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lunes, 3 de abril de 2017

BRUCE CHATWIN, PROTESTANTE, CON POCO AMOR POR LA VERDAD



EN LA PATAGONIA NORTE

Un inglés narrador algo bolacero (1)





En los años 80´  del siglo pasado llegó un libro nuevo a mis manos. Se titulaba “En la Patagonia” y lo había escrito un viajero inglés llamado Bruce Chatwin (2). Para entonces, había leído a  Musters y más tarde a Hudson y no pocas referencias sobre David Livingstone, Stanley y el desaparecido Percy Fawcett en este orden; libros y artículos que había encontrado algunos en la vieja sede de la Biblioteca Cincuentenario de San Antonio Oeste y otros, perdidos entre los estantes de literatura que gustaba leer mi madre. 

Por entonces andaba con ganas de recorrer la Patagonia y al observar que se trataba de narrativa viajera patagónica pensé que Chatwin podría llegar a convertirse en otro clásico de mis preferencias. En el capítulo 36 de su libro se definió como protestante y si bien entonces esta palabra significaba poco, lo cierto era que mi madre lo era y esta mención no era poca. Sentí simpatía por el escritor y una rara familiaridad. Por fin uno que escribe afirmando ser, lo que mi madre dice que es.


Bruce Chatwin
En la Patagonia

Quiero aclarar que en aquellos días me tenía sin cuidado las ideologías. Leía lo que a mi me gustaba, lo que despertaba mi curiosidad. Digo esto porque mientras escribo, alguien cerca mío me dice "Marc, veo que te gustaba la literatura colonialista". En esos días el colonialismo no era una preocupación para mí como lo fue más tarde. Los tiempos y las ideas cambian con los años.

Regresando al tema, insisto, para cuando comencé a leer este trabajo aún no había hecho profesión de fe –no era nacido de nuevo- y el “ser protestante” no significaba lo que ahora sí. La primera lectura no debió ser significativa para mí porque “doné” el libro a la biblioteca popular. Años más tarde al releer el libro; quise saber algo más de este “hermano” que había conseguido fama recorriendo nuestras tierras.

Sin embargo…

Un manto desilusionante me arropó cuando llegué al capítulo 6 donde narraba su paso por la Patagonia Norte. A pesar de leer una y otra vez, no lograba entender el itinerario del inglés. Nací en Bahía Blanca y he vivido por años en la provincia de Río Negro por lo tanto, el presunto recorrido de Chatwin me es familiar. Sin embargo, no podía por más que lo intentaba, reconocer por dónde había bajado al sur.


El recorrido de Bruce Chatwin
Mapa de una edición germana
Arriba a la derecha, San Antonio Oeste

A la Patagonia Profunda se ingresa por la ruta 3 o bien por  la 22 empalmando al sur de Río Colorado con la 251. No existen otras carreteras para viajar hasta la Tierra del Fuego a excepción de la 40 que, por estar al oeste muy lejos del recorrido de Chatwin, no es mencionada en su paso por el este rionegrino. ¿Por dónde viajó este inglés? 

Chatwin escribió: “Bahía Blanca es la última ciudad importante antes de que empiece el desierto patagónico. El “desierto patagónico” conviene aclarar, no es tal sino  un territorio vasto cubierto por vegetación xerófila, atravesado por caudalosos ríos donde abreva la civilización de tipo europeo entremezclada con gente de origen Tehuelche y Mapuche. (Además de otros inmigrantes provenientes de naciones limítrofes y del mundo). 

Por tal razón, no es un desierto donde nadie habita sino un espacio cubierto de especies vegetales, con enormes establecimientos dedicados a la cría de ganado ovino, bovino, etc., y por una gran cantidad de fauna autóctona que, por falta de espacio, no se describe aquí, además de áreas destinadas a la producción frutihortícola. ¿Por qué se le denomina desierto? Es largo de explicar y me llevaría otro post. Prometo más adelante, escribir algo al respecto.


El desierto Patagónico en la provincia de Río Negro
Al fondo la bahía de San Antonio
A la derecha, la laguna Las Máquinas
Un territorio amplio cubierto de vegetación xerófila o monte con espinales
Cada tanto, una mancha ocre de lagunas que se repletan de agua en tiempos de lluvias
Foto
Marc Pesaresi

“Bill me dejó en el hotel próximo a la estación de autocares” -, prosigue Chatwin. “El bar del hotel estaba pintado de verde, bien iluminado y lleno de hombres que jugaban a las cartas. Un campesino joven se hallaba junto a la barra. Apenas se tenía en pie pero conservaba la cabeza erguida como un gaucho. Era un chico bien parecido, de pelo negro rizado, y en verdad estaba muy borracho”. ¿Quién era Bill? Probablemente un personaje inventado. En cuanto al hotel...

El hecho que mencionara “un bar” donde hombres jugaban “a las cartas” y donde, entre los parroquianos, aparece uno que era gaucho, parece estar describiendo a la antigua terminal de colectivos ubicada en 19 de Mayo entre Zelarrayán y Estomba. (En la actualidad el sitio donde estuvo esta terminal precaria, por cierto, es una playa de estacionamiento para los empleados de comercio y uno de los hoteles todavía existe). Había allí un café que  servía en sus días para aguantar la espera de los pasajeros. Que uno de estos estuviera “ebrio” no parece ser creíble ¿por qué?...

Cuando Chatwin viajó por nuestro territorio (1975), la policía estaba muy atenta a las in conductas en la vía pública y cualquier borracho en un sitio público frecuentado por menores y mujeres como una terminal de colectivos podía ser llevado preso a que se le pasara la borrachera en algún calabozo de  la Comisaría mas cercana. (Eran los tiempos de los edictos policiales que permitían tanto a la Policía Federal como a la Bonaerense o Policía de la Provincia de Buenos Aires, detener sin orden judicial y que posteriormente fueron suprimidos). 

A principios de los años setenta, cuando el inglés anduvo por Patagonia,  la policía actuaba a “voluntad” y con mano áspera. El respeto por los Derechos Humanos comenzó en 1983 con la llegada del gobierno radical de Raúl Alfonsín y continúa hasta la fecha.

Chatwin prosigue: “La esposa del propietario me mostró una habitación calurosa y asfixiante, pintada de color púrpura, con dos camas. No tenía ventana y la puerta comunicaba con un patio cerrado con vidrios. Era muy barata y la mujer no dijo que tuviera que compartirla”. El hotel debe ser uno de los dos que conocí próximos al lugar, no más de media cuadra uno y el otro enfrente. Ambos hoteles lucraron en su momento gracias a su cercanía a la terminal. Posteriormente, cuando esta se trasladó, funcionaron como albergues para parejas, viajeros ocasionales o inquilinos. Había uno que en tiempos muy recientes, se lo conocía como "volteadero" o sea, un "telo" o sitio donde llevar alguien para fornicar a gusto.

Y agrega detalles: “Estaba medio dormido cuando el muchacho campesino entró tambaleándose, se arrojó sobre la otra cama, gimió, se sentó y vomitó. Devolvió intermitentemente durante una hora y después roncó. Aquella noche no dormí por culpa del olor del vómito y de los ronquidos·. Que lamentable experiencia. Imagino que no lo habrá pasado nada bien pero, conociendo cómo pueden comportarse los ingleses de “la popular”, no debió sufrir nada de otro mundo.

Sigamos con Chatwin: "De modo que al día siguiente, mientras rodábamos por el desierto, contemplé somnoliento los jirones de nubes plateadas que se devanaban en el cielo, y el océano de arbustos espinosos gris-verdosos que cubrían las ondulaciones y se remontaban por las terrazas, y el polvo blanco que se desprendía de las salinas y, en el horizonte, la tierra y el cielo que se disolvían en la ausencia del color”.

Bruce Chatwin
Camera Press Digital/Millan Pres

Me interesa la parte que menciona el “desierto”, que no es tal, a la salida de Bahía Blanca ya en ruta hacia la Patagonia Norte. Menciona salinas. Dado que no precisa ubicación, supongo que se puede referir a: primero, la  conocida como "Salitral la Vidriera", que  se puede ubicar a oeste de General Daniel Cerri y antes de llegar a Médanos; al lado de en un cruce de rutas. 

Nunca he visto que allí "se levante polvo" (aunque puede ser). Siempre se encuentra húmeda porque su irrigación  depende tanto de lluvias como de la amplitud de las mareas de aguas saladas de la zona costera del humedal de Cerri. O quizás se estuviera refiriendo a las Salinas "del Algarrobo"  (ubicada al oeste a unos 5.878 metros de la entrada a José B. Casas en dirección y "de Piedras", aproximadamente 6.200 metros de la ruta 3), en cercanías de Carmen de Patagones.


Ubicación de las salinas "del Algarrobo" y "de Piedras"
Cortesía
Miguel A. del Blanco - Isidoro B. Schalamuk

Las salinas citadas arribas, en una vista satelital
Cortesía
Google Earth
Obsérvese el trazado de la ruta 3 que conduce a Patagones entre ambos recursos salinos

Ahora bien: justo es reconocer que el  polvaderal en ocasiones se levanta desde lagunas secas y campos aledaños a las rutas, gracias al viento que por lo general sopla y fuerte en la zona. Hace unos años atrás, por causa del desmonte, hubo tormentas de arena importantes en las inmediaciones de las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones ambas separadas tan solo por el río Negro o Currú Leuvú según el nombre indígena. Lo más probable que la mención del polvo fuera un recurso literario o bien, le tocó viajar un día ventoso con polvaderales a la distancia.

La descripción de la vegetación, típico monte xerófilo, es correcto. También la coloración: gris verdoso. (Debido al cambio climático, en la actualidad llueve más y los campos se ven más verdes o bien, muy oscuros por los incendios que cada tanto, consume a los montes).

Continuemos: ¿a cuáles salinas se refería Chatwin? Solo Dios sabe. Dado que "producía ficción histórica" en vez de describir con precisión pudo ser cualquiera o bien, un invento de su fértil imaginación. Pero...

Hay un detalle que nos dice que Chatwin no viajó a la Patagonia por la 22 empalmando hacia el sur por la 251 sino por la 3. Leemos: “La Patagonia empieza en el río Negro. A mediodía el autocar atravesó un puente de hierro tendido sobre el río y se detuvo frente a un bar”. ¿Cuál sería el puente de hierro que refiere?

No puede ser ninguno de los dos que existen en la ruta 22 y 251 en las localidades de Río Colorado y Conesa. En Río Colorado sí existe un puente de hierro que vincula la localidad pampeana de la Adela con Río Colorado pero no era utilizado por los ómnibus de pasajeros. En Conesa por años se cruzó el río Negro en balsas más o menos hasta 1968 cuando se inauguró el nuevo puente carretero y este no es de hierro precisamente. 

El único puente de las características mencionadas por el inglés y sobre el río Negro es el  ferrocarretero que une Carmen de Patagones y Viedma. ¿Viajó Chatwin por la ruta 3? Tal parece que sí aunque el relato es poco preciso y casi no refiere nada útil para identificar lugares de este recorrido. O quizás lo vio en fotografías y le pareció bonito por su diseño tan elaborado y digno de ser incluído en la narrativa de un libro. A saber...


El viejo puente ferrocarretero entre Carmen de Patagones y Viedma
En la provincia de Río Negro
foto
Marc Pesaresi

Se complica identificar los lugares visitados con tanta escritura ambigua. Por ejemplo: “Una india se apeó con su hijo. Había ocupado dos asientos con su mole. Mascaba ajo y usa unos pendientes tintineantes de oro puro y un sombrero blanco y rígido rendido sobre las trenzas. Una expresión de terror abstracto cruzó por las facciones del niño cuando ella maniobró consigo misma y con sus paquetes para bajar a la calle. Las casas estables del pueblo eran de ladrillo, con chimeneas negras y una madeja de cables eléctricos en lo alto. Allí donde terminaban las casas de ladrillo empezaban las chozas de los indios. Estas se hallaban compuestas por parches: cajas de embalar, láminas de plástico y arpilleras. Un hombre solitario marchaba calle arriba, con el sombrero de fieltro marrón encasquetado sobre el rostro. Transportaba una bolsa y se internaba entre las nubes blancas de polvo, rumbo al campo. Unos niños se refugiaron en un portal, y se pusieron a atormentar a un cordero. Desde una choza llegaba el ruido de la radio y de grasa siseante. Un brazo musculoso se asomó y arrojó un hueso a un perro. El perro lo cogió y salió disparado”.

Este relato es digno de unas escenas de un western spaghetti. He vivido toda mi vida entre indígenas de la Patagonia tanto de la etnia Mapuche como Tehuelche y nunca observé que "mascaran" ajo a semejanza de los altiplánicos bolivianos que mastican hojas de coca. En este punto Chatwin miente descaradamente. 

Tampoco usaban  las mujeres en esos días pendientes de oro puro. Estas gentes eran de tan humilde condición, que de haber tenido oro, sin duda lo habrían intercambiado por algo que les fuera de utilidad. Este detalle es un invento del autor o sea, otra mentira más. Las únicas joyas que les he visto son de plata, y solo se utilizan cuando las mujeres mapuches visten sus galas para fiestas, o bien, las comunes que utiliza cualquier mujer sin importar etnia que aquí se conocen como “bijouterie”.

Pero si es cierto que tanto en Conesa, Río Colorado. Carmen de Patagones o Viedma, se construye hasta el día de la fecha con ladrillos y que, la gente pobre –no necesariamente aborigen- habitan “ranchos” que es como se les llama a las chabolas de las villas de emergencia que no son otra cosa que barrios precarios necesitados de urbanización. 

Habría que agregar un elemento de construcción que se utilizaba poco, pero existía. Me refiero al ladrillo amasado con barro y paja llamado “adobe” y también la construcción en seco de viviendas prefabricadas de chapas y madera al "estilo inglés". Dado que “en todas las localidades” hubo viviendas como las descritas no es posible identificar en qué pueblo las observa. ¿Por dónde viajó Chatwin? Es un misterio como la Santísima Trinidad, poco menos.

El polvo mencionado en el relato es consistente con la región, árida, donde el viento siempre es permanente y muy fuerte. El ruido a radio también es posible que lo oyera porque en, aquellos días, las personas usaban mucho este aparato. Pero para oír tal cosa, habría tenido que descender del ómnibus. El ruido a “grasa siseante” seguramente se debe a la preparación y fritura de las “tortas fritas”, un bocado muy apreciado en la zona para tomar con mate, té o café, en días fríos y lluviosos o bien, buñuelos.¿Serían tortas con chicharrones? Tal vez. Pero no tengo espacio suficiente en este post, para apuntar suposiciones infinitamente.

Continúa el relato: “Fuera del pueblo había plantaciones irrigadas de maíz y calabazas, y huertos de cerezos y albaricoqueros”. No, definitivamente, Chatwin no describe con exactitud lo que ve. Si estuvo en Río Colorado (en la rivera del río del mismo nombre) luego de ingresar y egresar del pueblo, lo que debió ver fueron algunas plantaciones a orillas del río del mismo nombre cercanas a las estaciones de servicio donde los viajantes podían estacionar sus vehículos para cargar combustibles o aprovisionarse de frutas, verduras, comida en general y luego, ya recorriendo kilómetros sobre la 22, encontrar el desvío para tomar la carretera 251 hacia la Patagonia profunda.

Si estuvo en Conesa, pueblo que le sigue a Río Colorado, seguramente vio frutales en parcelas cuadradas rodeadas de álamos que aquí llamamos “chacras”. Entre las especies que se cultivaban se encontraban manzanos, ciruelos, perales, algunas higueras, vides y, en lo hortícola, verduras para acompañar la dieta de las personas que mayoritariamente carnívora. Tampoco aquí, el relato de Chatwin, contribuye a identificar por donde atravesó la Patagonia Norte.

Los maizales existían pero muy pocos y la gente, a diferencia de otras culturas donde esta planta es esencial para la dieta, en esta parte de Argentina solo es un alimento ocasional. Lo mismo pudo ver a la salida de Viedma, en un tramo llamado “Idevi” donde por entonces, iniciaba labranzas para transformar el terreno otrora cubierto de paja vizcachera en montes frutales. Los cerezos son árboles raros de ver, aunque no se descarta que haya visto alguno a la pasada. ¿Por dónde viajó Chatwin? 

Mientras procuro darle un final a este post, sonrío. Pensaba, en mi ingenuidad. Chatwin había mentido con detalles de su viaje. Pero, al investigar más para elaborar este escrito, me encontré con figuras como la de Osvaldo Bayer y muchos otros, criticando la falta de precisión y de su estilo  “novelado”.

En la actualidad, Bruce Chatwin es objeto de algunos debates y estudios críticos. Adrián Giménez Hutton no aguantó el deseo de averiguar por si mismo si Chatwin había escrito verdad o  mentira y se largó tres veces a recorrer la Patagonia. Su búsqueda culminó en un libro titulado “La Patagonia de Chatwin” o sea, la que “inventó” el inglés y no la real. 

Xavier Alcalá dice sin tapujos que la Patagonia descrita por Chatwin es “falsa” y así titula uno de sus escritos. 

Jorge Camarassa afirma que Chatwin no “contaba media verdad, sino verdad y media” y que, a la hora de narrar, “antes que periodista era escritor”. 

Maria Sonia Cristoff, en "El mito del escritor viajero" (para acceder click AQUÍ)  escribe que, Giménez Hutton dedicó un capítulo entero a tratar las imprecisiones en el relato de Chatwin sobre  las huelgas obreras en la Patagonia. Además apunta una sabrosa anécdota: dice que Osvaldo Bayer, quien fue el más grande investigador de las matanzas de los peones rurales en este triste episodio de represión, acabó denunciando por robo intelectual a Chatwin y por la sustracción de libros que comprobó luego de la visita del inglés a su casa porteña. Tal parece que de protestante el británico solo tenía el nombre. 

Bernadette Califano en su trabajo “La invención de la Patagonia” recuerda que Paul Theroux, amigo del viajero, había dicho que otro amigo en común, lo había calificado como “charlatán Chatwin” porque siempre estaba explicando teorías confusas. Theroux rememora, dice Califano, que en cierta oportunidad en el transcurso de una cena de la Royal Geographical Society lo oyó hablar sobre “las numerosas montañas que había escalado” cuando en realidad nunca había sido un gran andinista. Califano cita a Theroux cuando este increpó al viajero diciéndole que en un libro de viajes había que decir la verdad a lo que Chatwin le replicó “yo no creo en decir la verdad”.

FIN

1. Bolacero: en la jerga vieja de mi ciudad, San Antonio Oeste, es un término que refiere a una persona poco verídica, que narra inventando como si de ficción se tratara, que habla de cosas irreales, que miente a cada rato.

2. Bruce Chatwin fue un escritor nacido en Sheffield, Yorkshire, Inglaterra, el 13 de mayo de 1940. Falleció por causa del virus HIV el 18 de enero de 1989. Trabajó un tiempo a partir de 1958 hasta junio de 1966 en la compañía de subastas  Sotheby's donde, gracias a su capacidad, alcanzó el rango de gerente. Ingresó a la Universidad de Edimburgo, Escocia, donde obtuvo un premio por la calidad de su trabajo. Sin embargo, pronto se aburrió y después de cursar dos años, abandonó los estudios.

En 1972 ingresó en el Sunday Time Magazine como asesor de arte y arquitectura. Durante una de sus entrevistas -a la que le realizara a la arquitecta y diseñadora irlandesa Eileen Gray por entonces de 93 años- observó un mapa de la Patagonia pintado por tan singular mujer. Se dice que él le confesó sus deseos de viajar al fin del mundo. "Siempre deseé ir allí"  pronunció y la anciana le respondió "Ve allí por mí". No transcurrió mucho tiempo para emprender el viaje y luego de pasar seis meses en el sur de Argentina, publicó al regresar su famoso libro de viajes "En la Patagonia" (1977).

Al principio sus lectores imaginaron la narrativa como basada en hechos verídicos. Pero luego de leer que muchos datos no concordaban con la realidad, comenzaron a aparecer recriminaciones por narrar personajes y conversaciones ficticias a los que presentaba como reales.

Para saber un poco más

El Mito del escritor viajero
Suplemento Cultura
La Nación
Para acceder, click AQUÍ

Para olvidar a Chatwin
Bariloche 2000
Para acceder, click AQUÍ

La Patagonia de Chatwin
Adrian Gimenez Hutton
Obra imprescindible a la hora de indagar en el recorrido de Chatwin
Para acceder a la oferta, click AQUÍ

















miércoles, 23 de noviembre de 2016

500.000 visitas



Gracias

Llegamos al medio millón de visitas. No es poco para un blog nacido en el fin del mundo y con una línea editorial  protestante evangélica tradicional.  
Del 2009 a la fecha, puedo recordar algunos comentarios. Desde los que agradecen hasta los que, traspasando el límite de lo cordial, insultan, agravian, etc. De estos últimos recuerdo algunos. De parte de una testigo de Jehová que cada día, psicopáticamente, nos regaba con "sus bendiciones" hasta la de algunos católicos que se quejaban de nuestros puntos de vista y perdían la calma. Otros que se dedicaron a "recordarle" a la traductora del blog que su conducta personal no era la apropiada para hablar "de religión". Hubo que explicar que, la paja en ojo propio rara vez se ve

Y no faltó quien nos reclamó que  éramos pocos cristianos porque "hablábamos de cualquier cosa" menos de Cristo. Bueno, a Cristo lo predican en mil lugares por minuto a la vez. Nosotros queríamos hablar de Cristo y también de los que dicen creer a Cristo y de algunas situaciones relacionadas con la religión, ciencia, historia, que contribuyen a los aportes teológicos.  

Algo que propusimos fue alejarnos de la erudicción "de redacción pesada", que  presupone que por escribir "difícil" aparecerá a los ojos del lector más erudita.

Tampoco desdeñamos mencionar religiones alternativas. Hemos sido críticos con JW Org por que ellos  agredieron verbal y por escrito y lo siguen haciendo a toda religión que no sea la suya propia. Nosotros creemos que este colectivo ha tenido ya suficiente tiempo de paciencia. Hoy si nos maltratan, usamos esa información para demostrar cuál es el verdero espíritu del mundo que habita las oficinas del Cuerpo Gobernante, la entidad que los administra. 

Con los Santos de los Últimos Días solo discrepamos en su idea de probar, arqueología mediante, que Cristo estuvo en América luego de la resurrección el Palestina. Fuera de eso, son gente piadosa, honesta, que merecen respeto. No hemos querido polemizar sobre si en los templos hay rituales del índole mason o no. Eso es asunto suyo. Es su espiritualidad. Pero si nos pareció increíble que intentaran querer probar la existencia de lamanitas y nefitas con la ciencia arqueológica. Los intercambios con este grupo siempre han sido en sentido amable.   
Sobre los Menonitas nos parecido adecuado hablar no solo de lo bueno de este colectivo sino también sobre que se ocultaba dentro de este modo de vida agrarista o fisiocrático. 

En cuanto a pentecostales, pensadores independientes, etc, tenemos por costumbre si vamos a discrepar, presentar nuestros argumentos y también los de los demás. Por lo general citamos las fuentes subrayando el hipervínculo. Lamentablemente mucha gente lee apurada o en celulares y no se percatan del detalle. Hasta que no se invente otro modo de saltar hacia las fuentes, seguiremos referenciando de estemodo.  

Hubo gente que nos corrigió errores con amabilidad, otros no tanto. Recuerdo a alguien enojado decirme "baja el copete, y tené humildad hijo de ... fijate que en cinco palabras tuviste diez errores". Gente con comentarios como este los enviamos a la "spanería" de inmediato. Aquí no se insulta a nadie y no vamos a dejar que lo hagan con nosotros gracias a la impunidad. Por el contrario, hubo uno que era de la ciudad donde resido que se enojo mucho y dando la cara reaccionó. Se lo invitó a una reunión y nunca apareció. Seguramente se calmó y entendio que vivir en democracia, implica aceptar la libertad de opinión y de conciencia. 

Entre evangélicos polemizamos mucho. De ahí que no hemos dudado en decir algunas cosas, desde nuestro punto de vista, sobre algunos predicadores. Tampoco eludimos profetas, etc. Al principio, la inexperiencia, nos hizo algo rudos para disentir. Ahora, con los años, nos damos cuenta que todos reaccionan coléricamente cuando se ofende, ataca o lastima, la creencia personal. En la medida de lo posible tratamos de ser más cauto. Lástima que a veces sucede que uno escribe de un modo y el lector lo interpreta con su estado de ánimo particular y se arma "tole tole". 

Por supuesto, no falta el aburrido que nada tiene que hacer y se dedica a trolear de aca para allá. Esa persona esta enferma de lo contrario no se explica la actitud.

Con los islámicos hemos sido algo tibios en opinión de algunos. Tratamos de separar los "buenos" de los "malos". Algunos advierten que el islám es malo porque su libro principal incita a la violencia para imponer la fe. Nosotros hemos preferido resaltar la maldad de algunos musulmanes sin pensar que todos sean "condenables". Aún así, todavía tenemos debate interno 

Con los ateos hemos sido críticos porque ellos son ácidos en su mayoría pero no por eso impedimos acceder a una de sus bibliotecas online mediante linkeo que nos parecio muy buena -el cristiano tiene que saber que piensan los demás-sino que, en el caso de un arquitecto brasilero fallecido recientemente, hemos resaltado su obra y persona. Su testimonio da cátedra de tolerancia. Si este buen hombre podía controlar "la repugnancia ideológica" que provoca el que piensa diferente, nosotros teníamos que ser iguales. Lamentablemente, no todos los ateos son calmos. Algunos tienen muchísimo odio hacia el cristianismo tanto, que justifican cualquier mal o maldad hacia nosotros y otros viven su ateísmo con absoluta tranquilidad. 

Hicimos muchas cosas bien, otras muy mal, no pocas más o menos, pero bueno, que levante la mano quien es perfecto en este mundo en que vivimos. Muchas gracias. Marc, Caro y nuestro ocasional posteador Paulo.



Bahía de San Antonio

  RÍO NEGRO - ARGENTINA 

La bahía de San Antonio es tributaria del Golfo San Matías
el cuál a su vez, es parte del Mar Argentino, en el Atlántico Sur


En esta captura de Google earth 
se puede observar la bahía de San Antonio,
Punta Villarino, con las instalaciones del moderno Puerto del Este,
los bancos de arenas Reparo, Paliza y Lobos,
Punta Delgado con la planta química ALPAT,
San Antonio Oeste, rodeado por dos rías llamadas mareas
por los habitantes del lugar.
Hacia abajo, a la izquierda, el balneareo Las Grutas
y un poco más arriba, también sobre el margen izquierdo,
El Cruce.
___________________

PATAGONIA
LA TIERRA EN QUE VIVIMOS

Por
Marc Pesaresi




La Bahía de San Antonio, provincia de Río Negro, 
es un bellísimo lugar donde; en una de sus localidades llamada San Antonio Oeste; en 2009, nació Evangélicos en Patagonia.
Comparto con ustedes algunos datos y  fotografías de sus paisajes.

A nuestra tierra, Wikipedia la describe así:
La bahía San Antonio o bahía de San Antonio es un golfo situado en el nordeste de la Patagonia argentina, perteneciente al mar Argentino del océano Atlántico sudoccidental. Juridiccionalmente sus aguas y costas se localizan en el departamento San Antonio Oeste, al este de la provincia de Río Negro. Su centro se encuentra en las coordenadas: 40°44′51.43″S 64°52′5.10″O.
Accidentes geográficos
Su boca está demarcada por Punta Delgado, donde se ubica una gran planta química ALPAT (produce Soda Solvay) que, junto con  Punta Delgado hacia el oeste (en el paraje denominado Mar Grande), y por la punta Villarino al este, la cual es el extremo de la península del mismo nombre.
La  entrada a la bahía se ve dificultada por bancos de arenas los cuales quedan al descubierto durante las bajamares; al este es el banco Lobos, y al oeste el banco Reparo y justo al medio, el banco paliza. En el interior de la bahía existen numerosas islas, mayormente de poca altura y superficie, pero muy importantes como sitios de nidificación de aves costeras. De allí la importancia de esta bahía para la reproducción de aves costeras.
Clima
Posee un clima desértico y ventoso, con 280 mm de precipitaciones anuales, (2014 fue un año donde las lluvias, atípicamente, superaron los 600 mm). Posee cuatro estaciones bien definidas, veranos tórridos, otoños frescos, inviernos gélidos con heladas y ocasionales nevadas y primaveras templadas. La temperatura media anual es de algo más de 15 ºC, con fluctuaciones muy marcadas tanto en el día como entre el invierno y el verano. En verano, las temperaturas suelen superar los 40º.
Características oceanográficas
Las mareas en su interior son de régimen semidiurno y tienen una amplitud de entre 3,5 y 7,6  metros, llegando incluso hasta los 9 m.
Posee aguas poco profundas, las que casi en su totalidad entran y salen a la bahía dos veces por día, dejando buena parte de su superficie con su lecho expuesto al sol estival. Esto ocurre a raíz de las pronunciadas mareas. 
Cuando vuelven a entrar absorben la sal residual de las aguas evaporadas y el calor acumulado en las superficies que habían quedado en seco; esto hace que, especialmente en el verano, sus aguas sean más cálidas y saladas que las del resto del golfo y, de alguna manera, también las del resto del país.
Localidades urbanas
En su interior se encuentran las localidades portuarias de:
  • La localidad de San Antonio Este, y su puerto homónimo. Esta terminal portuaria de ultramar o internacional, fue inaugurada en febrero de 1983, y gracias a sus aguas profundas, es el principal puerto frutícola de la Argentina. Desde allí se exporta hacia todo el mundo manzanas, peras, jugos concentrados de fruta y otros derivados producidos en el valle del río Negro. En inmediaciones, la nueva población privada Saco Viejo, que se levanta junto a las ruinas del antiguo Saco Viejo, primer sitio donde estuvo ubicado San Antonio.
A pocos kilómetros hacia el sur se encuentra el importante balneario de Las Grutas, que en la temporada estival es destino de decenas de miles de turistas. La bahía se encuentra a poca distancia de la RN 3.
Área Natural Protegida 
La totalidad de las aguas someras de la bahía San Antonio poseen una figura jurídica provincial para su conservación, bajo el título de «área natural protegida Bahía de San Antonio». Además es un sitio RHAP, dentro de la red hemisférica de aves playeras, donde fue incluida en agosto de 1993. Los límites de la superficie resguardada comprenden desde la baliza San Matías por el este hasta el paraje El Sótano por el oeste, e incluyen la lonja circunscripta entre la línea de más baja marea hasta la que se encuentra a 50 m por sobre la línea de las más altas mareas.
El lugar es clave como estación intermedia de descanso y alimentación durante las enormes migraciones de aves limícolas neárticas, como chorlos y playeros, los que llegan a la bahía todos los años con números que totalizan los 100 000 ejemplares. (Wikipedia).



Municipalidad de San Antonio Oeste
Foto Marc Pesaresi


Atardecer en Las Grutas

Lobos Marinos Sudamericanos
Otaria Flavescens
en
Puerto del Este
Bahía de San Antonio

Puerto del Este
Ubicado en la margen norte de Punta Villarino
Fue inaugurado en 1983 y se lo utiliza para la exportación frutihortícola
Detrás, un hermoso yunque sobre cúmulus nimbus.

Puerto del Este
Dos embarcaciones portacontenedores
en los Sitios 1 y 2 del puerto

Playa de Las Grutas
Sus aguas cálidas son afamadas en Patagonia
La temperatura se debe a un fenómeno natural
relacionado con la bajada y subida de las mareas
Al bajar estas, quedan expuestos grandes bancos de arenas que,
al calor del Sol en verano, adquieren elevadas temperaturas.
Al subir el mar, este mismo calor es transferido a las aguas,
las cuales se calientan y permiten que miles de turistas
se bañen y diviertan.

Ría o "marea" de San Antonio
Junto a la bahía de Fundy, en Canadá,
tiene el régimen más alto de mareas.
Desde la distancia semeja un río, quedando totalmente seca,
durante la bajamar.

Piedras Coloradas


Cría de Otaria flavescens
o lobo marino
en
Puerto del Este

Puerto del Este

Museo Histórico Municipal
San Antonio Oeste
Foto Marc Pesaresi

Las Grutas

Piedras Coloradas
Al fondo, Las Grutas

Playa Conchillas
Punta Villarino
Foto Marc Pesaresi



TIEMPO

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