sábado, 10 de marzo de 2018

GÉNESIS 6 y LOS GIGANTES ANTEDILUVIANOS

El presente artículo esta basado en las doctrinas cristianas evangélicas


(R. Bellver, 1877)
Madrid, España
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Wikimedia Commons


Por

Marc Pesaresi


¿Quiénes fueron los hijos de Dios que se menciona en Génesis 6:2?


Ma

Actualmente, prevalecen dos interpretaciones teológicas sobre esta parte de las Santas Escrituras.

a) Los hijos de Dios serían hombres piadosos descendientes de Set, hijo de Adán y Eva (Génesis 4:25), quienes invocaban el nombre de Jehová (Génesis 4:26), en un primitivo culto de adoración a Dios que la Biblia sugiere que se practicaba en Génesis 4:3,5.

Estos antiguos fieles al Creador habrían sido seducidos por la belleza del linaje del asesino Caín, descendencia que parece haberse corrompido muy pronto según se narra en Génesis 4:19-24.

La unión de los Setitas con la prole corrupta de Caín provocó que los piadosos perdieran su espiritualidad al mezclarse con un pueblo pecaminoso, rebelde al Dios que los creó.
A esta teoría adhieren grandes cristianos del pasado, como Crisóstomo, Cirilo de Alejandría, Agustín de Hipona y Jerónimo.

b) Los hijos de Dios serían ángeles rebeldes a Dios que se descarriaron cometiendo inmoralidades no permitidas para criaturas de su condición.

Esta suposición se basa en el hecho de que a los ángeles se los llama “hijos de Dios” en Job 1:6; 2:1; 38:7.

Algunos demonios, participante en esta alteración de la coexistencia entre ambos géneros de criaturas inteligentes, serían quienes fueron confinados en prisiones de oscuridad hasta el día del juicio (2 Pedro 2:4 y Judas 6).

Objeción: los ángeles de Dios “ni se casan ni se dan en casamiento” (Mateo 22:30).

Respuesta: es verdad que nos ángeles obedientes no se casan, pero Génesis 6 se refiere a los ángeles caídos en desobediencia. Así se entiende el gravísimo acto de “no guardar su dignidad” (la de oficiar como mensajeros celestiales destinados a colaborar en la administración Divina de la creación).

El evento que cita Judas 6 consistió en la materialización voluntaria en forma de varones, con el fin de mantener relaciones sexuales con las mujeres humanas.

A favor de esta interpretación se encuentran  Calvino y Cassuto entre otros.


¿Es posible que los ángeles puedan procrear siendo ellos seres espirituales?


Los ángeles fueron creados como seres inteligentes un poco superiores a los hombres (Salmo 8:6; Hebreos 2:7), sin necesidad de multiplicarse mediante la sexualidad.

Sin embargo, se sabe que pueden materializarse con cuerpos humanos (Génesis 18:1,2; 19:1-22) o presentarse delante de los hombres con aspecto de mujer (Zacarías 5:9).

Los ángeles caídos conservan todas sus facultades angélicas teniendo solamente corrompida su inteligencia y voluntad. En un estado de pecado permanente bien pudieron:

a) materializarse con forma humana y procrear mediante milagros falsos.

b) tomar posesión de cuerpos de varones para inducir la procreación.


       ¿Qué motivos pudieron tener estos ángeles rebeldes para intentar la procreación?


Algunos expositores bíblicos creen que los impulsó la lujuria. Ellos veían a los hombres gozar sexualmente con sus mujeres y desearon desordenadamente hacer lo mismo.

Otros dicen que, siendo los ángeles espíritus difícilmente puedan tener apetitos sensitivos; que la razón de su comportamiento obedecería a la ejecución de un plan siniestro: suplantar la raza humana por otra creada por ellos.

Varios eruditos presuponen que los ángeles caídos pretendieron utilizar a las mujeres para contraatacar a Dios. Y así como el querubín rebelde engañó a Eva (Génesis 3:1-7) induciendo la caída en desgracia de Adán (Génesis 3:6), estos tal vez intentaron repetir la maniobra pero en una escala mucho mayor, con la intención de impedir la llegada en el futuro, de un redentor tal como se le promete a la primera pareja humana en Génesis 3:15. La intención de estos demonios no sería otra que la de suplantar la raza humana por otra creada por ellos, con el fin de impedir que Jehová redimiera a la humanidadSolo así se entenderían los pasajes de Judas 6 y 2 Pedro 2:4.5 y el terrible castigo al que fueron sometidos, aun antes de la llegada del tiempo del juicio final.

Monte Hermón
al norte de Israel
Según el capítulo 6 del libro apócrifo de Enoc
200 ángeles caídos descendieron a la Tierra sobre su cima
Los cananeos lo usaron para oficiar rituales.
Es un probable lugar donde Jesús se transfiguró
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Wikimedia Commons


       ¿Quiénes fueron los gigantes de Génesis 6:4?

Al interpretar este pasaje se debe tener en cuenta, que en el v.4., la palabra nefilim; traducida como gigantes; significa en hebreo bíblico “derribadores; los que hacen caer a otros; seres caídos en rebeldía; alguien delante de quien se cae de admiración; hombres de renombre”.

Nefilim es una palabra plural que se emplea dos veces; en Números 13:33 además del pasaje mencionado, que no significa gigantes en el sentido de personas muy altas. 

El pasaje bíblico en cuestión sugiere que en tiempos de la elección de mujeres por parte de los hijos de Dios, los Nefilim ya existían y que estos eran, o bien ángeles rebeldes u hombres de conductas violentas y aventureras.

Ahora bien: los v.4 y 5 vierten: “los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre”. Aquí la palabra empleada en “valientes” es Gibborim que etimológicamente significa “héroes, fuertes y valientes”. Pero este vocablo tampoco admite ser traducido como gigantes.  Entonces ¿quiénes fueron los gigantes? 

El hebreo tiene otra palabra para designar a personas de gran estatura que es: Rephaim o Refaím la cuál si equivale a gigantes. Este vocablo es empleado en 2 Samuel 21:15,16-20; 22; 2 de Crónicas 20:4-6-8.

Buswell [1]dice que las palabras hannifilim y hagibborim hashshem (valientes varones de renombre) son “dos designaciones que se explican mutuamente y deben entenderse juntas”. En este sentido, la clasificación de gigantes no se estaría refiriendo a individuos de gran estatura sino al vigor físico y a las acciones extraordinarias de estos hombres antediluvianos que “agigantaban” su fama ante los demás.

La Septuaginta afirma que los Nefilim y los Guibborim son los mismos puesto que utiliza la misma palabra gigantes, para traducir ambas expresiones. En síntesis, parece ser que, en tiempos previos al diluvio, coexistieron junto a la raza humana, los "hijos de Dios" (ángeles rebeldes para quienes prefieren esta teoría) y hombres aventureros de gran maldad quienes con sus conductas depravadas llenaron de violencia a la Tierra mereciendo; tanto unos como otros; castigo de parte de Jehová.  Por otra parte, Irineo de Lyon escribió: 



DEMOSTRACIÓN DE LA PREDICACIÓN APOSTÓLICA
(Epideixis)

Los Gigantes

 La dilatación de la maldad y la disminución de la justicia

18. La maldad, extendiéndose continuamente, alanzó e inundó la raza humana; sólo un poco de semilla de justicia quedaba en ella. Porque, además, sobre la tierra tenían lugar uniones ilegítimas: los ángeles fornicaron con las hijas de los hombres, quienes dieron a luz unos hijos que por su enorme estatura fueron llamados gigantes. Los ángeles, entonces, dieron a sus esposas como regalo malignas enseñanzas. Les enseñaron la manera de obtener extractos de flores y plantas, tintes y pinturas, joyas y cosméticos, los celos y los amores apasionados, la seducción y la coquetería, los sortilegios de la magia, toda clase de adivinación e idolatría odiados por Dios. Y una vez desencadenadas tales cosas, el mal se expandió hasta desbordar, y la justicia disminuyó hasta casi desaparecer.



El diluvio como juicio de Dios

19. Finalmente, cuando vino sobre el mundo el justo juicio de Dios con el diluvio en la décima generación, contando desde el primer hombre, únicamente Noé fue encontrado justo y, gracias a su propia justicia, fue salvado con su mujer, sus tres hijos y sus mujeres, encerrados en el arca con los animales que Dios había ordenado a Noé introducir en el arca. Cuando la destrucción se cernía sobre toda la tierra, sobre hombres y seres vivientes, se salvaron solamente los que estaban en el arca. Los tres hijos de Noé eran Sem, Cam y jafet, y su estirpe volvió a multiplicarse de nuevo. Éstos son el origen de todos los nacidos después del diluvio. (La catequesis católica; cc. 4-41) Para acceder al documento, click AQUÍ.


Apéndice

La Biblia Reina Valera 1960 traduce en Génesis 6:4 “había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre”.

La Santa Biblia Nueva Versión Internacional (NVI), por el contrario vierte en el mismo pasaje: “Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas, nacieron gigantes, que fueron los famosos héroes de antaño. A partir de entonces hubo gigantes en la tierra”.

La versión de las escrituras Dios Habla Hoy vierte de modo parecido a la NVI: “Los gigantes aparecieron en la tierra cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres para tener hijos con ellas, y también después. Ellos fueron los famosos héroes de los tiempos antiguos”.

La versión Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras traduce: “Los nefilim[2] se hallaban en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos del Dios (verdadero) continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, estos fueron los poderosos [3] que eran de la antigüedad, los hombres de fama”.

¿Por qué razón la Nueva Versión Internacional (NVI) declara que los gigantes, en vez de estar presentes en la tierra al suceder el evento narrado en Génesis 6, fueron los descendientes de la cruza entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres?

El Comité de Traducción Bíblica designado por la Sociedad Bíblica Internacional con el Dr. René Padilla como presidente del mismo y el Dr. Luciano Jaramillo, como Secretario Ejecutivo junto a pastores, profesores expertos, historiadores, antropólogos y lingüistas, trabajaron siguiendo los parámetros exegéticos y principios hermenéuticos que se empleó en la traducción de la New International Versión (NIV) en inglés, Biblia que tuvo una gran aceptación entre los angloparlantes.

Es posible que, en un intento por conciliar ambas teorías en boga sobre este enigmático capítulo de la historia de la humanidad, los traductores hayan vertido de tal modo, con el fin de conformar a una gran masa de creyentes de las más diversas denominaciones. Pero esta actitud no parece ser la más aconsejable a seguir, después de analizarse el pasaje en cuestión.

Los textos hebreos dan a entender, que en los tiempos de la cruza entre los hijos de Dios con las hijas de los hombres, los nefilim se hallaban presentes en la tierra y no, como se pretende hacernos creer,  que éstos fueran híbridos producto de la unión entre seres de especies diferentes.

En opinión del autor de este artículo, los nefilim son demonios. Un grupo de estos ángeles rebeldes se habría materializado con cuerpos de varones, para engendrar hijos con las mujeres humanas,mediante cualquiera de los medios ya mencionados (milagros o posesión).

Fueron los descendientes de esta increíble unión, los poderosos en vigor físico, capaces de hazañas aventureras y que causaron asombro y admiración entre los habitantes de la época. Para una lectura adicional:

Para leer online  El Libro de Enoc, click AQUÍ o la versión en PDF, clickando AQUÍ

(C) Marc Pesaresi


[1] Buswell; J.R.: Teología Sistemática; Ed.  Logoi; Miami; USA; 1980; Tomo 2; P. 143.
[2]  Nefilim o los derribadores.
[3] Hagibborim o los poderosos.

TIEMPO

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