Actualizado
Julio 2017
con el aporte de
Fernando J. Walsh
profesor de Matemática, Física y Cosmografía
Advertencia
Luego de varios años online, el presente post
se encuentra en restructuración.
A lo largo del tiempo varios lectores observaron errores que requieren corrección
Saludos cordiales
___________
Advertencia
Luego de varios años online, el presente post
se encuentra en restructuración.
A lo largo del tiempo varios lectores observaron errores que requieren corrección
Saludos cordiales
___________
Sol y Luna inmóviles en el cielo
Este episodio en la historia de Israel sucedió, según la Biblia, durante la conquista de la Tierra Prometida por parte del ejército de Israel bajo el mando del sucesor de Moisés, un varón valiente llamado Josué. Consigna la Escritura que nunca más, después de este hecho, Dios acepto que un hombre le diera órdenes.
Contexto Geográfico, político y militar
En el transcurso de la campaña militar por la conquista de la tierra prometida, cinco reyes Amorreos se coaligaron contra la ciudad de Gabaón quién había hecho pacto de servidumbre con los hebreos. Fiel a lo pactado, Josué defendió la ciudad aliada del ataque enemigo venciendo a las tropas de la coalición. Fue durante uno de estos combates que sucedió el episodio del Sol y la Luna inmóviles en lo alto del cielo.(Debajo un mapa con el lugar de los hechos).
Jib, El Jib
(Gabaón) en la actualidad
Google maps
Está claro por qué Josué le solicitó a Dios que el día continuara. La batalla se prolongaba en persecución y alcanzado el mediodía, los Hebreos se dieron cuenta que precisarían mucho más tiempo que el proporcionado por el periodo diurno si querían alcanzar una victoria completa.
Como el relato bíblico habla que tanto la Luna como el Sol se detuvieron y tomando en cuenta que el satélite de la tierra estaba "sobre" el valle de Ayalón al oeste de Gabaón (Jib), inferimos del relato que tanto la Tierra como la Luna debieron dejar de rotar. (La Tierra completa su giro en torno al Sol en un año, mientras que gira en su eje sufriendo un bamboleo o presiación. Entre tanto, la Luna rota alrededor de la Tierra 13 veces durante los 12 meses). En cuanto al Sol, como este rota mucho más lento en torno al núcleo galáctico, quizás no se detuvo.
Es cuando el Sol pasa por el meridiano celeste que relaciona al polo norte con el sur celeste y cruza por su cenit y el nadir, que es cuando alcanza su máxima altura. En estos momentos, la Luna se puede ver en primer día que se encuentra en su fase "creciente". En síntesis, los astrónomos saben que la Luna se puede ver al mediodía, sin que esta o el Sol, dejen de rotar.
Para quienes no entienden esta explicación, a tomárselo con calma. La Luna es famosa precisamente, por la tremenda complejidad de su movimiento que, para entender como rota, requiere una gran capacitación astronómica y matemática sobre todo. (Ver la siguiente página para mayor información).
Imagine el lector, tres astros dejando de rotar sus tres movimientos básicos: sobre su propio eje, en conjunto con el resto de los planetas y satélites, en torno al Sol y este a su vez, en su traslado alrededor del núcleo galáctico y la luna alrededor de la Tierra. Sin duda que todo el sistema solar debió ser afectado por una parálisis semejante.¿Cómo es que no hay relatos paralelos de este increíble acontecimiento, en otros pueblos que ya sabían escribir?
En el transcurso de la persecución del enemigo, este sufrió una tremenda granizada entre Azeca y Maquedá que lo diezmó por completo pero que no pareció afectar a los hebreos. Quienes no creen que el granizo pueda lastimar, basta mirar la fotografía que muestra pelotas de hielo de gran tamaño, en Mendoza el 25 de Noviembre de 2008.
Como el relato bíblico habla que tanto la Luna como el Sol se detuvieron y tomando en cuenta que el satélite de la tierra estaba "sobre" el valle de Ayalón al oeste de Gabaón (Jib), inferimos del relato que tanto la Tierra como la Luna debieron dejar de rotar. (La Tierra completa su giro en torno al Sol en un año, mientras que gira en su eje sufriendo un bamboleo o presiación. Entre tanto, la Luna rota alrededor de la Tierra 13 veces durante los 12 meses). En cuanto al Sol, como este rota mucho más lento en torno al núcleo galáctico, quizás no se detuvo.
Conviene aclarar que es "mediodía" en términos astronómicos
Es cuando el Sol pasa por el meridiano celeste que relaciona al polo norte con el sur celeste y cruza por su cenit y el nadir, que es cuando alcanza su máxima altura. En estos momentos, la Luna se puede ver en primer día que se encuentra en su fase "creciente". En síntesis, los astrónomos saben que la Luna se puede ver al mediodía, sin que esta o el Sol, dejen de rotar.
Para quienes no entienden esta explicación, a tomárselo con calma. La Luna es famosa precisamente, por la tremenda complejidad de su movimiento que, para entender como rota, requiere una gran capacitación astronómica y matemática sobre todo. (Ver la siguiente página para mayor información).
Autor
Divad
Fuente
Wikimedia Commons
Entre tanto, en la Biblia, el relato asombroso
Imagine el lector, tres astros dejando de rotar sus tres movimientos básicos: sobre su propio eje, en conjunto con el resto de los planetas y satélites, en torno al Sol y este a su vez, en su traslado alrededor del núcleo galáctico y la luna alrededor de la Tierra. Sin duda que todo el sistema solar debió ser afectado por una parálisis semejante.¿Cómo es que no hay relatos paralelos de este increíble acontecimiento, en otros pueblos que ya sabían escribir?
Valle de Ayalón (ubicación aproximada) y Jib (Antigua Gabaón)
Foto
Google Earth
Pedrada divina
En el transcurso de la persecución del enemigo, este sufrió una tremenda granizada entre Azeca y Maquedá que lo diezmó por completo pero que no pareció afectar a los hebreos. Quienes no creen que el granizo pueda lastimar, basta mirar la fotografía que muestra pelotas de hielo de gran tamaño, en Mendoza el 25 de Noviembre de 2008.
Si una pedrada de hielo duro -los hay de mayor tamaño-
como esta encuentra a gente al descubierto, el daño que le provocará puede ser mortal.
Foto
Algunos intentos por explicar el fenómeno
A la par de los muchos que descreen de este relato catalogando su información de puras fantasías; predomina la idea entre los escépticos que el relato no es sino, un audaz recurso literario para resaltar la victoria hebrea; otros sin embargo, se han tomado el trabajo de elaborar explicaciones argumentando -por ejemplo- que fue un eclipse o una conjunción astrológica. A continuación, un aporte sobre diferentes teorías de lo que pudo suceder en los días de la conquista hebrea de Palestina, un evento cuya narrativa nos hace suponer que nos encontramos frente a uno de los más grandes misterios de las Escrituras.
La Teoría Literaria: Me notificó una lectora del blog, Selva, de la existencia de una opinión diferente sobre este asunto tan particular. Según el ex sacerdote y teólogo Ariel Álvarez Valdés, es muy probable que, el relato no sea sino una invención literaria de tipo épico -que me corrija alguien si equivoco la interpretación- como los que nos legaron los europeos al estilo La Canción de Rolando, el Mío Cid, etc. En síntesis, los eventos no habrían ocurrido necesariamente como se los describe sino que, re elaborado el texto bíblico en tiempos del rey Josías -gran reformador religioso hebreo- pasó a las escrituras hebreas como un relato literario.
La teoría astrológica sugiere que el líder hebreo habría considerado beneficiosa una conjunción planetaria. Pero parece muy dudoso que Josué apelara a recursos astrológicos, a sabiendas que podía consultar a Dios en todo momento, cuando lo quisiera. Recordemos que llevaba el pueblo hebreo el Arca del Pacto, nada menos, objeto que garantiza presencia, asistencia y comunicación directa con Dios a toda hora.
La teoría del eclipse se sustenta precisamente, en dos eclipses, uno de Sol que habría acontecido el 6 de enero de 1470 a C y otro lunar que se vió un poco antes del amanecer en dirección al valle de Ayalón, el 22 de diciembre de 1471 a C con una magnitud de 1,28. Pero el relato no parece describir un eclipse sino un fenómeno desconocido que implicó la detención literal de los dos astros por casi un día.
La teoría literal es interesante pero mucho me temo que no resiste por falta de evidencias colaterales. Es la que usó el santo oficio para "desmentir" a Galileo Galilei que la Tierra no se movía en torno al Sol. En efecto, los curas argumentaban que el texto "demostraba" que el Sol y la Luna se movían en torno a la Tierra y no al revés. El cristiano piadoso puede adherir con fe a esta teoría pero recordando que, en el academicismo se exige, evidencia para aceptar un argumento. Si se pudiera encontrar un texto, una referencia, que notificara por fuera del relato bíblico que este fenómeno sucedió, sin duda que la explicación literal se impondría.
La teoría atmosférica sugiere que el evento no fue sino, un temporal que ocultó la luz del sol pero no la de la Luna. Dado que se habla de granizo, se infiere que hubo una tormenta. El ejército de Josué, que atacaba por el este, al notar el estrago que producía la lluvia de hielo en piedras oró para que el Sol no apareciera (para que no terminara la tormenta). Una granizada de larga duración jamás ha sido vista ni reportada. Sin embargo, algo extraordinario ocurrió ese día, tanto, que fue incluido en un libro llamado del Justo para memoria en posteridad.
La Teoría de Fernando J. Walsh, profesor de Matemática, Física y Cosmografía a nivel secundario y terciario y quien, además, es autor de libros y conferencista bíblico. Walsh es cristiano evangélico y pertenece a la Unión Evangélica de Argentina, denominación protestante nacional en la que, hace ya más de treinta años, tuve la bendición de creer en el Señor Jesucristo para aceptarlo como Salvador de mi vida.
Walsh desempeña sus tareas docentes en la ciudad de Madariaga, provincia de Buenos Aires y es autor del libro "El señor de los dos Libros". Sin más presentación, remito el post que me enviara y que ahora subo para consideración de todos los que procuran indagar en las verdades de la Biblia. Dice Walsh:
Sin duda, el texto que transcribimos a continuación es uno de los pasajes bíblicos sobre los que más se ha discutido en la historia: usado hasta el día de hoy por sabios y teólogos para proclamar una tierra inmóvil en el centro del universo o para cuestionar la veracidad de la Biblia, o para proponer diferentes modelos de interpretación exegética cuando hay supuestos conflictos entre la biblia, la historia y la ciencia, sigue siendo un texto de profundos debates científicos y teológicos.
Procuraremos brevemente mostrar cómo el relato bíblico ha sido capaz de resistir todos los embates y salir incólume de la guerra desatada contra él durante casi 3000 años. Y defenderemos la postura de que fue la tierra la que desaceleró su rotación, aunque bien podría haber otras alternativas plausibles. En la versión Reina Valera 1960 leemos:
Josué 10: 12-13
Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.
Este texto fue usado por la inquisición para obligar al italiano Galileo Galilei (1564-1642) a retractarse (1633) de sus postulados heliocéntricos (paradójicamente desarrollados por el sacerdote polaco Nicolás Copérnico, 1473-1543), que afirmaban entre otras cosas que el Sol está quieto en el centro del universo y que la tierra gira alrededor de él y gira sobre sí misma. Se afirma que Galileo dijo al retirarse, luego de retractarse, “eppur si muove”. Y esta historia ha sido largamente usada (y muy mal usada) como ejemplo de la guerra entre la “ciencia progresista” contra la “religión oscurantista”.
En una famosa y extensa carta[i] escrita por Galileo (1615) a su “protectora” Cristina de Lorena (Gran Duquesa de Toscana), éste hace una encendida defensa de su teoría, procurando demostrar que la misma no contradice para nada las Escrituras, las que él conocía profundamente y en las que creía fervientemente (leerla completa nos confirmará tal afirmación).
Galileo demuestra en la carta gran erudición teológica, mayor a la de sus rivales. Citando a San Agustín, Tertuliano, San Jerónimo, etc., desarrolla esta idea: “que la intención del Espíritu Santo es enseñarnos cómo se va al cielo, y no cómo va el cielo” (como funciona el cielo) Y que no debe haber contradicción entre la Biblia y la ciencia“.
La Sagrada Escritura y la naturaleza proceden igualmente del Verbo divino, aquélla como dictado del Espíritu Santo, y ésta como la ejecutora perfectamente fiel de las órdenes de Dios”
En resumen, él propone dos posibles situaciones:
1ª) Que Dios habló de acuerdo a la capacidad y conocimiento de las personas de la época en que fueron escritas (y aún de su propia época). Al decir “el sol se detuvo” estaría diciendo lo que las personas perciben con sus sentidos, aunque la realidad física sea diferente, esto es, que es la Tierra la que se ha detenido en su movimiento de rotación sobre su eje.
2ª) Más osada que la anterior, dice que:
"El pasaje referente a Josué puede comprenderse sin alterar la significación directa de las palabras”afirmando que con el tiempo se llegará a una comprensión más profunda que zanjará las diferencias; en esta dirección propone que el sol se mueve, pero no trasladándose alrededor de la tierra, sino sobre su propio centro de gravedad, dando un giro completo en cerca de 30 días (hoy se sabe que son cerca de 27).
Este movimiento sería responsable del gran impulso que otorga al resto del universo, haciéndolo girar alrededor del sol. Si esto fuera así, Galileo postula que verdaderamente el sol pudo haber sido detenido por Dios, y que esa detención provocaría el cese de todos los otros movimientos, incluido el de rotación de la tierra, conciliando de esta manera su teoría científica con el relato literal del texto.
Como hoy sabemos, Galileo estaba en parte equivocado: los movimientos de los planetas no dependen de la rotación solar, sino del tironeo gravitatorio entre éste y aquellos, gobernados por la famosa ley de gravitación universal descubierta por el inglés Isaac Newton (1643-1727). Así que desde Galileo hasta principios del siglo XX el Sol siguió estando quieto en el centro del universo y todo lo demás girando alrededor.
Y nuestro pasaje bíblico siguió tironeado, por un lado, por los ateos (y otros exponentes críticos) para demostrar error en la Biblia, y por el otro, por cristianos que congeniaban con la primera idea de Galileo, para asegurar que lo importante no es lo literal, sino el significado: ¿cómo iba a decir Dios “y la tierra se detuvo”? ¿quién lo iba a entender?
Pero Galileo no estaba tan equivocado, porque había otro error en su cosmovisión, lo que finalmente demostraría que tenía razón al decir que el avance del conocimiento zanjaría el problema: ¡El Sol también se traslada!
Hasta principios del siglo XX, las transformaciones galileanas (que permiten describir un movimiento en función de diferentes sistemas de referencia, elegidos según convenga, ya que todo movimiento, “salvo el del Sol”, es relativo) podían usarse para todo lo que se moviera; reitero: menos para el Sol. Él sí estaba absolutamente quieto. Era una locura hablar de movimiento del sol, salvo que se le agregue la palabra “aparente”.
Pero desde que Lemaître y Hubble lo postularon (y luego se confirmara), el universo está en expansión. Ya no hay nada fijo. Todo se mueve. ¡El sol se mueve! El sistema solar gira alrededor del centro de la vía láctea, la cual también se mueve. No hay ningún sistema de referencia preferencial sobre otro; ahora todo objeto puede ser usado como sistema de referencia: El Sol, la Tierra, la Luna, un tren o una persona cayendo en paracaídas, etc.
Cuando se usa a la Tierra como sistema de referencia astronómico, se habla de coordenadas geocéntricas (latitud y longitud o ascensión recta y declinación)
Intentemos ahora acercarnos nuevamente al texto bíblico, con esta nueva cosmovisión: “Sol detente en Gabaón”. No sé qué cosmovisión tenía Josué. Pero él da una orden de que el Sol se detenga en Gabaón. Quizás el piense que es el Sol el que se mueve y la tierra está quieta. Tiene razón. Así se piensa ahora. Al sistema de referencia (la tierra) se lo considera quieto. Al objeto (el sol) que cambia sus coordenadas al transcurrir el tiempo, respecto de un sistema de referencia, se lo considera en movimiento.
Quizás el crea que la tierra está “absolutamente” quieta: sería un error. Pero a Josué eso no le importaba. Lo que quería era que el Sol se detenga en ciertas coordenadas geocéntricas, por eso dice “Gabaón” (tampoco dice “detente en el cielo”, dice “en Gabaón”, un lugar en la tierra; una coordenada terrestre).
El único cuestionamiento que se puede hacer es que él parece hablarle al Sol. Si usted piensa como yo, que debe haber sido el movimiento de rotación de la tierra el que se detuvo ¿por qué le habla al sol? ¿no debería hablarle a la tierra? “Tierra, detente, para que el sol se quede quieto en el cielo”. Observamos que en ambas situaciones le está hablando a cosas inanimadas. Ni el sol ni la tierra tienen oídos. Es un lenguaje simbólico, figurado. Yo creo que le habla a la naturaleza y le habla a Dios (vs. 12). Dios, que el Sol se detenga en Gabaón, implique eso lo que quiera que implique.
Usted dirá “pero al final ¿quién se detuvo? ¿la tierra o el sol?” Ya lo he dicho: se detuvo el sol respecto de la tierra, aunque para que eso suceda debe detenerse la tierra en su rotación, ambas descripciones son científicamente correctas “hoy”.
¿Y por qué choca tanto a nuestra mente la frase “el sol se detuvo”? Porque se nos ha metido en el cerebro la idea de un Sol quieto y todo girando alrededor de él. Si podemos hacer una reconstrucción mental y entender que todos los movimientos son relativos a un sistema de referencia arbitrario que nos permita una descripción sencilla de lo que sucede, comprenderemos por qué los modelos geocéntrico, heliocéntrico y universo en expansión, son modelos que sirven para describir y estudiar movimientos relativos.
Así como la cosmovisión geocéntrica fue una bendición, por un lado, pero una atadura al conocimiento, por el otro, el heliocentrismo también lo ha sido. Un sol quieto se nos metió en el cerebro. La posibilidad de que el sol se mueva lo metió en el gran mundo de cosas que pueden ser descritas como moviéndose en relación a otras cosas. “El sol se detuvo” es ahora nuevamente una descripción literal de lo que pasó. Pero eso no significa ni que la tierra sea plana ni que esté quieta en el centro del mundo.
Este es el mejor ejemplo de como una contradicción entre la ciencia y la biblia solo surge cuando hay una mala interpretación bíblica o una mala interpretación de los fenómenos naturales. O un desconocimiento parcial.
No he tocado el tema de cómo fue el milagro; los milagros no se explican, son milagros. Pero entender cómo pudo suceder sin que se produzca un cataclismo universal puede traer luz para los que les cueste digerir la historia. Hay diferentes interpretaciones y Marc lo ha explicado muy bien (“¿Se detuvieron el Sol y la Luna en Gabaón?”). Solo puedo agregar que mi postura es que Dios desaceleró el movimiento de rotación (no lo detuvo bruscamente). Esa es la idea cuando dice que el sol no se apresuró a ponerse. El pasaje no da a entender que el Sol se quedó quieto absolutamente, sino hoy todavía estaría allí
Cuando miramos al Sol y decimos “allí está” nadie nos critica; sin embargo, el diámetro del sol es de medio grado y la luz tarda unos ocho minutos en llegar a la tierra, tiempo en el cual el sol avanzó 2 grados, por lo que el sol “verdaderamente no está allí”, está 1,5 grados más al oeste de lo que lo vemos. En forma semejante, si el sol disminuyó su movimiento (aparente[ii]) por ejemplo, a la mitad de velocidad, para un observador parecería que el sol está como “quieto”; y como miles de veces se ha dicho, la Biblia no es una enciclopedia de astronomía, ni usa el lenguaje científico de la actualidad, pero no tiene errores astronómicos.
Por otro lado, el movimiento de rotación de la Luna alrededor de la tierra es bastante lento. Unos 12 grados por día, completando los 360 grados en unos 29 días (mes lunar). Se mueve aparentemente rápido porque la tierra está rotando; pero si la rotación de la tierra se frena, la Luna va a quedar prácticamente quieta varias horas.
¿No hay fuentes extra bíblicas que confirman el relato? Hay distintas posibilidades, sin descartar que la misma biblia es suficiente por sí misma para soportar cualquier escrutinio. Josué vivió aparentemente cerca del 1200 a. C. En esa época no estaba tan desarrollada la astronomía ni los recuentos históricos como se cree. Sin embargo, hay varios relatos que describen una situación similar en diversas culturas.
En Perú (Incas) y en México[iii] (Aztecas) hay historias o leyendas de un día en el que el sol se retrasó varias horas en salir. El mito griego de Faetón (hijo de Apolo), que interrumpe el curso del sol por un día; En Nueva Zelanda, el mito de Mauri que frenó al sol (por supuesto, acá se cuenta que desde entonces el Sol anduvo más despacio; eso no invalida el hecho que hay relatos y leyendas relacionadas con algo que presumiblemente pasó).
Herodoto[iv] cuenta que los egipcios y sus sacerdotes le dijeron: “el sol invirtió cuatro veces su carrera natural” sin que se produjeran catástrofes. En China hay un relato del emperador Yao sobre el sol deteniéndose. No puedo garantizar que estos relatos sean fidedignos, pero creo que es erróneo pensar que hay documentos confiables de todo lo que sucedió en esa época.
Conclusión: si Galileo viviera nos diría que tenía razón en cuatro cosas, la tierra se mueve, el sol rota sobre sí mismo, la biblia no contradice a la ciencia y que el futuro zanjará tal disputa. Lástima que tuvo que retractarse. Y nosotros le diríamos acerca del Sol “eppur si muove”. La Biblia resiste a toda cosmovisión, porque “la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” (Is. 40:8)
La ciencia y los escépticos demandan pruebas
Luego de leer al Profesor Walsh, se me ocurre definitiva su respuesta y ha llegado en un momento oportuno al menos para mi intelecto. En lo que respecta a este pasaje, tengo paz. No necesito buscar más. Roguemos para que Dios continúe dando hombres y mujeres de sabiduría a su pueblo.
Algunos hermanos recuerdan que Dios es Todopoderoso y que las cosas imposibles para los hombres, para él no lo son. Estoy de acuerdo. Pero tampoco obra ilógicamente. Detener al planeta implica consecuencias geológicas que otros pueblos debieron notar. No se trata que Dios no pueda. Como poder, puede. El problema no es el poder de Dios sino las consecuencias de un obrar semejante que no vemos en los registros de pueblos vecinos.
Si bien la granizada de tamaño grande existe, que la Tierra se detenga implica algunas preguntas que hay que responder. ¿Qué de la energía cinética? Si el planeta frena de golpe ¿no se notarían los efectos en sus masas líquidas y en la misma atmósfera? Si la detención fuera de algunas horas ¿no se produciría una noche más extensa en la otra parte del globo que hubiera quedado registrada en las memorias de las civilizaciones que dominaban la escritura? Nos quedan un montón de preguntas sin respuestas.
Ojalá algún científico cristiano algún día decida encarar este apasionante misterio al menos, para indagar un poco más en este asunto divino. Quizás en el futuro, se encuentren archivos que nos den más luz. Por el momento, este pasaje bien que podría ser considerado un misterio sin resolver. O el relato es un invento literario o fue un hecho real. Usted decide.
¿Qué del presunto día perdido que habría encontrado la Nasa?
Hace tiempo que circulan en las iglesias, foros y blogs cristianos, referidos a este episodio, que la Nasa habría descubierto, no solo el día perdido que implicó la detención del Sol y la Luna durante la batalla de entre hebreos y cananeos, sino también los 40 minutos (10º) que retrocedió el Sol y que se narra en 2 Reyes 20. La web Apologetics Press ha publicado una excelente investigación de Bert Thompson Ph.D., sobre quien o quienes propagaron esta mentira que transcribo en parte:
La versión moderna de la historia sugiere que los científicos de la NASA del Centro Espacial de Vuelo de Goddard en Greenbelt, Maryland, estuvieron usando computadoras sofisticadas para trazar las posiciones del Sol, la Luna y otros planetas 100, y 1000, años en el futuro para calcular las trayectorias espaciales. Repentinamente las computadoras pararon. Como resultado, las computadoras habían descubierto un “día perdido” en el tiempo. Los técnicos no supieron cómo arreglar el problema. Pero uno de los científicos presentes había asistido a la escuela dominical cuando era niño, y recordó una historia en la cual Dios hizo que el Sol se parara por alrededor de un día. Cuando él sugirió esto como una posible solución, los otros científicos le ridiculizaron. Sin embargo, el científico abrió la Biblia en Josué 10 y leyó la historia. El técnico entonces introdujo la nueva información en las computadoras (teniendo en cuenta cuidadosamente el “día perdido” de Josué), y las máquinas una vez más zumbaron juntas perfectamente—casi.
Las computadoras repentinamente pararon otra vez porque estas no habían descubierto un día completo; algo todavía faltaba. Aparentemente (así continúa la historia) las computadoras solamente encontraron 23 horas y 20 minutos. En otras palabras, 40 minutos todavía faltaban. Pero el científico que fue a la escuela dominical sugirió la respuesta a este enigma. Él recordó 2 Reyes 20, lo cual indica que el Rey Ezequías, habiendo recibido promesa del aplazamiento de su muerte inminente, había requerido una señal del Cielo. Dios entonces hizo que el Sol se moviera hacia atrás diez grados—¡o exactamente 40 minutos! Esta información fue introducida en las computadoras, y estas una vez más trabajaron perfectamente.Este cuento llegó a circular extensamente a finales de la década de 1960 y a comienzos de la década de 1970 como resultado de los esfuerzos de Harold Hill, entonces-presidente de la Compañía de Motores de Curtis en Halethorpe (Baltimore), Maryland. En su libro de 1974, How to Live Like a King’s Kid (Cómo Vivir Como un Hijo del Rey), el señor Hill dedicó un capítulo entero a la historia (pp. 65-77) y explicó cómo esto llegó a extenderse tanto. Él declaró que en ocasiones él hablaba a estudiantes de secundaria y universidad concerniente a los temas de la Biblia/Ciencia, y que la historia del “día perdido” de la NASA era una que él “a menudo contaba” (pp. 65-66). De alguna manera (incluso el señor Hill nunca supo cómo), Mary Kathryn Bryan, una columnista del diario Evening World de Spencer, Indiana, recibió un relato escrito de la historia del señor Hill y lo publicó en su columna. Después, Hill anotó, “Varios servicios noticieros recogieron la historia y esta apareció en cientos de lugares” (p. 69, énfasis en original). Sin duda se le proporcionó al relato una cierta cantidad de credibilidad inherente cuando el señor Hill sugirió concerniente al programa espacial en Goddard: “Yo estuve involucrado desde el comienzo, a través de arreglos contractuales con mi compañía” (1974, p. 65). [Sin embargo, la conexión del señor Hill con la NASA era de poca importancia; su compañía tenía un contrato para hacer una revisión de los generadores eléctricos de la agencia del gobierno. Él nunca estuvo conectado en ninguna manera con operaciones de misión o planificación]. Todos los esfuerzos por confirmar el origen de la historia han fallado. Después que apareció un artículo acerca de esta en la revista Bible-Science Newsletter de abril de 1970, varios lectores escribieron al señor Hill. Un artículo posterior de la Bible-Science Newsletter de julio de 1989 hizo mención al hecho que después del artículo de 1970, algunos lectores finalmente recibieron una carta del señor Hill en la cual él declaraba que él no había originado el cuento. En su libro de 1974, él reconoció que no había sido testigo del incidente en la NASA personalmente, y dijo que no podía recordar dónde primero lo había oído, pero insistió que “mi incapacidad de suministrar documentación del incidente del ‘día perdido’ de ninguna manera resta valor a su autenticidad” (p. 71).
Un artículo de la edición de julio de 1989 de la Bible-Science Newsletter reportó que
el Dr. Bolton Davidheiser escribió a la oficina de la NASA en Greenbelt, Maryland, donde se supone que todo esto había pasado. Ellos respondieron que no sabían nada del señor Harold Hill y no podían corroborar la referencia del “día perdido”... El párrafo conclusivo de la carta de la NASA dice: “Aunque nosotros usamos las posiciones planetarias como necesarias en la determinación de las órbitas espaciales en nuestras computadoras, yo no he descubierto que algún ‘astronauta y científico espacial en Greenbelt’ haya estado involucrado en la historia del ‘día perdido’ atribuida al señor Hill” (Bartz, 1989, p. 12).
El origen de la historia en el mejor de los casos es sospechoso (y en el peor de los casos falso). Los hechos, donde puedan verificarse, son incorrectos. Y aquellos supuestamente involucrados en el hallazgo del “día perdido” de Josué admiten no saber nada acerca de tal evento. Adicionalmente, cualquiera que clame que las computadoras de alguna manera pudieran “encontrar” un día perdido falla en entender cómo funcionan las computadoras. Como Paul Bartz ha comentado:
Las computadoras no son máquinas mágicas que pueden averiguar cosas que están escondidas de la gente normal. Aunque son tan maravillosas, están limitadas por el conocimiento que nosotros les damos. Las computadoras dependen de nosotros para su conocimiento. Aunque una computadora pudiera ser usada para producir un calendario desde hoy hasta el pasado distante, lo cual no es una práctica inusual, una computadora no pudiera decirnos si algún tiempo estuvo ausente o no. De hecho, la computadora tuviera que ser programada con toda clase de ajustes para dar cuenta por varios cambios en el calendario occidental durante los pocos años pasados. En pocas palabras, la historia es técnicamente imposible, sin importar cuán sofisticada sea su computadora (1989, p. 12).
La única conclusión que podemos sacar, con respecto a los hechos disponibles, es que la historia es falsa y no debería ser circulada. Nosotros perjudicamos la Palabra de Dios cuando intentamos “defenderla” con historias tales como estas que, con un poco de sentido común y una pequeña cantidad de investigación, pueden ser probadas como no teniendo fundación factual en absoluto. (Ver APOLOGETICS PRESS)
Astucia maquiavélica
En la actualidad, Gabaón (antigua capital de los Heveos) o ciudad de la colina en idioma hebreo, se denomina El Jib o Jib y es una zona densamente poblada a unos 10 kilómetros al noroeste de de Jerusalén. Cuando los israelitas al mando de Josué invadieron la región después de destruir Jericó y Hai, los habitantes de Gabaón o ciudad de la colina, planearon su supervivencia a base de un engaño.
Se presentaron en Gilgal delante del líder hebreo afirmando provenir desde muy lejos atraídos por la fama de Jehová, argumentando pobreza al vestir poco menos que harapos y portado carga de vino viejo en burros cansinos además de tener provisiones de pan duro.
Jib en la actualidad
Foto
gentileza
Wikimedia Commons
Wikimedia Commons
Josué se conmovió de la pobreza de estas gentes e ignorando que eran habitantes de una ciudad destinada a la destrucción, sin consultar a Dios (aún sospechando que podían estar mintiéndole), les concedió paz y alimentos.
Días más tarde, cuando supo que había sido timado, reaccionó con ira y como no podía asesinar con quienes había pactado la paz, los condenó a buscar leña y agua para el altar de Dios bajo un régimen laboral casi parecido a la esclavitud. Cuando los vecinos de los Gabaonitas se enteraron del pacto que habían hecho estos con Israel, encolerizaron y el rey Adonisedec de Jebús; la posterior Jerusalén; invitó a otros reyes amorreos ( Hohán de Hebrón, Pirán de Jarmut, Jafía de Laquis y Debir de Eglón) para ir a reclamar con las armas en las manos.
Aterrados de nuevo los de Gabaón; eran un pueblo astuto pero cobarde para la guerra; llamaron en auxilio a sus nuevos aliados y a Josué no le quedó otra que ir a pelear, eso sí, esta vez consultó a Dios (no fuera que los Gabaonitas le tuvieran reservada otra sorpresa) quien le dio el visto bueno y ya, con la certeza de una victoria completa, salió con todas sus tropas a enfrentar a los enemigos. La batalla fue complicada en su desarrollo por la ferocidad de los enemigos y por las anomalías meteorológicas y astronómicas arriba mencionadas,
Una vez que los reyes amorreos entendieron que estaban derrotados, emprendieron la huida y en su persecución salieron los israelitas. Josué los persiguió hacia el oeste sudoeste por la bajada de Bet - horón procurando eliminar el mayor número posible de tropas de la coalición. Finalmente, los reyes enemigos atrapados dentro de una cueva, fueron ajusticiados como era costumbre en aquellos días.
¿Qué sucedería si la Tierra dejara de girar?
Epílogo
No existe explicación científica para este evento. El creyente deberá apelar a la fe en el relato bíblico si desea aceptar la veracidad del mismo y el que no, puede elegir el escepticismo. Ambos caminos por el momento, son posibles dependiendo si creo o no en Dios.
(c) Marc Pesaresi