jueves, 23 de octubre de 2014

UN EVANGÉLICO GASTARÁ 800 MILLONES DE DÓLARES



Para construir

EL MUSEO DE LA BIBLIA

Museo de la Biblia
Una vez terminado, se habrá invertido en su obra
800 millones de dólares

En su edición online del 20 de octubre de 2014, BBC Mundo informaba que, "En pleno corazón de Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca y el Capitolio, un proyecto de US$800 millones y casi 40.000 metros cuadrados comienza a tomar forma: un museo de ocho pisos dedicado a la Biblia.
El lugar tiene el objetivo de estudiar "el impacto, la historia y la narrativa" del texto sagrado del cristianismo y el judaísmo a través de una serie de exhibiciones inmersivas y de alta tecnología que están basadas en una colección privada de más de 40.000 objetos.
Está previsto que el centro abra sus puertas en 2017, pero desde ya, cuando todavía se encuentra en sus primeras fases, está generando polémica en Estados Unidos.
La idea del proyecto fue de Steve Green, un empresario a cuya familia pertenece una cadena de 600 almacenes de manualidades llamada Hobby Lobby, que asegura en su página web "honrar al Señor" de una manera consistente con los principios bíblicos.
La cadena protagonizó hace unos meses las noticias nacionales, cuando la Corte Suprema falló en su favor en un caso histórico contra el gobierno y decretó que las compañías cuyos dueños son religiosos no están obligadas a pagarles los anticonceptivos a sus empleadas bajo la nueva ley de salud.
 Steve Green
presidente de Hobby Lobby
una compañía que asegura 
seguir los principios bíblicos y honrar a Dios
Foto
Gentileza
El equipo de trabajo de Green asegura que no busca hacer proselitismo y el museo no será sectario, pero hay quienes consideran que será un "vehículo para que los evangélicos como Green y su junta directiva promuevan su agenda a expensas de la tradición de tolerancia y libertad religiosa en EE.UU.", como expresó un lector del diario The Washington Post en una carta.
Según la página web del proyecto, las exhibiciones estarán basadas en algunos de los objetos de la colección que desde 2009 ha acumulado Green: desde tabletas cuneiformes hasta papiros con fragmentos del Nuevo Testamento, pasando por manuscritos iluminados, incunables y cerámicas del periodo neolítico.
Como preámbulo, algunos de los objetos han sido presentados en exposiciones itinerantes en distintas ciudades y los organizadores argumentan que el proyecto va de la mano con la investigación académica y el desarrollo de un currículo escolar bíblico.
Pero todavía faltan varios años para que el proyecto esté terminado y Washington tenga un nuevo museo a pocos pasos de su famosa explanada.
Sólo en ese momento los visitantes podrán determinar si les parece un "desperdicio", como dicen los críticos, o una experiencia "única" y "memorable", como dicen sus organizadores.
 Protestante digital informó lo mismo:
En pleno corazón de Washington, junto a la Casa Blanca y el Capitolio, un proyecto de 800 millones de dólares y casi 40.000 metros cuadrados comienza a tomar forma: un museo de ocho pisos dedicado a la Biblia. El lugar tiene el objetivo de estudiar "el impacto, la historia y la narrativa" del texto sagrado del cristianismo y el judaísmo a través de una serie de exhibiciones de alta tecnología que están basadas en una colección privada de más de 40.000 objetos. La idea del proyecto fue de Steve Green, un empresario y cristiano evangélico a cuya familia pertenece una cadena de 600 almacenes de manualidades llamada Hobby Lobby, que asegura en su página web "honrar al Señor" de una manera consistente con los principios bíblicos. 

Está previsto que el centro abra sus puertas en 2017, pero desde ya, cuando todavía se encuentra en sus primeras fases, está generando polémica en Estados Unidos. Que Green sea creyente convencido es uno de los motivos que preocupan a quienes han expresado sus dudas por el museo y por los límites entre educar sobre este libro y evangelizar sobre él. Ante esto, el equipo de trabajo de Green asegura que no busca hacer proselitismo y que el museo no será sectario, pero hay quienes consideran que será un "vehículo para que los evangélicos como Green y su junta directiva promuevan su agenda a expensas de la tradición de tolerancia y libertad religiosa en EE.UU.", como expresó un lector del diario The Washington Post en una carta. Y no se trata solo de lectores. 

Algunas organizaciones que promueven la separación entre la Iglesia y el Estado también han rechazado el proyecto, como la Fundación para la Libertad de la Religión (FFRF, por sus siglas en inglés). Su copresidenta, Annie Laurie Gaylor le dijo a BBC Mundo que el museo "es un desperdicio de dinero de proporciones bíblicas". "Creemos que la Biblia es un cuento de hadas de los Hermanos Grimm, así como un libro que está reteniendo a nuestra nación", asegura. Gaylor también considera problemática la cercanía geográfica del museo con las principales instituciones gubernamentales en Washington. "Ciertamente tenemos libertad de religión y Hobby Lobby puede abrir un museo de la Biblia, pero le pediríamos al público que considere los motivos detrás de él, que es hacer lobby en el Congreso para la unificación de la religión y el gobierno". 

Este es un argumento que rechazan los organizadores del museo y, como dijo su director ejecutivo, Cary Summers, el proyecto no tiene una agenda y está en la capital simplemente por estrategia, para atraer el mayor número de visitantes posibles. Summers agrega que el museo tampoco está buscando evangelizar, califica las críticas de "especulación" y asegura que la decisiones no serán tomadas por Green solamente sino por una junta con intereses variados. "Queremos que las personas se interesen por la Biblia", asegura. "Lo que hagan con eso después depende de ellas".
Con tanta crisis en el mundo afectando tantos hogares cristianos; tanta necesidad que agobia a los hijos de Dios muchos de ellos sumidos en desesperación y faltándole a muchos de los hermanos casi todo en este mundo cruel; tantas guerras, pestes, robos, violencia, desprecio y discriminación; que de repente a un rico cristiano y evangélico -coleccionista de reliquias- se le ocurra gastar la inmensa fortuna de 800 millones de dólares en un Museo para la Biblia (comprar el edificio costo 50 millones de dólares) me cae mal. No se si a todos los lectores, pero al menos a mí, si. Habrá quienes ponderen la obra como justa y necesaria y respeto su punto de vista Yo hablo por mi mismo.

Lo peor que pudo suceder, sucedió: blasfemos y cristianofóbicos como Dan Barker y su esposa Annie Laurie  Gaylor ha sacado tajada de este asunto para  criticar y continuar mofándose de Dios. (Ahora, convengamos que esta gente grita porque odian al cristianismo: si la Biblia es una colección de cuentos de los Hermanos Grimm no debería preocuparles tanto la proximidad del Museo a los centros de poder Estadounidense).

Esta tendencia a edificarle a Dios cosas monumentales es muy propias del ser humano y no de Dios. Si leemos atentamente  Éxodo 20:24 notaremos que Jehova nos pide "Altar de tierra harás para mí, y me sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas" y más adelante, en 20:25 dice "Y si me hcieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás".  Y también en Isaías 66:1,2: "Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra".

Aun así, el rey David se propuso en su corazón, construirle un templo a Dios lo que le valió un recordatorio de parte del Creador. Dice la palabra en 2 de Samuel 7:1-7 (TLA):
Dios ayudó a David para que lograra la paz con sus enemigos, y pudiera vivir tranquilo en su palacio. Entonces David le dijo al profeta Natán:
—No está bien que yo viva en un palacio de maderas finas, mientras el cofre del pacto de Dios está en una carpa.
Natán le contestó:
—Haz lo que creas más conveniente, pues Dios te apoya en todo.
Sin embargo, Dios habló con Natán esa misma noche, y le dijo:
«Ve y dile de mi parte a David lo siguiente: “¿Cómo está eso de que tú quieres construirme una casa? 6-7 Dime cuándo les pedí a los jefes de Israel que me hicieran una casa de maderas finas. ¡Si desde que los saqué a ustedes de Egipto, siempre he vivido en una carpa!
Tal parece que el hombre no puede resistir glorificarse a si mismo con grandes obras y luego, declarar que no lo hace para su honra, sino para Dios.

Marc Pesaresi


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