21 dones que Dios regaló a su iglesia
Por
Marc Pesaresi
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Según la Biblia, el don es un
regalo de parte de Dios, una capacidad para realizar algún trabajo. El talento
por el contrario, es la inteligencia detrás del don. Don y Talento se
encuentran estrechamente unidos, en toda tarea que se realice para la el Cuerpo
de Cristo, su iglesia. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo
alto, del padre de las luces” (Santiago 1:17). Dios se los entrega a sus hijos
y así se convierten en dones de gracia o carismas.
Recuerde el lector: no es lo mismo don que talento.
Todas las personas poseen talentos pero no todas dones espirituales. Existen
talentos para la música, los idiomas, la escritura, deportes, etc., que nos
permiten desenvolvernos en la vida diaria dentro de la sociedad en que vivimos.
Lo dones, mientras tanto, se relacionan con el ministerio de la iglesia de
Jesucristo. Varios dones están relacionados y muchas veces se complementan.
Una lista de todos ellos, con una breve
explicación, a continuación:
Palabra de Sabiduría
Capacita para ofrecer palabras
adecuadas en algún tipo de necesidad. Por tal razón, se relaciona con el
conocimiento. Cuanto más sepa una persona, más capacidad para hablar con
palabras de sabiduría. En este caso, el conocimiento facilita tomar decisiones
correctas para beneficio personal y de la iglesia.
Palabra de Ciencia
Se relaciona con el estudio en
profundidad la Palabra de Dios. Es la capacidad de aprender rápido para luego
compartirlo con la iglesia.
Fe
Implica una confianza absoluta,
sin dudas, en que Dios puede realizar todos los trabajos o emprendimientos que
otros consideran imposibles. La persona con el don de la fe posee el
convencimiento que Dios escucha la oración y se interesa en resolver cualquier
problema o dificultad.
Hacer milagros
El milagro es un hecho
extraordinario. Una ruptura en el orden establecido en la naturaleza por Dios.
El que tiene el don de hacer milagros, posee la capacidad de hacer obrar el
poder de Dios para facilitar objetivos que para otros son imposibles. Sin
embargo, quien posee este don debe saber que no siempre podrá hacer milagros ya
que estos se producen según la voluntad de Dios.
Diversos géneros de lenguas
Tiene que ver con la capacidad de
orar en lenguas angelicales o bien, otros idiomas. Sirve como edificación personal. Los sonidos de quien habla en lengua, no
tiene ningún valor para el que no posee el don.
Interpretación de lenguas
Este don equilibra al que habla
en lenguas. Su función es interpretar que es lo que dice quien habla en
lenguas. Este don es importante porque tiene la función de tranquilizar a
quienes no hablan en lenguas. De lo contrario, si nadie interpreta, la facultad
de hablar en lenguas podría llegarse a interpretar como algo diabólico ya que
el enemigo de Dios también inspira lenguajes extraños.
Profecía
El profeta es “uno que va enviado
de parte de Dios para transmitir un mensaje”. No se trata de alguien que llega
y te “adivina” el futuro. El don de Profecía sirve para dar a conocer un
mensaje directo de parte de Dios. Ahora bien: todo lo que Dios desea
comunicarnos ya se encuentra escrito en la Biblia. Por lo tanto, el don de
Profecía no debe ser utilizado como un acto de adivinar la suerte o el futuro
de nadie.
Discernimientos de Espíritus
Don de protección. Quién lo
posee, está atento a la llegada de doctrinas extrañas o detecta, antes de que
el mal haga su obra, divisiones peligrosas dentro de la iglesia. Cuidado: el
que posee este don, JAMÁS debe utilizarlo para manipular a los demás. El don
funciona como una variedad de radar que detecta doctrinas perniciosas,
divisiones, herejías, etc., y luego se lo comunica a las autoridades de la
iglesia quienes, luego de evaluar la situación, serán las encargadas de tomar
medidas en el asunto. El que posee el don de discernir no se mete a solucionar
problemas, no anda en chismeríos tampoco manipula voluntades. Simplemente
detecta e informa donde se necesita atención pastoral.
Apóstol
En idioma original en que fueron
escritos las epístolas, griego koiné, la palabra quiere decir “uno que ha sido
enviado”. Es el don del misionero, del que va a un lugar a otro predicando la
palabra. Un misionero es un apóstol. Todo aquel que viaja de un lugar a otro es
un apóstol, alguien que va a donde Dios lo mande para predicar la Palabra.
Maestro
Capacidad para enseñar la Palabra
y las cosas de Dios. El que lo posee es un estudioso de las Escrituras y a la
vez, enseña a los demás. Es uno de los dones más frecuentes en las
congregaciones. Este es un don interesante. ¿Cómo enseña un maestro la Palabra de Dios? Puede hacerlo simplemente hablando pero también, guiando estudios bíblicos, orientando sobre literatura específica y diversos ritmos de melodías. La música es importante a la hora de enseñar la Palabra de Dios. Cada himno, cada canción o coros que componemos o cantamos, predispone nuestras mentes y corazones a una más íntima comunión con el Señor. Después de todo, somos seres creados para componer, interpretar y oír música.
Ayuda
Es el don más solidario de la
iglesia. ¿Se queja el lector que en la iglesia hay pocos ayudadores? Bien, ore
para que Dios derrame el don de la ayuda. ¿Sabía que ayudar no es para
cualquiera? El que posee el don de ayudar, es un pilar de la iglesia porque sin
solidaridad, sin ayuda, ningún otro don podría ser posible. ¿Cómo es eso?
Cuando una iglesia se forma, todos colaboran pero existe un tipo de ayuda
superior que solo la puede proporcionar quien posee el don. Alimentar a los
pobres, sostener al que está sin trabajo, al enfermo, etc., requiere un don
especial. El de ayudar una y otra vez sin agotarse, sin queja, siempre
agradeciendo. Este don es casi invisible pero sin él, pocas cosas
podrían hacerse. Está íntimamente
relacionado con el don de Repartir.
Administración
No cualquiera administra. Se
requiere ayuda especial de Dios para administrar fondos que no son propios y
lograr que ese dinero no solo beneficie a la iglesia en su totalidad sino a
toda la obra. Quien administra tiene una gran responsabilidad. El dinero es
tentador y puede inducir corrupción. En este caso, todo el cuerpo de Cristo
debe estar atento para ayudar al administrador a cuidar los fondos que se
recaudan.
Servicio
Se relaciona con la Ayuda y el
Reparto. Servir es una vocación. Quién tiene este don, lo utiliza para servir
en todo lo que pueda en la realización de las obras del Señor.
Exhortación
Importante don que no debe ser
confundido con dar órdenes. Fortalece, anima, desafía, ayuda a otros en el
proceso de maduración en la vida cristiana, en el abandono de las viejas
costumbres. No es un don para regañar, retar, ofender, sino para aconsejar con
mansedumbre en el Espíritu y con la Biblia en la mano.
Repartir
Es quien reparte equitativo todo
lo que se puede conseguir en la Iglesia para la obra. Suple las necesidades de
las personas dentro o fuera de la congregación. Ayuda voluntariamente a los
pobres, a los enfermos, a los que se enfrentan a problemas económicos. Todo
esto, sin necesidad de publicidad.
Misericordia
Da fuerza para visitar
hospitales, prisiones, campos de refugiados; da valor para visitar leproserías,
lugares donde mucha gente está en sufrimientos muy grandes. La misericordia es
un don que está en la mayoría de los cristianos pero solo algunos dejan que el
don fluya libremente y colabore en edificar la Iglesia. Quiero recordar que a
veces un acto de misericordia convierte más gente que cualquier prédica erudita o pentecostal.
Evangelista
Se relaciona con el don de
Apóstol. Es la capacidad para compartir el evangelio de una manera sencilla
para que otros entiendan. Todo cristiano debe ser evangelista. De modo que este
don es el que más ha sido distribuido entre los fieles.
Sanidad
Capacita a ciertas personas para sanar, mediante oraciones fervorosas, a los enfermos de la iglesia.
Pastor
Capacita para guiar a las
comunidades de cristianos. Ayuda a pastorear las congregaciones con resiliencia
y madurez. Es un don que se entrega a pocos cristianos ya que requiere de gran
sabiduría para poder lidiar con innumerables problemas.
Presidir
Es el don para dirigir grandes
obras, actividades y proyectos.
Continencia
El don de soportar el deseo
sexual durante un tiempo o bien, por tiempo indefinido.
Pertenezco a una denominación cuya línea teológica no acepta que todos los dones esten vigentes. La iglesia donde yo nací de nuevo en Cristo no es pentecostal, tampoco carismática ni liberal. Es de teología tradicional y conservadora evangélica. En sus aulas de escuela dominical, se enseña que los dones de apóstol, profecía, milagros y glosolalia ya no están vigentes. ¿Qué creo yo?
Mis pastores me explicaron, ya hace muchos años, que estos dones fueron necesarios en la iglesia primitiva porque la Biblia no estuvo completa por más de 300 años y para realizar el ministerio con eficacia, se requería del uso de dones especiales. Aún así, me advirtieron, desde un comienzo hubo divisiones y pendencias teológicas, herejías y grandes discusiones entre los doctos, discordia que ni el uso de dones extraordinarios pudo evitar.
Mis pastores me dijeron, además, que los pentecostales ven milagros "en todas partes" ya que confunden los resultados de los dones de misericordia y sanidad. El milagro es una ruptura importante en el orden establecido por Dios en el universo. El milagro es un prodigio, algo portentoso que no sucede todos los días y me ejemplificaron: ¿Has visto un manco al que se le devuelva la mano completa? ¿Has visto a un ciego de nacimiento recuperar la vista? ¿Has visto a los enanos crecer? ¿ Has visto que un avión que cae del cielo, ser detenido en su caída, gracias a la capacidad de hacer milagros de algún creyente?
Los milagros son hechos extraordinarios para los cuales no hay explicación alguna. Esto no quiere decir, se me dijo, que Dios no haga milagros. Si él quiere, puede hacerlos las veces que desee. Pero no al estilo pentecostal y carismático donde el milagro deja de ser un hecho portentoso de parte de Dios para convertirse en un acto habitual.
Lo que se ve en las iglesias pentecostales y carismáticas, se me dijo, son sanidades emocionales y físicas. Estos beneficios, por causa del analfabetismo teológico, son tomadas por milagros, pero en realidad no lo son. ¿Qué puedo decir a todo esto?
Luche por años con esta controversia instalada en mi mente y mi corazón. Hasta que un día leí Romanos 11:29 y tuve por fin, paz. Allí dice: " Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios". En este pasaje, Pablo refiere al pueblo de Israel. ¿Qué haría Dios con ellos ahora que han rechazado al Mesías? era la pregunta de muchos.
Pablo responde que este "endurecimiento" era temporal; que finalizaría cuando hubiera entrado, al Reino de Dios, el último de los gentiles. Esta dureza de corazón de parte de muchos hebreos, los posicionó como enemigos del evangelio; pero esto no significa -según Pablo- que Jehová los olvide para siempre. Al contrario, fue necesario que se endurecieran muchos de ellos, para que Dios pudiera alcanzar a los gentiles y luego a ellos les llegaría su porción de bendiciones.
Bien, recuerdo haber pensado. Si los dones son irrevocables, de ninguna manera los dones carismáticos han cesado. Quizás, me dije a mi mismo, Dios utiliza unos dones más que otros según los tiempos y por eso da la impresión que no están vigentes o bien muy disminuídos.
Yo no he visto milagros al estilo de los realizados por Moisés, Cristo o Pedro y Pablo pero si he observado muchas sanidades en los servicios religiosos pentecostales y no pentecostales. También y justo es decirlo, he visto muchísima manipulación emocional, sobre todo entre las masas poco educadas en lo teológico a quienes se le hace creer que cualquier cosa es posible en las campañas de milagros y también, he visto a personas devastadas por promesas de milagros que nunca se cumplieron.
En síntesis: La mejor respuesta a este asunto que encontré, fue la que una vez expresó Paulo Arieu, un protestante que reside en Tampa. Él dijo que Dios no trata con todos del mismo modo. Por ejemplo, permitió a Pablo sanar pero no sanarse a sí mismo del aguijón y no fue el mismo trato que tuvo con él, que con Pedro o con Juan. Con cada uno de nosotros tiene un trato específico y es ahí, donde entra el asunto de los dones. Dios tiene un plan de salvación para todos pero dentro de ese plan, el trato que le da a cada persona, varía según los dones y talentos de cada uno. Como no a todos les da el mismo don, es difícil saber si están o no vigentes. Sin duda, dado que la Palabra de Dios dice que los dones son irrevocables, estos siguen vigentes pero se activan o disminuyen -no cesan- según los tiempos.
En esta dispensación de la gracia, los dones comenzaron con fuerza dado que la Biblia aún no estaba totalmente escrita más luego, al irse completando, fueron apaciguándose. Sin embargo, que estén disminuídos en su función, no da garantías que hayan cesado por completo como aseguran los Cesacionistas. Es posible que a futuro sean activados o no. Solo Dios lo sabe. Creo que cada pastor deberá medir lo que dice, obra y promete, en su vida ministerial sin dejar de recordar que, quien más sirve, más tendrá que rendir cuenta a Dios por sus palabras y actos.
¿Están vigentes todos los dones hoy en día?
Pertenezco a una denominación cuya línea teológica no acepta que todos los dones esten vigentes. La iglesia donde yo nací de nuevo en Cristo no es pentecostal, tampoco carismática ni liberal. Es de teología tradicional y conservadora evangélica. En sus aulas de escuela dominical, se enseña que los dones de apóstol, profecía, milagros y glosolalia ya no están vigentes. ¿Qué creo yo?
Mis pastores me explicaron, ya hace muchos años, que estos dones fueron necesarios en la iglesia primitiva porque la Biblia no estuvo completa por más de 300 años y para realizar el ministerio con eficacia, se requería del uso de dones especiales. Aún así, me advirtieron, desde un comienzo hubo divisiones y pendencias teológicas, herejías y grandes discusiones entre los doctos, discordia que ni el uso de dones extraordinarios pudo evitar.
Mis pastores me dijeron, además, que los pentecostales ven milagros "en todas partes" ya que confunden los resultados de los dones de misericordia y sanidad. El milagro es una ruptura importante en el orden establecido por Dios en el universo. El milagro es un prodigio, algo portentoso que no sucede todos los días y me ejemplificaron: ¿Has visto un manco al que se le devuelva la mano completa? ¿Has visto a un ciego de nacimiento recuperar la vista? ¿Has visto a los enanos crecer? ¿ Has visto que un avión que cae del cielo, ser detenido en su caída, gracias a la capacidad de hacer milagros de algún creyente?
Los milagros son hechos extraordinarios para los cuales no hay explicación alguna. Esto no quiere decir, se me dijo, que Dios no haga milagros. Si él quiere, puede hacerlos las veces que desee. Pero no al estilo pentecostal y carismático donde el milagro deja de ser un hecho portentoso de parte de Dios para convertirse en un acto habitual.
Lo que se ve en las iglesias pentecostales y carismáticas, se me dijo, son sanidades emocionales y físicas. Estos beneficios, por causa del analfabetismo teológico, son tomadas por milagros, pero en realidad no lo son. ¿Qué puedo decir a todo esto?
Luche por años con esta controversia instalada en mi mente y mi corazón. Hasta que un día leí Romanos 11:29 y tuve por fin, paz. Allí dice: " Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios". En este pasaje, Pablo refiere al pueblo de Israel. ¿Qué haría Dios con ellos ahora que han rechazado al Mesías? era la pregunta de muchos.
Pablo responde que este "endurecimiento" era temporal; que finalizaría cuando hubiera entrado, al Reino de Dios, el último de los gentiles. Esta dureza de corazón de parte de muchos hebreos, los posicionó como enemigos del evangelio; pero esto no significa -según Pablo- que Jehová los olvide para siempre. Al contrario, fue necesario que se endurecieran muchos de ellos, para que Dios pudiera alcanzar a los gentiles y luego a ellos les llegaría su porción de bendiciones.
Bien, recuerdo haber pensado. Si los dones son irrevocables, de ninguna manera los dones carismáticos han cesado. Quizás, me dije a mi mismo, Dios utiliza unos dones más que otros según los tiempos y por eso da la impresión que no están vigentes o bien muy disminuídos.
Yo no he visto milagros al estilo de los realizados por Moisés, Cristo o Pedro y Pablo pero si he observado muchas sanidades en los servicios religiosos pentecostales y no pentecostales. También y justo es decirlo, he visto muchísima manipulación emocional, sobre todo entre las masas poco educadas en lo teológico a quienes se le hace creer que cualquier cosa es posible en las campañas de milagros y también, he visto a personas devastadas por promesas de milagros que nunca se cumplieron.
En síntesis: La mejor respuesta a este asunto que encontré, fue la que una vez expresó Paulo Arieu, un protestante que reside en Tampa. Él dijo que Dios no trata con todos del mismo modo. Por ejemplo, permitió a Pablo sanar pero no sanarse a sí mismo del aguijón y no fue el mismo trato que tuvo con él, que con Pedro o con Juan. Con cada uno de nosotros tiene un trato específico y es ahí, donde entra el asunto de los dones. Dios tiene un plan de salvación para todos pero dentro de ese plan, el trato que le da a cada persona, varía según los dones y talentos de cada uno. Como no a todos les da el mismo don, es difícil saber si están o no vigentes. Sin duda, dado que la Palabra de Dios dice que los dones son irrevocables, estos siguen vigentes pero se activan o disminuyen -no cesan- según los tiempos.
En esta dispensación de la gracia, los dones comenzaron con fuerza dado que la Biblia aún no estaba totalmente escrita más luego, al irse completando, fueron apaciguándose. Sin embargo, que estén disminuídos en su función, no da garantías que hayan cesado por completo como aseguran los Cesacionistas. Es posible que a futuro sean activados o no. Solo Dios lo sabe. Creo que cada pastor deberá medir lo que dice, obra y promete, en su vida ministerial sin dejar de recordar que, quien más sirve, más tendrá que rendir cuenta a Dios por sus palabras y actos.
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Credito fotográfico: Marc Pesaresi.
Bibliografía consultada: Sánchez, Carlos Guillermo: "Señor, usaré los dones que me diste"; Serie "Soy jóven ¿Y ahora qué hago?"; Casa Bautista de Publicaciones; El Paso; Texas; EEUU; 1988.
Con todo respeto, Romanos 11 no habla de los dones, sin embargo, Romanos 12 si, y la lista mencionadas sobre los dones son permanentes, la lista de 1 Corintios 12 es una lista de dones permanente y temporales, tenemos que entender la diferencia,el propósito de corrección y los abusos en la iglesia de Corinto, y la naturaleza doctrinal y didáctica de la epístola a los Romanos.
ResponderBorrarMuchas gracias por la advertencia. Debo admitir que es la primera vez que alguien me enseña esta diferencia. Se lo agradezco mucho. Sin embargo quiero acotar que, la cita que usted señala es para ilustrar mi encuentro con los dones. Desde ese día tuve interés en saber más sobre ellos y así nació el post. Dios lo bendiga, muy agradecido.
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