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viernes, 1 de febrero de 2019

FRASES DE CIENTÍFICOS CREYENTES



Fernando José Walsh
Profesor
Matemáticas, Física y Cosmografía cristiano

El profesor Walsh, quién ha colaborado con nuestro blog, a publicado un nuevo libro donde compila frases de numerosos científicos creyentes a favor del teísmo. En tiempos donde las creencias cristianas están bajo fuerte ataque de parte del ateísmo y escepticismo, conviene tener disponible un libro de estas características. Sobre todo cuando, las burlas, las mofas, la rivalidad odiosa de los ateos alcanza niveles de persecución intelectual que requieren respuestas.

Conforme a la exhortación de Pedro 14 ("Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo") este libro sin duda ayudará al lector a presentar defensa de la fe que profesamos, si se lo requiere. 1 Pedro 14-16, Reina Valera 1960.

La obra está disponible en Amazon  y se puede acceder para su compra clickando AQUÍ. Para leer parte del contenido, por favor clickar AQUÍ.







lunes, 26 de noviembre de 2018

TEOLOGÍA EVANGÉLICA - LA APARIENCIA DE EDAD EN LA OBRA CREATIVA DE DIOS



Los intentos por armonizar Génesis con la Escala de Tiempos Geológicos ha permitido el surgimiento de  teorías que procuran concordar Ciencia con Teología. 
Dos de ellas: La teoría de la brecha y La teoría de los Días de Horas Relativas de Gerald Schroeder




APARIENCIA DE EDAD
Por
Marc Pesaresi

___________________


Nada más difícil que procurar concordar Génesis con el origen del Universo tal como lo explica la ciencia moderna. Si se pregunta a los cosmólogos, dirán que Universo y Tierra son muy antiguos. Por supuesto, esto a partir de una fecha tan reciente como 1965. Antes de este año, muchos científicos eran de la idea que el Universo siempre había existido y se recreaba continuamente.

Por el contrario, si  preguntamos a los creacionistas, dirán que la Tierra y el Universo, tiene “unos cuantos” miles de años. Entre los concordistas creacionistas mientras tanto, no existe ningún problema en armonizar ciencia y teología, mucho menos con Génesis. No obstante, entre ellos y a la hora de elaborar teorías, han surgido voces discordantes entre sí.

Por ejemplo, algunos piensan que el relato de Génesis esconde una brecha de tiempo que puede corresponderse con los millones de años de antigüedad. Otros, por el contrario, aseguran que no existe tal brecha. ¿A quién le creemos? ¿Cuál teoría es la que se aproxima a la verdad?

Como si esto fuera poco, cuando se pide precisión a los creacionistas sobre la edad del Universo o de la Tierra, seguramente proporcionarán fechas presuntas ya que todo lo creado puede tener “apariencia de edad”, por lo que su antigüedad no se puede determinar con precisión. ¿Qué es apariencia de edad? Tenga el lector un poco de paciencia. Abordaremos el tema más adelante.

La Teoría de los Días de Horas Relativas proviene del pensamiento judío. Postula que el Universo tiene millones de años y la Tierra otro tanto pero la humanidad es mucho más reciente. Gerald Schroeder ha estado trabajando por años en su desarrollo. Bien, como dijera Ortega y Gasset que era uno  y no dos, Argentinos, a las cosas y tratemos de explicar.

Introducción
Calendario o cronología  de James Ussher - Lighfoot

La edad del Universo y de la Tierra siempre tuvo pensando a los hombres. Griegos y medievales se la rebuscaron para encontrar respuestas sobre su edad. Algunos filósofos antiguos pensaron que la Tierra siempre había existido lo mismo que el Cosmos. A partir del Renacimiento, esta idea fue puesta en duda. Pero no habría avances significativos en este asunto hasta la edad contemporánea. Uno de los intentos por explicar la edad de la Tierra,  provino de un religioso.

James Ussher o Jacobus Usserius  (1581-1656) fue un obispo irlandés del condado de Armagh quién, en 1650, publicó el libro Annales veteris testamenti, a primamundi origine deducti donde calculaba un calendario de eventos bíblicos. Fue el suyo un trabajo erudito que pretendía responder cuán viejo era el planeta que nos albergaba.

Ussher ubicaba la creación de la Tierra el sábado 22 de octubre de 4004 a C., a las 19:00. La expulsión de Adán y Eva del Paraíso el lunes 10 de noviembre de 4004 a C., y el final del Diluvio, para el miércoles 5 de mayo de 2348 a C. Esta singular “precisión” hizo del obispo una celebridad en sus días pero, sus cálculos no estaban correctos. Esta cronología, como era de esperarse, fue dejada de lado por la ciencia moderna a fines del siglo XIX. La Biblia no proporciona una cronología exacta por lo que induce errores a quienes tratan de averiguar la edad de la Tierra.

El origen del Universo

La cosmología moderna calcula una edad de 13.700 millones de años para el Universo. La cifra produce vértigos. Este habría comenzado de la nada en un punto con densidad infinita al que se lo conoce como singularidad espacio-temporal. En este pequeño punto, se nos dice, se condensaba toda la materia, energía, espacio y tiempo.

Ahora bien: en conveniente distinguir entre Creación y Comienzo. Como lo explica Juan Jesús Cañete Olmedo en Tendencias 21 "No clarificar esto ha llevado a muchas confusiones. El Big Bang no equivale a creación, ambos conceptos se plantean en niveles epistemológicos distintos; al hablar comienzo o principio nos situamos en un nivel empírico, mientras que al hablar de creación nos situamos a nivel metafísico". 

Oigamos -dice Cañete Olmedo- lo que el mismo George Lemaítre, uno de los padres de la teoría del Big Bang, afirma: "Podemos hablar de este evento como un principio. Yo no digo creación..., la cuestión de si realmente un principio o una creación, algo que comienza de la nada, es una cuestión filosófica que no puede ser resuelta por consideraciones físicas o astronómicas". En este sentido -remarca Cañete Olmedo- "no se debe confundir, como por ejemplo hace el propio Stephen Hawking, comienzo con creación. La presencia del creador esta oculta, no es discernible por método científico alguno, ni puede ser tematizada por ninguna teoría científica. A Dios no se le puede representar, solo se le puede hacer presente". (Para acceder al artículo de Cañete Olmedo Click AQUÍ).

De modo que, para algunos, creación y comienzo son cosas diferentes. Los cristianos hablamos de creación como el comienzo de todo. Pero los que no creen, hablan de comienzo y depositan su fe, en que en algún momento, la ciencia podrá atisbar que hubo antes del Big Bang que fue un comienzo del Universo a partir de ALGO ya existente.

El origen de la Tierra

Aproximadamente 9.000 mil millones de años después del Big Bang, y a partir de una nebulosa protosolar; cuya existencia se remonta a 4570 millones de años, nació lo que hoy  llamamos Sistema Solar y dentro de este, la Tierra. De esta creación natural, en resumen, se desconoce que hubo antes del Big Bang, del origen de la Luna, y la aparición de la vida sobre la Tierra.

Lo que afirma el creacionismo

Para los creacionistas, la Tierra no tiene mucha edad. Es relativamente joven  aunque no aciertan en acordar una edad precisa. Pero si están de acuerdo que fue creada en seis días. Ahora bien: no todos los creacionistas interpretan los seis días de modo literal: por ejemplo, Sarah Salviander, una científica atea recientemente convertida al protestantismo evangélico proclama en su blog Ciencia de Seis Días que los días mencionados en Génesis pudieron ser tiempos muy largos. Esta interpretación se parece en mucho a la Teoría de la Roca Muerta de los Testigos de Jehová quienes dicen que el planeta es viejísimo pero la creación sobre la Tierra es reciente. Repasemos dos teorías creacionistas que se alejan de la literalidad de los días de Génesis: Teoría de la Brecha y Teoría de los Días de Horas Relativas.

Teoría de la Brecha

Hubo un serio intento por armonizar Biblia y ciencia el siglo XIX y parte de estos esfuerzos, se enfocaron en los días de la Creación. El intento por armonizar los eventos narrados en Génesis con los hallazgos paleontológicos se denominó  Teoría de la Brecha

Esta enseña que, entre Génesis 1:1 y 1:2, existe una brecha de tiempo cuya duración en tiempo no se puede determinar. Algunos interpretan que este espacio corresponde a la rebelión de satanás la cual, sin duda, afectó el orden establecido. De allí que existan dos relatos de la Creación. Sin embargo, otros son de la idea, que el relato de Génesis se adecua a los modos literarios de los días en que se escribió.

En el siglo XIX, algunos teólogos preocupados por darle al texto concordancia con lo que descubría la ciencia, sugirieron que había un periodo de tiempo entre un versículo y otro que bien podría admitir los principios de la evolución.

 Interpretación tradicional de los días creativos

Interpretación según los adherentes a la Teoría de la Brecha
Obsérvese como introducen un largo periódo de tiempo entre
Génesis 1:1 y Génesis 1:2
Esta teoría nació en el Protestantismo Europeo
Luego fue refritada por los teólogos de la Watchtower y algunos protestantes evangélicos


Teoría de Gerald L. Schroeder
Ex funcionario del MIT
(Insituto de Tecnología de Massachusetts)




Enlace Judío
Un artículo sobre la teoría de los días de horas relativas
Para acceder, click AQUÍ


Schroeder se pregunta: 
¿Qué es un día? 
"Volvamos a los seis días del génesis. Ya aprendimos que cuando el calendario judío marca cinco mil setecientos y tantos años, nosotros debemos agregarle a esa cantidad "otros seis días".Hace unos años adquirí el fósil de un dinosaurio que estaba fechado (por dos cadenas radioactivas de desintegración) en 150 millones de años. (Si ustedes vienen a visitarme en Jerusalem, con mucho placer les mostraré el fósil - la vértebra de un plesiosaurio). Mi hija de siete años dijo: "¡Aba! ¿¡Dinosaurios!? ¿Cómo pueden existir dinosaurios de 150 millones de años cuando mi maestro de Biblia dice que el mundo aún no tiene 6000 años?". Entonces le dije a mi hija que mire en el libro de Salmos 90:4. Allí podrás encontrar algo bastante increíble. El Rey David dice: "1000 años a Tus ojos (Dios), son como un día que pasa y una fracción de la noche". Quizás el tiempo es diferente desde la perspectiva del Rey David de lo que lo es desde la perspectiva del Creador. Quizás el tiempo es diferente. 
El Talmud, tratando de entender las entrelíneas de la Torá, analiza la palabra "jóshej" - que generalmente traducimos como oscuridad. Cuando la palabra "jóshej" aparece en Génesis 1:2, el Talmud explica que significa "un fuego negro" - una energía negra, una clase de energía que es tan poderosa que no se puede ver. Dos versículos después, en Génesis 1:4, el Talmud explica que la misma palabra - "jóshej"- significa "oscuridad", la ausencia de luz. 
Otras palabras, tampoco son entendidas por su definición común. Por ejemplo, "máim" - generalmente significa "agua", pero Maimónides dice que en el estado original de la creación, la palabra "máim" también significa "los bloques de la construcción del universo".Otro ejemplo podemos encontrar en Génesis 1:5, donde dice: "Fue la noche y la mañana - día uno". Esta es la primera vez que un día está cuantificado: noche y mañana. Najmánides habla sobre el significado de la noche y la mañana. ¿Esto quiere decir: "puesta del sol y salida del sol"? Ciertamente parecería eso.
Pero Najmánides recalca un problema. El texto dice "fue la noche y la mañana - día uno", "fue la noche y la mañana - segundo día", "fue la noche y la mañana - tercer día", pero sólo recién en el cuarto día el sol es creado. Najmánides dice que cualquier lector inteligente puede ver un problema obvio en esto. ¿Cómo tenemos un concepto de "noche y mañana" en los tres primeros días si el sol sólo es mencionado en el cuarto día? 
Nosotros sabemos que el autor de la Biblia - aún si piensas que fue un grupo de beduinos sentados alrededor de una fogata en la noche - fue inteligente. Él, ella o eso produjo un Best Seller por miles de años, así que no puedes decir que se equivocó al escribir que el sol apareció recién en el cuarto día. La verdadera intención del autor es enseñarnos que a medida que pasa el tiempo y las personas entienden más sobre el universo, se puede penetrar más profundo dentro del texto. 
Najmánides responde que el texto usa las palabras "vaiehí érev" - pero no quiere decir realmente "fue la noche". Él explica que las letras hebreas ain, reish, bet - que forman la raíz de la palabra "érev" - encierran la idea de desorden, mezcla, y a la noche se la llama "érev", porque cuando el sol baja, la visión se hace confusa. 
El significado literal de "vaiehí érev" es entonces: "hubo desorden". Por otro lado - dice Najmánides - la palabra de la Torá para "mañana" - "bóker" - es el opuesto absoluto a "érev". Cuando el sol sale, hay "bikoret", el mundo se hace ordenado pues hay luz y tenemos nuevamente la posibilidad de discernir".
Luego, basándose en la Ley de la Relatividad y la Creación del Tiempo durante el Big Bang, vuelve a preguntarse:
 ¿15 mil millones de años o 6 días?
"Hoy en día nosotros miramos al tiempo hacia atrás y vemos 15 mil millones de años. Mirando hacia adelante, desde un universo muy pequeño – miles de millones de veces más pequeño - la Torá nos dice: "seis días". 
Verdaderamente, los dos datos pueden ser correctos. Lo que es excitante en los últimos años en la cosmología, es que ahora nosotros hemos cuantificado los datos para saber la relación entre la "visión del tiempo" desde el comienzo, y la "visión del tiempo" hoy en día. No es ciencia ficción. Cualquiera de una docena de libros de física trae el mismo número. La relación general entre el tiempo cerca del comienzo y el tiempo hoy en día es un millón de millones. Eso es 1 con 12 ceros detrás de él. Entonces, cuando una visión desde el comienzo mirando hacia adelante dice "yo les estoy enviando un pulso por segundo", ¿lo veremos cada segundo? No. Lo veremos cada millón de millones de segundos. Porque eso es el efecto de expansión de la extensión del universo.
La Torá no dice cada segundo. Dice "seis días". ¿Cómo veríamos esos seis días? Si la Torá dice: estamos enviando información por seis días, ¿recibiríamos esa información como seis días? No. Recibiríamos esa información como seis millones de millones de días. Porque la perspectiva de la Torá es desde el comienzo en adelante.Seis millones de millones de días es un número muy interesante. ¿Cuánto sería en años? Dividido por 365, viene a ser algo así como 16 mil millones de años. Esencialmente la edad estimada del universo. ¡Una buena estimación para 3000 años atrás!
La manera en que estas dos cantidades se igualan es extraordinaria. No estoy hablando como un teólogo; Estoy haciendo una afirmación científica. Yo no saqué estos números de un sombrero. Es por eso que me extendí en mi explicación, para que ustedes puedan seguirla paso a paso.Ahora podemos seguir adelante. Miremos el desarrollo del tiempo día a día, basado en la expansión. Cada vez que el universo se duplica, la percepción del tiempo se divide al medio. Cuando el universo era pequeño, se doblaba rápidamente. Pero a medida que el universo se hace más grande, tarda más tiempo en duplicarse. Este ritmo de crecimiento de la expansión está citado en "Los Principios de la Cosmología Física", un texto que es usado en todo el mundo.
Los cálculos resultan de la siguiente manera:
El primero de los días bíblicos duró 24 horas, visto desde "la perspectiva del comienzo del tiempo". Pero la duración desde nuestra perspectiva es de 8 mil millones de años.El segundo día, desde la perspectiva de la Torá, duró 24 horas. Desde nuestra perspectiva duró la mitad del día anterior, 4 mil millones de años.El tercer día también duró la mitad del día anterior, 2 mil millones de años.El cuarto día - mil millones de años.El quinto día - quinientos millones de años.El sexto día - doscientos cincuenta millones de años. Cuando sumamos los seis días, obtenemos como resultado que la edad del universo es de 15 y 3/4 mil millones de años. Igual que lo que dice la cosmología moderna. ¿Es casualidad?
Pero hay más aún. La Torá nos cuenta qué pasó en cada uno de esos días. Ahora puedes tomar la cosmología, la paleontología, la arqueología, leer sobre la historia del mundo y verificar si se asemejan o no día por día. Te doy un adelanto, se asemejan tanto que te dará escalofrío en todo el cuerpo cuando lo leas".
Website de Gerald Schroeder
Para acceder,click AQUÍ


Apariencia de Edad

Luego de tomarnos una aspirina para aplacar el dolor de cabeza que nos provocó leer la compleja teoría de Schroeder, no queda más por decir. Schoreder elabora una variante más de las tantas hipótesis que procuran maridar Génesis con Ciencia. Una tarea, en mi opinión, innecesaria. Pero encaremos la Teoría de la Apariencia de Edad.

La primera vez que leía algo al respecto fue en el libro el Diluvio de Génesis de Whitcomb y Morris. Exactamente ¿qué significa esto? Whitcomb, citado por los bautistas,  lo explica:

Los padres del moderno Creacionismo
Su trabajo a favor de una tierra Joven, ha derivado en múltiples teorías
Foto
Gentileza
answersingenesis.org
En el primer capítulo del primer libro de la Biblia, Génesis 1, tenemos el relato de la creación. Si estudiamos cuidadosamente este capítulo podremos ver que hay por lo menos tres características evidentes en la creación. Esas tres características son 
I. La creación fue sobrenatural 
II. La creación fue instantánea
III. La apariencia de edad fue necesaria en la creación 
A continuación trataremos de explicar cada uno de estos tres conceptos. Daremos atención especial al tercer concepto por ser innovador, y de gran valor teológico. 
I. LA CREACIÓN FUE SOBRENATURAL 
En oposición directa a todos los esfuerzos humanos para explicar el origen del mundo en términos de procesos naturales, la Biblia enseña que Dios creó todas las cosas sobrenaturalmente. En otras palabras, el mundo vino a existir en una forma diferente a la que se puede observar en el presente universo. Hoy día, absolutamente nada puede ser creado aparte de material existente. 
Los científicos expresan esta verdad básica en términos de la primera ley de la termodinámica. Leemos en la Biblia que durante la semana de creación, el cosmos (Universo) fue formado por la palabra de Dios, “de modo que lo que se ve no fue hecho de lo existente” (Hebreos 11:3 y Romanos 4:17).Cuando Dios creó los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ella existe (Éxodo 20:11 y 31:17), lo hizo sin el uso de ningún material preexistente. Los teólogos llaman a esto CREATIO EXNIHILO (creación de la nada). Esta expresión nos ayuda si entendemos que significa que las entidades físicas fueron creadas de recursos no físicos mediante la omnipotencia de Dios. 
Técnicamente hablando, esta expresión se aplica solamente a la creación de materia inorgánica, sabiendo que Dios sí empleó materia creada previamente para formar los cuerpos vivientes tanto de animales como de vegetación, e inclusive al hombre. De todos modos aun en este caso veremos que toda la obra de creación, en su totalidad, fue estrictamente sobrenatural. 
II. LA CREACIÓN FUE REPENTINA 
Un aspecto muy importante del sobrenaturalismo de la creación fue lo repentino de la misma, o sea, lo rápido que ocurrió. Así que no sólo fue EX NIHILO (en referencia a la tierra, el sol, la luna y las estrellas) sino que también fue repentina, es decir, que sucedió rápidamente, o instantáneamente.El concepto evolutivo del desarrollo gradual de la masa de elementos a través de la historia cósmica (inclusive la teoría de la gran explosión) está totalmente excluido de las Sagradas Escrituras. 
En primer lugar debemos notar los efectos rápidos e inmediatos del poder creativo de la palabra de Dios. Leemos en el Salmo 33:6-9, de la siguiente manera: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. Él junta como un montón las aguas del mar; él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”. En este texto escritural no hay ningún tipo de espera, ninguna idea de atraso, ni mucho menos de explosión alguna. Sino que todo fue creado por el poder sobrenatural de Dios y en forma rápida. 
III. LA APARIENCIA DE EDAD FUE NECESARIA EN LA CREACIÓN 
A continuación presentaremos este concepto muy importante que muestra por qué los sabios (científicos) e intelectuales de este mundo se han equivocado. “Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos” (I Corintios 1:19). Veremos porqué la comunidad científica se ha equivocado al atribuir edades geológicas extravagantes a la Creación. 
El sobrenaturalismo y lo repentino de la Creación nos provee del trasfondo necesario para el concepto de que “Todo lo creado tenía que tener apariencia de edad desde el mismo instante que vino a existencia”. Este es un concepto de alto significado teológico que fortifica la fe del creyente en el Creador. 
En primer lugar, si este concepto no fuera cierto, no hubiera habido una Creación hecha por Dios. El Dr. Henry M. Morris del Virginia Polytechnic Institute (Instituto Politécnico de Virginia) hizo este punto bien claro cuando dijo: “Si en realidad Dios creó algo, aun los más simples átomos, esas formas o cualquier otra creación, tenían que tener apariencia de edad inherente en la misma desde el instante que vino a existencia. No puede haber una creación genuina de ninguna clase sin una apariencia de edad inicial. Como resultado de esta apariencia es imposible interpretar una materia recién creada en términos de alguna clase de historia evolutiva. Y si Dios pudo crear cosas con apariencia de edad – en otras palabras, si Dios es Dios de poder infinito – entonces no hay razón para creer que no haya podido, en conformidad a su carácter, crear un universo maduro (full grown) en muy poco tiempo” (Whitcomb and Morris, The Genesis Flood, Presby. & Ref. Pub. Co., 1961 p. 238). 
En segundo lugar, si la doctrina de “Creación con la apariencia de edad” fuese errónea, entonces muchos de los milagros del Señor Jesucristo no hubiesen podido ocurrir.En una ocasión, en una montaña cerca del mar de Galilea, cinco mil hombres y sus familias comieron pan y pescado que fueron creados con apariencia de edad. Allí había decenas de miles de bollos de pan compuestos de granos de trigo que nunca fueron sembrados, ni cultivados, ni segados. Pan horneado que nunca pasó por un horno. Había también allí por lo menos diez mil pescados. Peces que nunca nacieron de huevos, ni se criaron, ni fueron pescados en tarraya, ni fritos en sartén. Sin embargo, allí estaban listos para comer, y sabrosos sin duda. Estos panes y estos pescados ¿tenían que tener apariencia de edad y de historia anterior? 
Desde luego que sí, tenía que ser pan y pescado genuino y nutritivo para poder alimentar a aquella multitud. Alguien dirá: Jesús lo que hizo fue multiplicar cinco panes y dos pescados ya existentes. No, no fue eso lo que ocurrió allí. Pues la palabra multiplicar no aparece en ninguno de los cuatro evangelios. Eso es lo que los hombres asumen y dicen. Para nosotros, multiplicar números es fácil, porque los números son abstractos. Pero la materia no la podemos multiplicar. Si así fuera, podríamos multiplicar un billete de veinte dólares y hacernos millonarios fácilmente. Además, estoy persuadido que para el Señor Jesús no era absolutamente necesario usar aquellos cinco panes y dos peces para hacer el milagro. 
Otro claro milagro de creación del Señor Jesús lo encontramos en Juan capítulo 2. Jesús comenzaba su ministerio aquí en la tierra. Este fue su primer milagro, el cual tenía el propósito de manifestar su gloria (Juan 2:11) como el Creador del mundo (Juan 1:3, 14). ¿Cómo llevó a cabo ese milagro? Lo hizo convirtiendo, en un instante, cerca de 100 galones de agua en delicioso vino. 
Ahora bien, sabemos que el vino es el producto de un largo y complejo proceso natural que envuelve en extraer agua del terreno por las raíces de un viñedo, la cual después de ser procesada en las hojas es llevada a los ramilletes de uvas, las cuales se maduran en “x” número de meses. Luego deben ser recogidas y machacadas para extraer el jugo después que el sedimento se asienta. Pero Jesús demostró ser el Señor de la Creación, pasando por alto todo ese proceso natural y de largo tiempo, convirtiendo el agua directamente en vino, en un instante. ¿Tenía aquel vino apariencia de edad? 
Escuchemos la opinión “del maestresala que probó el agua hecha vino, sin saber de dónde era” el cual dijo: “más te has guardado el buen vino hasta ahora” (Juan 2:9-10). Desde luego, esta fue una conclusión natural, él sin duda conocía el complejo proceso para hacer vino. Por lo tanto asumió que ese vino tenía que tener historia anterior de desarrollo y proceso natural en su debido término de tiempo. ¡Ah! pero estaba equivocado, este hombre no conocía los poderes sobrenaturales de Jesús. Este hombre atribuyó historia anterior a algo que por ser genuino tenía apariencia de edad. Pero nosotros, al igual que los siervos (Juan 2:9), sabemos que ese vino no tenía ni edad ni historia anterior. La realidad increíble es que ese vino era agua minutos antes. 
El hombre natural, independientemente de lo inteligente y educado que sea, yerra si ignora las Escrituras y el poder de Dios (Mateo 22:29). Sin duda ésta es la razón principal por la que algunos niegan al Creador y su creación. Cuando contemplan las obras de creación del Señor Jesucristo, ya sea el sol, la luna, la tierra, el mar, rocas, animales, plantas y aun el hombre, al igual que el maestresala, estas personas asumen que estas cosas creadas han sido guardadas en algún sitio hasta ahora, teniendo que haber pasado por complejos procesos naturales desde su forma más simple y primitiva a través de un vasto y prolongado período de tiempo de 4 a 5 billones de años, como enseñan los evolucionistas. 
No es muy difícil ver como este principio se aplica a cada uno de los milagros que el Señor Jesús llevó a cabo. En el capítulo 9 de Juan, encontramos la historia de un hombre nacido ciego. El Señor escupió en la tierra e hizo lodo y lo untó en los ojos del ciego. Luego le instruyó a que se lavase en cierta fuente de agua. De allí el ciego regresó viendo. ¿Por qué Jesús usó lodo? ¿No sería acaso porque fue del polvo de la tierra que Dios creó al hombre? Un hombre nacido ciego necesitaba ojos nuevos creados del polvo de la tierra. 
Los líderes de Israel rehusaron creer que el hombre había nacido ciego, hasta que consultaron con sus padres. Su perplejidad era razonable, al igual que el maestresala, no podían creer que aquel hombre con ojos saludables tuviera historia anterior de ceguera total, y mucho menos nacido ciego (Juan 9:32). En un instante, Jesús creó ojos normales en un hombre.Por último, tomemos la creación de Adán. Leemos así en Génesis 2:7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”.La Biblia enseña que Adán fue creado adulto.Dios hizo a Adán, por medio de un acto sobrenatural, y lo hizo adulto con todas las apariencias de un hombre normal que ha pasado por todas las etapas de desarrollo desde su nacimiento. 
CONCLUSIÓN 
Dios es Todopoderoso, esto quiere decir que su poder no tiene límites. Dios trajo este universo a existencia de la forma y manera que está explicado en el capítulo uno de Génesis. Es evidente que Dios usó métodos sobrenaturales que el hombre no puede entender ni explicar. Es también evidente que él trajo a existencia entidades adultas complejas en forma rápida.La creación no comenzó con formas simples y primitivas, como dicen los evolucionistas. Sino que comenzó con entidades adultas. Esas entidades tenían que tener apariencia de edad. ¿Por qué tenían que tener apariencia de edad? La contestación es muy simple: Porque “vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31)".
Ahora bien: cuando se declara Dios creó de la nada, no estamos afirmando que la "nada" sea una materia prima de donde provienen los seres. Como dice Francisco Lacueva, lo que pretendemos afirmar es que Dios al crear, saca a la existencia algo que no preexistía, o sea, algo que no era. 

Objeción: pero el término "barah" de Génesis 1:1 que en griego se traduce como "ktízein" no siempre significa sacar de la nada, ya que los escritores bíblicos lo usan como sinónimo de hacer (hebreo asah; griego poein) y de formar (hebreo yatsar, griego plássein).

Respuesta: la razón por lo cual los  intérpretes de la Biblia declaran que el término barah (Génesis 1:1) significa sacar de la nada, está basado en la finalidad de Moisés que no era otra que asentar el monoteísmo del pueblo judío sobre una creencia muy particular: Dios ha creado todo cuanto existe; todo ha sido hecho  por Su Palabra de modo que no puede pensarse que existía una materia o cualquier otra cosa ajena a la acción de Dios. La creación es un acto libre de Dios, es decir, él creó por un designio deliberado de su voluntad (Efesios 1:11). 

Para finalizar, mi opinión sobre Génesis es la siguiente: dado que no se puede armonizar Ciencia con Biblia y que la apariencia de edad bien que puede confundir a un observador externo, mi postura requiere prudencia: la Biblia afirma que todo fue creado en seis días literales y que antes de Adán, no existía la muerte. Ahora, si se me pregunta cuánto hace que sucedieron los eventos de la creación, admito que no tengo idea. Solo se que Dios creó pero cuando, no lo se. 



miércoles, 21 de noviembre de 2018

LOS EVANGÉLICOS FRENTE A LA MUERTE




En 1991 encontre un libro raro. Había sido escrito por ese gran obrero cristiano que fue Samuel Vila y publicado por Editorial Clie de España en 1990. Se titulaba "Vida después de la Muerte" y trataba precisamente, de uno de los misterios insondables: la perdurabilidad de la vida luego del fallecimiento y la resurrección de la carne además de otros temas. Lo leí varias veces porque algunos temas eran bastante fuera de lo común. Con el paso de los años y observando como mi propia vida transita a paso firme hacia el gran salto, ha renacido mi interés por la vida del cristiano posterior a la partida definitiva. Sin duda, como creyente, de ninguna manera ignoro que tengo vida eterna pero, saber un poco más sobre lo que dice la Biblia acerca de lo que vulgarmente llamamos "más allá",  al menos para mi,  es un tema convocante. A continuación, un completo estudio sobre este asunto escrito por uno de los filósofos más relevante del protestantismo mundial.


¿Qué Pasa Cuando Morimos?

© William Lane Craig
El artículo del Dr. Craig ha sido extraído de su website personal
Para acceder, click AQUÍ

En este sermón, Dr. Craig utiliza los informes de las experiencias de casi/después de la muerte para explicar la perspectiva cristiana del estado inmediato del alma después de la muerte y las implicaciones que existen para la verificación de esas experiencias.

Dr. Craig habló sobre el cielo en la Iglesia Bautista Ventura en Ventura, California, el 28 de agosto de 2011.
Recientemente ha habido una serie de libros escritos por personas o sobre personas que han muerto o estado muy cerca de la muerte, y que afirman haber ido al cielo y luego regresaron - por ejemplo, libros como "90 Minutos en el Cielo" o "El Cielo es Real". Estos libros se han convertido en bestsellers arrolladores entre la comunidad cristiana. En estos libros, estas personas afirman no sólo haber ido al cielo, sino incluso de haber visto y conversado con seres queridos y amigos, con miembros de la familia que han muerto y se han ido antes. De hecho, algunos de ellos afirman haber conocido y, realmente, conversado con Jesús mientras estaban en el cielo. Por desgracia, desde su punto de vista, fueron enviados de nuevo a la Tierra; y ellos, muy renuentemente, regresaron a esta vida desde el cielo.

Bueno, obviamente, libros de esta naturaleza han despertado un gran interés en la iglesia cristiana. Anhelamos el cielo y, naturalmente, tenemos curiosidad acerca de cómo va ser todo allí. Esos libros se han hecho muy populares. Sin embargo, me temo que, al mismo tiempo, ellos se podrían convertir en una fuente de malentendidos. Me temo que la gente pueda comenzar a basar sus visiones de la vida después de la muerte y del cielo en estas experiencias de estar cercano a la muerte y no en lo que la Biblia enseña acerca de la vida después de la muerte.
Creo que eso sería peligroso por dos razones. En primer lugar, a menudo esas experiencias son incompatibles entre sí. Son contradictorias y, por lo tanto, sabemos que no todas pueden ser genuinas en todos los aspectos. Eso significa que algunas de esas experiencias no son auténticas y la dificultad es: ¿cómo sabes cuáles son reales y cuáles son falsas? La experiencia de una persona es tan real como la de la siguiente persona, así que ¿cómo juzgas que la experiencia del cielo de alguien es la que es realmente auténtica?

En segundo lugar (y aún más importante), la Biblia es nuestro recurso autoritario, otorgado por Dios para la doctrina cristiana, incluyendo la doctrina sobre la vida después de la muerte y el cielo. Para una enseñanza autoritaria de Dios sobre cómo es la vida después de la muerte, necesitamos recurrir a la Biblia y no sólo a las experiencias cercanas a la muerte. Esta mañana quiero abrir las Escrituras con ustedes, por lo que ustedes necesitan tener su Nuevo Testamento a mano, porque vamos a estar mirando un número de diferentes pasajes mientras exploramos este tema.
La primera y más fundamental verdad a la que hay que aferrarse es que la esperanza bíblica de la inmortalidad es la resurrección física, corporal. Repito: La esperanza bíblica para la inmortalidad es la resurrección física, corporal. La esperanza bíblica no es que el alma algún día se separará del cuerpo y volará al cielo y estará [para] siempre con Dios en el cielo en esta existencia incorpórea. Eso es, en realidad, una comprensión muy griega de la vida después da la muerte que proviene de los filósofos griegos como Platón y es muy diferente a la forma judía- hebrea de pensar sobre la vida después de la muerte. Para los judíos y para los primeros cristianos por igual, la esperanza de la inmortalidad no era la inmortalidad del alma sola, sino la resurrección del cuerpo. Este cuerpo físico será resucitado de entre los muertos y transformado para la vida inmortal.

La resurrección de Cristo es nuestro modelo aquí. Vayamos a 1 Corintios 15:20. En 1 Corintios 15:20 Pablo explica que nuestra resurrección se basará en el modelo de la resurrección del mismo Jesús. En 1 Corintios 15:20 Pablo dice: "Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron". La idea de "primicias" quiere decir que es una muestra representativa de la cosecha que vendría. Los adoradores judíos ofrecían las primicias de su cosecha a Dios como un sacrificio en el templo. Aquí se dice que Cristo es la primicia de la resurrección general de los muertos, la cual con el tiempo tendrá lugar; pero Su resurrección ya tuvo lugar por adelantado como un precursor y un presagio de nuestra futura resurrección, para que la resurrección de nuestros cuerpos sea modelada o siga el patrón de la de Cristo.

Pablo dice algo similar en Filipenses 3. Vayamos a Filipenses 3:20-21. Allí Pablo dice: "Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a sí mismo". Pablo dice que este cuerpo de la humillación, deteriorado, se transformará y conformará a la imagen del cuerpo de la resurrección gloriosa de Cristo que Él tenía cuando dejó la tumba vacía y salió victorioso sobre la muerte. La esperanza bíblica de la inmortalidad toma la forma de resurrección física y corporal de entre los muertos.

Ahora eso plantea la siguiente pregunta: ¿Cuándo recibimos nuestros cuerpos de resurrección? ¿Cuándo obtenemos nuestro cuerpo de resurrección? ¿Sucede eso inmediatamente después de la muerte? Cuando morimos, ¿recibimos de inmediato nuestro cuerpo de resurrección? Bueno, la respuesta a eso es, no. Esa idea no toma en serio la naturaleza física de la resurrección. El cuerpo de resurrección no es algún cuerpo diferente. Es este cuerpo [que ahora poseemos] transformado en una forma gloriosa, inmortal, llena del Espíritu e incorruptible. Así que, si recibiéramos nuestro cuerpo de resurrección inmediatamente después de la muerte, ¡las tumbas de todos los cristianos estarían vacías! No habría cadáveres en los sepulcros porque nuestros cuerpos de resurrección son la transformación de este cuerpo terrenal. Por lo tanto, la resurrección no tiene lugar inmediatamente después de la muerte. Más bien, las Escrituras son muy claras de que eso sucede en la segunda venida de Cristo, cuando Cristo regrese a la tierra.

Miremos 1 Corintios 15: 21-23 y 51-52. En el versículo 21 Pablo dice: "Porque por un hombre vino la muerte, por un hombre también ha venido la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden, Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en Su venida". La resurrección de Cristo ha tenido lugar primero, como las primicias; nuestra resurrección tendrá lugar cuando Él venga otra vez. Luego, en los versículos 51-52 Pablo dice: "He aquí, ¡les digo un misterio! No todos dormiremos, pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, en la trompeta final. Porque tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados".
La descripción más completa de Pablo de esta transformación, la cual tendrá lugar en la segunda venida de Cristo se encuentra en su primera carta a la iglesia en Tesalónica. Miremos 1 Tesalonicenses 4:13-17. Pablo dice:
Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza. ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

Pablo dice que en la segunda venida de Cristo, los muertos en Cristo resucitarán primero, luego los que todavía estén vivos en ese momento serán transformados en sus cuerpos de resurrección y nosotros nos iremos para estar siempre con el Señor. No recibimos nuestros cuerpos de resurrección hasta la segunda venida de Cristo.

Ahora bien, esto ocasiona que se haga otra pregunta: ¿Qué pasa con nosotros entre nuestra muerte y nuestra resurrección? Entre el momento en que morimos y el tiempo que Cristo venga de nuevo, ¿Qué pasa con nosotros entonces? ¿Simplemente nos extinguimos? ¿Dejamos de existir cuando morimos y luego en la resurrección Dios nos recrea de nuevo? ¿Él nos trae de vuelta a la vida después de haber estado inexistente durante un período de tiempo? ¿O continuamos existiendo después de la muerte, pero quizás en un estado inconsciente de una manera que, por así decirlo, morimos, dormimos y luego cuando despertamos, estamos en el cielo con nuestro cuerpo de resurrección, y ni siquiera estamos conscientes de que todo ese tiempo transcurrió en el medio?
Bueno, yo no creo que ninguna de esas respuestas sea la correcta. Más bien, lo que la Biblia indica es que el alma sobrevive a la muerte del cuerpo. La muerte humana no significa la extinción. La muerte humana es simplemente la separación del alma del cuerpo. Mientras que el cuerpo muere y se descompone biológicamente, el alma sigue existiendo y sigue viviendo en un estado incorpóreo. Entre nuestra muerte y resurrección existiremos como un alma incorpórea, un alma sin cuerpo, en un estado consciente.
En 2 Corintios 5:1-8 Pablo habla de eso en detalle. Pablo dice: "Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada" - refiriéndose a nuestro cuerpo presente; este cuerpo es temporal; es como una tienda de campaña que se hiere y colapsa fácilmente -- "porque sabemos que, si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos". Ese sería el cuerpo de resurrección que será la casa permanente del alma. "Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial, pues así seremos hallados vestidos y no desnudos. Asimismo, los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia, pues no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida".
Pablo está diciendo aquí, no es que queramos que nuestro cuerpo necesite ser despojado para que exista nuestra alma en lo que él llama un estado de desnudez, sin ninguna casa—este estado intermedio del alma sin cuerpo es como un estado de desnudez, donde el alma existe en un estado incorpóreo. Pablo dice, no es que queramos eso. Pero él dice, pues quisiéramos ser revestidos con nuestra casa, nuestro cuerpo de resurrección. Él dice: "Deseando ser revestidos". La palabra en el griego aquí tiene la connotación de ponerse algo encima de la ropa, como ponerse un suéter sobre la camisa, de modo que uno no tiene que desnudarse primero. Uno no tiene que pasar por el estado de desnudez. Lo que él está diciendo aquí es que, si él pudiera elegir, preferiría vivir hasta la segunda venida de Cristo, por lo que no tendría que pasar por ese estado intermedio de la desnudez del ser incorpóreo. Él preferiría ser revestido inmediatamente con el cuerpo de la resurrección, como los que estarán vivos en el momento del regreso de Cristo, sin tener pasar por el estado de desnudez.

Luego dice en el versículo 5: "Y el que nos preparó para esto mismo es Dios, quien nos dio el Espíritu como garantía. Estamos animados siempre y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor porque por fe andamos, no por vista, pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor". Pablo todavía hace sonar una nota de alegría aquí, a pesar de que no quiere pasar por ese estado incorpóreo de la desnudez. Él reconoce que ausentarse del cuerpo es estar presente con el Señor. Él dice que estamos de buen ánimo y que a pesar de que quisiéramos no pasar por ese estado incorpóreo, aun así, ese estado nos va a acercar más a Cristo, y yo preferiría estar presente con el Señor y ausente del cuerpo, si es así que debe ser.
De hecho, en Filipenses 1:21-24, Pablo explica que cuando uno muera, eso implicará una relación más cercana e íntima con Cristo. Pablo—contemplando aquí su posible martirio—dice: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia". ¡En realidad morir es una ganancia! "Pero si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger: De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros". Pablo no sabe si quiere ser mártir o no. Él dice que permanecer en la carne, en el cuerpo, es más necesario por causa de los filipenses. Él quiere ministrarles a ellos. Eso significa un ministerio fructífero. Pero, él dice que partir para estar ausente del cuerpo y presente con el Señor es mucho mejor y ese es el deseo de su corazón: partir y estar con Cristo. Para el creyente, lo que nos espera cuando muramos es este estado incorpóreo intermedio de la existencia, el cual nos llevará a una comunión más íntima con Cristo, y esperaremos en ese estado nuestra eventual resurrección, la cual ocurrirá cuando Cristo vuelva.

Ahora, ustedes pudieran preguntar, "¿Qué pasa con los no creyentes, con las personas que no conocen a Cristo? ¿Qué les pasa ellos?" Bueno, Pablo no aborda esto en ningún lugar de sus cartas. Él está escribiendo cartas a las iglesias cristianas, por lo tanto, está hablando con ellos acerca de lo que sucederá con los cristianos. Es interesante que el mismo Jesús le hizo frente a este problema.
En Juan 5 hay un pasaje muy interesante donde Jesús habla acerca de la resurrección y Él dice que habrá una resurrección no sólo de los justos que han muertos, sino incluso también de los muertos injustos. Juan 5: 28-29. Miremos este dicho de Jesús: "No se maravillen de esto. Viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán Su voz y saldrán, los que han hecho el bien para una resurrección de vida y los que hicieron lo malo, a la resurrección de la condenación". Jesús prevé que todas las personas serán resucitadas de entre los muertos. Los que son creyentes, los muertos justos, serán resucitados a la resurrección de vida; pero los muertos injustos, los que han rechazado la gracia de Dios y Su amor, serán resucitados para la resurrección de la condenación. Ellos van a aparecer ante el tribunal de Dios, y entonces Dios pronunciará juicio sobre ellos. Después que hayan recibido su juicio, es entonces cuando vamos al cielo o al infierno.
Pasamos por este estado intermedio hasta la resurrección. Luego aparecemos ante el tribunal de Dios. Después de esto, los creyentes entran al cielo, y los no creyentes son arrojados al infierno. En el estado intermedio, los no creyentes ya están en un estado consciente de tormento llamado Hades. Veamos Lucas 16:19-26. Esta es la parábola de Jesús de Lázaro y el hombre rico. Jesús dijo:
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.” Pero Abraham le dijo: “Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá”.

Aquí Jesús se imagina a Lázaro en el paraíso, en el seno de Abraham, donde esperará la resurrección final, y el hombre rico en el Hades. Ahora bien, Hades es la palabra griega que en el hebreo se utiliza para Seol. En el Antiguo Testamento, el Seol es la esfera de los muertos. Ese es el bajo mundo de los espíritus difuntos. La palabra griega para esto es Hades. Esta es una palabra diferente al infierno. Este hombre rico no está en el infierno; él está en el Hades—el estado intermedio que precede a la resurrección final.

Cuando la gente muere, los justos van a estar con Cristo, donde van a esperar su resurrección de entre los muertos. Los condenados van al Hades, donde se encuentran en un estado incorpóreo y donde esperan su resurrección al juicio final. Sólo entonces las personas son dirigidas hacia su estado final, el cual es el cielo o el infierno.

Ahora bien, ¡esto tiene algunas implicaciones muy interesantes! Lo que esto significa es que estas personas que reportan estas experiencias cercanas a la muerte, en las que ven a los seres queridos y familiares que han fallecido, no están realmente viendo a estas personas en el cielo. No están viendo literalmente a esas personas. ¿Por qué? Porque esos muertos aún no están resucitados de entre los muertos. Están en el estado intermedio. Ellos están en el estado incorpóreo de existencia. No pueden estar viendo esas personas en el cielo en sus cuerpos resucitados. ¡Eso todavía no ha ocurrido!

En el peor de los casos, eso parece implicar que lo que esas personas están experimentando son o alucinaciones o tal vez, estados oníricos. Uno puede tener un sueño, por ejemplo, de ir al cielo y ver a Jesús y a sus seres queridos fallecidos. Estas experiencias no serían realmente verdaderas ni auténticas. Ese es el peor de los casos.
Por otro lado, creo que hay una interpretación más comprensiva de estas experiencias. Pudiera ser que esas experiencias son visiones de sus seres queridos y de Jesús. Una visión es una especie de proyección mental de algo que la mente pone ahí. En el Antiguo Testamento, tenemos muchos casos de personas donde se les causa tener visiones de Dios o visiones de otras personas y de cosas. Esas personas no están literalmente viéndolas. No hay fotones rebotando de los objetos, entrando en sus ojos e impactando en su nervio óptico.

Literalmente, no están realmente viendo estas cosas, sino más bien que sus mentes proyectan una especie de imagen mental de esas cosas. Aunque Dios no tiene cuerpo - Dios es un Espíritu – en ocasiones las personas del Antiguo Testamento tenían visiones de Dios en una especie de forma corporal. Tal vez Dios ha constituido que el alma durante este estado incorpóreo intermedio proyecte imágenes corporales de otras personas incorpóreas, así como de uno mismo, para que parezca a estas almas incorpóreas como si estuvieran en un mundo poblado por otras personas con cuerpos. Esas personas en esta existencia incorpórea pueden vivir en una especie de realidad virtual, en la cual les parece como si estuvieran juntos con otras personas físicas, cuando en realidad son simplemente almas incorpóreas. Pero están proyectando imágenes corporales de sí mismos y de otros, de modo que puedan reconocerse entre sí y tener interacción los unos con los otros.

En este caso lo que esas personas están experimentando son visiones, por así decirlo, de las personas que están realmente incorpóreas. Esto explicaría muy bien, creo yo, algunas de las rarezas de estas experiencias cercanas a la muerte. Por ejemplo, en el libro "El Cielo es Real", el niño Colton ve a su hermana menor (que ya falleció) como una niña de 2 años de edad. Pero su hermana no tenía dos años cuando murió. Su madre sufrió un aborto y esta hermana pequeña nunca nació. Él la ve en su experiencia cercana a la muerte como una niña de 2 años de edad. Ahora bien, ¿por qué la vería como una niña de dos años de edad? No es como si ella hubiera tenido dos años para crecer en este estado incorpóreo. ¿Por qué no tiene ella 8 años o es ya un adulto? ¿Por qué dos años de edad? Bueno, creo que es plausible decir que esta es la forma en la que él proyecta una imagen de ella, es decir, como una niña de 2 años de edad, cuando en realidad ella es un alma incorpórea.

¡Él también ve a la gente en el cielo como si tuvieran alas! En su experiencia, las personas tienen alas como ángeles. Bueno, no hay nada en la Biblia que diga que las personas tienen alas en el cielo. Nuestros cuerpos resucitados serán como el de Cristo y Él no tenía alas. Creo que es difícil resistirse a la tentación de pensar que eso es sólo una proyección de la mente sobre la base de las imágenes populares de la gente en el cielo, donde uno va y recibe sus alas - es una clase de imagen cultural del cielo. No es decir que sus experiencias no sean auténticas, sino más bien que se tratan de visiones que él tiene de otras personas en el estado intermedio y quizás incluso del mismo Cristo.
Bueno, permítanme resumir lo que hemos visto antes de extraer algunas aplicaciones. Cuando una persona muere, su cuerpo yace en la tumba hasta que Cristo regrese. Las almas de los que pertenecen a Cristo se acercan a tener una comunión más íntima y más estrecha con Él en este estado incorpóreo. Realmente no sabemos cómo va a ser esta existencia incorpórea. Es posible que las almas en este estado incorpóreo proyecten imágenes mentales de unos a otros y de sí mismas como corporales, de manera que puedan relacionarse entre sí.
 Las almas de los no creyentes, por el contrario, entran en un estado de tormento consciente y de separación de Dios que se llama Hades. Cuando Cristo vuelva, Él traerá con él las almas de los creyentes que han muerto y luego sus restos resucitarán de entre los muertos y serán transformados en cuerpos de resurrección gloriosos, poderosos, y sus almas serán reunidas con sus cuerpos. Después de comparecer ante el tribunal de Cristo para recibir recompensas, luego serán llevados a los cielos nuevos y a la nueva tierra. Los no creyentes también serán resucitados de entre los muertos y reunidos con sus cuerpos y luego después de ser juzgado por Dios, ellos serán arrojados al infierno.
Bueno, ¿qué aplicación tiene esto para nosotros hoy? Permítanme mencionar brevemente tres cosas.
En primer lugar, esto significa que la muerte no es el final. La muerte no es la extinción. Nuestra alma se separará de nuestro cuerpo, pero no dejará de existir. Vamos a vivir para siempre, ya sea con Cristo o sin él. Lo que esto significa es que las vidas que vivimos ahora están imbuidas de significado eterno. Tenemos el privilegio increíble de determinar donde pasaremos la eternidad. Por lo tanto, las cosas que hacemos ahora en esta vida tienen un enorme y eterno significado porque vamos a vivir para siempre y esas consecuencias nunca terminarán.

En segundo lugar, esto también significa que este estado intermedio nos traerá más cercano al Señor Jesucristo. En este estado intermedio, experimentaremos una comunión más íntima y personal con Cristo y, por lo tanto, esto es algo que podemos anticipar. Sea lo que sea que pensemos de esas experiencias cercanas a la muerte, creo que podemos decir que lo que hacen es enseñarnos una cosa y eso es: ¡que la muerte es una experiencia muy agradable! Todas esas personas reportan que morir es casi exultante y que están renuentes a regresar. Por lo tanto, no necesitamos tenerle temor a la muerte. Morir es aparentemente algo que realmente vamos a disfrutar y luego seremos llevados a una comunión íntima con Cristo. No hay necesidad de temer.

Por último, en tercer lugar, la resurrección traerá una sanidad física y emocional completa. En la resurrección seremos liberados de cada discapacidad, de toda dolencia, de toda enfermedad desde nuestra lesión en la espalda hasta la paraplejia o la esclerosis múltiple. Todo esto va a desaparecer y tendremos cuerpos de resurrección gloriosos, poderosos e inmortales. Esto traerá no sólo una sanidad física, sino también una sanidad emocional completa. Nuestras almas son disfuncionales. Están fracturadas. Todos nosotros cargamos con las cicatrices emocionales de nuestro pasado. En la resurrección, seremos completamente liberados de todas estas neurosis y complejas cicatrices emocionales para convertirnos en personas transformadas, transparentes y amorosas, viviendo en armonía unos con otros y con el Señor Jesucristo. ¡Una sanidad física y emocional completa será la nuestra! ¡Qué esperanza y perspectiva!

La muerte no es el final. Nuestras vidas son tremenda y eternamente significativas. Este estado intermedio nos llevará más cerca de Cristo. No necesitamos temerlo. Y al final, la resurrección es nuestra esperanza para una sanidad física y emocional completa. ¡Alabado sea Dios!
© William Lane Craig
Traducido por:
Traductores:
Pedro R. García [www.nativotranslations.com].
F. Lora
Revisado y Editado por: El Equipo de Traducción de Reasonable Faith [Reasonable Faith Translation Team]


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