Se pregunta el Teologillo
Por
Paulo Arieu
Reencarnación es la creencia
según la cual el alma, tras la muerte del cuerpo físico, se separa de este y
pasado un tiempo indefinido se encarna de nuevo para tener otra vida, otras
experiencias. Según esta doctrina las almas pasan por ciclos de vidas y
muertes. Un ser humano vive muchas vidas.
Según esta enseñanza, estas
diferencias serían culpa o mérito por la conducta seguida en vidas anteriores.
Por lo tanto se atribuye a los pobres, enfermos y desdichados malas conductas
en vidas anteriores. Lo que les ocurre se lo merecen. Esto puede conducir a una
pasividad de no hacer nada, puesto que están pagando su culpa.
Antes de ser cristiano, durante
mi primera adolescencia, mis padres me llevaron a una mujer quien creía en esta
doctrina, quien me hizo creer que yo era la reencarnación de alguien.
Luego, leí los libros de Lobsang Rampa, que estaban de moda en
Argentina, los que tenían una cristología de la nueva era muy
atractiva, donde hablaban constantemente del karma y la reencarnación.
Influencia en Occidente
Durante el siglo XX, Occidente ha
sido más que permeable en lo tocante a la asimilación de conceptos
religiosos-filosóficos provenientes de las antiguas colonias británicas y
francesas de Asia, tal vez sólo con fines de ensanchar el gusto popular por lo
exótico y remoto, y legitimar indirectamente el expansionismo con el favor
de la publicidad. No obstante, la situación existencial de muchos europeos y
estadounidenses, víctimas de angustiosas incertidumbres provocadas por el caos
económico y las tensiones políticas que afectaban directamente las concepciones
personales de la vida, propició nuevas maneras de afrontar los interrogantes
sobre el sufrimiento y la existencia.
Fue auspicioso para ciertos
sectores de la aristocracia estadounidense y europea evitar las tensiones
internas entre los espiritualistas en boga (que siempre han contado con
sugestiva influencia, en especial entre los jóvenes) y la búsqueda política de
consenso. La reencarnación desvió las injusticias sociales hacia la explicación
meta científica del karma, a tal punto que en el Reino Unido y en los Estados
Unidos numerosas sectas orientalistas hacían énfasis en la neutralidad política
y en la resignación ante los hechos nefastos de la vida social y personal, a
favor de una búsqueda de la «verdad» en uno mismo con el fin de trascender a
mejor existencia en una supuesta vida futura.
La noción de Renacimiento o como se ha traducido en Occidente de Reencarnación también se encuentra entre los Aborígenes de las Praderas en Estados Unidos: consideran que en la vida el hombre recorre el Camino Rojo o el Camino Negro y que al morir realiza un viaje cuya culminación en caso de haber seguido el primer sendero, consiste en cesar de nacer y morir y poder replegarse en el centro de todas las cosas. En cambio, una vida llena de afectos egoístas y equivocada, se hace merecedora de nuevos nacimientos para purgar su conducta.
La noción de Renacimiento o como se ha traducido en Occidente de Reencarnación también se encuentra entre los Aborígenes de las Praderas en Estados Unidos: consideran que en la vida el hombre recorre el Camino Rojo o el Camino Negro y que al morir realiza un viaje cuya culminación en caso de haber seguido el primer sendero, consiste en cesar de nacer y morir y poder replegarse en el centro de todas las cosas. En cambio, una vida llena de afectos egoístas y equivocada, se hace merecedora de nuevos nacimientos para purgar su conducta.
Argentina es un país donde
el espiritismo se ha desarrollado espectacularmente en las últimas tres
décadas. Se calcula que hay más de 2.000.000 adeptos espiritistas. En ese país,
el espiritismo ha tomado tres formas: la línea europea kardeciana o espiritismo
científico tradicional, caracterizado por la intermediación mediúmica y la
creencia en la reencarnación; la Escuela Científica Basilio (de origen
argentino); y, personajes y grupos religiosos de corte espiritista. La línea
kardeciana tiene un carácter pseudos científico, que prescinde de toda
manifestación religioso-litúrgica y enseña principios morales. Dentro de los
grupos de sanadores se encuentra Jaime Press, “Mano santa iluminado”, cuya fama
es tan notoria como la de Zé Arigó en Brasil.
Los porque de la vida y la
reencarnación
El ser humano es dado a
inventarse respuestas para aquello que no puede entender. San Antonio el
Grande, el célebre abad egipcio, meditaba en el desierto: ¿por qué algunos
mueren tras una vida corta mientras que otros llegan a una envidiable vejez? ¿Por
qué algunos son pobres y otros ricos? ¿Por qué los injustos se enriquecen y los
justos pasan necesidad? Oyó una voz que le respondía: “Antonio, Antonio,
ocúpate de ti mismo, pues eso pertenece al juicio de Dios y a ti nada te
aprovecha saberlo”.
La reencarnación como doctrina
está vinculada al concepto de Karma, según el cual cada uno paga por su buen o
mal comportamiento en sus próximas reencarnaciones. El alma de quien haya
acumulado un buen karma reencarnará en un ser superior, con buenas condiciones
de vida. El alma a través de las sucesivas reencarnaciones se va perfeccionando
hasta purificarse por completo y no necesitar de nuevas vidas. Entonces se
sumerge para siempre en la eternidad.
El Budismo aparece en la India en
el siglo V antes de Cristo y adoptó esta creencia. Más tarde pasó a Grecia y
Roma. Algunos cultos también adoptaron esta explicación humana a los problemas
que no podían entender. Tuvo adeptos entre algunos filósofos griegos. En
nuestros tiempos se encuentra entre las enseñanzas de las sociedades
teosóficas, antroposóficas, grupos ocultistas, algunas sociedades
“iniciáticas”, los gurús indios, los psíquicos -médiums- y entre los adeptos
del llamado movimiento “new Age”, Nueva Era, el cual ha importado muchas
creencias orientales.
Algunas personas, para extender
estas creencias, malinterpretan la Biblia y dicen que esta apoya la
reencarnación. La religión judía, durante mucho tiempo, no tuvo una clara
doctrina sobre lo que sucede tras la muerte. Ciertamente no enseñaba la
doctrina de la reencarnación. Es incompatible con la revelación que Moisés y
los profetas habían recibido de Dios.
- Job le dice a Dios: “Apártate de mi. Así podré sonreír un poco antes de que me vaya para no volver, a la región de las tinieblas y de las sombras” (Job 10:21-22)
- ” El hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto; pero no puede hacer volver al espíritu que se fue, ni liberar el alma arrebatada por la muerte”.(Jab. 16:14)
- “Todos tenemos que morir, y seremos como agua derramada que ya no puede recogerse.” (2 Samuel. 14:14)
- “Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba. Pero ahora que está muerto ¿para que voy a ayunar? ¿acaso podré hacerle volver? Yo iré hacia él, pero él no volverá hacia mi”. (2 Samuel. 12:22-23)
La doctrina de la resurrección
enseña que después de la muerte la persona vive pero no en la tierra sino con
Dios en la eternidad. Aparece por vez primera en Dan. 12:2: “La multitud de
los que duermen en la tumba se despertarán, unos para la vida eterna, y otros
para la vergüenza y el horror eterno”.
Aparece por segunda vez en el apócrifo
2 Macabeo 7:9. El rey Antioco IV de Siria quiere obligar a
siete hermanos fieles a la ley judía, por medio de tortura, a abandonar su fe.
Al morir el segundo dijo al rey:”Tu nos privas de la vida presente, pero el
Rey del mundo a nosotros nos resucitará a una vida eterna. El séptimo al morir
dijo: ” Mis hermanos, después de haber soportado una corta pena, gozan ahora de
la vida eterna.” (2 Macabeo 7:36)
La doctrina del Nuevo testamento
es incompatible con la reencarnación. El nuevo testamento enseña que tras la
muerte y pasado algún tiempo NO se regresa a otra vida en la tierra sino que
pasamos enseguida al purgatorio, un estado temporal, o bien a un estado
definitivo de unión con el Creador. Nuestro cuerpo físico volverá al polvo
hasta el día de la resurrección, cuando de nuevo cobrará vida como
cuerpo-espiritualizado con propiedades nuevas.
El buen ladrón desde la cruz
pidió a Jesús: “Acuérdate de mi cuando vayas a tu reino”. Jesús le responde:
Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso” -(Luc 23:43). Está claro
que el “buen ladrón no regresa a la tierra para pagar su karma por haber sido
ladrón. Va directo al cielo, por el perdón recibido de Jesús.
Fil. 1:23-24” me siento
apremiado por los dos lados. Por una parte quisiera morir para estar ya con
Cristo. Pero por otra es más necesario para ustedes que yo me quede aún en este
mundo”. San Pablo sabía que al morir no regresaría con otra vida al mundo
sino que estaría de modo definitivo con Cristo.
- “En la resurrección de los muertos se entierra un cuerpo corruptible y resucita uno incorruptible, se entierra un cuerpo humillado y resucita uno glorioso, se entierra un cuerpo débil y resucita uno fuerte, se entierra un cuerpo material y resucita uno espiritual”.(1 Corintios 15:42,44)
Hebreos 9.27, sintetiza las
enseñanzas de Cristo al respecto:” está establecido que los hombres mueran
una sola vez, y luego el juicio”.
Unos de los pasajes bíblicos que
pretenden acumular la doctrina de la reencarnación a Jesús es “Y
si queréis admitirlo, él -Juan Bautista- es Elías, el que iba a venir”. (Mat.
11:14). Jesús habla aquí de que el espíritu profético de Elías
-no su cuerpo ni su alma-continua en San Juan Bautista.
Que se refiere al espíritu
profético y no al cuerpo físico de Elías se deduce de Lucas. 1:17 “e irá
delante de él con el Espíritu y el poder de Elías para hacer volver los
corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los
justos, para preparar al señor un pueblo bien dispuesto”
Vemos en la transfiguración en el
Tabor como junto a Jesús se aparece Elías y Moisés. Ya muerto Juan el
Bautista, si efectivamente este era Elías se hubiese aparecido como Juan que
era su última vida. Más de eso nada.
El mismo Juan el Bautista negó
explícitamente ser Elías:
- Juan 1: 21” Y le preguntaron: ¿qué pues? ¿Eres tu Elías? El dijo: “no lo soy”.¿eres tu el profeta?. Respondió “NO”
La fe cristina se fundamenta en
la resurrección de Jesucristo.
El alma humana no pierde su
identidad absorbiéndose en el Cosmos. Nuestros cuerpos no serán ni reciclados
ni aniquilados. El destino final del ser humano es la resurrección para el gozo
de la vida eterna con Dios o su separación para aquellos que tan siquiera
desean ser perdonados.
Es cierto que algunas religiones
y algunos mitos cuentan relatos de dioses que mueren y resucitan, lo cual
encierra una profunda verdad relacionada con el proceso evolutivo real de las
personas. Pero a Cristo lo mataron y resucito realmente. Los judíos no
esperaban un mesías que muriera y resucitará. Algunos tenían la esperanza de
resucitar, pero no con cuerpos gloriosos -cuerpo espiritual- sino con una
resurrección análoga a la de Lázaro – (Is. 26:19.; Ez 37:10 Dn. 12:2)
Algunas filosofías y religiones
han creído en la reencarnación o en la inmortalidad del alma apartada del
cuerpo. La fe, basada en la resurrección real de Cristo tan sólo se da en el
cristianismo. El Dios de la revelación jadeó-cristiana es personal, es
trino. El cristianismo es una religión relacional basada en el amor. En
las religiones orientales se le percibe como el Todo Cósmico,un concepto
pantesita donde no se diferencia Dios espiritu con lo material.
Un Dios impersonal no ama, no es
padre. Entonces Los hombres no somos hermanos. Según los partidarios de la
reencarnación los pobres son culpables de su miseria por conductas inadecuadas
en otras vidas. Son una casta baja. Jesús no solo nos enseña el amor a los
pobres sino que el mismo se hizo pobre por darnos ejemplo.
En el cristianismo el mal no es
vencido por cada individuo expiando sus pecados en sucesivas
reencarnaciones. Cristo inaugura un nuevo tiempo en el que se deja claro la ley
del amor y del perdón y la metodología de vida -sermón de las Bienaventuranzas,
etc.- y su propio sacrificio -significado profundo de su muerte en la cruz y
derramamiento de sangre- para la salvación de cada persona.
La salvación queda configurada
como la suma del trabajo personal de profundo arrepentimiento, metanoia, muerte
y resurrección en el proceso evolutivo personal y la influencia real del
sacrificio de Cristo, que nos viene dada como un don.
Esotéricos, ocultistas, muchos miembros
de las llamadas sociedades inicíaticas, confían erróneamente en sus
propias fuerzas.
Arrepentirse en
profundidad, de verdad, de la conducta seguida hasta ese momento, sentir dolor,
y tomar la firme resolución de enmendar la conducta para evitar el apartarse de
nuevo del Camino y de la Verdad.
Perdonarse – es quizás lo
más difícil- y perdonar. Haciendo el análisis necesario para comprender
en profundidad el porque de nuestra conducta o la de los demás.
Reparar las pérdidas
y daños ocasionados por nuestras malas acciones – palabras, hechos, omisiones,
etc.- Reparar con la ayuda del cielo ofreciendo oración, sacrificios, actos de
amor.
Todo este proceso, nada fácil, se
denomina Metanoia, palabra griega que significa un cambio radical -con
la ayuda de Cristo- en la mente, en el corazón y en la conducta. Es el
movimiento interior que surge en toda persona que de verdad se encuentra con
Cristo.
Una vez la Metanoia en marcha se
vivencia un proceso que ha de conducir a una total transformación, lo cual
implica la extinción del egoísmo con sus múltiples disfraces -muerte del yo-
para resucitar siendo otro totalmente nuevo.
En este proceso no son
suficientes las propias fuerzas. Mediante la fe en Cristo Jesús Dios le
le infunde a la persona lo que la tradición denomina la gracia, que es el
favor gratuito de Dios, lo que le dará al ser humano convertido a la
fe cristiana, las fuerzas necesarias para llegar a buen puerto.
En todo este proceso al cristiano
se le aplica la LEY DEL AMOR Y DEL PERDON, la ley de la nueva Dispensación. Muy
diferente a la Ley del Karma y reencarnación. La reencarnación es la creencia
consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma,
conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias
según va muriendo.
Terminología
Esta creencia aglutina de manera popular diversos términos:
Esta creencia aglutina de manera popular diversos términos:
- Metempsicosis, que viene del término griego meta (después, sucesivo) y psyche (espíritu, alma).
- Trasmigración (migrar a través).
- Reencarnación (volver a encarnar).
- Renacimiento (volver a nacer).
- Recorporación (volver a corporalizarse, volver a un cuerpo).
Todos estos términos aluden a la
existencia de un alma o espíritu que viaja o aparece por distintos cuerpos,
generalmente a fin de aprender en diversas vidas las lecciones que proporciona
la existencia terrena, hasta alcanzar una forma de liberación o de unión con un
estado de conciencia más alto.
El mismo fenómeno pero sin la creencia en un alma o espíritu
- Metensomatosis: viene de meta (después, sucesivo) y soma (cuerpo).
- Palingenesia o palingénesis: procede de palin (de nuevo) y genesis (nacer/principio).
La creencia en la reencarnación
ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en la mayoría de
las religiones orientales, como hinduismo, budismo y taoísmo, y también en las
religiones no «adulteradas» africanas y tribales de América y Oceanía. En la
historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir
o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente más evolucionada)
ha sobrevivido incluso dentro de las religiones judeocristianas (cristianismo,
judaísmo e islam). Son prácticamente las únicas que no la contemplan, pero han
permanecido bajo la forma de diversas herejías y posturas no oficiales.
Anatemización de esta doctrina
Diversos grupos cristianos en los
primeros tiempos, como los gnósticos, asumieron la creencia en la
reencarnación, como elemento fundamental desde muy pronto, ya que esta
concepción estaba muy extendida en el mundo clásico y antiguo. Algunos de los
Padres anteriores al Concilio de Nicea I para combatir esta filosofía trataron
este tema en sus escritos, rechazándola abiertamente y tratando de mostrar sus
contradicciones a un pueblo que en aquellos días, probablemente, no tenía
problema en asumir dicha creencia, dentro del marco del cristianismo primitivo,
al estar éste influido por muchas tradiciones anteriores.
Tertuliano posiblemente fue el escritor que trató con mayor profundidad el tema, dedicando ocho capítulos de su tratado sobre el alma a la cuestión de la reencarnación. Orígenes en cambio, se muestra ambiguo cuando favorece a la reencarnación en sus escritos y otras veces la rechaza. Otros autores como Ireneo de Lyon, además de Orígenes, también trataron de refutar en repetidas ocasiones la creencia en la reencarnación.
El destierro de la doctrina
reencarnacionista empezó a expandirse en el año 312, cuando el emperador
Constantino el Grande se convirtió al cristianismo. Hubo tres argumentos
que eliminaron la idea de la reencarnación en el nuevo cristianismo, a pesar de
que ninguna encíclica papal la condenara. La primera fue su desaprobación por
parte del Concilio de Constantinopla II en el año 553, a instancias
del emperador Justiniano I. Sus poderosos edictos incluyeron el decreto
que consideraba anatema cualquier enseñanza sobre la preexistencia del alma,
así como la doctrina de su retorno a la Tierra.
También fue decisivo para el
destierro del concepto reencarnacionista la condena de la metempsicosis,
establecida por el Concilio de Lyon (1274) y por el de Florencia (1439),
en los que se afirmó que las almas que partían de este mundo se dirigían al
Cielo, al Purgatorio o al Infierno. El tercer argumento, por último, fue la
persecución, especialmente la de la Inquisición, y la supresión de las ideas
por la fuerza de las armas, de las que el ejemplo más cruel fue la denominada
Cruzada Albigense, en 1209 [2]
Fuentes
[1]. En el capitulo VI de
su libro reduce la idea de reencarnación al absurdo y en el capítulo VII se
narran algunas extravagancias relacionadas con la reencarnación. cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Reencarnaci%C3%B3n#cite_note-14
Otras fuentes
- http://www.conoze.com/doc.php?doc=5901
- https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxQQjvwL_Y9Giqfn-a0rUoFdVfdVb7qbBTXTZLnFSOrRGzhzw06r1P2Rf-om6AfutMxTG1beVEIHhEKHaj0SvNnKudDg0S9Vxb3AS-UURSWNNrjaJHc9dvZPtrfGiwXoAp7pOaBm44uiY/s1600/reencarnacion-vida.jpg
- http://es.wikipedia.org/wiki/Reencarnaci%C3%B3n
- http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f3/Reincarnation_AS.jpg/220px-Reincarnation_AS.jpg
jesus viene a CHILE
ResponderBorrarDe la blasfema al espiritu santo no hay perdon
ResponderBorrarSolo hay trasmutasion , de DIOS padre , de el padre de Cristo , Jesus y si acaso cristo jesus
Puede trasmutar una blasfema sepa que si si puede
Pero solo trasmuta la blasfema alespiritu santo
Cuando a el le da su gana ,
y Si hay alguien que nunca salva de la blasfema
Que se le dio es espiritu santo
Por si a el le blasfemo sepase que se enojo ,
Si acaso se enojo , sepase que el siempre hase
Lo que le da su gana , y lo unico que le da su gana
Es condenar
Y si una cabra te salvare que debes haser
Y la estrella de los antares te salvare que haser
YO SOY Judas creasion de Ishtar
YO SOY Judas iscariote