martes, 21 de agosto de 2018

EVANGÉLICOS Y DIÁSPORA VENEZOLANA




Para algunos, un fastidio
Para otros, una muestra de la capacidad del totalitarismo de izquierda para destruir la armonía social y para muchos más, una oportunidad para ejercer misericordia con el perseguido

¿Para Dios?
Probablemente un ejemplo más de la incapacidad del hombre para resolver asuntos difíciles


Así informaba Clarín de Argentina el rechazo que sufren venezolanos en Brasil
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Desde que el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros (56 en 2018) asumió la presidencia de Venezuela el 19 de abril de 2013, no se sabe con certeza cuantos venezolanos abandonaron el país por razones ideológicas, económicas y de seguridad. (Click aquí y aquí).

Maduro y el "carnet de la patria"
Patria para algunos
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En agosto de 2017 el diario el País de España informó que dos millones de personas se habían marchado al exterior. En febrero de 2018 el canal América de Perú incrementó la cifra a más de cuatro millones agregando además que; según estimaciones de la encuestadora Consultores 21; el 40 % de la población aún residente en el país caribeño deseaba marcharse. (Click aquí).

En Argentina ya superan los 100 000 individuos entre emigrantes legales e ilegales. En Ecuador el gobierno se la ve complicada para atender el flujo de personas que pretenden llegar a Perú y Chile. Semejante masa de desesperados está creando temores fundados e infundados entre los pobladores locales.

Incorporar 500 000 mil personas en un año, por ejemplo, a una economía nacional puede crear graves desequilibrios. Sobre todo en naciones de alta natalidad, numerosa población joven y falta de oportunidades para los que se incorporan al mercado laboral o bien, para aquellos que transitan sus últimos días productivos.

Argentina vive momentos complicados en cuanto a lo económico. Falta empleo, muchos despidos, gran inflación, etc. Si los locales tienen problemas, seria lógico pensar que los que recién llegan también. 

Lo que sucede en Brasil es un síntoma de xenofobia que por ahora, no se registra en otros países pero, se observan comentarios de fastidio ante la cantidad de personas que llegan para ocupar un lugar bajo el sol. Brasil además, debió soportar una fuerte migración haitiana que arribó procurando el bienestar que no encontraba en la isla. Entre tanto, Ecuador y Perú restringieron la llegada de venezolanos solicitando pasaportes. Una medida absurda porque la gente ya  esta en las fronteras y van a ingresar a como de lugar.

Entre los cristianos evangélicos por el momento, se observa solidaridad con el emigrante. Pero no es menos cierto que todo lo que se haga, jamás alcanzará para cubrir las necesidades de todos. Entre tanto, Youtube muestra numerosos canales de venezolanos alentando compatriotas a marcharse. En Argentina, la llegada de 400 000 mil inmigrantes crearía un caos en los hospitales, colegios, etc., donde los servicios ya están sobre poblados y además, son gratis.El panorama social de estas personas es bastante oscuro. Pero ¿que dice Dios con respecto a la migración? 

Cuando Dios creó al mundo, lo creo sin fronteras. Sin embargo, apartó posteriormente un lugar llamado Edén para contener a la primera pareja humana. Los limites de este paraíso fueron las primeras fronteras que el hombre conoció. Luego de la caída, la raza humana se disperso fuera de Edén.  Debían ocupar toda la tierra y hacerse muchos. Desde el punto de vista teológico bien que el hombre pudo conservar memoria de la primer frontera y de allí la tendencia posterior, en separarse en grupos y naciones. A saber. 

Ahora bien: ¿Está Dios en el asunto de la emigración y la inmigración? Para responder, tomamos de ejemplo dos artículos publicados por cristianos que viven en Estados Unidos y que, a nuestro parecer, representan dos posturas definidas pero opuestas, sobre como debe ser tratado un inmigrante. Legado Cultural y Got Questions.

  Una pregunta que la gente de Legado Cultural fundada por Ramón Arias y su esposa Nena, tratan de responder. Ellos escriben: 
"Por causa del hambre, Isaac tuvo que emigrar y establecerse en la tierra de Gerar como un extranjero (Gn. 26:2). Jacob  tuvo que emigrar a otra tierra para conseguir una esposa. Más tarde es obligado a huir a causa de la violencia de sus hijos. Dios lo dirige hacia Betel. Finalmente vemos que Jacob se establece en «la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán» (Gn. 37:1).
José fue vendido como esclavo y transportado a Egipto, y allí llega al poder. Cuando el hambre golpea una buena parte del mundo conocido, los hermanos de José van a Egipto en busca de granos. Después el padre y los hermanos de José, con sus familias, ganados y todas sus posesiones abandonan Canaán y emigran a Gosén, donde hay alimentos (Gn. 37-47). 
El libro del Éxodo comienza con una historia de persecución de niños pequeños y prosigue con la revelación del sufrimiento de los hebreos. El niño Moisés crece presenciando el trato opresivo que dan los egipcios a los hebreos. Mata a un egipcio en un esfuerzo por defender a un hebreo y se convierte en un extranjero delincuente que huye a una tierra extraña para salvar su vida. Lo acogen y recibe santuario en Madián. 
En Madián, Moisés se casa con Séfora y al final es llamado por Dios a regresar a Egipto, porque, en las palabras del Señor: «El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel». Moisés se pregunta cómo él va a hacer eso, y Dios le responde: «Ve, porque yo estaré contigo» (Éxodo 3:1- 12). 
Moisés regresa a Egipto y facilita el éxodo hebreo mediante una serie de plagas y de diálogos con el Faraón. Cuando a su pueblo le permite finalmente salir, lo hace como la mayoría de los refugiados: sin tiempo suficiente para empacar, pero con Dios que los guía. 
¿Está Dios de parte de todos los emigrantes del mundo, o sólo de su pueblo escogido?  
En Éxodo 13:17-18, 21-22 leemos: «Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos... Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo... El Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube... y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego». 
Vemos claramente que Dios protegió a los israelitas. Y es importante recordar que este esquema de emigración también incluía el cuidado de los refugiados. Dios proveyó maná y agua y todo lo que ellos necesitaban para sobrevivir.  
El presidente Maduro y su "paquetazo rojo"
Rimbombantes nombre para un paquete de medidas económicas
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Un pensamiento que nos hace meditar  
Los hebreos llegan a Canaán y se disponen a entrar en la Tierra Prometida, Es importante darse cuenta de que el gozo de los hebreos al entrar en la Tierra Prometida fue como resultado de que los cananeos fueron despojados de sus tierras y se convirtieron en refugiados y en personas internamente desplazadas. El gozo de los hebreos fue la destrucción de los cananeos. No puede haber vencedores sin que haya víctimas. 
La Biblia contiene además consejos de cómo el pueblo debía actuar una vez que estuviera en la Tierra Prometida, y una de las primeras instrucciones se halla en Deuteronomio 10:17-19: « Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;  que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto».  
Deuteronomio contiene numerosas declaraciones de cómo el pueblo de Dios debe cuidar de los que son extranjeros en la tierra. 14:29: «Así los levitas que no tienen patrimonio alguno, y los extranjeros, los huérfanos y las viudas que viven en tus ciudades podrán comer y quedar satisfechos. Entonces el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos». 
¿La bendición de Dios depende también de cómo tratemos al forastero?  
Deuteronomio 23:7: «No aborrecerás al edomita, pues es tu hermano. Tampoco aborrecerás al egipcio, porque viviste en su país como extranjero».  
Deuteronomio 24:17: «No le niegues sus derechos al extranjero ni al huérfano, ni tomes en prenda el manto de la viuda». 
Deuteronomio 24:19: «Cuando recojas la cosecha de tu campo y olvides una gavilla, no vuelvas por ella. Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda. Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos». 
Todo Deuteronomio 26 es importante, pues muestra la relación entre el ancestro de cada persona y la responsabilidad que tiene el pueblo de Dios de ocuparse del forastero. Un ejemplo es Dt. 26:5b, que dice: «Mi padre fue un arameo errante, y descendió a Egipto con poca gente. Vivió allí...». Se nos recuerda que todos somos descendientes de inmigrantes en la tierra. 
Y ese mismo capítulo, en 26:10-11, continúa diciendo que pondrás la canasta con tus primicias delante del Señor tu Dios. «Y los levitas y los extranjeros celebrarán contigo todo lo bueno que el Señor tu Dios te ha dado a ti y a tu familia». El capítulo continúa expresando la importancia que tiene ocuparse de los demás y en 26:12, durante el tercer año, que es el año del diezmo, éste debe ser dado «al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que coman y se sacien en tus ciudades».  La porción sagrada es dada a esos grupos por orden de Dios. 
En el Nuevo Testamento tenemos el mandamiento de ocuparnos de las personas que están más necesitadas. De hecho, el cuidado del extranjero es tan importante, que Dt. 27:19 dice: «“Maldito sea quien viole los derechos del extranjero, del huérfano o de la viuda”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”». 
La Biblia y el trato a los refugiados  
Junto con Deuteronomio y Levítico, que en la Biblia hebrea dan una guía para el trato a los refugiados, encontramos consejos en los Salmos. Es importante notar que los refugiados con frecuencia se referían a los Salmos que leían y se recitaban mientras huían y buscaban un refugio seguro. Uno que es usado muy a menudo es el Salmo 91, que comienza así: «El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: “Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío”. Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas, y bajo sus alas hallarás refugio».  
Los Salmos describen también la experiencia del refugiado. Esto se ve mejor en el Salmo 137: «Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos al acordarnos de Sión. En los álamos que había en la ciudad colgábamos nuestras arpas. Allí, los que nos tenían cautivos nos pedían que entonáramos canciones; nuestros opresores nos pedían estar alegres; nos decían: “¡Cántennos un cántico de Sión!” ¿Cómo cantar las canciones del Señor en una tierra extraña?». 
A lo largo de toda la Biblia hebrea leemos la historia del exilio de los israelitas. Eso se puede seguir en los libros de los Reyes, Crónicas, Ester, Jeremías, Isaías, Ezequiel y Amós. Es Amós (en Amós 5:24) el que clama por que el derecho fluya como las guas, y la justicia como un arroyo inagotable. En el sistema de Dios todas las personas son hermanas, tienen igual porción y son bienvenidas. El extranjero es bienvenido y cuidado.
Literalmente, cada uno está mudándose y la mayoría irá al exilio. Esto incluye a los profetas, a los sacerdotes y al pueblo. El exilio no tiene misericordia, sin embargo hay personas que no fueron al exilio ni lo irán. 2º Reyes 24:14 explica: «Además, deportó a todo Jerusalén: a los generales y a los mejores soldados, a los artesanos y a los herreros, un total de diez mil personas. No quedó en el país más que la gente pobre». 
La historia de la emigración es fundamental para el ancestro bíblico  
"En el libro de Ruth, el centro es una familia. Comienza con Elimelec, su esposa Noemí y sus dos hijos, que toman esposas moabitas, tiene que abandonar Judá y se van para Moab a causa de una hambruna. Finalmente todos los hombres mueren y las mujeres se quedan solas. Noemí es una extranjera, en una tierra extraña, que se entera que ya no hay hambre en Judá, por lo tanto hace uso de su derecho a regresar. 
Sin embargo, no se marcha sola. Ruth, su nuera moabita, dice en Rut 1:16: «No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios». El resto de la historia es la de Booz, que cumplió fielmente el mandamiento de Dios de ofrecer hospitalidad al extranjero. Le permite a ella recoger espigas, la protege y más tarde se casa con ella, lleva a la peregrina a su tienda y la hace parte de la familia. 
Job también sabía la importancia de ocuparse del extranjero. En Job 31:32 dice: «El forastero no pasaba fuera la noche; mis puertas abría al caminante». 
La amonestación de Dios por medio del profeta Malaquías, que repite las palabras del Señor Todopoderoso: «De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y niegan el derecho del extranjero". (Para saber más visite la website Legado Cultural clickando AQUÍ)

Pero ¿como actuar cuando el inmigrante fuerza las fronteras e ingresa sin permiso? Nuestro deber es obedecer las leyes de las autoridades. ¿Colaborar con el inmigrante ilegal es faltar a las ordenanzas de Dios? La gente de Got Questions responde:

Respuesta: Romanos 13:1-7 hace abundantemente claro que Dios espera que obedezcamos las leyes del gobierno. La única excepción a esto es cuando una ley del gobierno te obliga a desobedecer un mandato de Dios (Hechos 5:29). La inmigración ilegal es la ruptura de una ley gubernamental. No hay nada en las Escrituras que contradiga a una nación a tener leyes de inmigración. Por lo tanto, es un pecado, rebelión contra Dios, entrar ilegalmente en otro país. 
La inmigración ilegal es un tema controvertido en los Estados Unidos (y algunos otros países) hoy. Algunos argumentan que las leyes de inmigración son injustas e incluso discriminatorias--dando a individuos la justificación para inmigrar ilegalmente. Sin embargo, Romanos 13:1-7 no da ningún permiso a violar una ley porque es injusta. Una vez más, el problema no es la justicia de una ley. La única razón bíblica para violar una ley gubernamental es si esa ley viola la palabra de Dios. Cuando Pablo escribió el libro de Romanos, él estaba bajo la autoridad del Imperio Romano, dirigido por el más malvado de todos los emperadores romanos, Nerón. Bajo ese reinado, había muchas leyes injustas y/o descaradamente malvadas. Aún así, Pablo instruyó a los cristianos a someterse al gobierno. 
¿Son injustas las leyes de inmigración de los Estados Unidos? Algunos lo creen así, pero esa no es la cuestión. Todos los países desarrollados en el mundo tienen leyes de inmigración, algunos un poco más estrictos que los Estados Unidos y algunos menos estrictos que los Estados Unidos. No hay nada en la Biblia que prohíba a un país tener fronteras totalmente abiertas o haber cerrado completamente las fronteras. Romanos 13:1-7 también le da al gobierno la autoridad para castigar a los delincuentes. Si el castigo es encarcelamiento o deportación o incluso algo más grave, es dentro del derecho del gobierno a determinarlo. 
La mayoría de los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos han venido con el propósito de tener una vida mejor, proveer para sus familias y escapar de la pobreza. Estas son motivaciones y objetivos buenos. Sin embargo, no es bíblico violar una ley para lograr algo 'bueno'. El cuidado de los pobres, huérfanos y viudas es algo que la Biblia nos manda a hacer (Gálatas 2:10; Santiago 1:27; 2:2-15). Sin embargo, el hecho bíblico de que debemos cuidar de los desafortunados no significa que deberíamos violar la ley al hacerlo. Apoyando, facilitando y alentando la inmigración ilegal, por lo tanto, también es una violación de la palabra de Dios. Aquellos que deseen inmigrar a otro país siempre deben obedecer las leyes de inmigración de ese país. Mientras que esto puede causar retrasos y frustraciones, estas razones no dan a una persona el derecho a violar una ley. 
¿Cuál es la solución bíblica a la inmigración ilegal? 
Simplemente... no hacerlo; obedecer las leyes. Si la desobediencia no es una opción bíblica, ¿qué es lo que puede hacerse en lo que respecta a una ley de inmigración injusta? Es totalmente dentro de los derechos de los ciudadanos intentar cambiar las leyes de inmigración. Si es tu convicción de que la ley de inmigración es injusta, haz todo lo que legalmente esté a tu alcance para conseguir un cambio de la ley: orar, peticionar, votar, protestar pacíficamente, etc. Como cristianos, deberíamos ser los primeros en tratar de cambiar cualquier ley que es injusta. Al mismo tiempo, también debemos demostrar nuestra sumisión a Dios obedeciendo el gobierno que él ha puesto en autoridad sobre nosotros. 
"Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios" (1ª Pedro 2:13 – 16). (Para saber más visite la website Got Questions clickando AQUÍ).
Página 12
Es tan grande el descalabro económico de Venezuela 
que ni siquiera la prensa izquierdista argentina puede hacer la vista gorda
Miles de personas abandonando el país
Cientos de vidas rotas, familias separadas, miedo e incertidumbre
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Evangélicos en Patagonia cree que, cada cristiano es libre delante del Señor, para actuar según sus principios. Aun así, recomienda no pasar por alto las advertencias sobre obedecer a las autoridades que se han escrito en la Biblia. Sin embargo, también creemos que la misericordia que proviene del amor por el prójimo debe ser ejercida. No se puede abandonar a ningún ser humano emigrante legal o ilegal a morir de hambre. El extranjero si es honesto, merece una oportunidad. Pero ¿qué de los oportunistas, delincuentes, asesinos, gente de mal vivir que seguramente vienen entremezclado en la masa? ¿Que del choque cultural, étnico, de idiomas y de creencias e ideologías?

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