Christianity Today afirma que sí
Website de
Christianity Today
del
07/11/2012
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La prestigiosa revista cristiana analiza la particiación evangélica en las últimas elecciones donde, millones de protestantes, votaron a favor del candidato republicano Romney. Por afinidad "de valores" el Santo de los últimos Días consiguió apoyo incluso, del anciano evangelista Billy Graham. Sin embargo, la presencia protestante mayoritaria no fue suficiente para llevarlo a la Casa Blanca. No deja de ser curioso este soporte ya que, desde siempre, los tradicionalistas evangélicos han considerado a los mormones como una secta y no, como una religión tradicional.
Dice Christianity Today "Mientras que los líderes evangélicos
siempre han declarado que el evangelismo es políticamente diverso; un
identificador teológico más que político; en las últimas elecciones, el
cristianismo protestante ha estado políticamente más unificado que nunca.
Pero en la mayoría de
los resultados electorales aún cuando los evangélicos se unieron en gran parte
(detrás de Romney), perdieron.
Sabemos menos sobre los votantes evangélicos de este año,
que hace cuatro porque las
encuestas de salida no preguntaron a muchos votantes, sobre si eran
"evangélicos nacidos de nuevo".
Según
las encuestas pre-electorales , los evangélicos de raza blanca respaldaron
a Romney por casi 4 a 1 (en contra de Obama) Romney recibió una porción mayor
del voto evangélico que cualquier otro candidato presidencial republicano.
En casi el 80 por
ciento, el apoyo evangélico para (el candidato republicano) era tan fuerte, y tal vez mucho más, que el apoyo
mormón a Romney .
Si por décadas se enseñó a las generaciones de evangélicos que los mormones son una secta de orígen diabólico con influencias en la masonería, en este contexto convendría hacer una pregunta: ¿desde cuando Dios se junta con el diablo para llevar a su pueblo a recuperar principios y valores? ¿Qué concordia Cristo con Belial? (2 Corintios 6:15 Versión Reina Valera 1960).
Quienes utilizaron la Escritura para dar sermones en contra de los mormones y luego le dieron el voto a un Santo de los Últimos Días, deberían reflexionar sobre si fue positivo o no, apoyar a Romney, cuya fe religiosa fue por décadas criticada desde el ámbito pastoral, editorial y a nivel de comentarios populares. Afortunadamente, un mormón no es un satanista. Pero queda flotando en el aire la sensación que, si mañana apareciera un hijo de la oscuridad que posee "los mismos valores" que los protestantes y se presentara a ser candidateado, entonces se lo apoyaría solo porque tiene puntos de vistas similares a los nuestros.
La Asociación Evangelística Billy Graham no pareció importarles este asunto. Se pasó por alto un detalle importante:, la mayoría de los líderes evangélicos tradicionales nos han venido repitiendo por años que los mormones no son cristianos. Sin embargo, los Graham, padre e hijo, no solo recibieron a Romney en la casa particular del legendario predicador sino que incluso, el anciano evangelista lo apoyó abiertamente y como él, millones de evangélicos imitaron su conducta.
Obama fue reelecto y "lo mejor esta por venir" prometió. Veremos si lo bueno está en camino. Entre tanto, los protestantes que vivimos fuera de los Estados Unidos y que fuimos alguna vez misionados por norteamericanos nos quedamos perplejos al observar como la política tuerce incluso, doctrinas por años aceptadas y predicadas.
Votar por un mormón cuya fe fue catalogada de diabólica y muy mala, solo porque tiene "los mismos valores bíblicos" es inaceptable por lo contradictorio del mensaje que propaga la acción. A menos claro, que el tradicionalismo evangélico haya dejado de creer que la religión de los mormones es muy mala y la haya subido a la categoría de buena y aceptable. Solo el tiempo dira si este apoyo de un sector del protestantismo a un mormón fue por conveniencia o no.
Quienes utilizaron la Escritura para dar sermones en contra de los mormones y luego le dieron el voto a un Santo de los Últimos Días, deberían reflexionar sobre si fue positivo o no, apoyar a Romney, cuya fe religiosa fue por décadas criticada desde el ámbito pastoral, editorial y a nivel de comentarios populares. Afortunadamente, un mormón no es un satanista. Pero queda flotando en el aire la sensación que, si mañana apareciera un hijo de la oscuridad que posee "los mismos valores" que los protestantes y se presentara a ser candidateado, entonces se lo apoyaría solo porque tiene puntos de vistas similares a los nuestros.
La Asociación Evangelística Billy Graham no pareció importarles este asunto. Se pasó por alto un detalle importante:, la mayoría de los líderes evangélicos tradicionales nos han venido repitiendo por años que los mormones no son cristianos. Sin embargo, los Graham, padre e hijo, no solo recibieron a Romney en la casa particular del legendario predicador sino que incluso, el anciano evangelista lo apoyó abiertamente y como él, millones de evangélicos imitaron su conducta.
Obama fue reelecto y "lo mejor esta por venir" prometió. Veremos si lo bueno está en camino. Entre tanto, los protestantes que vivimos fuera de los Estados Unidos y que fuimos alguna vez misionados por norteamericanos nos quedamos perplejos al observar como la política tuerce incluso, doctrinas por años aceptadas y predicadas.
Votar por un mormón cuya fe fue catalogada de diabólica y muy mala, solo porque tiene "los mismos valores bíblicos" es inaceptable por lo contradictorio del mensaje que propaga la acción. A menos claro, que el tradicionalismo evangélico haya dejado de creer que la religión de los mormones es muy mala y la haya subido a la categoría de buena y aceptable. Solo el tiempo dira si este apoyo de un sector del protestantismo a un mormón fue por conveniencia o no.
(C) Marc Pesaresi