “subidón”, la euforia. Dijo que los psicópatas no sienten ¿no es la euforia una alegría extrema? En este punto, noto una contradicción.

AP: -Un psicópata integrado es una contradicción en cuerpo humano. Me explico: una mañana apareció en mi trabajo para decirme que tenía nuevo novio, que le daba dinero, que tendría un negocio en otra ciudad, que le habían dado la radicación la oficina de migraciones, etc. Estaba exultante. Parecía temblar mientras sonreía. Yo no entendía bien porqué; ella  venía a decirme algo que me provocaba dolor y se daba cuenta que me lastimaba. Aún así, no le importaba. Era como producir maldad por el simple hecho de hacerla. Recuerdo que, mientras me contaba sus éxitos, su cara se iluminada por una sucesión de risas nerviosas. En psicología esa forma de reír tiene un nombre, pero ahora no recuerdo como se le dice. Lo cierto es que estaba sumida en lo que parecía un éxtasis. Luego me explicaron que; los psicópatas integrados; cuando consiguen provocar algo en los demás, sienten una variedad de alegría extrema que se asemeja con un “subidón” o “colocón” producto de la ingesta de drogas. Pregúntese: ¿qué clase de personas siente fluir alegría provocando dolor a los demás? Bien, los psicópatas integrados son esa clase de gente. 

EenP: -Parece, por lo que relata, que estas personas necesitan lastimar para obtener un flujo extra de adrenalina que les provoca euforia como cuando alguien se droga.

AP: -Algo así. Mire, las personas, en su inmensa mayoría, tienen planes de prosperidad. Todos soñamos con futuros mejores. Para eso estudiamos, trabajamos. Y de grandes luchamos para conseguir lo que soñamos. Para esto, necesitamos la esperanza para movilizarnos. Por lo general, somos personas empáticas y altruistas. El psicópata integrado, por el contrario, no es ni empático ni altruista; tampoco planifica futuro alguno aunque su palabrería afirme una y otra vez que sí. Vive un presente continuo y para solventar sus gastos, rebusca entre las personas, alguien que pueda suministrarle lo que necesita: dinero, sexo, medios materiales para vivir. Son parasitarios. Y cuando consiguen un éxito, sienten euforia. 

EenP: -La mayoría de las personas piensan que los psicópatas son como Hannibal Lecter, del Silencio de los Inocentes, pero no todos son criminales o asesinos ¿verdad?

AP: -Antes de conocer a esta mujer yo pensaba lo mismo. Creía que eran todos locos al estilo del asesino del hacha en la película el Resplandor. Además, no tenía ni idea que eran tantos y que podían residir tranquilamente en la casa de al lado y uno ni siquiera darse cuenta quien era o es en verdad, esa persona. Sin embargo, luego de vivir lo que viví, se que los psicópatas integrados están en todas partes. Pueden ser tu jefe, un político, un comerciante…, pueden ser cualquiera. Y lo terrible de todo es que, si deciden atacarte o sea, utilizarte como fuente de suministros, querrán seducirte y convertirte en su pareja complementaria; el daño que provocan es inmenso.

EenP: -¿Qué es una pareja complementaria?

AP: -La persona masculina o femenina que vive con el psicópata. Los une un vínculo signado por la contradicción, la controversia, el dolor, la violencia verbal, psicológica. Tan profundo es el daño que el complementario a veces adquiere características del psicópata. Cuando la relación se termina, si es que se termina, la persona complementaria nunca vuelve a ser la misma. Los psicópatas, sean hombre o mujer, tienen la particularidad de crear un aferramiento tan profundo en la mente de sus víctimas que, cuando se van, dejan un vacío enorme. En mi caso, cuando me abandonó, sentía que me partía el corazón. Nunca he llorado tanto en mi vida como en esa oportunidad. Fueron meses de infierno.

EenP: -¿Cómo se recuperó?

AP: -¿Estoy recuperado? Siempre me pregunto si en verdad lo estoy. Cuando mi terapeuta me pregunta ¿qué harías si mañana regresa? Y yo le respondo que la echaría de mi vida, ella retruca y me dice “no te hagas el superado”. ¿Sabe una cosa? Las personas comunes tenemos algo adentro llamado conciencia. Los psicópatas no. Ven a las personas como cosas, objetos, cosifican seres humanos como si estos fueran herramientas para ser utilizados en proyectos. Ahora, volviendo a la advertencia de mi terapeuta, ella dice esto porque los psicópatas integrados tienen el don de convencer. De allí el peligro si deciden regresar.

EenP: -Esta mujer ¿cree que regresará a su vida? Si lo hiciera… ¿la dejaría entrar?

AP: -Creo que no volverá a menos que yo tenga algo que a ella le interese. Confío que el Señor Jesucristo me proteja de estar otra vez con un demonio de carne y sangre. En cuanto a dejarla entrar en su vida, puedo afirmar que, su discurso inspirado en generar lástima ya no tiene fuerza en mí. Pero igual mi terapeuta me aconseja que, si regresa, debo resistir. La premisa es contacto cero en la medida de lo posible.

EenP: -Amplíe por favor…

AP: -El psicópata integrado es una persona muy seductora y, la variedad que yo conocí, lo es. Pero tienen algunas características que de entrada, nos indican que no son seres humanos normales: por ejemplo, viven quejándose de su pasado. Abusan de los malos recuerdos con un propósito; provocar lástima; y se la pasan relatando lo mal que la pasaron por culpa de los padres, un tío que los violaba, etc. Todo un discurso repetitivo por días destinado a provocar dolor, lástima, pena. En mi caso, me enviaba fotos donde se la veía llorando porque yo no aceptaba ayudarla a emigrar a Argentina. Me enviaba además, fotos de su hija durmiendo sobre la mesa, agotada decía, de vivir en un país deficiente en todo tipo de servicios a la comunidad. Cuando finalmente consiguió lo que quería, comenzó el suplicio para mí. Nada de lo que me había dicho era verdad. Fue todo manipulación psicológica para que yo le diera a ella, lo que ella necesitaba conseguir.

EenP: -Su actitud lastimosa era para reforzar…

AP: -Exacto. Para estimular la piedad, para conseguir que la víctima caiga. Ellos tienen varias fases de comportamiento definido. Cuando conocen a alguien, se toman el trabajo de analizarlo. Luego, viene la fase de captación. Finalmente el bombardeo amoroso el que, sin que la víctima se dé cuenta, irá acompañado de una erosión fuerte de la personalidad. Posteriormente viene el abandono.

EenP: -¿Usan la lástima para generar empatía? Otra vez estamos frente a una contradicción. Ellos no son empáticos…

AP: -Hay mucho de contradictorio en ellos, como dije antes. Por ejemplo, pueden mirarte a los ojos, sonreírte y decirte “vos sós el amor de mi vida, no sé qué haría si te pierdo” y al rato van a un abogado y le dicen “mi pareja me golpea, me encierra, me lastima ¿qué hago?”. O van de visita a los hogares de tus compañeros de trabajo solo para informar lo mal que los tratas.  A estas actitudes, los especialistas la llaman “erosión de personalidad”. Son contradictorios porque son mentirosos natos  y cuando mienten, como no sienten remordimientos, lo hacen a la perfección.

EenP: -¿Por qué actúan de ese modo?

AP: -No se sabe. Parece ser que ellos distinguen lo bueno de lo malo, lo incorrecto de lo incorrecto y como saben que obran para mal, se cubren. La persona que me atacó a mi hizo buenas amistades que luego, cuando requería testimonios a su favor, las tomaba como testigos. Entonces si aparece alguien gritando desesperadamente “esa persona es psicópata, alerta” nadie va a creer a la víctima.

EenP: -Cuesta aceptar que se comporten de esa manera...

AP: -Sí, pero es la verdad. El psicópata integrado es reiterativo. Tiene un patrón de conducta que no varía. En mi caso, esta mujer seducía hombres solos, enfermos, con el fin de sacarle dinero. Una vez agotado el suministro, ella se marcha detrás de alguien más. O bien, conserva la amistad de sus conquistas para luego, si van mal las cosas, regresar y procurar ayuda adicional.

EenP: - De ahora en más ¿qué piensa hacer?

AP: -Tengo mucho por hacer. Continuar mi vida, por ejemplo. Este año era ganancia para mí hasta que sucedió esto. Mi meta por ahora es recuperarme de todo este daño emocional.

EenP: -¿Qué fue de la mujer?

AP: -Actualmente tiene una pareja que es su suministro. Creo que se casó. Recuerde que los psicópatas integrados no ven a los seres humanos como personas sino cosas. Creo que para ella, su novio o marido, lo más parecido a un cajero automático. Cuando consiga de él todo lo que necesita y lleguen a un punto donde él no pueda ofrecerle nada más, seguramente lo va a reemplazar. 

EenP: -Una pregunta más y espero no ofenderlo. ¿Cómo supo que esa mujer es una psicópata y no una enferma mental?

AP: -Un psicópata integrado no es un enfermo mental. Es una persona que nace o se hace, no se sabe, con una anomalía que le impide ser empático. Una persona enferma mental es otra cosa. Los psicópatas no son locos. De hecho, nuestra jurisprudencia, no los considera enfermos mentales. Sin embargo, son locos cuerdos como alguien dijo en algún libro que leí. Ahora, ¿cómo supe que era psicópata? No supe hasta dos meses después de empezar terapia. Leyendo los chats, reconsiderando sus actitudes,  y buscando testigos que la oyeron hablar, se pudo sospechar primero que era psicópata y luego, gracias a algunos datos que llegaron desde su país natal, se pudo definir que esta persona  tiene psicopatía. Además, si se la compara con los ítems del test para identificar psicópatas de Robert Hare, un experto de Estados Unidos, de los 20 parámetros, ella se identifica con muchos.

EenP: -Muchas gracias por aceptar esta entrevista.

AP: -Gracias a ustedes.

Nota

Los psicópatas pueden estar ahora mismo, alabando a Dios en cualquier iglesia cristiana evangélica. Pueden parecer personas nacidas de nuevo, sin embargo, todo el comportamiento no es otra cosa que simulación, actuación. Si están en la iglesia, es porque necesitan algo de alguien. De lo contrario, no estarían allí. 

Es difícil, en primera instancia,  darse cuenta que una persona  es psicópata; quizás luego de algunos; meses cuando aparezca alguna víctima quejándose; o cuando alguien comience a notar las contradicciones entre el decir y el hacer, tal vez aparezcan indicios. Pero es poco probable. Son unos genios de la mentira y simulación. Los pastores y pastoras no deberían olvidar el siguiente detalle: el psicópata integrado es un camaleón.

Este tipo de individuos plantea además, un desafío teológico importante. ¿Pueden ser salvos? No se sabe. Dado que todo lo simulan, jamás se puede estar seguro  ya que, aceptar a Cristo, puede ser para ellos una puerta abierta hacia mejores víctimas. Para peor, la psicopatía no tiene cura.

Un psicópata integrado JAMÁS querrá asistir a terapia porque él o ella, se encuentra bien como esta. Y si son obligados por la justicia, seguramente irán para aprender como manipular más y mejor a sus víctimas. Son tan buenos en este arte que incluso, psicólogos de larga experiencia, han sido derrotados y engañados por las palabras de estas personas. Dado que son irrecuperables, podemos llegar a la conclusión que, subestimar el poder de lastimar de estos individuos, es una temeridad. 

Aun así, Cristo mismo afirmó que, lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Ningún cristiano nacido de nuevo duda del poder divino pero, como vivimos en un mundo de maldad,  lo más probable que el psicópata no cambie jamás. Resistirá la gracia de Dios dado que son egocéntricos y narcisos. En la Biblia, el psicópata mejor descrito, es nada menos que Judas. Si un psicópata integrado regresa a tu vida, lo mejor que puedes hacer, es huir. Corre y salva tu paz, en palabras de Robert Hare, uno de los mayores especialistas en este tipo de individuos.




Entrevista al psicólogo Robert Hare
"Protegerse del psicópata integrado"
Parte 1

Entrevista al psicólogo Robert Hare
"Protegerse del psicópata integrado"
Parte 2

Psicópatas Integrados

Trastorno  Antisocial de Personalidad
Cómo identificar a un psicópata integrado



@Evangélicos en Patagonia

4 comentarios:

  1. Es una entrevista realmente interesante.

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    1. Los psicópatas integrados a la sociedad son gente peligrosa. Provocan daños inconmensurables y no son punibles ni por leyes ni por argumentos. Nada les afecta, nada les llega a la conciencia porque parecería que la perdieron por ahí. Gracias por comentar.

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  2. ¿1% de la población? Supongo que no desean asustar ni traumatizar, pero la mayoría de las personas mienten para manipular. Es una característica de este mundo en la que casi todos en distintos grados manifiestan dicha característica, propia de un depredador. El ser humano es básicamente un depredador por fuerza natural. Analizado desde el punto de vista del cristianismo las palabras del maestro no tendrían razón de ser cuando dijo que tratáramos a los demás como nos tratamos a nosotros mismos si mayoritariamente fuéramos "buenas personas". La mayoría es inconsciente a dicho concepto, otro sería el mundo si lo fuéramos en buena medida como sociedad. Diría al revés, desde mi punto de vista existe una muy pequeña cantidad de personas en la que realmente puedes confiar, que dicen la verdad aunque les resulte perjudicial y sean considerados con las necesidades y deseos de su prójimo; a la mayoría hay que saberlas llevar, estando siempre alerta. Eso si, existen personas cuyos rasgos patológicos son muy marcados, pero estando prevenidos podemos hacer que no puedan causar daño grave. La fascinación que ejercen es el reflejo de fallas en la personalidad del considerado víctima, un aspecto que muchos psicólogos pasan por alto. ¿Te acuerdas del caso del "gigoló tan publicitado en el país? Existe en las personas una casi ingenua manera de pensar sobre el mundo, donde casi todos creen que estamos aquí para ser felices y disfrutar de la vida. No quiero ser un pesimista, pero por más que rebusque distintos enfoques debo decir que no puedo avalar esa forma de pensar. Pero, ¿que se le va hacer? Todos buscamos estar bien, y deseamos lo mejor para nosotros y nuestros seres queridos. Vivimos a veces una especie de contradicción, difícil de sobrellevar.

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    1. Verdad, me acuerdo del gigoló, como no, ja. Cierto que la gente miente. Pero el psicópata integrado es algo interesante: es un individuo que algo le sucedió en su infancia, algo terrible que lo traumatizó lo suficiente para convertirlo en lo que es. Lo real es que, por lo que pude yo comprobar, no sienten como siente la mayoría de las personas. Son algo raros. Te recomiendo que busques aquí el artículo Piscopatía y Magia Vudú donde se detalla un poco más este caso. Saludos Edgardo.

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