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TEOLOGÍA de la SECULARIZACIÓN
TEOLOGÍA de la SECULARIZACIÓN
"¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
O el hijo del hombre para que le visites?"
El hombre es capaz de grandes obras, como construir ciudades asombrosas en tamaño y belleza.
También es capaz de hablar cosas muy necias en contra de Dios Todopoderoso
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Puerto Madero, Capital Federal,
Buenos Aires, ARGENTINA
Puerto Madero, Capital Federal,
Buenos Aires, ARGENTINA
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(El presente artículo no refiere a la sociedad secular, sino a algunas propuestas para transformar creencias y costumbres en la iglesia de Jesucristo)
En occidente, la mayoría de las personas, vivimos en una sociedad secular. Preferimos la democracia, con sus virtudes y defectos, a tener que vivir bajo tiranías sean ateas, pseudo teístas; como algunas dictaduras militares sudamericanas que supimos padecer en nuestro reciente pasado; monárquicas, como la de Arabia Saudita o teocráticas como la que padece el pueblo de Irán.
La democracia es lo mejor para nuestras vidas no obstante, vivir en este contexto implica desarrollar el ejercicio de la apologética más que nunca ya que todas las personas, gracias a Dios, tienen derecho a publicar lo que piensan. Con la democracia, los evangélicos hemos podido llegar, parafraseando a Star Trek, donde "nadie estuvo jamás" sembrando las buenas nuevas del evangelio. Pero también avanzan los enemigos de la fe.
Para Kant, lograr una sociedad secular era como arribar por fin, a la madurez del hombre. Liberado de los preceptos religiosos, podría por fin decía, asumir la responsabilidad de ser lo que quisiera ser para bien o para mal.
La secularización de nuestros días no ha llegado bien acompañada. Por el contrario, se suman los radicalismos, las crisis sociales y económicas y la gente tiene sensación que nada esta bien; hay un fastidio generalizado hacia la clase dirigente, un enojo que ya no se puede contener. Simultáneamente, algunos grupos fundamentalistas del escepticismo y ateísmo andan buscando chivos expiatorios a quienes sacrificar en el altar de la culpa a causa de los males sociales modernos y no falta quien apunta con dedo acusador a las religiones del mundo. Como si en la espiritualidad radicara la culpa de todos los males.
En realidad, no culpan a los religiosos tan solo por tener dioses o pensamiento mágico; en realidad lo que hacen es escupir a Dios su intervención en el mundo. Ellos quieren borrar del orbe cualquier mención a Dios. No lo van a conseguir. Cristo dijo una verdad: las puertas del infierno no prevalecerán sobre la iglesia. Amén.
La democracia es lo mejor para nuestras vidas no obstante, vivir en este contexto implica desarrollar el ejercicio de la apologética más que nunca ya que todas las personas, gracias a Dios, tienen derecho a publicar lo que piensan. Con la democracia, los evangélicos hemos podido llegar, parafraseando a Star Trek, donde "nadie estuvo jamás" sembrando las buenas nuevas del evangelio. Pero también avanzan los enemigos de la fe.
Modernismo y liberalismo disfrazado de cristianismo
Para Kant, lograr una sociedad secular era como arribar por fin, a la madurez del hombre. Liberado de los preceptos religiosos, podría por fin decía, asumir la responsabilidad de ser lo que quisiera ser para bien o para mal.
La secularización de nuestros días no ha llegado bien acompañada. Por el contrario, se suman los radicalismos, las crisis sociales y económicas y la gente tiene sensación que nada esta bien; hay un fastidio generalizado hacia la clase dirigente, un enojo que ya no se puede contener. Simultáneamente, algunos grupos fundamentalistas del escepticismo y ateísmo andan buscando chivos expiatorios a quienes sacrificar en el altar de la culpa a causa de los males sociales modernos y no falta quien apunta con dedo acusador a las religiones del mundo. Como si en la espiritualidad radicara la culpa de todos los males.
En realidad, no culpan a los religiosos tan solo por tener dioses o pensamiento mágico; en realidad lo que hacen es escupir a Dios su intervención en el mundo. Ellos quieren borrar del orbe cualquier mención a Dios. No lo van a conseguir. Cristo dijo una verdad: las puertas del infierno no prevalecerán sobre la iglesia. Amén.
No es de extrañar que, en un ambiente de ninguneo a Dios como el actual, aparezca una teología a favor de las secularización de las cosas de Dios, proponiendo abordar el tema desde el descreimiento tomando fundamentos en la problemática social de nuestros días y en el conocimiento científico técnico.
Entre las características principales de esta propuesta teológica, que tomo fuerza a principios de los años sesenta, se encuentra vivir cristianamente pero sin Cristo, desarrollar una vida en comunidad de modo altruista pero con ausencia de Dios, relativizar las normas bíblicas a cambio de otras surgidas de pensadores humanistas y establecer que la idea de un Creador es obsoleta frente al conocimiento que aporta la ciencia.
Comienzos de la Teología de la Secularización
Un texto fundamental que impulsó esta teología es la obra Honest to God (publicado en 1963 por SCM Press) de John Robinson.(1919-1983) quién fue obispo anglicano de Woolwich, Inglaterra.Quizás el concepto más impactante que surge de la lectura del libro es que -la idea de un Dios Todopoderoso “allá arriba"- debe ser erradicada por errónea, anticuada, sin sentido.
Para Robinson, que se inspira y mucho en los trabajos de los teólogos racionalistas Paul Tillich, Dietrich Bonhoeffer y Rudolf Bultmann, la iglesia jamás debió ser una institución de hombres religiosos sino, para personas quienes, amando a Dios, obren según su parecer. Cabe preguntar donde quedan los mandamientos en este tipo de propuestas. Qué de los mandatos de Cristo de ir por todo el mundo predicando el evangelio.
Dos años después de la obra de Robinson, apareció el libro The Secular City: Secularization and Urbanization in Theological Perspective de Harvey Cox (quien fuera profesor en Harvard Divinity School hasta su retiro en el 2009) donde pretendía convencer a la ortodoxia protestante que el secularismo lejos de ser enemigo del evangelio, era una propuesta amigable, consecuencia del mismo.
Detrás, la portada de su libro The Secular City
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La razón desalmada
Con una mano en el corazón, se tiene que aceptar que este tipo de propuestas teológicas no es nada nuevo. Durante la Revolución Francesa se trató de racionalizar la religiosidad de la gente. Se impuso, entre algunas mejoras sociales y cambios en los modos de contabilizar el paso de los meses, el culto a la Diosa de la Sabiduría la cuál, mas tarde se la trató de subordinar al Ser Supremo que habita en las alturas. Con estas medidas "espirituales" se pensó reemplazar al catolicismo y protestantismo y otorgarle a las personas ideas propias del enciclopedismo.
Fiesta del Ser Supremo
Celebrada en el Jardín de las Tullerías
Robespierre encendió el fuego que consumió un muñeco que representaba al ateísmo
Y al disiparse el humo, apareció a la Diosa de la Sabiduría
La cuál "demuestra de este modo" señalando al cielo,
Que depende del Ser Supremo .
Con esto pretendía afirmar que, si bien la razón es necesaria,
Debe subordinarse.
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Ilustración de época
Sin embargo, esta racionalidad no impidió que Francia viviera sus horas más oscuras. En junio de 1793 hubo una revolución (dentro de la Revolución) mediante la cual, los Jacobinos lograron desplazar del poder a los Girondinos. De inmediato formaron un Comité de Salvación Pública cuya figura descollante fue Robespierre. El Comité de inmediato formó los Tribunales Revolucionarios Inapelables encargados de juzgar sumariamente a todos los opositores. Con esta designación, Francia entró en su hora más negra.
Un Tribunal Revolucionario Inapelable
Del Comité de Salvación Pública
En plena tarea de sembrar el terror.
El desdichado de la izquierda tendrá suerte si salva de la guillotina.
Ilustración de la época
Cientos de personas fueron guillotinadas; entre ellas la Reina María Antonieta, Madame Du Barry, de la que narran los testimonios de la época murió pidiendo clemencia, el científico Lavoisier ( a quién el juez encargado de condenarlo, al hacerlo, espetó que "Francia no necesitaba químicos ni físicos" lo cual demuestra que clase de "razón" impulsaba a la revolución). Tampoco se salvó el Rey Luis XVI o poetas como Chénier.
Robespierre, al margen de firmar las órdenes de ejecución, desarrollaba su vocación por la espiritualidad. De modo que, no conforme con la Diosa de la Sabiduría y observando un auge del ateísmo, decidió imponer el culto al Ser Supremo. Finalmente, hartos de tanta masacre sin sentido, algunos franceses conspiraron y dieron un golpe de estado; Robespierre y los suyos fueron apresados y condenados a morir en la guillotina.
Estos excesos, dentro de una revolución que pretendía llevar libertad, igualdad y fraternidad a los ciudadanos demuestran que, la secularización, puede derivar en locuras como cualquier régimen absoluto.
Masacres de septiembre 1792
Dos episodios de la época de terror de un régimen basado en la razón.
Uno, la matanza de los curas católicos refractarios en el convento de las Carmelitas.
Dos, los asesinatos de los prisioneros políticos en una cárcel de París.
Hubo más muertes, además de estas, se presume, unas 1400 víctimas (1).
Ilustración de la época
Teología sin Cristo
La Teología de la Secularización pretende eliminar la distinción entre iglesia y mundo (no confundir separación de la Iglesia del Estado que es un proceso necesario sobre todo, para aportar justicia a los habitantes de una nación con muchas religiones como Argentina); idea que viene de lejos.
Ya en 1954, la Segunda Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, se realizó bajo el lema “Cristo es la esperanza del Mundo” omitiéndose toda referencia a la Iglesia del Señor Jesucristo. El "mundo" que hacía referencias el Consejo es precisamente, el mismo mundo que Cristo desdeña.
Ya en 1954, la Segunda Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, se realizó bajo el lema “Cristo es la esperanza del Mundo” omitiéndose toda referencia a la Iglesia del Señor Jesucristo. El "mundo" que hacía referencias el Consejo es precisamente, el mismo mundo que Cristo desdeña.
En cierto modo, este tipo de teología es una reacción en contra del filosofar ontológico, un reclamo por comenzar a dar verdadera esencia y sustancia pero con activismo dinámico, entendiéndose este, como un fuerte tendencia a involucrarse en los temas sociales. La Teología de la Liberación plantea también, la necesidad de inmiscuirse en la problemática social.
De ahí que Robinson gustaba afirmar que, en vez de encontrar un Dios Benigno deberíamos encarar la búsqueda del prójimo benigno al cuál destinarle nuestros esfuerzos de colaboración. Es además, un abandono hacia la ética bíblica a la cuál se reemplaza por otra ética situacional o nueva moralidad inspirada en preceptos de hombres. Es un oponerse a la ética tradicional inspirada en el contenido de la Biblia, por otra que nace de la realidad social en que se halla inmerso el hombre.
De ahí que Robinson gustaba afirmar que, en vez de encontrar un Dios Benigno deberíamos encarar la búsqueda del prójimo benigno al cuál destinarle nuestros esfuerzos de colaboración. Es además, un abandono hacia la ética bíblica a la cuál se reemplaza por otra ética situacional o nueva moralidad inspirada en preceptos de hombres. Es un oponerse a la ética tradicional inspirada en el contenido de la Biblia, por otra que nace de la realidad social en que se halla inmerso el hombre.
¿Nueva moralidad?
Robinson decía que la ética cristiana tiene la particularidad de ser opuesta al Humanismo, orientada hacia principios sobrenaturales que tienen precedencia sobre las personas a los cuales hay que conformarse sin importar las circunstancias. Este tipo de razonamientos me recuerda a la advertencia que, en los días finales, los hombres buscarían maestros que les dijeran lo que deseaban oír y no lo que Dios tenía para decir. (Ver 2 Timoteo 4:3).
Los secularistas buscan minimizar la deidad de Cristo
Convencer que Jesús fue un hombre común, que un día tuvo un “encuentro” con Dios, optando por vivir “cerca” del Creador. De ahí que rechacen la idea de un reino nuevo de índole sobrenatural que pudiera surgir con el regreso de Cristo. El único mundo que conocemos es donde vivimos. Pensar en otros “mundos celestiales” es una vía de escape a la realidad donde el verdadero cristiano, debe actuar. Jesús fue un buen tipo, que dijo cosas ciertas, importantes, pero nada más. En esto se parecen a los Testigos de Jehová, para quienes Cristo fue un gran hombre.
Quizás el punto fuerte controversial de esta teología se encuentra en su oposición a la escatología bíblica de un reino por venir. Existe un enfoque netamente humanista de las cosas de Dios, un declarar: si eres verdadero cristiano, olvida las creencias basadas en pensamiento mágico y concéntrate en las necesidades del mundo. Por lo tanto, para el secularista, aceptar un futuro reino de Cristo en nuestro planeta, es imposible. Sería como creer verídico un cuento de ciencia ficción.
En la Tierra están los verdaderos problemas, argumentan. De ahí que descreen en el Reino de Dios con la Nueva Jerusalén bajando de los cielos. Para ellos, estas promesas son fantasías que hay que erradicar de las prédicas dominicales. Y no solo descreen de las promesas futuras, sino que algunos, hasta ponen en tela de juicio verdades como la misma existencia del infierno. Tal es el caso del extraño pastor Rob Bell para quién, la doctrina del infierno no solo es "mentirosa" sino que además, aleja a los presuntos candidatos del amantísimo Dios.
Parece que Bell, en toda su sapiencia, pasa por alto una verdad fundamental: el que atrae a los fieles a Cristo es el mismo Dios. (Ver Romanos 8:30) y que el infierno se infiere, en Lucas 16:19-31. En cuanto al castigo eterno, citemos lo que el propio Papa Benedicto XVI dijo en febrero de 2008: "el infierno existe, y no está vacío". Parece increíble que Bell se llame cristiano ¿verdad?
En la Tierra están los verdaderos problemas, argumentan. De ahí que descreen en el Reino de Dios con la Nueva Jerusalén bajando de los cielos. Para ellos, estas promesas son fantasías que hay que erradicar de las prédicas dominicales. Y no solo descreen de las promesas futuras, sino que algunos, hasta ponen en tela de juicio verdades como la misma existencia del infierno. Tal es el caso del extraño pastor Rob Bell para quién, la doctrina del infierno no solo es "mentirosa" sino que además, aleja a los presuntos candidatos del amantísimo Dios.
Parece que Bell, en toda su sapiencia, pasa por alto una verdad fundamental: el que atrae a los fieles a Cristo es el mismo Dios. (Ver Romanos 8:30) y que el infierno se infiere, en Lucas 16:19-31. En cuanto al castigo eterno, citemos lo que el propio Papa Benedicto XVI dijo en febrero de 2008: "el infierno existe, y no está vacío". Parece increíble que Bell se llame cristiano ¿verdad?
¿Qué se puede responder a este tipo de cuestionamientos?
El cristiano es la sal de la tierra (Mateo 5:13) Como tal, debe si o sí, obrar para el bienestar del resto de la sociedad (Lucas 10: 25-37) y no, como hacen por ejemplo, los Testigos de Jehová, esconder la cabeza bajo un hoyo en la tierra con el pretexto que el mundo será destruido. Pero para favorecer el bienestar de las personas, no se precisa convertirse “en mundano” sino que, siendo hijos del Altísimo bien que se puede con su ayuda, colaborar para aliviar las cargas de millones de pobres y hambrientos.
Hay que recordar que, el que da al pobre, a Dios presta ( Proverbios 19:17) y este lo devolverá a su tiempo. El cristiano debe vivir en una sociedad violenta, mentirosa y mezquina, rodeado de encantamientos peligrosos y trampas diabólicas y en ese contexto, dejar en claro que Cristo y su mensaje, es la opción. Aún así, no será fácil la tarea. Los secularistas se aprovechan de las falencias de los cristianos comprometidos en a misión para resaltar lo negativo.
Por ejemplo: recuerdo un video donde cierto jefe de una isla del Pacífico Sur salió a recibir con mal genio a un grupo de antropólogos y lo primero que les preguntó era si venían en misión cristiana. Cuando le dijeron que no, aceptó tratar con las visitas. Al preguntarle los recién llegados el motivo de la actitud, manifestó que, antes de llegar los misioneros evangélicos la gente vivía bien arraigadas a sus costumbres ancestrales (algunas implicaba matar rivales para apoderarse de sus cabezas) pero que, con el tiempo, al cambiarles las ideas se volcaron a los vicios occidentales, quedando en un limbo donde no eran ni la sombra de lo que fueron en el pasado.
Convengamos que, la modernidad, con o sin Cristo, igual alcanzó esa parte del Pacífico Sur de modo que tengo mis dudas si el misionero evangélico es portador de males. Yo pienso que no, aunque pudieron o pueden haber excepciones. De hecho, se me viene a la mente las palabras del otrora poderoso líder Mau Mau de Kenia, Jomo Kenyatta quién declaró una vez: "Cuando los blancos llegaron, ellos tenían la Biblia y nosotros las tierras. Nos enseñaron a orar con los ojos cerrados. Cuando los abrimos, ellos tenían las tierras y nosotros la Biblia".
Por ejemplo: recuerdo un video donde cierto jefe de una isla del Pacífico Sur salió a recibir con mal genio a un grupo de antropólogos y lo primero que les preguntó era si venían en misión cristiana. Cuando le dijeron que no, aceptó tratar con las visitas. Al preguntarle los recién llegados el motivo de la actitud, manifestó que, antes de llegar los misioneros evangélicos la gente vivía bien arraigadas a sus costumbres ancestrales (algunas implicaba matar rivales para apoderarse de sus cabezas) pero que, con el tiempo, al cambiarles las ideas se volcaron a los vicios occidentales, quedando en un limbo donde no eran ni la sombra de lo que fueron en el pasado.
Convengamos que, la modernidad, con o sin Cristo, igual alcanzó esa parte del Pacífico Sur de modo que tengo mis dudas si el misionero evangélico es portador de males. Yo pienso que no, aunque pudieron o pueden haber excepciones. De hecho, se me viene a la mente las palabras del otrora poderoso líder Mau Mau de Kenia, Jomo Kenyatta quién declaró una vez: "Cuando los blancos llegaron, ellos tenían la Biblia y nosotros las tierras. Nos enseñaron a orar con los ojos cerrados. Cuando los abrimos, ellos tenían las tierras y nosotros la Biblia".
Aún así, a pesar de esta oposición o intención de cambiar lo tradicional del mensaje cristiano, no hay que dejar de recordar que todo lo que se ve es supervisado por Dios Todopoderoso y que, por alguna razón que nos habrá de explicar a futuro (Deuteronomio 29:29), ahora vivimos en un periodo de Gracia donde sobreabundan las injusticias, que culminará con la llegada de Cristo como Rey de Reyes a buscar su Iglesia. En este proceso, parte del mundo, por no haberlo aceptado como Señor y Salvador, quedara al margen.
La Gran Comisión (Mateo 28:18-19)de ir y predicar el evangelio, es un honor que Cristo les hace a sus hermanos de carne y sangre, de participar en un trabajo glorioso de acercar almas al Reino que habrá de venir. El que crea y se convierta, será salvo, dice la Escritura y también, que Jesús es el camino, la verdad y la vida y nadie llega al Padre sino es a través de él. Juan 14:16.
Si Cristo no hubiera tenido interés en predicar su mensaje, si el pensamiento humanista es en verdad, depósito de lo que se requiere para vivir, entonces las buenas nuevas de los evangelios no tienen sentido de ser. La Biblia explica a cualquiera que se digne a leerla con el corazón y la mente llena de Espíritu Santo, el verdadero estado del hombre sin Cristo. (Repase para convencerse, lo que dice Pablo del hombre sin Dios en Romanos 1, 2, 3.)
La Gran Comisión (Mateo 28:18-19)de ir y predicar el evangelio, es un honor que Cristo les hace a sus hermanos de carne y sangre, de participar en un trabajo glorioso de acercar almas al Reino que habrá de venir. El que crea y se convierta, será salvo, dice la Escritura y también, que Jesús es el camino, la verdad y la vida y nadie llega al Padre sino es a través de él. Juan 14:16.
Si Cristo no hubiera tenido interés en predicar su mensaje, si el pensamiento humanista es en verdad, depósito de lo que se requiere para vivir, entonces las buenas nuevas de los evangelios no tienen sentido de ser. La Biblia explica a cualquiera que se digne a leerla con el corazón y la mente llena de Espíritu Santo, el verdadero estado del hombre sin Cristo. (Repase para convencerse, lo que dice Pablo del hombre sin Dios en Romanos 1, 2, 3.)
La teología de la Secularización con su ética situacional o nueva moralidad, amenaza las enseñanzas de Dios en los mandamientos al tratar de reemplazar las directivas del Altísimo con nuevos códigos al estilo de Hammurabi; separa la enseñanza bíblica de la revelación de Dios; se desliga de la moral que Dios quiere para rebajarse al parecer de los hombres que piensan que cosas son correctas y que no, sin tener en cuenta que la mente del ser humano esta corrupta por el pecado; repudia a Dios como autoridad suprema y coloca en su lugar a una criatura creada, imperfecta, como lo es el hombre.
La ética situacional es directamente, apostasía que da por sentado que el amor humano no tiene corrupción pecaminosa y que este, sin la gracia correctiva de Dios, puede guiarnos hacia mejores actitudes. No hace referencia al arrepentimiento, a la gracia divina, la necesidad de ser salvos por fe, a la gracia redentora. Es en síntesis, una propuesta hacia la rebelión de los mandatos divinos y basta leer la advertencia en 1 Samuel 15:23 como para que, un verdadero cristiano se abstenga de comulgar con estas ideas.
El hombre, parecen decir los secularistas, es lo suficientemente maduro gracias a la razón y a la ciencia moderna, que ya no requiere de la Biblia ni de preceptos divinos para vivir dignamente sin ejercer maldad. El mundo del siglo 21 esta derrumbándose y es una sociedad casi por completo secular ¿acaso no basta esta muestra para demostrarle a los secularistas que el hombre por si mismo jamás logrará algo bueno?
Cuando los comunistas ateos se hicieron cargo de esa inmensa porción de tierras llamada Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, pensaron que sin Dios, todo sería mucho mejor. ¿Adónde esta la URSS ahora? Cayó muerta en menos de cien años y con su muerte, se llevó millones de vidas inocentes. Los ateos comunistas mataron más personas que todas las persecuciones ordenadas por el Vaticano. Sin embargo, algunos todavía insisten en hacernos creer, que el hombre por si mismo, desde la dictadura de lo secular, que menosprecia el pensamiento mágico o espiritual, lo puede todo.
Está bien separar la iglesia del Estado. Contribuye a que el cuerpo de Cristo se mantenga lejos de la corruptibilidad política ocupándose de lo que verdaderamente le importa: el pastoreo de los Hijos de Dios.
Está bien que la iglesia se ocupe de los pobres, de los necesitados, pero nunca al precio de acabar con la supremacía del control Divino sobre cada uno de nuestros actos. Si el ateo quiere vivir como si Dios no existe, perfecto, pero nosotros, los cristianos, queremos vivir como interpretamos nosotros que Dios quiere que vivamos en esta sociedad corrupta e infeliz y, en este deseo, nos apoyan los derechos humanos que dictaminan la libertad de conciencia.
Esta bien una sociedad más justa y tolerante, pero nunca al precio de tener libertad al extremo de ser vilipendiados, como sucede en algunas partes de Europa donde, por orar por un enfermo en un hospital público, se corre el riesgo de perder un empleo. De ninguna manera aceptaremos un secularismo radical que nos quiera imponer la renuncia a reconocer la soberanía del Dios Trino sobre nuestras vidas y de su creación. La Teología de la Secularización, en Sudamérica parece haberse instalado con matices, en algunas iglesias protestantes tradicionales, mientras que el resto, o sufre proceso de pentecostalisación o bien, se mantienen con una teología tradicional.
Los asesinatos se llevaron a cabo durante cinco días, en las demás cárceles: en la Conserjería, en la Prison du Grand Châtelet, en la Force en Salpêtriére, Bicêtre y en la Prison des Carmes. Marat pretendía que estos "tribunales populares" se extendieran por toda Francia. A tal fin hizo publicar en sus periódicos una circular, fechada el 3 de septiembre, en la que justificaba los castigos y suscitaba las iras que provocaron más "juicios" sumarios: "La Comuna de París desea informar a sus hermanos de todos los departamentos, que una parte de los temibles conspiradores detenidos en las cárceles ha sido condenada a muerte por el pueblo: actos de justicia que creen indispensables a fin de acabar, por temor, con todas las legiones de traidores encerrados tras sus muros; por el momento se ha conseguido que el enemigo se detenga y, sin duda alguna, toda la nación, después de la larga sucesión de traiciones que la han conducido al abismo, se decidirá a adoptar estas medidas si las cree necesarias para la salud pública, y todos los franceses dirán, como los parisinos: "Nosotros moriremos frente al enemigo, pero no dejaremos detrás nuestro a estos delincuentes para que maten a nuestros hijos y a nuestras mujeres".
Asimismo, se llevaron a cabo otras muertes en Orleáns, Meaux o Reims, pero la situación en las provincias fue mucho más moderada en relación a los fallecidos de la capital. En total y durante estos días de septiembre, en París y en sus distintos departamentos se realizaron más de 1.400 ejecuciones.
Las matanzas no se limitaron a los contrarrevolucionarios, fueron asesinados también pequeños comerciantes o artesanos, y si bien los contrarrevolucionarios fueron las primeras víctimas, la mayoría de los prisioneros por delitos comunes fueron, asimismo, ejecutados. El 4 de septiembre en la cárcel-hospital de Salpêtriére los asesinos violaron y mataron a las prostitutas, a las locas e incluso a los niños del orfelinato.
Habermas, Jügen; Ratzinger, Joseph: Dialéctica de la Secularización. Sobre la razón y la religión; Ediciones Encuentro S.A,; Madrid; España; 2006.
Habermas, Jürgen: Entre naturalismo y religión; Ediciones Paidós Ibérica S.A.;Barcelona; España; 2006.
Está bien separar la iglesia del Estado. Contribuye a que el cuerpo de Cristo se mantenga lejos de la corruptibilidad política ocupándose de lo que verdaderamente le importa: el pastoreo de los Hijos de Dios.
Está bien que la iglesia se ocupe de los pobres, de los necesitados, pero nunca al precio de acabar con la supremacía del control Divino sobre cada uno de nuestros actos. Si el ateo quiere vivir como si Dios no existe, perfecto, pero nosotros, los cristianos, queremos vivir como interpretamos nosotros que Dios quiere que vivamos en esta sociedad corrupta e infeliz y, en este deseo, nos apoyan los derechos humanos que dictaminan la libertad de conciencia.
Esta bien una sociedad más justa y tolerante, pero nunca al precio de tener libertad al extremo de ser vilipendiados, como sucede en algunas partes de Europa donde, por orar por un enfermo en un hospital público, se corre el riesgo de perder un empleo. De ninguna manera aceptaremos un secularismo radical que nos quiera imponer la renuncia a reconocer la soberanía del Dios Trino sobre nuestras vidas y de su creación. La Teología de la Secularización, en Sudamérica parece haberse instalado con matices, en algunas iglesias protestantes tradicionales, mientras que el resto, o sufre proceso de pentecostalisación o bien, se mantienen con una teología tradicional.
Nota
1. Las masacres empezaron con el degüello de 23 sacerdotes encarcelados en la prisión de la Abadía por unos federados marselleses y bretones. Otro grupo de los 150 sacerdotes que estaban encarcelados en el convento de las Carmelitas, trataron de organizar alguna resistencia pero fracasaron. Cuando llegó el grupo ejecutor al convento, los sacerdotes se dirigieron a la capilla en la que fueron asesinados a golpes de pico, de hacha y bastón. En este lugar fueron "juzgadas" y "ejecutadas" más de 300 personas. Stanislas-Marie Maillart, ejecutor de las órdenes del Comité de vigilancia, condenó, uno a uno, a todos aquellos que fueron presentados delante suyo. Esta masacre duró toda la noche. En simultáneo, cuatro sacerdotes fueron asesinados en la iglesia de Saint-Paul Saint Louis (actual iglesia de Saint-Paul en le Marais), antigua iglesia perteneciente a los jesuitas.
Los asesinatos se llevaron a cabo durante cinco días, en las demás cárceles: en la Conserjería, en la Prison du Grand Châtelet, en la Force en Salpêtriére, Bicêtre y en la Prison des Carmes. Marat pretendía que estos "tribunales populares" se extendieran por toda Francia. A tal fin hizo publicar en sus periódicos una circular, fechada el 3 de septiembre, en la que justificaba los castigos y suscitaba las iras que provocaron más "juicios" sumarios: "La Comuna de París desea informar a sus hermanos de todos los departamentos, que una parte de los temibles conspiradores detenidos en las cárceles ha sido condenada a muerte por el pueblo: actos de justicia que creen indispensables a fin de acabar, por temor, con todas las legiones de traidores encerrados tras sus muros; por el momento se ha conseguido que el enemigo se detenga y, sin duda alguna, toda la nación, después de la larga sucesión de traiciones que la han conducido al abismo, se decidirá a adoptar estas medidas si las cree necesarias para la salud pública, y todos los franceses dirán, como los parisinos: "Nosotros moriremos frente al enemigo, pero no dejaremos detrás nuestro a estos delincuentes para que maten a nuestros hijos y a nuestras mujeres".
Asimismo, se llevaron a cabo otras muertes en Orleáns, Meaux o Reims, pero la situación en las provincias fue mucho más moderada en relación a los fallecidos de la capital. En total y durante estos días de septiembre, en París y en sus distintos departamentos se realizaron más de 1.400 ejecuciones.
Las matanzas no se limitaron a los contrarrevolucionarios, fueron asesinados también pequeños comerciantes o artesanos, y si bien los contrarrevolucionarios fueron las primeras víctimas, la mayoría de los prisioneros por delitos comunes fueron, asimismo, ejecutados. El 4 de septiembre en la cárcel-hospital de Salpêtriére los asesinos violaron y mataron a las prostitutas, a las locas e incluso a los niños del orfelinato.
Obras consultadas
Habermas, Jügen; Ratzinger, Joseph: Dialéctica de la Secularización. Sobre la razón y la religión; Ediciones Encuentro S.A,; Madrid; España; 2006.
Habermas, Jürgen: Entre naturalismo y religión; Ediciones Paidós Ibérica S.A.;Barcelona; España; 2006.
Julio Sosa
"Cambalache"
Tango de Enrique Santos Discépolo
Ácida crítica al mundo de parte de un poeta mayor de Buenos Aires.
Genesis
"Land of Confusion"
El mundo parodiando al mundo,
El secularismo inconforme con el secularismo.
Sin Dios, sin respeto por las ideas religiosas,
Parece obvio que el secularismo perderá la esencia que lo caracterizaba:
La Tolerancia por las minorías y el pensamiento diferente.
Tanto el Tango Cambalache como Land of Confusion fueron dados a conocer hace muchos años.
Sin embargo, sus letras siguen vigente.
¿Por qué? El hombre nunca cambiará a menos que Cristo haga el cambio.
Si el secularismo ha llegado, como piensan muchos, para imponer una sociedad más justa,
De ningún modo habrá justicia en el mundo,
Si se ningunea el pensamiento de aquellos que quieren o necesitan creer en Dios.
© Marc Pesaresi