Un ateo que se convirtió
"El Señor me mostró el camino,
en la tarde de mi vida"
en la tarde de mi vida"
Mijaíl Kaláshnikov
"Mi dolor espiritual es
insoportable. Tengo la misma pregunta sin resolver: ¿Si mi rifle se llevó la
vida de las personas?, entonces puede ser que soy culpable por las muertes de
las personas, aunque fueran enemigos", se preguntó Kaláshnikov, que
falleció el pasado 23 de diciembre a los 94 años en un hospital de la república
rusa de Udmurtia, a unos mil kilómetros al este de Moscú.
La carta, reproducida por el
diario ruso Izvestia este lunes, estaba escrita a mano y firmada por
Kaláshnikov, que se describe a sí mismo como "un siervo de Dios".
El
inventor del AK-47 explicó en la misiva que fue por primera vez a una iglesia a
la edad de 91 y fue bautizado más tarde. "El Señor me mostró el camino en
la tarde de mi vida... Cuando crucé el umbral de una iglesia, mi alma sintió
como si hubiera estado allí antes" reproduce El País en su edición del 13 de enero.
La respuesta de la iglesia Ortodoxa fue: "La iglesia tiene una posición muy definida: cuando las armas sirven para proteger a la patria, la iglesia apoya tanto a sus creadores y los soldados que la utilizan". Evidentemente, Mijaíl no quedó muy satisfecho. Se fue a la tumba como un héroe, sí, pero también con pésame en la conciencia. Por supuesto, la Iglesia podrá apoyar todo lo que quiera pero ¿qué dice Dios sobre este asunto?
¿Qué dice la Biblia sobre la
conciencia?
"Por eso procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y los hombres”
(Hechos 24:16). Y le recomienda a Timoteo que mantenga la "fe y buena conciencia, desechando la cuál, naufragaron en cuanto a la fe algunos" (1 Timoteo1:19).
La voz de la conciencia
Define conciencia: (del latín
conscientia 'conocimiento compartido'). Se define en general como el conocimiento que un ser tiene
de sí mismo y de su entorno, pero también implica a la moral o bien a la
recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Conscientĭa
significa, literalmente, «con conocimiento» (del latín cum scientĭa).
Hace muchos años Quino publicó en
Mafalda una humorada acerca de la afonía de la conciencia. Es lo que pasa con muchas personas. La doblegan hasta tal punto -justificando lo injustificable- que la dejan sin
fuerza de expresión. Pero cuidado, no creas que para siempre estará dominada. En algún momento, te hablará.
Veía el Blog del Narco donde un
tipo cortaba la cabeza de una mujer. La conciencia del sicario, por supuesto,
amordazada por mil pretextos. Según parece, la mataron porque pertenecía a una banda rival ¿Cuántos crímenes se cometen sin dejar hablar a
la conciencia? ¿Acaso no sabe el asesino que lo que hace está mal? Sí que sabe,
pero no le importa. Mata igual. Cruzó la línea que separa la humanidad de la bestialidad. Con una diferencia. El
hombre mata por gusto mientras que el animal mata por lo general, para comer.
¿Acaso creen los asesinos que la conciencia no le pasará factura? Por
supuesto, en la juventud por el momento
no incomoda. Pero con la llegada de la vejez y lo he visto con mis propios
ojos, más de uno se ha doblegado porque la conciencia grita. Obviamente, los
psicópatas la tienen extirpada ¿o no?
Recuerdo el caso de un asesino
que en una noche a principios de los años 70, dejo el tendal de muertos en una localidad patagónica donde
vivía. El hombre mató a puñaladas a
varios mientras estuvo poseído por una furia nacida en ingestas de alcohol entremezclados con rencores añejos.
Años después, coincidí con una de sus hermanas en un viaje y mientras charlábamos, le pregunte por la vida del hermano. Lo suponía preso. -Se suicidó. Me respondió con un dejo de tristeza. Cuando le pregunte las razones, dijo que el hombre vivía atormentado por los recuerdos de las caras de quienes había matado y que estos, en sueños, lo venían a buscar. Finalmente, no soportando la presión de la conciencia, se mató.
Años después, coincidí con una de sus hermanas en un viaje y mientras charlábamos, le pregunte por la vida del hermano. Lo suponía preso. -Se suicidó. Me respondió con un dejo de tristeza. Cuando le pregunte las razones, dijo que el hombre vivía atormentado por los recuerdos de las caras de quienes había matado y que estos, en sueños, lo venían a buscar. Finalmente, no soportando la presión de la conciencia, se mató.
Las armas las carga el diablo
Dice el famoso refrán. Lo que
obvia esta frase es que lo hace con un fin: cargarte la mochila de la
conciencia para transformarte a la hora de tu ancianidad, si es que llegas, en
una lápida con piernas.
Mijaíl Kalashnikov cuando fue convocado para construir el fusil que lleva su nombre, no lo pensó dos veces. Lo hizo a gusto. Con su arma defendería la madre Rusia. Fue un acto patriótico en su momento. No razonó que su invento, acabaría con miles de vidas. (Casi 250.000 por año desde que salió de fábrica la primera remesa).
¿Se imaginan vivir pensando que el producto de la inventiva
propia mató a tantas personas y dejo millones sufriendo las pérdidas? Claro,
mientras fue joven y lleno de energías, quizás no pensó mucho en eso. Pero
anciano, seguramente la conciencia le pesó más que nunca. Mijaíl fue un
patriota pero el precio que pagó por su lealtad a la patria fue un gran dolor
psicológico.
¿Se imaginan los francotiradores
que han servido en Irak y Afganistán? Muchos de ellos han matado más de veinte
personas y sienten el peso del remordimiento aunque dicen que no les quedo
otra. Si dejaban con vida al contrario, este mataría soldados compañeros. De
acuerdo, coincido con la justificación aun sabiendo que es durísimo para muchos
veteranos vivir con el pasado.
Defender la patria, no es solo defender tu país. Es también defender la nación donde viven tus familiares. Aún así, ahí esta el mandato: No matarás. Por increíble que parezca, esta frase afecta mucho más que el No fornicar o No robarás. Matar no es para cualquiera.
Defender la patria, no es solo defender tu país. Es también defender la nación donde viven tus familiares. Aún así, ahí esta el mandato: No matarás. Por increíble que parezca, esta frase afecta mucho más que el No fornicar o No robarás. Matar no es para cualquiera.
Ahora, Mijaíl entendía que,
en su momento, su invento fue necesario. Lo que otros hayan hecho con él, no es
su culpa, no es su responsabilidad. Pero parece que el argumento no lo
conformaba. Inventó un arma, no un utensilio de cocina.
La fascinación por las armas
¿Quién no ama las armas? me preguntó un día un armero mientras acariciaba un FAL reformado para uso civil. La verdad, millones sentimos atracción por estas herramientas para matar. Yo vivía
encandilado con ellas y pretendía comprarme precisamente, un AK-47 (luego me entere que era casi imposible en esos días en Argentina). Lo
consideraba, si bien tosco en comparación, mucho más resistente para su uso en la Patagonia, que él M-16 de
la Colt.
Finalmente me conforme con otra arma. (Ni el M-16 mucho menos el arma rusa estaban disponibles por métodos legales). Andaba de acá para allá con el rifle a cuesta y siendo tan extensa la Patagonia, casi nadie controlaba la tenencia y uso de armas de fuego de modo que disparé bastante.
Finalmente me conforme con otra arma. (Ni el M-16 mucho menos el arma rusa estaban disponibles por métodos legales). Andaba de acá para allá con el rifle a cuesta y siendo tan extensa la Patagonia, casi nadie controlaba la tenencia y uso de armas de fuego de modo que disparé bastante.
Y así, dele balas, hasta que un día al cazar
un guanaco y ver su sufrimiento y darme cuenta que era una muerte innecesaria, colgué
para siempre el rifle. No sé dónde andará ahora esa arma que llegue casi a adorar. En tantas mudanzas fue
perdiendo sus partes hasta desaparecer. Desde entonces, cuando las armas
comienzan a hipnotizarme, recuerdo el daño que provoca un disparo en un ser
vivo y eso me hace despertar.
Por supuesto: no estoy criticando
al cazador que piensa que su actividad es deporte cinegético y realiza su actividad dentro de las normativas vigentes. Dios mismo ordena matar para comer (Hechos 10:10-16) si la vida peligra por el hambre.
Cada cual sabe si está bien o está mal, matar por diversión. En mi caso, no cazo más a menos que tenga que matar para comer y por el momento, no he tenido esa necesidad. Sin embargo, no apruebo las cacerías de grandes animales que ya se sabe, tienen conciencia. Como cristiano hoy valoro más la vida que la muerte. Prefiero como fotógrafo "cazar" animales con una cámara que con un rifle. Pero esta es mi posición actual. Otros pueden discrepar si así lo prefieren.
Cada cual sabe si está bien o está mal, matar por diversión. En mi caso, no cazo más a menos que tenga que matar para comer y por el momento, no he tenido esa necesidad. Sin embargo, no apruebo las cacerías de grandes animales que ya se sabe, tienen conciencia. Como cristiano hoy valoro más la vida que la muerte. Prefiero como fotógrafo "cazar" animales con una cámara que con un rifle. Pero esta es mi posición actual. Otros pueden discrepar si así lo prefieren.
Palabras finales
¿Has matado y tienes cargo de conciencia? Significa que te has arrepentido. Si es así, acércate a Cristo para darle una oportunidad para cambiar tu existencia. El tiene poder para aliviar la carga de la conciencia. El puede incluso, perdonar todas tus faltas hasta el punto de no acordarse más de lo que hiciste.
Lee los siguientes pasajes de su Palabra y medita en ellos y considera si no ha llegado la hora de la entrega al único cordero que en verdad, quita el pecado del mundo. Piensa si no ha llegado el tiempo en que tu alma sea salva y galardonada con vida eterna.
"Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:9,10)
"El que oye mi palabra (dice Jesús) y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:4)
"Si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17)
"Y atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: este es el pacto que haré con ellos. Después de aquellos días, dice el Señor, pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes las escribiré; añade: y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones" (Hebreos 10:15-17)
"Ninguna condenación hay, para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1)
(C) Marc Pesaresi
El País
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