domingo, 16 de septiembre de 2018

MARÍA VIRGEN, OTRA VEZ


"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo INTERCEDE por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos"

(Romanos 8: 26-39; RVR1960)

Días atrás encontré en la web Reasonable faith del filósofo cristiano William Lane Craig (Para acceder clikc AQUÍ) un comentario enviado por un apologeta católico argentino llamado Claudio R. Bollini (Para acceder, click AQUÍ). 

Website de Claudio R. Bollini
Apologeta Católico

Entre otras cosas, notificó a Craig que tenía una web  donde realizaba apologetica cristiana. Intrigado, fui a ver el sitio y me encontré con una defensa a favor de la adoración de imágenes y algunas apreciaciones erróneas de los protestantes evangélicos que a continuación comparto con algunas intercalaciones de mi parte. Tal parece que la polémica sobre si María debe o no ser venerada, si venerar no es lo mismo a adorar, si los santos son algunas personas o todos los cristianos quienes;  una vez conversos; el Espíritu Santo santifica, no tiene fin entre católicos y protestantes evangélicos.

Escribe el apologeta católico:"Tal vez la acusación más furibunda de muchos predicadores evangélicos es que la Iglesia Católica ha caído en el pecado de idolatría por “adorar imágenes”. Aseguran que las estatuas de Santos, Ángeles o de la Virgen María que pueblan los templos católicos violan el 1er Mandamiento de la Ley mosaica: “No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra (...) No te inclinarás ante ninguna imagen, ni la honrarás…” (Ex 20,4-5; Cf. Deut 5,8-9).

Añade el apologeta católico: "Sin embargo, en el mismo libro del Éxodo, Yahvé mismo ordena luego a Moisés hacer para el Arca de la Alianza “dos querubines alados de oro labrado a martillo en ambos extremos”. Describe con detalle estas dos imágenes a lo largo de tres versículos (Ex 25,18-20). (Siglos más tarde, David, por mandato divino, entregará a Salomón un plano para la construcción del Templo, incluyendo estas imágenes de los querubines: 1Cro 28,18).Durante la marcha hacia Canaán, Dios manda nuevamente a Moisés fabricar otra imagen: una serpiente de bronce colocada sobre un asta; al ser mirada, ésta curará a quien haya sido mordido por una serpiente auténtica (Num 21,8)".

Aclaración protestante: los querubines del Arca de la Alianza jamás recibieron un trato especializado como intercesores. Por el contrario, estaban en el rango de los adornos que Dios estimo correctos a la hora de ordenar construir el arca. En cuanto a la imagen de la serpiente, (Números 21:4-9)  esta no intercedía sino que sanaba a todo aquel que la observara y cuando esta escultura fue objeto de un principio de adoración, inmediatamente fue destruida. (2 Reyes 18: 4). De modo que utilizar estos ejemplos para justificar la veneración de santos no parece contundente. Ninguno de ellos intercedía, mediaba o era adorado o consultado.

Prosigue el apologeta católico: "Para entender la aparente contradicción entre estas órdenes, debe distinguirse entre una imagen y un ídolo. Un ídolo es una representación de un falso dios al que se pretende adorar como si fuera el Dios verdadero. Cuando Dios prohíbe las imágenes, está refiriéndose a ídolos, según el mandamiento “no habrá para ti otros dioses delante de mí” (Ex 20,3). Así pues, para el caso concreto de las imágenes en el ámbito católico, lo que Dios prohíbe es adorar imágenes (sean de Santos, de la Virgen o de Ángeles) como si se trataran del mismo Dios. En este sentido, el Magisterio se ha preocupado en distinguir claramente dos aspectos: 1) los Santos y los Ángeles son creaturas, y a ellas sólo se le debe veneración. La adoración se reserva exclusivamente a Dios 2) Las imágenes religiosas son buenas en tanto que son medios sensibles para remitirnos en última instancia a Dios mismo; caso contrario, se caería también en la idolatría".

Aclaración protestante: En ninguna parte de las Escrituras se ordena al ser humano "venerar" imágenes de "creaturas". Todo lo contrario, hacerlo implica un grave riesgo de caer por la pendiente de adoración a cosas creadas por Dios. Por lo tanto, "venerar" es una doctrina típicamente católica derivada de una hermenéutica propia con escaso respaldo de versículos y sustentada en el Magisterio de la Iglesia algo que los protestantes evangélicos no aceptamos ya que, el único que enseña, es el Espíritu Santo directamente a los creyentes sin pasar por un filtro de doctos como si sucede en la ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana).

Continúa el apologeta católico: "Asimismo, es importante esta distinción complementaria para terminar de despejar las confusiones. Cuando se venerar a los Santos, a través de imágenes o reliquias, se busca intercesión de creaturas que ruegan ante Dios por nosotros. El intercesor se dirige siempre a alguien de mayor jerarquía para transmitir su petición. Así, interceden ante Jesús los amigos del Paralítico (Mc 2,1-12), el Centurión por su esclavo enfermo (Lc 7,1-10), la Cananea por su hija endemoniada (Mt 15,21-28) o la misma Virgen María por los invitados en las Bodas de Caná (Jn 2,3). En cambio, Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (Cf. 1Tim 2,5) como sumo y eterno Sacerdote por nuestros pecados (Cf. Heb 4,14)".

Aclaración protestante:

No existe en las Escrituras ninguna orden a los cristianos para buscar intercesores. Al contrario, el único intercesor es el Espíritu Santo. 

Veamos: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. (Juan 14:16 | RVR60). Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho". (Juan 14:26 | RVR60 |). 

"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo". (Marcos 13:11 | RVR60 |). 

Y por último: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos". (Romanos 8: 26-39; RVR1960). 

De modo que, siendo el Espíritu Santo quien intercede por nosotros ¿qué necesidad tenemos de ir a peticionar entre una legión de santos o a la misma María? 

Redacta el apologeta católico: "Un párrafo aparte merece la persona de la Santísima Virgen María, tan atacada por ciertos pastores evangelistas. La Iglesia siempre la ha considerado “Madre de la Iglesia”, a partir de las palabras de Cristo en la Cruz, cuando le dice al Discípulo Amado, símbolo de la Iglesia: “…aquí tienes a tu madre” (Jn 19,27). Así pues, Dios mismo quiso que María fuese intercesora ante Él, no reemplazando sino conduciendo al único mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo. El Magisterio enseña que también a ella sólo se le debe veneración, aun cuando ésta sea de mayor grado que la del resto de los Santos (culto de “hiperdulía”). Por eso, los católicos están lejos de caer en idolatría cuando piden su intercesión; como madre del Salvador, ella quiso ser el perfecto canal para llevarnos a su Hijo".

Aclaración protestante:En primer término, yo quitaría del texto la palabra "furibunda" ya que denota a una persona que tiene, denota o implica mucha furia. Sería mejor poner "apasionado". Aunque deben existir personas muy anti marianas en mi caso no tengo "furibundia" contra la María sino todo lo contrario. 

Luego refiere a que la "persona de la Virgen ha sido atacada por ciertos pastores "evangelistas". En este punto conviene aclarar: no se ataca a la PERSONA de María sino a la exégesis católica totalmente fuera de rango como veremos mas adelante y no son "pastores evangelistas" ya que "evangelista" es un don que no todos tienen y si protestantes evangélicos. Igualmente, habrá protestantes "furibundos" que "atacan a la Virgen" pero no es mi caso. 

Parece que a los católicos le es difícil hablar de los protestantes en términos correctos porque llamarnos evangelistas a todos es común entre ellos. Realmente suena insultante y habría que preguntarse como se sentirían ellos si los llamaramos "marianos", "marianistas" y no cristianos. A continuación, vuelvo a publicar un artículo -versión resumida- del 2015 que redacte en respuestas a unas objeciones planteadas por un tal Muñoz Lara. Tengo la convicción que será útil su lectura. 


María, la madre de Jesús
Versión protestante evangélica

por

Marc Pesaresi (1)


Sobre María, madre de Jesús, dice el católico  Muñoz Lara

1. Génesis 3, 15: ¿Cuál es la mujer y cual su linaje, subrayo linaje la descendencia? ¿Y por qué el señor anticipa a esta mujer?, considero que le da cierta potestad a ésta mujer, sobre "la serpiente" en este versículo. Pero también a su linaje, a su descendencia, a sus hijos. 

2. Teniendo en cuenta la anterior profecía vamos más adelante a Juan 19, 27-27, donde el Señor transfiere la maternidad de su madre a un discípulo, nosotros entendemos que en este caso nos entrega como madre a la suya, así que Él no se queda con nada de lo que es suyo, todo nos lo entrega, su vida, su palabra, su sacrificio, su divinidad, incluso su madre, ahora es nuestra, y en ese orden de ideas si rechazamos este don, estamos rechazándolo a él, ¡como es posible rechazar semejante amor! 

3. Apocalipsis 12, se describe allí a "La Mujer" y la descripción hecha allí es la de una reina, queda claro que se refiere a María por a quien da a luz: "el que rige las naciones", por otra parte en este mismo capítulo el diablo acecha "los hijos de la mujer", y teniendo en cuenta todo lo anterior, los hijos de la mujer somos nosotros, la Iglesia del Señor.

De todo esto se destaca el papel maternal de María, su existencia se predice desde el principio, además si tenemos también en cuenta que Dios mismo le llama "llena de gracia" a través del ángel, y que ella dice "me llamarán bienaventurada" (y aclaremos que lo hizo con toda humildad), pues qué otra cosa podemos decir, ella es nuestra madre, la nueva Eva, la madre de la nueva creación, y por tanto merece nuestra veneración, (no adoración), por todo esto es que es corredentora, no porque ella se sacrifique ni porque ella otorgue la salvación sino porque ella nos lleva a Jesús, él nos la dio, insisto. 

Ahora, si el problema es la cuestión de la intercesión, sería otra cosa, pero claro que intercede, como en las bodas de Caná. Y siendo la reina, y madre nuestra, ¿acaso no pedirá a Dios por nosotros, ante su hijo no abogará?

María desde la interpretación teológica católica 

Para responder, consultare la obra Teología para Seglares del padre Ludovico Fanfani –reconocido teólogo católico- y el Catecismo de la Iglesia Católica además de libros y Websites protestantes. Fanfani dice en su "Teología para Seglares, Tratado II, La Santísima Virgen", que hay dos tipos de errores a la hora de encarar cualquier estudio sobre María. Los Directos que impugnan la maternidad divina de María y los Indirectos que si bien aceptan la maternidad niegan otros dogmas surgidos del primero. (En este punto, Fanfani me situaría a mi entre los "indirectos").

Aclaración protestante: la teología evangélica moderna, en contra de las interpretaciones católicas, acepta que María fue virgen hasta dar a luz a Jesucristo pero no más allá del parto.

Fanfani también dice que se puede el seglar interesar en los asuntos de la Virgen María bajo un triple aspecto:

A. Histórico o referido a su vida terrena.

B. Dogmático o relacionado con el conocimiento nacido de revelación y fe.

C. Piadoso o de Culto, que se refiere a la devoción que se le puede profesar.

Siguiendo las interpretaciones de Tomás de Aquino a quien se le apodaba el angélico por la claridad y precisión de su pensamiento teológico, Fanfani sugiere que el mejor modo de estudiar a María es desde el punto de vista dogmático dividiendo a su vez el tema en los siguientes ítemes:

1. La divina maternidad de María.

2. Su inmaculada concepción.

3. Su perpetua virginidad.

4. Su asunción al cielo.

5. Su acción mediadora dada su cercanía como “madre de Dios”.

6. Su realeza al ser considerada libre de todo pecado.

Dei Genitrix
María ¿madre de Dios?
La interpretación protestante

Fanfani, quien no se aparta de la teología tomista, como buen católico asume que María es Madre de Dios dado que trajo al mundo a la segunda persona de la Trinidad, nuestro Señor Jesucristo. 

Aclaración protestanteLos protestantes evangélicos advertimos en este punto, que si bien es cierto que María trajo al mundo a Emmanuel (Dios con nosotros) solo fue a una de las personas de la Trinidad  que requería un parto normal para llegar al mundo. No negamos las naturalezas divina y humana de nuestro Salvador pero si estamos atentos a un detalle no menor: para ser Madre de Dios, María debió dar a luz a toda la Trinidad cosa que no sucedió.

María, llena de Gracia

Replica la Website protestante Miapic (Se puede acceder clickando AQUÍ)

De las palabras usadas por el Ángel Gabriel al saludar a la virgen (Lucas 1:28) La Iglesia Católica Romana deriva varias enseñanzas. Dos de ellas son:

1. Ella fue concebida sin pecado. 

Convenía que fuese “llena de gracia” la madre de Aquel en quien “reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2, 9). Ella fue concebida sin pecado, por pura gracia. (Catecismo de la Iglesia Católica, par. 722).

2. Ella fue redimida desde la concepción y fue sin pecado. 

A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc. 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: ...la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (CIC, par. 491). 

De la descendencia de Eva, Dios eligió a la Virgen María para ser la Madre de su Hijo. Ella, "llena de gracia", es "el fruto excelente de la redención" (SC 103); desde el primer instante de su concepción, fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida. (CIC, par. 508). 

La frase “llena eres de gracia” en Griego es “plaras karitos” y solo aparece dos veces en el Nuevo Testamento, y ninguna es referida a María. 

“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad,” (Juan 1:14). 

Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.” (Hechos 6:8). 

La primera cita es con referencia a Jesús el cual, obviamente, es lleno de gracia. Jesús es Dios hecho carne, El Señor crucificado y resucitado, quien nos limpió de nuestros pecados. La segunda cita es Esteban quien estaba lleno de gracia. Podemos afirmar con certeza que Jesús fue concebido sin pecado y nunca pecó, pero, ¿podemos concluir lo mismo con Esteban? Ciertamente no. 

La frase “lleno de gracia” no involucra necesariamente sin pecado en virtud de su uso. En el caso de Esteban, significa que él estaba “lleno del Espíritu y de sabiduría,” lleno de fe y del Espíritu Santo (Hechos 6:3,5). Pero Esteban fue un pecador”.

¿De dónde viene la traducción llena de Gracia?

La Vulgata Latina es la versión Latina de la Biblia hecha por San Jerónimo en el Siglo IV y de ella derivan todas las traducciones católicas hasta la llegada de la excelente biblia de Jerusalén la cual se tradujo, ahora sí, cotejando manuscritos antiguos en griego y hebreo. Es en esta traducción en donde encontramos la traducción al Latín de Lucas 1:28 que dice “Ave, gratia plena. Dominus tecum”. Pero esta frase es una traducción al latín de otra en griego koiné.

Replica la Website protestante Miapic:

Recordemos que el Nuevo Testamento fue escrito en griego, no en latín, pero la Iglesia Romana ha derivado sus doctrinas desde la traducción latina, y no del griego original. En resumen, dado que la ICAR utilizó la Vulgata de Jerónimo en latín para interpretar y elaborar sus dogmas y no los manuscritos antiguos de origen griego, evidentemente se le pasó por alto el detalle.

¿Qué quiere decir en griego la frase “grandemente favorecida”? Esta palabra, “Kexaritomena”,  significa muy favorecida, aceptada, que recibe gracia, etc. Y no “llena de gracia” que es “plaras karitos” (Plaras = llena, y karitos = gracia).

Fanfani explica que significa el dogma de la Inmaculada Concepción escribiendo: “La noción genuina del dogma de la Inmaculada Concepción la tenemos en la misma Bula con la cual Pio IX, el día 8 de diciembre de 1854, definió este misterio” (P. 199, Tratado II, La Santísima Virgen). Para la Icar, María fue preservada por “un privilegio especial de Dios y en previsión de los méritos de nuestro Señor Jesucristo” quedando inmune del pecado original dado que era sumamente necesario que así fuera –da a entender Fanfani- que tal cosa fuera así debido a la maternidad especialísima con que fue honrada.

“A la Biblia se le puede hacer decir cualquier cosa”

Con estas palabras me refutó un escéptico algunas interpretaciones protestantes de las Escrituras. Es cierto: si uno tiene mala intención, puede recurrir al truco de citar fuera de contexto, mutilar pasajes bíblicos, pasarse por alto correlaciones, etc., para arribar a ciertas conclusiones tal como hacen JW Org. (Testigos de Jehová) con su famosa Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras, versión tergiversada para favorecer el arrianismo antitrinitario en el que creen. En lo personal, asumo que los católicos interpretan de buena fe pero, no es la única interpretación que existe sobre María. El protestantismo tiene sus argumentos y también lógica a la hora de encarar tan interesante asunto.

En verdad, el argumento católico desde el punto de vista de la especulación teológica y filosófica, tiene su valor. Porque, aunque la Biblia nada diga sobre la Inmaculada Concepción, especular sobre cómo pudo Dios que es tres veces santo introducir a la Segunda Persona de la Trinidad en el mundo mediante un cuerpo humano, puede llevar a la deducción de la necesidad de una mujer libre de toda mancha de pecado. Para detener las especulaciones, se requiere precisión y en las Escrituras no existe un solo pasaje, ni siquiera en las versiones católicas, donde se nos explique con claridad de sol de mediodía, que María fue libre del pecado original.

Fanfani nos recuerda a los Protestantes que “existe diferencia entre la exención del pecado original tal como se dio en Cristo y tal como realizó en María su madre”. Dado que Cristo, por ser quien era, de ningún modo podía estar afectado por el pecado original, no es lo mismo María quién necesitaba de una “intervención” especial. Este privilegio le fue concedido, dice Fanfani, en el momento mismo de su concepción. De ahí entonces, el título del dogma la Inmaculada Concepción de María. Pero si el lector duda si fue exceptuada durante su nacimiento o antes, Fanfani recuerda que el privilegio fue dado en el momento mismo de ser creada su alma. En este punto, la especulación arraiga y nos envía a terrenos donde todo puede ser posible.

Fanfani nos explica  desde la más pura especulación teológica, afirmando que la humanidad contrae el pecado original en el momento en que el alma pura ingresa al cuerpo carnal “infeccionándose” así, con la maldición que nos llega desde los días de Adán. Pero que en María esto no sucedió por voluntad de Dios quien le dio un cuerpo libre del pecado que aflige al resto de la humanidad.

El lector tiene que enterarse que la Biblia no dice una sola palabra de lo que afirma Fanfani llegándose a estas conclusiones, por pura reflexión humana. Pero los pensamientos de los hombres no necesariamente son los de Dios de modo que, la Inmaculada Concepción puede ser una doctrina errónea.

Objeción 1.

Según Muñoz Lara, Génesis 3:15 profetiza la obra redentora de María cuando Dios le afirma a la serpiente –figura del diablo- que pondrá enemistad entre ella y la mujer. Por lo tanto, aquí habría una referencia a la Inmaculada Concepción.

Respuesta protestante:

Los protestantes evangélicos concordamos con el catolicismo en cuanto a que Dios le advierte al diablo que una mujer le será tremendo obstáculo a futuro pero nada más.  No infiere el pasaje, ninguna Inmaculada Concepción. Tampoco da pie el pasaje, para fundamentar ninguno de los cuatro dogmas marianos. 

Objeción 2.

Pregunta Muñoz Lara: ¿Por qué mientras Jesús estaba en la cruz, no le pidió a alguno de sus hermanos que se encargaran de María en vez de pedírselo a Juan? Si Jesús tenía hermanos y hermanas, ¿no debió entregársela a ellos? Debido a que no lo hizo, lo más probable es que no tuviese hermanos ni hermanas.

Juan 19:26-27: “Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.

Respuesta protestante:

La explicación es sencilla: todos sus discípulos menos uno, habían huido. Sus hermanos también además que no creían en él. La gran cantidad de seguidores que llegó a tener en Jerusalén y alrededores, estaban aturdidos y expectantes y la mayoría alejados del lugar del tormento. Pocos acompañaron al calvario a Jesús, entre ellos, Simón de Cirene y obligado ya que no estaba en su mente cargar con un instrumento de muerte. Jesús estaba prácticamente solo, conforme a las profecías.

En aquellos días, las mujeres no podían mantener un hogar sino que esta responsabilidad le cabía solo a los varones. Las viudas o mujeres solas y huérfanos eran vulnerables a toda suerte de atropellos sociales y morales precisamente porque nadie contemplaba su asistencia. María estaba acompañada en ese momento de algunas mujeres pero estas no podían hacerse cargo de su manutención. Tal como exigía la ley –porque cumpliendo la ley de Moisés hasta el final Cristo inauguró un  Nuevo Pacto- traspasó su responsabilidad a Juan.

Por esta razón la recibió en su hogar. De no ser así, no habría tenido tal obligación. Jesús sabía, por otra parte, que sus hermanos y hermanas no estaban a la altura de las circunstancias. Se requería de alguien como Juan para ayudar a una mujer doliente. ¿Por qué Juan y no Pedro? Porque Juan estaba presente, aún aterrado, él se mantuvo a los pies de la cruz firme. Pedro, entre tanto, estaba oculto debido a los acontecimientos temiendo, seguramente, que lo fueran a buscar y ajusticiar.

Por último, respondo algunos ítemes de Fanfani

1. La divina maternidad de María.

María, como hemos dicho, es madre de Jesús, Segunda Persona de la Trinidad. No es la Madre de Dios porque no dio a luz a la Santísima Trinidad.

2. Su inmaculada concepción.

No existe evidencia alguna en las Escrituras sobre tal asunto debiendo apelar los teólogos que la defienden a la tradición.

3. Su perpetua virginidad.

Imposible: La Biblia afirma que José la conoció en el sentido de tener relaciones habituales entre marido y esposa bendecidos por Dios.

4. Su asunción al cielo.

Todo creyente en Jesucristo, cuando muere, va a la presencia del Señor. En este caso, se asume que María como cristiana y habiendo aceptado a Jesús como Señor y Salvador fue al cielo luego de morir en la Tierra. Pero nada dice la Escritura sobre una asunción en cuerpo al cielo. Toda esta doctrina se sustenta en especulaciones teológicas y tradición.

5. Su acción mediadora dada su cercanía como “madre de Dios”.

Imposible. La Biblia es certera al afirmar que solo Jesucristo es quien media como si fuera un abogado. (Ver 1 Juan 2 clickando AQUÍ) y el Espíritu es quien intercede con "gemidos indecibles".

Dijo Pedro lleno de Espíritu Santo: "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ah venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:11,12)

Y si alguno objetara declarando: la Biblia dice "bajo el cielo" no sobre, la misma Palabra refuta declarando:"Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" (Juan 3:16).

"Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23)

"Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10: 9-10).

"Más a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Hijos de Dios" (Juan 1:12)

"Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios" (1 Juan 4:15).

"Si alguno está en Cristo, nueva criatura ese; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).

"Y atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porqué después de haber dicho: este es el pacto que haré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes las escribiré y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones" (Hebreos 10: 15-17)

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).

"Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el día postrero" (Juan 6:40).

"Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque este muerto vivirá. Y todo aquel que  vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Juan 11: 25,26).

Nada semejante a esto se dice en las Escrituras con respecto a María.

6. Su realeza al ser considerada libre de todo pecado.

Los cristianos solo tenemos un Rey de Reyes y ese se llama Jesucristo. Sin embargo, si María acepto a Cristo como Señor y Salvador, por supuesto que fue limpia de pecados al momento de convertirse. (Recordemos que era una doncella judía y requería creer en el Señor Jesucristo para ser salva como cualquier mortal).

7. Para finalizar.

Si María fue preservada de "infeccionarse" con el pecado original como proponen los católicos ¿por qué declaró en Lucas 1:47, 48: "Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aqui, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones". Bienaventurado se traduce como "feliz" y dado que, según Jesús, todos los salvos serán bienaventurados, felices, en el día de la redención, no quiere decir que la bienaventuranza de María sea diferente al resto de los creyentes. Si en verdad María nació sin pecado jamás habría llamado a Dios su Salvador y Cristo es Dios.

1. Marc Pesaresi trabaja como historiador en el Museo Histórico Municipal dependiente de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Antonio Oeste, Río Negro, Argentina. Realizó estudios de literatura, teología y periodismo. 



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