¿Es cierto que no nos interesa el cuidado del Medio Ambiente?
Por
Marc Pesaresi
Anoche me entretuve leyendo un artículo de Dave Pruett (1) (autor de Reason and Wonder. A Copernican Revolution in Science and Spirit) en Huff Post The blog,
escrito donde no evita quejarse amargamente que la ciencia ha perdido la
batalla por las "mentes y los corazones" de los contribuyentes
norteamericanos. El contexto del artículo habla del cambio climático y
las interferencias religiosas en el asunto.
Cuando finalicé la lectura suspiré fastidiado: -¿Otra vez lo mismo? -me pregunté con un regusto amargo en la boca. ¿Por qué será que, por más que muchos cristianos evangélicos se esfuercen en los laboratorios, siempre aparece alguno reluciendo nuestra presunta ignorancia científica, nuestra oposición a la actividad cientifica, como si esta fuera una verdad absoluta contra la cual se estrellan argumentos en contra o, lo que es peor, como si todos los evangélicos pensáramos lo mismo? refunfuñe en mis pensamientos.
Volví a leer el artículo dos veces más y fue entonces cuando me di cuenta que Pruett lo que reclama es un mayor compromiso de las iglesias evangélicas en el cuidado y preservación del medio ambiente.
"Calcinante"
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Marc Pesaresi
Los evangélicos
¿descreen en el calentamiento global?
El artículo When Faith and Facts Collide puede ser consultado en inglés clickando aquí. No es tan solo catarsis de parte de Pruett que brota del desencando de ver a muchos líderes cristianos hacer en su opinión, caso omiso a los esfuerzos de muchos científicos por convencer que la Tierra esta calentándose más allá de lo conveniente; sino genuina preocupación por el bienestar del único mundo, conocido hasta la fecha, donde existe vida.
Dice Pruett: "la mayoría de los científicos que conozco quieren salvar al planeta; (...) Sin embargo, a pesar de la dedicación, de los conocimientos aportados, del fuerte trabajo intelectual; a pesar incluso de las mejores intenciones de los científicos del clima, la ciencia ha perdido la batalla por los corazones y las mentes de los estadounidenses. La desinformación y las creencias "calcificadas" han prevalecido sobre los hechos y la razón".
Pruett no puede aceptar que, miles de creyentes sean refractarios a las advertencias de calentamiento global que emite la ciencia que estudia el fenómeno. En sus palabras dice que, "el grupo mas escéptico a las afirmaciones científicas es el conservador evangélico". Por fortuna, un poco más adelante dice encontrar algún eco favorable entre los cristianos aferrados a sus principios. Escribe Pruett con cierta luz de esperanza en sus ojos:
"El cambio climático es mucho más que una cuestión científica; es un tema profundamente moral y espiritual. Irónicamente, en vez del científico, podría ser el fiel o creyente, el encargado de cambiar el rumbo de los acontecimientos que la ciencia no ha podido conseguir.
En la mañana del domingo 28 de abril de 2013 el ambientalista Bill McKibben predicó un sermón titulado "La Burla de Dios" en un reciento lleno de gente en la histórica Iglesia de Riverside en la ciudad de Nueva York. Me di cuenta de un cambio de dirección notable; fue este sermón, el equivalente del discurso de poder y persuación moral de Martin Luther King "Más allá de Vietnam" de 1967 también pronunciado en la iglesia de Riverside. Afortunadamente, tales apelaciones a nuestros instintos morales no han caído en saco roto. Muchas denominaciones protestantes de los EE.UU están tomando iniciativas para abordar el cambio climático.
Algunas de estas iglesias son la Metodista Unida, la Iglesia Prebisteriana y la Iglesia Evangélica Luterana en América. Del lado católico, el Papa Francisco está exhortando fuertemente a los fieles para comportarse como "protectores de la Creación, protectores del Plan de Dios escrito en la naturaleza; protegiendo la creación nos pretegemos unos a otros y al medio ambiente" ha dicho Francisco. Incluso el ex arzobispo anglican Desmond Tutu pide acciones directas a favor del cuidado medioambiental. "Las personas de conciencia tienen que romper sus vínculos con las empresas que financian la injusticia del cambio climático".
El mes pasado, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que representa la mitad de mil millones de cristianos, siguió el consejo de Tutu exhortando a los fieles a consumir con cuidado. Incluso entre los cristianos evangélicos, el colectivo más resistente a aceptar los cambios propuestos por los científicos, se comienza a vislumbrar un movimiento que exhorta al cuidado de la Creación.
En el sitio web de la Red Evangélica Ambiental, se ha publicado que el descuido del medio ambiente es un problema moral. Allí se alienta a los cristianos a luchar a favor de la vida presionando a congresistas con el fin de conseguir leyes más justas que protejan el medio ambiente.
Otro ejemplo lo constituye la Sociedad Religiosa de los Amigos -de raíz cuáquera- quien con 360.000 mil miembros en todo el mundo, ha comenzado a instruir a los fieles a tener un compromiso mayor por el cuidado del medio ambiente.
El domingo 10 de agosto, un pequeño grupo de Cuáqueros de Virginia aprobaron realizar un minuto de silencio a favor de concientizar a las personas sobre los prejuicios del cambio climático. Si bien esta iniciativa parece ser un grito en el desierto, no estamos solos. A esta voz solitaria de los cuáqueros piadosos sumamos los gritos de la ciencia, de otras comunidades de fe, de los millones de jóvenes cuyo futuro esta en peligro y del público en general.
Nos hemos dado cuenta que la desinformación esta confundiendo a las personas. Los políticos están en deuda con los intereses de la comunidad, a tal punto, que han dejado de representar en muchos casos, a quienes los han elegido. Confiamos que la verdad sobre el cambio climático saldrá a la luz".
EL ámbito protestante es tan vasto como una constelación
Dentro se pueden encontrar personas que solo aceptan un "la letra mata mas el Espíritu vivifica" hasta moderados liberales para quienes el método científico es el mejor medio para probar existencia de Dios y de paso, atisbar la obra del Creador en sus mínimos detalles. Todo esto sin olvidar los protestantes tradicionales para quien hacer ciencia no es un incordio puesto que el saber científico acompaña o complementa al conocimiento proporcionado por la teología. (2)
David Pruett
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¿Qué significa "mentes y corazones"?
Es un término muy utilizado en el ámbito militar. Por ejemplo, cuando los Estados Unidos invadieron Vietnam, procuraron con gestos amables, ganar la confianza y el apoyo de los ciudadanos locales. Se les proporcionó cierta seguridad, libertad de comerciar, estudiar, un poco de medicina, etc.
Sin embargo, la gente siguió reacia a tolerar la presencia norteamericana por múltiples razones. La más fuerte de todas, que los vietnamitas, aún concientes del peligro que representaba para sus vidas el ateísmo comunista, deseaban más que nada, que nadie se metiera en sus asuntos.
Al menos le Vietcong y el EVN eran vitnamitas que hablaban un mismo idioma. Pero los norteamericanos ¿qué hacían ocupando el país y destruyéndolo todo con su moral desquiciada por vicios y malas costumbres y bombardeos y mantanzas indiscriminadas?
Muchos científicos obran de modo parecido. Con sus descubrimientos encandilan las mentes de los cristianos pero cuando abren la boca para hablar desde el cientificismo ateo, la embarran. ¿Cómo puede apoyar un creyente la obra de un científico que niega que Dios es el Creador?
Hearts & Minds
Mentes y corazones
"Entregas un arma, te llevas mucho dinero"
Poster que pondera la entrega de armas a cambio de dinero
Durante una campaña por las mentes y corazones de las personas
en Vietnam del Sur a mediados de los años 60
La campaña fracasó estrepitosamente
Los vietnamitas lucharon por ser quienes ellos eligieron ser
Las campañas de Mentes y Corazones en la guerra de Vietnam
fueron afectadas por el daño colateral que victimizaba civiles
Muchos científicos quieren que aceptemos sus principios ateos
Sin tener en cuenta el daño que tal acción provocaría
a nuestras creencias particulares
Los evangélicos difíciles de convencer
Pruett dice que la ciencia no ha logrado convencer de su utilidad al grueso de los fieles evangélicos. Y enumera una serie de razones que más que causas, son solo quejas de un científico preocupado.
Pruett se queja que el grueso de los evangélicos no creen que el cambio climático en verdad este ocurriendo. Cita estadísticas de Religion New Service (quien a su vez las replicó de una encuesta realizada por The Associated Press) para argumentar sus palabras. Por ejemplo:
- El
51 por ciento de los adultos estadounidenses en general (incluyendo el
77 por ciento de personas que dicen que son nacidos de nuevo o
evangélica) tiene poca o ninguna confianza que "el universo comenzó
hace 13,8 mil millones años con una gran explosión."
-
42 por ciento en general (76 por ciento de los evangélicos) dudan de
que "la vida en la Tierra, incluyendo a los seres humanos, se desarrolló
a través de un proceso de selección natural."
-
37 por ciento en general (58 por ciento de los evangélicos) duda de que
la temperatura de la Tierra está aumentando "sobre todo debido a los
gases de invernadero que atrapan el calor por el hombre."
- 36 por ciento en general (56 por ciento de los evangélicos) duda de "la Tierra es de 4,5 mil millones de años." (3)
Para Pruett, estos datos son devastadores. Se da cuenta que la ciencia ha perdido la batalla por alcanzar a las masas, muchos de cuyos integrantes al pagar impuestos, financian cientos de investigaciones.
¿Por qué la ciencia no penetra la mente de los cristianos conservadores?
Ensayaré una respuesta. La ciencia dice ser imparcial. Solo la motiva el encontrar soluciones para mejorar la calidad de vida de las personas investigando el entorno que rodea al Ser Humano. Valiéndose del método científico, todo puede ser estudiado, entendido y luego explicado. Si esto es así ¿adónde está lo malo en la ciencia que pocos cristianos la quieren aceptar? ¿Es verdad que la ciencia es imparcial?
La ciencia sí, pero los científicos NO y acá esta el nudo gordiano que nadie puede desatar; la ligadura que induce desconfianza. Lo maligno de la ciencia que despierta rechazos de parte del fundamentalismo cristiano está en el dogmatismo filosófico ateo al que adhieren muchos científicos y no el método.
Ahí esta la razón por la cual millones de creyentes jamás la verán como algo en que confiar. Muchos de estos científicos "predican" ateísmo científico. Si la ciencia fuera solo ciencia y no procuraran algunos de sus científicos imponer de prepo la ideología cientificista que niega lo sobrenatural y atenta contra la creencia en un Dios tutelar; si solo se limitaran a hacer su trabajo y nada más; entonces quizás millones de cristianos estarían dispuestos abrir plenamente sus corazones.
Una verdadera campaña por las mentes y corazones de los cristianos fundamentalistas debería contemplar, en primer término, el derecho a creer en un Dios creador de todas las cosas. Si no se respeta las creencias fundamentales, que nadie espere que, ninguneando el derecho humano a tener fe en un Dios intangible, logre apoyo irrestricto en una comunidad nacida de nuevo. ¿Acaso Pruett no aprendió nada de la historia de lo ocurrido en Vietnam? La gente quiere creer y ser, en lo que quiere ser y creer.
Los cristianos no estamos en contra de la ciencia
Millones de evangélicos apoyamos el progreso científico siempre y cuando este relacionado con una mejoría de las condiciones de vida tanto humanas como animal. Lo que si rechazamos de plano, es la pretención de ALGUNOS científicos que procuran imponer el dogma del cientificismo ateo basado en vanas filosofías.
La teoría sobre el Calentamiento Global esta viciada de controversias nacidas en el fragor de disputas por teorías, antagonismos y celos profesionales, que afectan a muchos científicos. Algunos de estas personas, haciendo caso omiso a la ética que rige a la misma ciencia incluso se niega a dialogar en discrepancia con sus pares, enfrentándose unos a otros en una lucha por las ideas que llegan a niveles muy bajos de intercambio verbal.
Frente a este panorama, no es de extrañar que los cristianos, confiados en la provisión y el cuidado de Dios, se niegen a tomar partido. Simplemente van a seguir viviendo sus vidas normalmente, hasta que Dios disponga lo contrario.
Esto no significa que no estemos preocupados por los males del planeta. Reconocemos que Dios creo esta Tierra y somos mayordomos de la Creación y nos duele ver un jardín tan bello, todo estropeado por la avaricia de muchos hombres y mujeres de mala voluntad. Pero no por esto vamos a permitir que nos gane el miedo hasta perder el sueño. Sabemos que estas cosas habrían de acontecer y confiados en las promesas de Jesús, esperamos nuestra redención y una Tierra con cielos nuevos.
Hace dos mil años el apóstol Pablo nos advirtió : "Tengan cuidado. No presten atención a los que quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen contener sabiduría, pero que sólo son enseñanzas humanas. Esta gente obedece a los espíritus poderosos de este mundo, y no a Cristo". (Colosenses 2:8). Dios Creó no es solo un grito perdido en el mar. Es una declaración de fe.
Quizás un poco de humildad de parte de los cientificistas ateos o agnósticos que hacen ciencia, convendría para limar las asperezas. Una demostración de que pueden hacer ciencia sin necesidad de imponer al resto puntos de vista que repugnen sus conciencias. Convengamos que, cuando vamos al colegio, de prepo nos meten el darwinismo en la cabeza sin siquiera informarnos que es una filosofía que va contra todo lo que creemos y con prepotencia no aceptamos nada.
Así como el ateo no acepta que le impongan religiones sobrenaturales, tampoco nosotros aceptaremos que nos impongan ideologías que, amparándose en el término ciencia, inducen a descreer de la existencia de Dios.
Muchos científicos no creen en el calentamiento global
En
cuanto al calentamiento global, es cierto que la actividad humana esta
modificando los patrones climáticos la mayoría de los cuales, siguen
desconocidos para la ciencia. Pero también es verdad que
no solo el hombre tiene culpa en este problema, sino que otros
factores influyen: por ejemplo, la actividad solar. (El lector puede
consultar una website contraria al calentamiento global clickando AQUÍ) (4)
Los cristianos evangélicos aceptamos el cambio climático
Por tal razón, se ha convenido en consagrar un día al año, para orar por Creación independientemente del día Mundial del Medio Ambiente establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas a celebrarse a partir de 1973, el 5 de junio de cada año.
Aceptamos lo que dicen los científicos sin descuidar el detalle que mucho de lo que informan son teorias en constante modificación por el aporte de nuevos descubrimientos y esto lo sabemos porque muchos hombres y mujeres que hacen ciencia son cristianos. (Ver aquí una lista parcial sobre científicos cristianos).
Recuerdo a los lectores que, el primero en declarar que habría grandes cambios climáticos fue el mismo Señor Jesucristo. Solo basta leer el libro de Apocalipsis para acceder a la profecía confiable que nos advierte que, a futuro, habrá calentamiento global que transformará para siempre, a las sociedades humanas que estén vigentes en esos días terribles. (5)
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1. David Pruett es un ex investigador de la Nasa, actual profesor de matemáticas en la James Madison University
2. Aún así, no niego que existan pastores de nuestras iglesias para quienes, el abuso que sufre el medio ambiente, es el menor de los males. Hace muchos años, en 1990 aproximadamente, durante una charla en mi casa en General Danierl Cerri, provincia de Buenos Aires, los misioneros norteamericanos Darrell y Carolyn Morán me dijeron que, la primera obligación del cristiano es predicar el evangelio y luego, vivir una vida ejemplar dentro de las normas cristianas. Por último, el cuidado del medio ambiente. Esta charla surgió a raíz de mis comentarios a favor de la ecología.
3. El uso de diversas fuentes de estadísticas debe ser revisado varias veces. Por ejemplo, la cita de Pruett colisiona con unas estadísticas publicada en 2008 por Barna Group donde el 90% de los evangélicos consultados sobre cuestiones medio ambientales dijo estar de acuerdo en sumar medidas proteccionistas según cita un artículo de Christian Post de mayo de 2010.
4. El escepticismo con respecto a la implicancia humana en el cambio climático no solo se evidencia entre cristianos sino entre los mismos científicos. Proliferan los artículos que niegan que el cambio climatico este ocurriendo o solo sea responsabilidad del hombre.
5. Los cristianos nacidos de nuevo, por increíble que le parezca a Pruett, si creemos en un cambio climático a futuro. La Biblia lo relata clarísimo en el libro de Apocalipsis. Por ejemplo, el capítulo 6 narra una gran calamidad en la Tierra que afectará no solo a las personas sino también a los animales.
El versículo 12 del mismo capítulo habla de grandes catástrofes donde están implicados terremotos y alteraciones significativas en la actividad solar. El versículo 14 deja más que claro que tanta actividad geológica y climática que desquiciará la vida en la Tierra no vendrá sola sino acompañada con eventos perjudiciales para nuestro planeta que alteraran incluso, el sistema solar.
Será tanto desquicie medioambiental, que la gente buscara refugiarse en cuevas o refugios bajo tierra. De modo que ningún evangélico de buena ley ignora que habrá cambios y todo esto, sin necesidad que un científico algo presumido venga a reprocharnos incredulidad en el calentamiento global. Cuando en la Biblia leemos todo el capítulo 8 de Apocalipsis, esta muy claro para nosotros que los cambios son inevitables.