sábado, 6 de julio de 2013

EN LA CALLE RECTA - LA IMPORTANCIA DE LA FIDELIDAD



Una revista redactada a puro corazón 
Evangélico y Protestante

A veces, en la vida, no queda otra opción
Que ser cristiano y radical





"Se fiel hasta la muerte, y yo te dare la corona de vida"

Llevo mucho tiempo recibiendo En la Calle Recta. La revista, que es gratis y se puede conseguir por correo o bajándola directamente desde la red,  pertenece a una fundación que lleva el mismo nombre con sede en Holanda. Propone "un diálogo abierto y sincero con católicos y no católicos, a la luz, siempre, de la Palabra de Dios". El ejemplar Nª 239, Junio de 2013, lo dejó algún despistado cartero en el negocio de mi hermana quien me la alcanzó unas horas después. 

Me impactó el testimonio titulado "Ser Radical para Cristo". En tiempos donde, la tolerancia y respeto por el diálogo parece caer en menosprecio en todo el mundo, daba la impresión que el texto estaría impregnado de apologética. Pero todo lo contrario. Narra un acto de valentía a la hora de reconocer los mandatos de Dios.

"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos". Éxodo 20:4-6
Sin embargo, dado a que crecí en un hogar tolerante  a veces confundo los límites de lo que se debe tolerar de lo que no. De ahí que una hermana salvadoreña llamada Carolina, cada tanto me reclama "Marc, con Cristo no hay tibiezas. Se radical en tu servicio al Señor porque él ama con misericordia y celos".  (Apocalipsis 3:19)Y otro hermano me dijo: "Es difícil ubicarte en nuestra teología. Tienes contactos con católicos, te llevas bien con ellos, hasta provocas sospechas de ecuménico, aunque no lo eres. Cuidado, no sea que un día, los límites se te hagan tan borroso que te salgas del reino de los cielos".

Celos

Una palabra para mi sinónimo de posesión pero que en este caso, declara una verdad. Somos posesión de un Dios amoroso, pero también justo.(Éxodo 20:5). En cuanto a salirme del reino, yo estoy convencido que acepte a Cristo como Señor y Salvador el 15 de noviembre de 1986 en San Antonio Oeste, provincia de Rio Negro. Sin embargo, nunca viene mal que le recuerden a uno, los límites que encierran el territorio teológico que se debe transitar y defender.

 El Testimonio

El relato, que refiere En la Calle Recta, esta firmado por William Bardalez Sifuentes; cristiano Presbiteriano y Suboficial Superior en la Policía Nacional, con sede en Moyobamba, departamento de San Martín; Perú. El texto,en parte, dice así:
"Soy un policía del Perú y cristiano, pero en el Perú es difícil ser cristiano y policía a la vez por las diferentes tradiciones idolátricas de mi país.  Un día del mes de octubre cuando se celebra el mes morado “Señor de los milagros” recibí una orden de parte de un alto oficial de la policía y me dijo: suboficial Bardalez regrese a su domicilio y vístase con el uniforme de gala con todas sus condecoraciones porque ha sido elegido para tener el alto honor de cargar al “Señor de los milagros” en procesión. Yo, contrariado porque soy evangélico le respondí diciendo que no era posible porque mi creencia teológica era diferente al creer en un Dios vivo y verdadero, Jesucristo el Señor, y no en un dios muerto. Y el alto oficial me dijo: Oiga, las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones. Y en ese momento le dije: Mi teniente, yo creo en un Dios vivo y verdadero y El no permitirá que yo, su hijo, cargue a esa cosa muerta y hará llover tan fuerte que no podrán sacar a esa estatua en la procesión. Diciendo eso me retiré a mi domicilio a cambiarme como me habían ordenado y cuando retorné ya bien cambiado con el uniforme de gala se desató la lluvia, una lluvia tan fuerte que la tarde se oscureció tanto que hubo neblina toda la noche hasta el día siguiente y yo me quedé solamente contemplando los chorros de agua".

Lima, Peru
Imagen a la que hace referencia Bardalez Sifuentes
Foto
Gentileza
Wikimedia Commons

Como este, hay millones en nuestras vidas. Por ejemplo, una mujer  me informaba desde El Salvador: -Sabes, Marc, me ofrecieron un empleo y aunque tengo necesidad de trabajar, no acepte porque hacerlo, me involucraba con un partido político que no valora el pensamiento cristiano.

Me dejó pensando. ¿Hasta que punto podemos sufrir penalidades y desabastecimientos por amor al Señor? ¿Cuántas veces aceptamos desesperados por trabajar cualquier empleo que nos expone a mil peligros? Vivimos en tiempos peligrosos y de crisis socioeconómica a nivel mundial y nos olvidamos de las promesas del Señor. (Filipenses 4:6).

Ser radical para Cristo no es sino, estar firmes en la fe

No claudicar frente a las artimañas del mundo que busca hacernos pisar la trampa. Si eres cristiano evangélico, no puedes cargar la estatua de un santo católico en procesión, por ejemplo, aunque si puedes aceptar que la gente, de ideas diferentes, marche por donde quiera marchar. Aún así, muchas veces actitudes contrarias a lo que enseña la Palabra, impulsados por dolores traumáticos. (Cuando murió mi padre, recuerdo, estaba tan destrozado, que no encontrando donde llorar a gritos, se me ocurrió meterme en la Catedral de Patagones y me puse a llorar delante de la imagen de Jesús. Creo que en esas horas, yo no era ni protestante ni católico ni ortodoxo. Era simplemente un hombre que necesitaba llorar a los pies de Jesús y lo hice, aunque hasta el día de hoy me reprochen que no lo hice en el lugar correcto). 

Supongo que, cualquiera que me hubiera visto en esas horas tan amargas, habría pensado que yo era un católico ferviente. Tiempo me llevo darme cuenta de lo que había hecho. Pero en ese momento, yo era alguien que, en soledad, necesitaba donde descargar tanta impotencia y dolor.Yo estaba fuera de mí. Mi padre no era solo mi padre. Era un hombre quien, junto a mi madre adoptiva, me había sacado del orfelinato y dado identidad, amor, educacion y manuntención. Yo no solo amaba a mi padre, le estaba agradecido por darme la vida que mis verdaderos padres jamás me dieron. El que lee quizás no logre entender, lo que me provocó a mi vida, su muerte. Afortunadamente lo volveré a ver, el era cristiano nacido de nuevo. Se que Dios entendió, cabal, mi actitud. Nunca me ha reprochado la conciencia. Ese fue un momento único de inmenso dolor.

La Biblia afirma que adoramos a un Dios Todopoderoso que nos ama y supervisa y que nunca habrá de descuidarnos. (Mateo 21:22). Un Padre Celestial que además, premia la fidelidad. (Juan 15:7). Siempre habrá alguna salida para poder seguir resistiendo. (Para leer el testimonio completo del policía peruano, visite En la Calle Recta, una revista cristiana y protestante, que marcha por la senda correcta desde que fue fundada en 1960, por el hermano y ex sacerdote católico Herman J. Hegger).
 En la Calle Recta 
Para acceer, click AQUÍ


(C)Marc Pesaresi







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