"LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS ESTÁN DESORDENADAS"
Dijo Roxana González, directora
general del Cultos de la provincia de Neuquén al diario Río Negro, de amplia
divulgación en el norte de la Patagonia. Se han registrado 628 cultos en la
provincia, pero se estima que son más de 3.000 los que están operativos según encuestas
de la institución. Toda estas actividades religiosas se realizan dentro de una población total de 550.344 mil habitantes (datos de 2010) distribuidos por sobre una superficie de 94.078 km2 de territorio.
40 Congreso Juvenil
Juventud evangélica bautista argentina
En Bariloche, provincia de Río Negro, vecina a Neuquén,
A fines de 2011
La cantidad de cristianos evangélicos en la sociedad argentina es tal,
Que ya no se puede obviar su número y su importancia.
Sin embargo, en la cantidad, se esconden los problemas.
Sin embargo, en la cantidad, se esconden los problemas.
Foto
Gentileza
Llamado de atención a la multitud de "apóstoles" y pastores
La directora admite que “las
iglesias evangélicas o cristianas son muy importantes a la sociedad” pero “están
todas desordenadas”. Confirmó que han detectado “mucho desorden, cualquiera
puede armar una iglesia, puede decir que es pastor y hasta le faltan el respeto
a quienes ellos veneran que es a Dios o a Cristo”.
Tampoco se quedó atrás en
criticar que muchos dirigentes evangélicos “se han metido en el trajín del
individualismo, entonces hay una iglesia en una esquina que se pelea con otra
que se instala en la otra esquina” y remató “esto le hace mal a la misma
iglesia”.
Reconoce sí, “que la gente
reclama afecto, que la escuchen, busca una caricia en el alma”. También se
refirió a que no desea que se desmadre todo explicando: “Cuando me refiero al
desmadramiento de las iglesias es porque se desfiguró la institución
religiosa".
La funcionaria, por último, dejó
claro que se ejercerá mayor control sobre las tierras fiscales que se les
entregan a los pastores. “Así como quiero que se respete la libertad de cultos,
quiero que las iglesias respeten las leyes y normas nacionales, hay derechos y
obligaciones”.
Se veía venir
Se puede afirmar sin temor a
errar, que el problema se veía venir. Un amigo periodista de Capital Federal me comentó, que le era imposible entender la organización de las iglesias evangélicas. Para él era tan vasto el panorama de denominaciones, que no lograba encontrar una "cabeza" entre tantas iglesias.
Le respondí que, las organizaciones evangélicas se "ordenan" a usanza y semejanza de las iglesias del primer siglo del cristianismo. Si uno lee el Nuevo Testamento, por ejemplo, notará que la iglesia de Corintio no era igual en actitudes a la de Filipos y tampoco esta, semejante a la de Antioquía. Había diferencias de conducta y actitudes en cada una de ellas pero, con una misma creencia. El hombre se salva en Cristo.
En concreto, la cabeza de la iglesia es Cristo y la doctrina de los apóstoles, la columna vertebral de nuestras creencias y conductas, que se inspiran en la lectura de las Escrituras. No existe un poder central como tienen los católicos, por ejemplo, los mormones o los Testigos de Jehová. En el protestantismo evangélico, cada iglesia es independiente unas de otras, facultada si lo desea, de unirse en denominaciones, pero sin poder central.
Dentro del movimiento carismático efectivamente, se nota mucha disgregación a punto tal, que es difícil trazar el origen de una denominación precisamente, porque muchas surgieron a raíz de disputas teológicas internas. Pero esto es habitual entre los evangélicos.
Tampoco queda claro dónde se capacitan los pastores, es verdad, en que instituciones, con que nivel de academia y de excelencia para la tarea tan delicada que les toca llevar a cabo. Y todo este “desmadre” (lo es para los que miran desde afuera) obedece sin duda, al espectacular crecimiento que han experimentado las iglesias evangélicas no solo en Argentina sino también en Chile y Brasil.
Le respondí que, las organizaciones evangélicas se "ordenan" a usanza y semejanza de las iglesias del primer siglo del cristianismo. Si uno lee el Nuevo Testamento, por ejemplo, notará que la iglesia de Corintio no era igual en actitudes a la de Filipos y tampoco esta, semejante a la de Antioquía. Había diferencias de conducta y actitudes en cada una de ellas pero, con una misma creencia. El hombre se salva en Cristo.
En concreto, la cabeza de la iglesia es Cristo y la doctrina de los apóstoles, la columna vertebral de nuestras creencias y conductas, que se inspiran en la lectura de las Escrituras. No existe un poder central como tienen los católicos, por ejemplo, los mormones o los Testigos de Jehová. En el protestantismo evangélico, cada iglesia es independiente unas de otras, facultada si lo desea, de unirse en denominaciones, pero sin poder central.
Dentro del movimiento carismático efectivamente, se nota mucha disgregación a punto tal, que es difícil trazar el origen de una denominación precisamente, porque muchas surgieron a raíz de disputas teológicas internas. Pero esto es habitual entre los evangélicos.
Tampoco queda claro dónde se capacitan los pastores, es verdad, en que instituciones, con que nivel de academia y de excelencia para la tarea tan delicada que les toca llevar a cabo. Y todo este “desmadre” (lo es para los que miran desde afuera) obedece sin duda, al espectacular crecimiento que han experimentado las iglesias evangélicas no solo en Argentina sino también en Chile y Brasil.
Vale recordar que la Patagonia, según el CONICET, tiene en
proporción por habitantes, la mayor cantidad de cristianos protestantes evangélicos
de Argentina.
Ubicación de Neuquén
En verde,
Dentro del territorio Argentino
En verde,
Dentro del territorio Argentino
(c) Marc Pesaresi
Página Web del diario RÍO NEGRO
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