lunes, 16 de marzo de 2015

TESTIGOS de JEHOVÁ y la CREACIÓN (Contradicciones)






Génesis y Big Bang según la Torre del Vigía

¿Fue la Tierra una roca muerta antes de los "días creativos"? 

¿Cuantas creaciones hubo?
¿Creó Dios la Tierra y la abandonó como roca muerta durante millones de años?

Los Testigos de Jehová, en su página Web, son partidarios que el Universo tiene millones de años. Para ellos, la Biblia concuerda en su relato con los aportes de las ciencias de ahí que no habría problemas de relación. Declaran:
"Este hecho tiene una gran trascendencia. Implica que, de acuerdo con la primera frase de la Biblia, el universo, incluido el planeta Tierra, ya existía desde tiempos indefinidos antes del comienzo de los días creativos. Los geólogos cifran la antigüedad de la Tierra en unos cuatro mil millones de años, y los astrónomos calculan que la del universo puede alcanzar los quince mil millones. ¿Contradicen dichas cifras —o las que quizás se ofrezcan en el futuro— lo que afirma Génesis 1:1? No, pues la Biblia no especifica la antigüedad de “los cielos y la tierra”. De modo que la ciencia no refuta el relato bíblico". (Una lectura atenta de lo escrito por la Torre da la pauta que hay una herejía refritada en esta forma de enseñar).
La ciencia no contradice a  Génesis dicen los Tjs.

Tres problemas tienen los Testigos de Jehová con esta afirmación

Primero:  ¿Cuántas creaciones hubo? Siempre se enseñó a los cristianos que la creación fue una sola y esta ocurrió en una semana donde Dios creo todo. El relato no dice que hubo miles de años entre la creación de una cosa u otra sino que todo iba surgiendo en una ininterrumpida cadena de eventos. Veremos más adelante como Génesis 1 forzó a muchos a tratar de conciliar, en vano, ciencia con teología y que la doctrina de los Tjs., lejos de ser original, ya tiene algunas décadas de antigüedad.

Segundo: ¿Cómo conciliar la entrada de la muerte al mundo que; según las Escrituras; se produjo precisamente con el pecado de la primera pareja humana?  Antes de la desobediencia del hombre, dice el relato bíblico, el mundo estaba repleto de vida animal  y no existía la muerte  ya que todos comían hierbas. Por el contrario, la paleontología afirma que, desde el principio de la aparición de la vida, existe la muerte ya que los animales se comían unos a otros o morían por diversas causas lo que va a contrapelo con la enseñanza del Nuevo Testamento (1 Corintios 15:21; Romanos 8:20-22; Romanos 5:12) que explica que el pecado y la muerte entraron en la raza humana y en la Tierra a través del pecado de Adán.

Tercero:  Para los Testigos, el surgimiento de la vida es un acontecimiento relativamente reciente pero separado por millones de años de la creación de la Tierra. Sin embargo, la ciencia tanto geológica como paleontológica difieren con esta interpretación: para ambas disciplinas, hace millones de años se aglomeraron rocas en el espacio dando lugar a un planeta y luego de millones de años, surgieron formas de vida muy rudimentarias. Frente a la discrepancia observada: ¿se puede calcular con exactitud en que momento apareció la vida según la Biblia? No. Y si la Biblia calla este punto ¿cuál es el sentido de establecer una edad que Dios no determina?

¿Qué tiene que ver la entrada de la muerte en este asunto? 

La ciencia ha desenterrado miles de huesos fosilizados de cientos de especies animales que vivieron en la Tierra durante millones de años. Si en verdad los días creativos son relativamente recientes como sugiere el texto de la Watchtower ¿cómo se explica la existencia de muerte -el registro fósil muestra animales luchando y muriendo al unísono- con edades que alcanzan millones de años?

La Biblia es clarísima en afirmar que la muerte entro por el pecado de Adán y antes de este acontecimiento, ya existían los animales y eran vegetarianos. Es decir, había eternidad en la vida biológica al principio de la creación. No existía la muerte. Pero el registro fósil dice todo lo contrario.

Durante el periodo que los Testigos llaman "días creativos" no se hace mención en las Escrituras de dinosaurios. Más bien describen una fauna como la que vemos en la actualidad. Estas especies eran vegetarianas porque la muerte no existía. Pero el registro fósil muestra escenas terroríficas de luchas titánicas entre animales desesperados por alimentarse unos de otros miles de los cuales eran especies que no existen hoy día. (1)

Como verán lectores, es muy difícil conciliar los primeros capítulos de Génesis con el registro fósil porque las evidencias son contradictorias. La Biblia dice una cosa y la paleontología otra. Sin duda, la ciencia refuta en parte, el relato bíblico según como lo explican los Tjs. (Ver escala temporal geológica clickando AQUÍ y si el lector desconfía de wikipedia, puede visitar la website de Geologic TimeScale Foundation clickando AQUÍ).

Protoceratops y Velociraptor 
Luchando a muerte
Fósiles de 80 millones de años, según la paleontología,
Encontrados en el desierto de Gobi, Mongolia.

Escala Geológica
 Desde 1974 la elaboración  de la escala es realizada por 
la Comisión Internacional de Estratigrafía de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas.
Los cambios, de existir, demandan años de estudios 
y deliberaciones entre científicos con el fin de ser  
rectificados o ratificados en congresos mundiales.

Es imposible armonizar ciencia y Génesis

Los hombres le han buscado una revuelta al Génesis no tanto en el afán de encontrar nuevas verdades sino, en  la búsqueda de argumentos para apoyar teorías particulares.

Desde el punto de vista bíblico, la vida comenzó inmediatamente después de una orden divina. Por tal razón, la afirmación de la Watchtower que la Tierra tuvo un tiempo donde su superficie era un páramo  hasta que Dios decidió crear flora y fauna y también al ser humano, resulta contradictorio.

Además, si en verdad la Biblia no refuta la ciencia y transcurrieron  millones de años como enseñan los Tjs., entre la creación del firmamento y la aparición de vida, deberíamos ver las pruebas en el registro fósil. Pero no es lo que observa en las excavaciones y laboratorios paleontológicos. Al contrario, el registro fósil, muestra que la vida aparece, se fortalece y luego mengua hasta casi desaparecer no una, sino varias veces; como si algo interrumpiera de pronto el desarrollo biológico hasta casi extinguirlo para luego, volver a comenzar.

Y así otra vez, la vida se potencia hasta la llegada de otra amenaza de extinción y todo esto, durante millones de años. (En la actualidad se habla que estamos en el inicio de la sexta extinción masiva). Todo lo contrario a lo que dice Génesis, donde la vida aparece  y  es amenazada de extinción solo una vez. El relato bíblico menciona una catastrófica mortandad, la del Diluvio y nada más. (Si la extinción no fue completa, se debe a la misericordia de Dios quien  congregó miles de animales dentro de un arca.)  ¿Entonces...? Vaya quebradero de cabeza querer maridar ciencia con Génesis.
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La teoría de la Brecha
Una explicación del modernismo protestante, en ayuda a las exégesis de la Torre

"Los testigos de Jehová no concuerdan 
con los fundamentalistas “cristianos” ni con muchos creacionistas"

Aclaremos 
¿Qué es un fundamentalista y un creacionista?

Los Tjs activos usan la palabra "fundamentalistas" en sentido peyorativo. Le dan un tinte de fanatismo. En síntesis, para ellos, todo fundamentalista es una persona que no razona. Sin embargo, todo aquel que cree en algo y lo explica con razones esta fundamentando. Por lo tanto, cualquiera que fundamente sus creencias en las Escrituras, como hacen los Tjs, también es un "fundamentalista" en el sentido que encuentra en la Biblia fundamentos para creer.

Uno queda perplejo de observar la falta de perspicacia de los escritores de la Torre. Por ejemplo: al afirmar que no concuerdan con los creacionistas entran en contradicción. (Esperamos el día cuando la Torre deje de contradecirse). Porque TODO AQUEL QUE CREE QUE DIOS CREO, independientemente de como crea que ha creado, ES UN CREACIONISTA. En este sentido, los Tjs también son creacionistas porque creen que una Deidad Todopoderosa es el autor de todo el cosmos.

El  texto de arriba aparece en la exégesis de la creación que hacen los Tjs. Bien han dicho que no concuerdan con muchos creacionistas evangélicos pero sí con algunos. Veamos: La Torre del Vigía no es original a la hora de interpretar las Escrituras en este punto.

Al momento de crearse el Universo, Dios disipa la oscuridad impenetrable con la luz en un solo día y así sucesivamente trabaja en el resto de la obra en el transcurso de una semana. Sin embargo los Tjs aseguran que la interpretación correcta debe realizarse armonizando ciencia con Escrituras;  que el relato bíblico no habla de días literales sino que, comprime en una semana, un enorme espacio de tiempo. Con esto, dicen, queda claro que las Escrituras sí armonizan con los descubrimientos  paleontológicos.  ¿De dónde viene esta idea?

Hubo un serio intento por armonizar Biblia y ciencia el siglo XIX y parte de estos esfuerzos, se enfocaron en los días de la Creación. El intento por armonizar los eventos narrados en Génesis con los hallazgos paleontológicos se denominó  Teoría de la Brecha

Esta enseña que, entre Génesis 1:1 y 1:2, existe una brecha de tiempo cuya duración en tiempo no se puede determinar. Algunos interpretan que este espacio corresponde a la rebelión de satanás la cuál, sin duda, afecto el orden establecido. De allí que existan dos relatos de la Creación. Sin embargo, otros son de la idea, que el relato de Génesis se adecua a los modos literarios de los días en que se escribió.

En el siglo XIX, algunos teólogos preocupados por darle al texto concordancia con lo que descubría la ciencia, sugirieron que había un periodo de tiempo entre un versículo y otro que bien podría admitir los principios de la evolución.

 Interpretación tradicional de los días creativos

Interpretación según los adherentes a la Teoría de la Brecha
Obsérvese como introducen un largo periódo de tiempo entre
Génesis 1:1 y Génesis 1:2
Esta teoría nació en el Protestantismo Europeo
Luego fue refritada por los teólogos de la Watchtower.

¿24 horas o miles de años?

¿Qué largos fueron realmente los días de la semana de la creación?  

El autor del Génesis escribió con la certeza que los seis días de la creación fueron 24 horas. Definió la palabra “día” (hebreo yōm) al decir que estaba combinada por “la tarde y la mañana” (Génesis 1:5). Esta frase, que era la manera común en la cual los hebreos describían un día literal, se refiere sin duda, a la rotación de la Tierra.

En hebreo, cada vez que un numeral precede a la palabra “día” en el Antiguo Testamento en la literatura pre-profética –tal es el caso de Génesis- significa siempre un tiempo de 24 horas.

Algo más: cuando la palabra “día” aparece en la forma plural (yamim) en la literatura pre-profética, significa un día literal y en el Antiguo Testamento usa más de 600 veces la palabra yamim en tal manera. Por ejemplo, en Éxodo 20:11 donde dice: “Porque en seis días (yamim) hizo Jehová los cielos y la tierra”, no existe ninguna duda que el texto hace referencia a días literales.

Por último, si Moisés hubiera querido especificar que la Creación ocurrió a lo largo de muchos milenios, podría haber utilizado la palabra hebrea dôr, que significa periodos de tiempos. Sin embargo, usó la palabra yom o día, lo dividió en “la tarde y la mañana”, puso numerales delante de esta, y en Éxodo 20:11 y Éxodo 31:17 la hizo plural.

Conviene recordar que, en su viejo libro La vida...¿cómo se presentó aquí?¿por evolución, o por creación?; capítulo 3 ¿Qué dice Génesis? los Tjs., dicen que al examinar esta parte de las Escrituras es
 "útil tener presente que este aborda los asuntos desde el punto de vista de personas que estuvieron en la Tierra. Por eso describe (la Biblia) los acontecimientos como los habrían visto observadores humanos si estos hubieran estado presentes".(Pág.25). 
Y agregan en la página siguiente:
"La primera parte de Génesis indica que la Tierra pudo haber existido por miles de millones de años antes del primer "día" de Génesis, aunque no dice por cuanto tiempo. Sin embargo, sí describe lo que era la condición de la Tierra precisamente antes que comenzara aquel "día": "Ahora bien, la tierra resultó sin forma y desierta y había oscuridad sobre la superficie de la profundidad acuosa; y la fuerza activa de Dios estaba moviéndose de un lado a otro sobre la superficie de las aguas" (Génesis 1:2 Versión Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras).
Interesante. Si en verdad el comienzo de Génesis fue escrito teniendo en cuenta el punto de vista de observadores terrestres, bien entonces que Dios pudo crear todo en días literales.

Obviamente, el escepticismo verá en el relato de Génesis un compilado de tradiciones orales y refritado de antiguas leyendas del Medio Oriente. Pero los cristianos confiamos en el relato bíblico. Por supuesto, los Tjs., podrán responder: discrepamos con el evolucionismo pero, la Tierra existía mucho antes de comenzar los días creativos "como una roca muerta".¿Cuál es el problema?

Los fósiles son la dificultad

Millones de huesos indican que, antes de la creación del hombre, según la ciencia, los animales se mataban unos a otros. Pero la Biblia afirma todo lo contrario: la muerte es consecuencia de la desobediencia de la primera pareja humana y antes de esta fuera creada, ya existía vida biológica vegetariana. (Romanos 5:12-21) (2).

El panorama que presenta la ciencia es desolador: Lejos de ser nuestro planeta una "roca muerta"; antes de los "días creativos"; existía fauna que se consumían unos a otros en una brutal lucha por la supervivencia. Por lo tanto, había muerte animal mucho antes de la primera pareja humana y si hubo muerte, obvio que también hubo vida. Esto deja mal parada la doctrina de la Tierra como roca muerta antes de los días creativos.

En síntesis, no se puede tratar de armonizar Génesis desde un punto de vista teológico con los aportes de la ciencia. Hay demasiadas discrepancias. Por ejemplo, la ciencia afirma que hubo vida animal por millones de años que depredaban a otros animales para sobrevivir mientras que la Biblia afirma que la muerte no existió hasta la posterior creación del hombre y la mujer antes de los cuales, los animales eran vegetarianos. Génesis 1: 29,30.

Por lo tanto, no se puede conciliar ciencia con Biblia ni siquiera apelando a la Teoría de la Brecha que algunos protestantes propusieron hace dos siglos precisamente (y que los Testigos re escribieron presentándola como "original") en un intento por hacer más afín las Escrituras con los aportes científicos. Si el lector quiere ampliar sus conocimientos sobre tan particular teoría lo invito a acceder al trabajo de Santiago Escuaín clickando AQUÍ o bien, el excelente artículo de Bert Thompson en Apologetics Press clickando AQUÍ.

La mayor oposición a la teoría de la Tierra como Roca Desierta proviene de los 10 mandamientos. Allí Jehová mismo dice:

" 11  Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,+y procedió a descansar* en el séptimo día". (Traducción del Nuevo Mundo online). Y si Dios mismo afirma que todo lo hizo en seis días y el séptimo descansó ¿quién es el Cuerpo Gobernante para afirmar lo contrario?.

Notas

1. La imposibilidad de armonizar ciencia con Escrituras motivó el surgimiento del Creacionismo Científico y la teoría del Diseño Inteligente.

2. Recuerdo que un defensor de la Teoría de la Brecha solía argumentar que este pasaje de las Escrituras se refería a la entrada de la muerte en el hombre y no en el resto de la Creación. Pero el versículo 12 deja muy en claro que el pecado afecto "al mundo" por completo o sea, a todos los seres vivos que habitaban la Tierra. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos lo hombres, por cuanto todos pecaron" Romanos 5:12  RV 1960. El texto deja claro que la muerte entro "en el mundo" afectando no solo al hombre sino a todas las demás criaturas que vivían en él.

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Los Testigos de Jehová consideran a la Biblia científicamente y teológicamente exacta. 
(Ver Razonamientos a partir de las Escrituras, página 65, tema Biblia).

Razonamientos
 página 65
Para los Testigos de Jehova
El contenido de la Biblia es
Científicamente exacto y citan nada menos 
Que a Robert Jastrow como figura de autoridad

Los Testigos de Jehová aceptan que el hombre fue el causante de que la muerte apareciera en la Tierra. (Ver Razonamientos a partir de las Escrituras; página 282; tema Pecado).

Razonamientos
Página 282

Los Testigos de Jehová no aceptan la evolución de las especies (Ver Razonamientos a partir de las Escrituras; página 89; tema Creación).


Razonamientos
Página 89
Para los Testigos de Jehová


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(C) M.A.Pesaresi

miércoles, 18 de febrero de 2015

LA TIERRA NO SE MUEVE, ASEGURA CLÉRIGO MUSULMÁN



"La Tierra está quieta, no se mueve"
afirma el clérigo musulmán saudita
SHEIJ BANDAR AL JAIBARI


Al Arabiya News  da cuenta de sorprendentes declaraciones de un clérigo islámico para quién la Tierra no se mueve. La afirmación, ilógica e irrisoria, demuestra que la teología islámica aún no ha abandonado la Edad Media. 
"A los 451 años del nacimiento de Galileo Galilei, aún hay quien rechaza el movimiento de la Tierra alrededor del Sol que le costó al astrónomo italiano ser juzgado por la Inquisición. «(La Tierra) está quieta, no se mueve», asegura el clérigo saudí Sheij Bandar al Jaibari, dando lugar a una oleada de críticas y burlas en las redes sociales, según ha informado la cadena panárabe Al Arabiya. 
Al Jaibari respondió así con aparente seguridad a un joven estudiante que le preguntaba sobre esta cuestión e intentó respaldar su teoría con documentos religiosos y con lo que calificó como una «deducción lógica». Para su explicación se apoyó en una demostración práctica con un vaso se agua. «¿Dónde estamos? Nos dirigimos al aeropuerto de Sharjah para viajar a China en avión ¿Está claro?», dijo explicando su punto de partida. «Ahora fijaos, esto es la Tierra», indicó a sus alumnos, señalado un vaso de agua.
Al Jaibari sostuvo que si el avión se parara en el aire «China seguiría avanzando hacia él», en el caso de que la Tierra se moviera en una dirección, mientras que si lo hiciera en la contraria el avión nunca llegaría a China «porque también se estaría moviendo».
Galileo fue acusado de herejía, precisamente, por defender el modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico, en el cual la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol. En 1992 el Papa Juan Pablo II cerró el llamado «caso Galileo» reconociendo los errores de quienes le condenaron. «Galileo fue más perspicaz que los teólogos que lo condenaron», señaló el Pontífice.". (Para acceder a la nota en  ABC, click aquí). 
Al Jaibari
"La tierra no se mueve"

lunes, 9 de febrero de 2015

PRESUNTA APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA BATALLA DE TUCUMÁN




Aparición de la Virgen de la Merced

¿Visión Mariana o ilusión óptica?

  


A Isa, que ama a la Virgen

República Argentina

1812

Contexto

1812 fue un año difícil para el gobierno del Primer Triunvirato de Buenos Aires integrado por Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan José Pazos, a quienes asistían como secretarios de Guerra, Bernardino Rivadavia; de Gobierno, José Julián Pérez y de Hacienda, Vicente López y Planes.

En lo político, la situación era muy complicada con múltiples conflictos a solucionar tanto en lo interno como con el exterior. Recordemos que por entonces, Argentina (Provincias Unidas del Río de la Plata) no se había independizado de España sino que aún faltaban cuatro años para declarar su dependencia. Por supuesto, España no se quedaba de brazos cruzados y  pretendía, desde Perú, reconquistar el cono sur de Sudamérica. Finalmente la independencia se obtuvo el 9 de Julio de 1816.

Por
Marc Pesaresi


En esos días, había fuertes intenciones de separatismo debido a la errónea política de Fernando VII quien, recuperado el trono, en vez de realizar un gobierno aperturista se dedico a imponer el absolutismo.  (Para saber más, ver Galasso, Norberto: "La declaración de la Independencia tiene un sentido latino americano", clickando aquí ) (1)

En lo social, la gente del país vivía de lo que siempre había vivido. Contrabando y comercio de los frutos del país. En lo geográfico, grandes regiones del país aún estaban bajo el dominio de tribus indómitas o de caudillos regionales.

Un detalle importante: El 9 marzo de este año, llegó a Buenos Aires proveniente desde Londres, un Teniente Coronel que había solicitado la baja del ejército español.  Se llamaba José de San Martín y de inmediato ofreció sus servicios. A la semana; el 16 del corriente; le dieron la orden de crear el regimiento Granaderos a Caballo. Sin embargo, este militar profesional tan importante para la historia nacional, no intervendría en combates hasta un año después.

En junio se descubrió una sublevación a cargo del comerciante vasco Martín de Álzaga (traficante de negros junto a su socio José Martínez de Oz. Click Aquí en Sidoli, 2007) quién había hecho fortuna con el tráfico de negros esclavos, armas y telas a las que contrabandeaba desde diferentes naciones del mundo. Que pretendía Álzaga con su conspiración se discute hoy día. ¿Quiso recuperar para España esta parte de sus dominios? Parece poco probable. España estaba cautiva de Napoleón y no había noticias de ninguna expedición francesa para apoderarse de los territorios americanos.¿Sospechó emancipación y decidió intervenir para evitar la separación? Es lo más probable.

¿Procuraba crear un estado independiente y contemporizar desde el poder político hasta ver el desenlace de la situación en Europa? No parece aunque, como comerciante adinerado, ciertamente era ambicioso y manipulador político. Recordemos que Álzaga en 1809 había protagonizado una asonada o intento de golpe para apoderarse del gobierno. De modo que, como golpista, tenía antecedentes además de torturador. Durante la rebelión del indígena Túpac Amaru II había hecho encarcelar a varios por presunto complot a favor de la causa aborígen y ordenado torturas para conseguir confesiones e implicar en el asunto a algunos ciudadanos de Buenos Aires y alrededores. 

La conjura fue descubierta por el aviso de un negro esclavo llamado Ventura quién se lo comunicó a su propietaria, Valentina Benigna Feijoo, el 2 de julio. A su vez, la mujer de inmediato dio parte al alcalde del barrio de Barracas y este paso el alerta sin demora al gobierno central. Las autoridades reaccionaron muy rápidas y al día siguiente, comenzaron las investigaciones. En la madrugada del 6 de julio es apresado Álzaga quien es ajusticiado pocas horas después sin derecho a un juicio. Junto a Álzaga fue ejecutado el betlemita Fray José de las Ánimas, sacerdote conocido por la sociedad porteña cuya muerte fue considerada indigna por gran parte de la población.

Entretanto, San Martín, Carlos María de Alvear y José Matías Zapiola quienes entre mayo y junio de ese año habían formado una sociedad secreta llamada Logia Lautaro, movilizaban influencias a favor de la causa independentista.  Aún hoy se discute si esta logia fue o no masona. Todo su ritual da la impresión que sí. Sin embargo, algunos opinan que si bien adoptaron las costumbres y prácticas masonas, no fue una logia masónica sino patriótica con espíritu de "patria grande" al decir de los revisionistas de izquierda como Galasso. (Click aquí). En opinión de Hanglin, fue esta muerte muy injusta. (Click Aquí).

A favor de este parecer se encuentra el historiador masón Martín V. Lazcano quien negó el carácter masón de la logia. Mucho antes, el general Enrique Martínez, amigo de San Martín y miembro de la logia, también había negado que fuera una organización secreta con fines espirituales con intenciones políticas sino directamente política. El fin de la misma era independizar toda las Américas de Europa.Lo que si se sabe, es que podían integrarla masones, no masones e incluso, los eclesiásticos.

Su propósito, sin duda alguna, era conseguir la independencia de los estados americanos bajo tutela de la corona española. Es posible que Álzaga tuviera noticias de estos asuntos y quisiera impedir la pérdida definitiva de los territorios españoles de Sudamérica. Pero la falta de documentación por el momento,  impide certezas.

Éxodo jujeño y Belgrano “el imperdonable”

Entre tanto, el norte se había perdido frente al avance de las tropas realistas. La región del Alto Perú, el Altiplano de la actual nación hermana de Bolivia,  desde la derrota de la batalla de Huaqui en la que el porteño Juan José Castelli no pudo hacer frente a las tropas del realista  Pío Tristán quien lo superó en táctica y experiencia militar, estaba bajo control  del Virreynato del Perú fiel a España y con sede en Lima.

El Ejército del Norte, en manos del General porteño Manuel Belgrano luego del relevo de los jefes vencidos, diezmado y sin abastecimientos, estaba a punto de ser aniquilado. Fue entonces que el 23 de agosto el gobierno de Buenos Aires ordenó la retirada de toda la población de Jujuy junto con el ejército, a la que se sumaron salteños y tarijeños, hacia el centro de la actual Argentina –específicamente a la provincia de Córdoba- en un repliegue que hoy se conoce como el Éxodo Jujeño.

Civiles y militares marcharon hacia el sur, arrasando a su paso todo lo que pudiera dar cobijo o ser útil a los realistas. Fue una medida extrema nunca vista antes, en esta parte del mundo. La misma táctica habían utilizado los rusos cuando Napoleón invadió ese inmenso país.

Cuando los españoles por fin arribaron a Jujuy, hallaron la ciudad solitaria y sin habitantes. Estaba desierta, totalmente despoblada aún de animales. Los españoles no solo se sorprendieron sino que consideraron bárbara la actitud. De hecho, Pío Tristán se lamentó por carta a su superior Goyeneche  escribiendo “Belgrano es imperdonable”.

El General Belgrano, no obstante las órdenes recibidas, al pasar por Salta decidió no seguir bajando hacia las tierras centrales. Desobedeciendo, se propuso resistir en la ciudad de Tucumán. Enterado el Triunvirato de la determinación de Belgrano de esperar la invasión española en Tucumán, se mostró en desacuerdo y continuó insistiendo en retroceder hasta Córdoba. Sin embargo, se sabe hoy,  solo dos miembros del gobierno tripartito estaban de acuerdo en que Belgrano siguiera replegándose. El restante se negó firmemente a las decisiones de sus compañeros ya que pensaba a igual que Belgrano, que seguir bajando, se corría el riesgo de entregar todo al enemigo.

En este contexto fue cuando aconteció la batalla donde presuntamente apareció la Virgen de las Mercedes, combate que involucró al ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata –hoy Argentina- contra las tropas del Virrey de Perú que intentaban recuperar el control de los territorios declarados en rebeldía.

La víspera de las hostilidades

El plan español diseñado por la estrategia del realista Juan Manuel de Goyeneche era atacar en un movimiento de pinzas la ciudad de Buenos Aires y acabar con la rebeldía. Por un lado, las fuerzas alto peruanas de Tristán invadiendo por el norte.  Entre tanto, desde Uruguay, conocido como la Banda Oriental, las fuerzas de Gaspar de Vigodet con el auxilio de los portugueses de Diego de Souza completarían la pinza que buscaba arrancar de raíz los intentos de autonomía atacando por el noreste.  La situación para los patriotas era delicada. 

Belgrano -conciente del peligro- recurrió a un ardid para terminar de convencer a los tucumanos de la necesidad de prestar ayuda al ejército bajo su mando. Cuando estuvo cerca de la ciudad de Tucumán, encaró el camino hacia la provincia vecina de Santiago del Estero dando la impresión a los locales, que dejaba abandonado a su suerte a todo el territorio. Los tucumanos, que habían prestado apoyo a los patriotras desde principio de la campaña al Alto Perú, evaluaron como nefasta la llegada de tropas realistas las cuales -sin duda- aplicarían algún tipo de venganza. De modo que decidieron conservar al ejército de Buenos Aires a toda costa en la ciudad.

El truco de Belgrano dio resultado y se vió refrendado por un triunfo inexperado. El 3 de septiembre hubo un encuentro entre la retaguardia  patriota al mando de Díaz Vélez y dos columnas realistas comandadas por el Coronel Huici. El ahora llamado combate de Las Piedras fue favorable a los patriotas quedando como resultado de la acción varios muertos realistas, una veintena de prisioneros y el propio jefe enemigo apresado.

Enterado Belgrano del triunfo que trajo un repunte de la moral, ordenó a Juan Ramón Balcarce marchar como correo hacia la ciudad de Tucumán -cuya ciudadanía estaba con ánimos de resistir la presencia española- con órdenes de reclutar y entrenar en la medida de lo posible un cuerpo de caballería de gauchos o milicianos locales; simultáneamente, envió algunas cartas solicitando ayuda y exponiendo a la vez  los riesgos que implicaba abandonar esa parte del país a los realistas, a la rica y poderosa familia Aráoz -dos de cuyos integrantes- Eustoquio Díaz Vélez y Gregorio Aráoz de La Madrid prestaban servicios bajo su mando, uno  como mayor general o segundo jefe y el otro, como teniente.

Los Aráoz ni bien leyeron las misivas dispusieron todo su poder político, económico y social a favor de la causa patriota de modo que, al entrar en  Tucumán el 13 de septiembre, Belgrano encontró a Balcarce con 400 hombres -sin uniformes y armados sólo con lanzas, pero bien organizados— y a la ciudad dispuesta a ofrecerle apoyo.

Conciente que tenía en el lugar asistencia, pidió un poco más. Garantizó que se quedaría a cuidar la ciudad y dar batalla allí mismo si los lugareños le aportaban 1.500 hombres de caballería y 20 000 pesos plata para la tropa, cantidades que los tucumanos no solo consideraron razonable sino incluso poca, ya que se ofrecieron duplicarla.

Los principales vecinos tucumanos fueron los encargados en alistar gentes, también sumaron caballadas y proporcionaron alimentos para los soldados y medicinas para los que estaban enfermos. Se carnearon grandes cantidades de ganado y se distribuyó la carne junto con ropas y objetos de uso cotidiano entre combatientes y civiles que habían llegado acompañando al ejército luego del éxodo. Incluso llegaron algunas partidas de las provincias aledañas de Catamarca y Santiago del Estero con el propósito de sumarse a la defensa.

Mientras tanto, el ejército realista avanzaba con dificultad, al no hallar en el terreno arrasado medios o instalaciones para cobijarse o reaprovisionarse; partidas de gauchos organizadas por Díaz Vélez los hostigaban constantemente. Eran los comienzos de lo que luego se conocería como la temible caballería gaucha y que en la actualidad, persisten, bajo el nombre  histórico de “los infernales de Güemes”.   El 23 de septiembre las partidas de descubierta o reconocimiento avistaron a los españoles a 4 leguas (20 kilómetros) de distancia, en un paraje llamado Nogales marchando hacia Tucumán.

Concientes del peligro, los patriotas dispusieron lo mejor de sí para enfrentar un peligro mayor. La población hizo acopio de alimentos y aguas porque se pensó que habría de resistir un asedio, se adecuaron algunos sitios para servir en la asistencia a los heridos, se arreo el ganado que estaba en la ruta de los realistas y se evacuaron los pobladores de las áreas peligrosas; la voz de alarma recorrió toda la región cercaba a la ciudad.


Génesis de una visión
De la Virgen María

Belgrano era un católico practicante y religioso. En divergencia con los anteriores mandos del Ejército del Norte – de ideas racionalistas y anticlericales tomadas de la Revolución Francesa- quienes durante la primera expedición armada al Alto Perú en 1810 habían cometido toda suerte de tropelías que ofendieron a una población profundamente impregnada de misticismo católico, fue conciente que, sin el apoyo de la religiosidad, sus pretensiones de triunfo se verían dificultadas. De modo que procuró donde estuvo él y sus tropas, no solo alentar la fe católica sino además obligar a que se la respete.

El día de la batalla era también el día de la Virgen de las Mercedes de la cuál era devoto. Amaneció rezándole y con él, muchas de las tropas. De modo que, desde el comienzo, los soldados fueron mentalizados con un espíritu religioso importante. A diferencia de muchos de sus oficiales, impregnados del racionalismo, atendía las necesidades espirituales de los soldados los cuales provenían casi todos, se las capas más humildes de la sociedad de entonces. Supersticiosos a todo lo aparentemente sobrenatural, Belgrano pronto contagió su fe a los muchachos alistados que venían de padecer desamparos y amarguras, sed y hambre, enfermedades y pobrezas.

La batalla
 24 de septiembre de 1812
"Humo, langostas y polvadera"

Amaneció despejado ese día según algunos informes. Otros dicen que había "mucho viento". Horas previas, las partidas de reconocimiento informaron que Tristán lejos de invadir la ciudad, la dejó a su izquierda, mientras costeaba una ciénaga llamada Marlopa. Sospechando que el jefe español buscaba la retaguardia, Belgrano dio órdenes de seguir las tropas españolas a distancia prudente para no ser vistos. Finalmente en el sudoeste de la ciudad, en el campo de las carreras, Tristán hace el movimiento que Belgrano había previsto.

Dobla a su izquierda y busca entrar por detrás al ejército patriota. Sin embargo, se llevó la sorpresa de su vida cuando su ejército topa imprevistamente con el patriota. Belgrano lo estaba esperando con sus efectivos formados, la caballería en dos grupos y la infantería, en cuatro columnas según recuerda el General José María Paz, combatiente en la jornada.

Tristán ordenó formar y prepararse para el combate. En eso estaban sus soldados, cuando la artillería patriota comenzó a hacer fuego impactando en las filas de los combatientes realistas. Sin embargo, las explosiones no amilana a los invasores; por el contrario, se da orden a la carga y los patriotas fueron acometidos a la bayoneta con tanto ímpetu que el choque entre ambas fuerzas fue espectacular.

La caballería gaucha, entretanto, haciendo resonar sus guardamontes y lanza remolineó unos mintuos para luego; en ristre; proceder a cargar con tanta fuerza que arrolló la caballería enemiga. Esta, superada, se batio en retirada llevándose por delante cuadros de tropas propias. Así estaba el combate cuando de pronto, el estampido de un cañonazo asusta al caballo de Belgrano y lo derriba por tierra. Las tropas al verlo caer temieron lo peor. Que una bala certera había impactado en su cuerpo. Pero, para alivios de todo, el General se repone del golpe y regresa a la acción.

Lamentablemente el triunfo de la caballería gaucha pudo ser mayor a no ser porque los gauchos encontraron un convoy de abastecimientos realista y al descubrir que había dinero, se dedicaron al pillaje. No eran soldados regulares estos hombres, sino gentes de campo que entraban al combate utilizando una táctica que hoy se conoce como montonera y entrevero y carecían 

La manga de langostas

En eso que principia el combate, aparece como enviada por la providencia del Señor, una manga de langostas que ensombreció el campo de batalla. Estos insectos que procuraban eludir el ventarrón que barría el campo de batalla, sumados a la humaredas de los campos incendiados para crear humo y dificultar la visión realista de los acontecimientos, más la polvadera que levantaban bestias y seres humanos en el fragor de la lucha, creo tanta  confusión que pronto la visión quedo reducida al terreno que se pisaba. 

Entre tanto,  en el sector donde estaba Belgrano y su estado mayor, la batalla iba mal y las tropas españolas de infantería gracias a su mejor adiestramiento y disciplina, lograron desorganizar a los patriotas. Según rememora el general José María Paz, fue tanta la fuerza del avance realista que los patriotas se dispersaron tanto, que el mismo general Belgrano terminó en el fragor del combate, alejado del centro de la acción. Comenzó entonces unas series de refriegas donde el valor personal aunado a la mejor picardía garantizaba el triunfo. Y aquí es donde la suerte o la ayuda divina como veremos más adelante, inclinó la balanza para el lado argentino.

Quizás fue mejor que el ejército español se disgregara lo mismo que el patriota, porque de haberse mantenido el combate a la europea, seguramente se hubiera perdido la batalla. Era en la montonera –una forma particular de luchar que tenían los argentinos de esa época- donde el gaucho y sus comandantes eran excelentes  y fue así como se peleó en Tucumán. 

Los oficiales del ejército patriota viendo que su general estaba incapacitado por las distancias para ordenar las maniobras, tomaron la iniciativa y por su cuenta, organizaron nuevos combates y escaramuzas. Fue así que el mayor general Eustaquio Díaz Vélez logró alcanzar  al interior de la ciudad de Tucumán y atrincherarse a la espera de novedades del campo de batalla mientras, otros patriotas, lograron apoderarse del equipaje y de todo el parque (municiones, provisiones y caudales) del enemigo.

Entre tanto, de lado español, Pío Tristán se dio cuenta que estaba dueño del campo de batalla pero sin tener idea de donde estaban peleando la mayor parte de sus soldados. Aún así consiguió mantener algunas tropas y decidió marchar hacia la ciudad a ver si la podía tomar. Pero llego tarde. Los patriotas ya estaban allí esperándolo. Cuando intimó rendición a los patriotas allí atrincherados, estos se mantuvieron impertérritos sabiendo que el español no tenía ni municiones.

Mientras todo esto sucedia, Belgrano entre tanto, trató  de organizar los cuadros sin mucho éxito. Vivió horas amargas mientras esperaba novedades y según algunos testigos de la acción, mientras permaneció en incertidumbre se lo notó triste y silencioso. No fué hasta el día siguiente que se dio cuenta que era vencedor. Para ese momento, las tropas alto peruanas lograron moverse con cautela y comenzaron a replegarse  hacia el norte abandonando la acción. Belgrano dispuso a Díaz Vélez que persiguiera al enemigo tratando de provocarle mayor cantidad de bajas posible. El subalterno obedeció marchando a hostigar la retirada enemiga durante casi un mes.

La visión celestial

Esta batalla si bien tuvo importancia en lo político y militar, no deja de ser curioso el hecho que tuvo implicancias sobrenaturales, como otrora tuviera Constantino el Grande en Puente Milvio o Loyola camino a Roma. Belgrano en su fe católica, no dejó nunca de imponer la religiosidad a las tropas. Quiso el destino que momentos antes de la batalla, hubiera un prodigio en los cielos, según narran las memorias que detallan los momentos del día.

En 1964 la Academia Nacional de Historia de Argentina publicó Memoria del militar don Juan Pardo de Zela, quien entonces era oficial del ejército patriota, el cuál dejó registro de lo que se observó en los cielos ese mismo día. Escribe Pardo de Zela: “Formó el ejército en línea de batalla con un horizonte despejado y limpio de nubes. En esto una pequeña nube se descubre en el cielo en figura piramidal, sostenida por una base que parecía sostener una efigie de la imagen de Nuestra Señora. Era día en que se celebraba la fiesta de Nuestra Señora de la Merced; y cada soldado creyó ver en la indicada nube la redentora de sus fatigas y privaciones; cuya ilusión aumentándose progresivamente, daba más fortaleza a nuestra pequeña línea ya enfrentada con la del enemigo”. (Boletín de la Academia Nacional de Historia; 36; 1ª sección; 406; Bs. As., 1964, citado por Cayetano Bruno en Historia Argentina; Editorial Don Bosco; Bs. As.; Arg.; 1977; P.p. 304 y 305).

¿Acaso se diese una ilusión óptica? 

Se pregunta el historiador y sacerdote católico Cayetano Bruno. Recordemos que el avance patriota, contra toda lógica, había sido sorprendente y demoledor. Muchos de los soldados, inspirados por la visión en el cielo, tomaron coraje y se lanzaron a la lucha sabiendo que el triunfo sería patriota antes de comenzar la batalla.

Hubo otros testigos que dejaron constancia del portento, además de Pardo de Zela. Doña Felipa Zavaleta de Corvalán, por ejemplo, en sus Recuerdos Familiares refiere que la visión de la presunta Virgen en los cielos fue vista incluso por los españoles. “Los mismos prisioneros enemigos decían que a la hora de la acción en la línea del ejército tucumano, vieron  una Señora vestida de blanco, y que les batía el manto sobre los militares. Se cree que esta Señora fue nuestra Madre de las Mercedes (Datos recopilados por Joaquín Tula en Discursos y escritos conmemorativos).

Marcelino de la Rosa, un curioso de la época, enterado que la Virgen se había aparecido quiso saber más. De modo que fue en busca de los protagonistas y comenzó a indagar. En sus Tradiciones Históricas escribe: “Fue debido en su mayor parte a un cúmulo de hechos providenciales, y no a combinaciones militares (el triunfo patriota) por lo que el pueblo lo atribuyó a milagro de la Virgen de Mercedes, porque tuvo lugar el día de su festividad”.

Que algo raro hubo en los cielos ese día no parece haber duda, en tanto y en cuanto el racional y poco afecto a las ideas religiosas como Bernardo de Monteagudo, dice el padre Cayetano Bruno, no tuvo otra que reconocer intervención divina en asuntos puramente terrenales. Tal es así que el 29 de octubre de 1812 mientras disertaba en la Sociedad Patriótica y Literaria de Buenos Aires, admitió que la victoria de Tucumán más que al ingenio y pericia de los hombres, se debía a “una especial providencia del Eterno”.

Belgrano capitalizó de inmediato el fervor supersticioso del pueblo que anteriores expediciones no habían sabido hacerlo. Organizó una serie de reconocimientos destinados a acrecentar el pensamiento religioso y dotar de convicción sobrenatural a los soldados. Un buen modo de incrementar motivación, recurso que aún hoy día apelan no pocos generales.

Ordenó acuñar una medalla conmemorativa que decía en anverso y reverso “Victoria del 24 de setiembre  de 1812” y “Tucumán, sepulcro de la Tiranía” además de proclamar a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército del Norte. Los días siguientes a la batalla hubo muchas confesiones, la gente comulgaba, la religiosidad católica estuvo al tope del frenesí espiritual cerrándose los homenajes el domingo 27 de octubre cuando se realizó una multitudinaria procesión en la cual el mismo Belgrano deposito el bastón de mando en la imagen de la Virgen el cual se conserva hasta el día de la fecha.

Conclusión

¿Qué vieron los soldados en el día de la batalla? No sabemos con certeza. Que fuera un evento natural atribuido por los soldados y testigos a causa sobrenaturales, seguramente. Pero no parece haber duda alguna que los soldados de ambos bandos vieron algo en los cielos con “semejanza” a mujer. ¿Qué pudo ser?

El escéptico podrá argumentar que, en momentos de gran tensión y nerviosismo, las tropas fueron víctimas de una pareidolia o bien, hubo algún fenómeno atmosférico inusual que motivó creencias populares. Hubo además, suficiente exaltación de los espíritus. Belgrano con sus continuos rezos contagió misticismo, la plaga de langostas que llegó en un momento por demás llamativo al inicio del combate, la humareda de campos prendidos fuego a propósito que se incrementó con vientos fuertes, polvaderal y toda la locura que experimentan los hombres cuando se están matando en lo que se llama campo del honor.

Curioso el dato que aporta Pardo de Zela quien afirma, como testigo del hecho, que al momento de principiar la batalla los cielos estaban limpios a excepción de “una pequeña nube”. Pero esto fue al comienzo del combate. Llamativo resulta que el General Paz, racional y metódico, participante en el combate, no mencione en sus memorias ninguna aparición de la Virgen en los cielos "batiendo" manto sobre las tropas.

Los católicos practicantes podrán afirmar, que en verdad se apareció la Virgen de las Mercedes y otros, con ideas diferentes, que fue un ovni o bien, todo no es más que un invento del pensamiento mágico de esos días, donde el miedo atenazaba gargantas y compungía corazones.

No faltará el suspicaz que argumentará que todo el relato no es sino, invención literaria sacra a la que acostumbra el clero editar, para hacer aparecer a las potencias celestiales como interviniendo en los asuntos del hombre en forma visible y prodigiosa. El lector decide que versión prefiere más.

Bibliografía consultada

Bruno; Cayetano: Historia Argentina; Editorial Don Bosco; Buenos Aires; Argentina; 1977.
Bruno; Cayetano: La Virgen Generala. Estudio Documental; Ediciones Didascalia; Santa Fe; Argentina.

lunes, 26 de enero de 2015

ATEÍSMO - LA CIENCIA NO PUEDE PROBAR QUE DIOS NO EXISTE


La ciencia no sirve para demostrar que Dios no existe

asegura el profesor Carlos A. Marmelada, autor de "El díos de los ateos"

Carlos A. Marmelada
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Gentileza
Stella Maris

Carlos A. Marmelada publica «El Dios de los ateos» en el que expone los sustentos del ateísmo, basados en una «idea de los filósofos clásicos que nada tiene que ver con el Dios católico». Concluye como un latigazo a las conciencias: «No hay argumentos teóricos ni razones objetivas para ser ateo» informa ABC de España

De la biografía novelada de un «héroe», Juan Pablo II, que bregó «Hasta el último aliento» (Ediciones Sekotia, 2012), a desgranar las claves que fundamentan el ateísmo clásico y el actual. Parece un salto de mata demasiado drástico para un conocedor exhaustivo de la Teología, la Filosofía y las Ciencias de la Educación como Carlos A. Marmelada. No es así, sino que «El Dios de los ateos» (Stella Maris, 2014) es fruto de una evolución coherente, asegura este profesor de la Universidad Internacional de Cataluña. 
Con 27 años de docencia a sus espaldas y cinco publicaciones que le hacen valedor de una de las bibliotecas de conocimiento teológico más amplio del panorama literario nacional, Marmelada (Barcelona, 1962) no pretende desmantelar los sofismas planteados por el ateo con su nueva publicación. Sí lanza empero algunas reflexiones directas al corazón (más bien, a su raciocinio) del no creyente, como que los sustentos intelectuales de este pensamiento no hablan del Dios de los cristianos, es un «dios» imaginado por la idea de filósofos concretos que ha adoptado nuestra cultura. Expone de forma concienzuda las tesis de esos pensadores e introduce un debate de plena actualidad, tras los ataques en «nombre de la fe» perpetrados por yihadistas islámicos contra el semanario francés «Charlie Hebdo».  
Para el ateísmo, la existencia del mal es la prueba capital de que Dios existe. El autor desbanca ese argumento: precisamente, es al contrario, afirma. «La existencia del mal es la prueba de que Dios existe. Dios tolera la existencia del mal para poder extraer de él bienes» (página 264). Un aforismo tan interesante que obligaría a remodelar los capiteles de las columnas que sujetan el ateísmo de nuestros días. Y otra llamada a la meditación introspectiva de cada cual: «La Ciencia trata procesos materiales. Dios es inmaterial». Ergo, «no hay un solo argumento científico que pruebe que Dios no existe». 
-De acuerdo con su titular del libro, ¿cuál es «el dios de los ateos? 
El título no alude a los becerros de oro (el poder, el dinero o la fama, por ejemplo) que pueden adorar los que dicen rechazar toda fe religiosa. El título hace referencia al tema central que se trata en el libro. Los ateos dicen que el Dios de los creyentes no existe, ¿pero qué Dios creen los ateos que tienen los cristianos? Cuando se estudia este tema uno se lleva la sorpresa de que el Dios que niegan los ateos no es el Dios creador, personal y providente, del que nos habla el Cristianismo, el Dios Amor de San Juan; sino el Dios concebido por Spinoza o Hegel, que eran panteístas; o el Dios juez riguroso e implacable de Kant, que era fideísta. En fin, los grandes ateos no niegan el Dios que nos enseñan en la catequesis, sino un Dios imposible, el de la teología racionalista y el del idealismo absoluto. En el libro se explica de una forma documentada. 
-Cuando usted apela a la confusión que se da entre los ateos que no especifican, que no identifican a un dios en concreto, ¿a qué dios se refiere entonces el ateo cuando dice que no cree en Dios? ¿No serviría, ortográficamente, con modificar la grafía: es decir, no creen en un dios o no creen en Dios, el Dios de los cristianos, Jesucristo? 
Cuando los grandes ateos teóricos, como Nietzsche o Sartre rechazan la existencia de Dios, lo hacen porque sostienen que los cristianos decimos que Dios se causa a sí mismo y esto es, efectivamente, imposible. Pero ese es el parecer de Spinoza y Hegel. La Teología Natural, en cambio, sostiene que Dios es la Causa Primera de todo, pero que Él no tiene causa, es la única causa incausada. Por otra parte, dicen que nos equivocamos cuando sostenemos que Dios es el Ser y que esto significa que es la realidad más vacía de todas. Pero nuevamente hay un grave error histórico, porque ésta era la opinión de Hegel. Ya el filósofo griego Aristóteles (siglo IV a. de C.) se percató de que Dios es la plenitud, el ser más rico de todos, el más perfecto y con él, a partir del siglo XIII, la tradición teológica cristiana. 
-En términos personales, cualquiera le diría al autor, al señor Marmelada, que cómo ha pasado de rendir tributo en un excepcional libro, por cierto, al «héroe» Juan Pablo II a hablar sobre los ateos y la falta de creencias por parte de estos. (...) 
En «El Dios de los ateos» no se juzga a nadie, se debaten las ideas. Se respeta a todas las personas, pero se reflexiona en torno a las ideas. Se estudia cuáles son los argumentos teóricos que han esgrimido los grandes ateos y se analiza su validez objetiva. El lector tendrá sorpresas cuando descubra cuáles son esos argumentos. Por otra parte, cuando se investiga los rasgos distintivos del ateísmo actual no se hacen juicios de valor. Si queremos que haya un diálogo fecundo entre la fe cristiana y la cultura actual es necesaria una actitud de gran respeto mutuo. 
-Ha colaborado también en el libro «60 preguntas sobre ciencia y fe respondidas por profesores de universidad» (Stella Maris, 2014). ¿Cuál es la pregunta digamos «estrella» sobre ciencia y fe que más se hace el ciudadano? 
Tal vez la pregunta que más se puede planear la gente es la de si la Ciencia puede demostrar verdaderamente que Dios no existe. En fin, si el progreso de la Ciencia hace que resulte innecesaria la Religión. A algunos creyentes les puede generar dudas el hecho de que grandes científicos aduzcan que sus investigaciones les llevan a concluir que Dios no existe. Esto sucede especialmente en el campo de la cosmología, la evolución y la neurociencia. Pero lo cierto es que la Ciencia no sirve para demostrar que Dios no existe. De hecho, otros grandes científicos, como es el caso de Francis Collins (el director del primer equipo en descifrar el genoma humano), sostienen que profundizar en conocimientos científicos de la realidad les ha llevado a creer que debe existir un principio absoluto que es trascendente a la Naturaleza y que es la causa última de todo, el fundamento racional de la realidad que la ciencia, con tanto esfuerzo y éxito, trata de comprender. (...) 
-Plantea usted precisamente en la publicación si la razón y la ciencia han demostrado las tesis del ateísmo. Le traslado el interrogante a usted mismo. ¿Es así, lo han hecho? ¿En qué se fundamenta la consciencia de no creer? ¿Es una mera cuestión: se cree o no se cree y se decide no creer y ya está? 
No puede existir ningún argumento científico que demuestre que Dios no existe, por la simple razón de que Dios es inmaterial y la ciencia sólo trata con procesos materiales, tránsitos de un estado de materia o energía a otro, por lo que la realidad de Dios cae fuera de su campo de estudio y escapa a todo tratamiento de cualquier método científico. Por otra parte, cuando el lector pueda leer en este volumen los argumentos racionales dados por los ateos para demostrar que Dios no existe sacará sus propias conclusiones acerca de la validez de los mismos. Lo cierto es que la voluntad juega un gran papel a la hora de rechazar la existencia real de Dios. Explicar por qué es así resulta complejo, pero abordo también esta cuestión. (...) 
-Abundando en ello, ¿qué predica un buen ateo? 
Hay varios tipos de ateísmo, el clásico (el de los siglos XIX y XX), que he comentado más arriba. El ateísmo sociológico actual, el indiferentista, no diría nada si le hablas de Dios, te miraría como si fueras un marciano, se encogería de hombros y se marcharía a vivir el día a día. Como es habitual en él, Nietzsche se adelanta a su tiempo y se convierte en el heraldo de una nueva época gracias a una parábola titulada «El hijo del carcelero», en la que, con una prosa elegante y majestuosa, explica cómo un buen día un preso que llevaba muchos años encarcelado se puso ante los demás en el patio y les dijo a los otros reclusos que creyeran en él, que él era el hijo del carcelero y si creían en él les iba a salvar. Los presos reaccionaron encogiéndose de hombros y continuaron indiferentes dedicándose a los suyo. 
Por otra parte, la nueva elite intelectual atea agrupada en torno a las más recientes teorías cosmológicas dirían que Dios no existe porque el universo se ha creado a sí mismo a partir de fluctuaciones topológicas del vacío cuántico, incluidas las propias leyes del universo; como si esto solucionara el tema, pues estaríamos afirmando que algo surge de algo. Algo similar dirían los ultradarwinistas: «Dios no existe porque el género Homo surge por evolución biológica a partir de un homínido no humano» (algunos etólogos lo definen como el tercer chimpancé); como si este hecho anulara realmente la existencia objetiva de Dios. Para los neuroteólogos, Dios es una invención del cerebro, puesto que los escáneres revelan que cuando se hace meditación hay ciertas áreas del cerebro que se activan. Seguro que cuando comemos un yogur hay ciertas zonas del cerebro que se activan y no por eso el yogur es un invento de nuestra mente. 
-Viendo y releyendo a los grandes pensadores que usted introduce en su libro (Camus, Sartre, Nietzsche, Hume, Popper, Spinoza…) la gente creería que es «razonable» seguir los principios preconizados por esos intelectuales... 
Es normal; de Nietzsche se dice que es el autor de la mejor prosa alemana del siglo XIX, y textos como la parábola mencionada avala justamente esa opinión. Sartre y Camus ganaron merecidamente el Premio Nobel de Literatura; y así podríamos continuar reconociendo los méritos personales de los autores citados. Pero lo importante es seguir sus razonamientos. El libro está consagrado a eso. Y que cada lector saque sus propias conclusiones. Es un libro muy respetuoso. Claro y profundo, pero muy respetuoso. Encaminado a estimular la reflexión y huyendo del adoctrinamiento. No me escondo, la conclusión es que no hay razones objetivas para ser ateo, en el sentido de que no hay argumentos racionales teóricos que logren demostrar de un modo objetivo y satisfactorio que Dios no existe. Ser ateo es una decisión personal, es un acto de la voluntad que, eso sí, puede ir acompañado de argumentos racionales, pero que, tal como se analiza en el libro, si son como los propuestos hasta la fecha, no son probatorios. No obstante, esta tesis se defiende respetando siempre de un modo profundo y sincero a todo el mundo y exponiendo las ideas y los razonamientos con honestidad. 
-¿Cómo trata usted de desmantelar los sofismas planteados sobre el ateísmo? 
En este libro no realizo esa tarea. Lo siento. Quizás decepcione a alguien, empezando por los propios ateos que pueden pensar: «Ya estamos con lo mismo, niegan nuestra postura pero no argumentan la suya». La razón es muy sencilla: este libro trata sobre las posturas de los ateos y sobre cómo los creyentes pueden dialogar con el nuevo tipo de ateísmo que predomina en nuestros días (que, tal como ya he apuntado, es muy distinto al de los dos siglos anteriores). Abordar los argumentos que tiene el ateísmo para demostrar racionalmente la existencia de Dios de un modo objetivo y probatorio es un tema que da para escribir otro libro. 
-En ese debate enconado que propone entre un ateo y un cristiano, ¿cómo pueden dialogar entre ellos? ¿Cuáles serían los puntos de encuentro que debieran hallar en esa conversación? 
El ateísmo actual se caracteriza por ser indiferentista, práctico, masivo (antes el ateísmo era un fenómeno extremadamente minoritario), rehúye de dar argumentos (al menos el ateísmo sociológico), por tanto es volitivo y no racional. Para mí, y siendo muy breve, el diálogo entre el teísmo y el ateísmo actual se debe hacer desde el mutuo respetoy desde aquello que nos une a todos: el respeto a la dignidad de la persona, la solidaridad, la defensa de la libertad y de los valores más fundamentales, como los recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, trabajar en favor de todas estas cosas nos acerca y une, a partir de ahí es posible preguntar por el fundamento último de todo esto. Como bien dice, la última parte del libro se consagra a profundizar en algunas de las claves de este diálogo tan necesario. 
-¿Cómo ha recibido usted las palabras pronunciadas por el Papa en su viaje a Asia acerca de que no se deben ofender las creencias y la fe de nadie, obviamente, en relación con el atentado del «Charlie Hebdo»? ¿Y qué opina usted de estos sangrientos atentados cometidos en nombre de un dios, otro, el del islam? 
En mi opinión está absolutamente injustificado que se mate a nadie en nombre de Dios. Es algo contradictorio. ¿Cómo puede querer Dios a alguien que asesine a otro ser humano diciendo que así está sirviendo a Dios? Es algo que cae por su propio peso. Dios es el Creador absoluto y sólo Él es el dueño de cada vida humana que, en última instancia, es imagen y semejanza suya. Los crímenes de «Charlie Hebdo» me parecen abominables e injustificables, así como cualquier otro que se haga en nombre de cualquier credo religioso.  
Si alguien cree que se están ofendiendo sus creencias religiosas debe acudir a los tribunales y presentar allí sus alegaciones y si los fallos judiciales no son de su gusto tiene la posibilidad de, con paciencia y perseverancia, trabajar para lograr sentencias que sí le satisfagan. Por otra parte, me parece totalmente razonable que se hable del hecho de que ha de haber un profundo respeto por las creencias religiosas que promueven la dignidad de la persona, lo que no es incompatible con el derecho a la libertad de expresión. Mi libro apuesta por el diálogo respetuoso con las personas y centrado exclusivamente en el debate de las ideas, invitando a la reflexión y no a la confrontación. Ojalá que llegue un tiempo a partir del cual nunca más se vuelvan a repetir hechos así.
ABC
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Algo para remarcar antes de concluir: me deja un regusto amargo la mención "un Dios católico" como si el Dios de la ICAR fuera diferente al que tenemos los evangélicos protestantes y los ortodoxos orientales. Sin duda es el mismo Dios tanto para los católicos como para los hijos de la Reforma. 

lunes, 19 de enero de 2015

LAS ÁGUILAS NO VUELAN CON LAS PALOMAS


En un muro de Facebook, alguien escribió
"Tenemos que ser cuidadosos con las personas que elegimos amistar"
Y añadía:
"Las águilas nunca vuelan junto a las palomas"




La frase encierra una gran verdad. Hubo un tiempo que mi trabajo se desempeñaba en las calles. De esto, hace como dos años a la fecha actual en que repaso este artículo. (25 de mayo de 2018). Estuve en contacto día a día, con gente realmente marginal o refractaria a toda autoridad. Hippies, drogos, rateros, vagabundos, empobrecidos, sobrevivientes a base de vender cualquier cosa, gente que le gusta beber y fumar marihuana, a otros que gustan andar sin bañarse como una forma asumida de vida, rastas, tatuajes, prostitutas, estafadores, mentirosos. 

Cada tarde que asumía mi tarea de patrullar mi sector -controlar la actividad de los artistas callejeros- encomendaba a Dios el control no solo de mi vida sino la de todos los que me tocará aplicar la ley. Me quedó la costumbre hasta el día de la fecha.

Por lo general oraba y acababa la oración con "y que la sangre de Cristo me cubra y cubra todo el ámbito donde habré de trabajar". No era un trabajo para cualquiera: la ley dice una cosa, la interpretación otra y la aplicación es diferente. Cada vez que iba a impedir una actuación ilegal nunca estaba seguro de como podría reaccionar la persona cuyo pan se lo gana con lo que hace y lo que menos desea es que lo fastidien en su tarea.

Trabajaba gestionando oportunidades. En vez de ahogarlos impidiéndole ganarse el día, los convencía de moverse de un lugar a otro indicándoles donde podían estar mejor sin que ningún inspector de comercio o representante de Cultura Municipal tuviera que ir a importunarlos por quejas de comerciantes. Pero a veces aparecían rebeldes y al no obedecer, no quedaba otra que labrar actas y confiscar. Era un momento peligroso. La gente por lo general, odia a los inspectores y apoya siempre al infractor. Es algo inexplicable en la conducta de los argentinos.

En donde vivo, la gente para comerciar debe pagar al Municipio lo que se llama canon que no es otra cosa que un impuesto. Si los que pagan ven a otros que venden sin pagar, los enojos y protestas pueden convertirse en una situación de gran peligro. De ahí que el deber y el de mis compañeros, era prevenir antes que lamentar. La mayoría de los que venden en la ilegalidad o fuera de los controles bromatológicos acatan las sugerencias que se le hacen  y en un rato levantan sus cosas y se van a otra parte.

Pero he visto compañeros que iban al choque y en su afán por aplicar a rajatabla el reglamento sin darles a los infractores un tiempo de aceptación a las normativas, se metían en problemas porque todo autoritarismo despierta reacción. Se tiene que tener firmeza pero sin tensar demasiado la cuerda. El diálogo me ha enseñado la vida, es la mejor forma de aplicar autoridad. Luego de dialogar, si persiste el problema entonces sí, aplico lo riguroso de la ley. Hay que tener sabiduría, tacto y sobre todo, capacidad para resolver problemas de inmediato. Por supuesto, no falta el que confunde el modo de actuar creyéndolo debilidad y procura doblegarte a veces con persuasión, otras veces intimidando, otras veces directamente amenazando queriendo ir al combate cuerpo a cuerpo o armas.

Podría haberme quejado a Dios diciéndole: -Te pedí un trabajo digno ¿y me enviaste con estos? Pero Dios sabe lo que hace. Después de todo, ahora que lo pienso, en las calles adquirí una experiencia social que no te lo enseña ninguna escuela o universidad. Aprendés a respetar y sobre todo, a entender porque el otro es lo que es.

He visto mucha miseria humana -mucha de esta gente viven ambulando, durmiendo por allí, comiendo restos, viviendo de lo que consiguen con sus artesanías o peticiones- pero también dentro de esta gente, reluce el amor y la bondad y no todos están del lado del mal como uno puede llegar a prejuzgar. No todos estos individuos son malas personas. A veces llegaba a solicitar que se marcharan y me decían: -Usted siempre nos trata bien, nunca nos levanta la voz, jamás nos echa del mal modo. Por supuesto, a veces aparecían algunos desafiantes contra los cuales no quedaba otra cosa que defenderse.

Dios ha querido que vea un mundo nuevo y estoy agradecido. Hoy cuando hablo de estas personas, conozco ambos lado de la misma moneda. Se porque una mujer se vende, porque un joven fornica mujeres veteranas, porque viven como lo hacen y si bien algunos modos de vivir son injustificables, no es menos cierto que, como cristiano, yo no puedo juzgar sino predicar con el ejemplo de conducta. Ser justo es un deber de todos nosotros.

¿Debo amistar estas personas? Dependerá de su conducta. Uno sí puede seleccionar sus amistades pero no puede seleccionar a la hora de compartir la buena nueva del evangelio.

Lo más llamativo para mi, es que Dios ama a estas personas. Dios no los mira con desprecio sino que está constantemente llamando al perdido. Dios los mira con ojos de justicia. ¿Has leído las bienaventuranzas? Estas personas son lastimadas a diario por el sistema y es normal que estén enojados. Pero con los años he visto como semillas que fueron plantadas y que parecían que no reverdecerían jamás, dieron sus frutos. Dos jóvenes ex drogadictos hoy son cristianos y viven una vida, no sin problemas, pero al menos lejos de las drogas. Esto no significa que te hagas amigos de ellos. Se debe tratar con respeto pero sin dejar de gestionar la vida propia aplicando criterio y prudencia. No se puede ser amigo de todas las personas. 

Aún así, he observado que esta gente lo necesita todo. Pero su estilo de vida los ha transformado en desconfiados, engañosos, complicados y se encuentran en las antípodas del comportamiento que se espera de un cristiano nacido de nuevo y comprometido. Pero Dios, insisto, no quiere que nadie se pierda, ni siquiera uno de estos que van de un lado a otro del mundo, vendiendo lo que pueden o vendiéndose ellos mismos. Por lo tanto, si puedes, predícales pero eso no significa que te hagas su amigo intimo. Si se convierte, habrás ganado un alma para Cristo y con el tiempo, quien sabe, tal vez se convierta en una persona muy especial para Dios y para el servidor. Entre tanto, hay que ser precavidos.

Ciertamente, las águilas no vuelan con las palomas pero nosotros, que somos como palomas, no nos queda otra que volar entre depredadores con la ayuda de Cristo, que en todo nos fortalece. 







TIEMPO

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