sábado, 1 de diciembre de 2012

MISERICORDIA QUIERO, dice EL SEÑOR


"Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos"


Versión de la Biblia
Reina Valera 1960 

A Alicia, 
Patricia y Maite,
Quienes socorrieron con el corazón en la mano,
 Cuando las necesidades maltrataban

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Hace unos días atrás, nos enteramos de un acto de misericordia de parte de un agente de policia en Nueva York. La Vanguardia, entre otros medios, informaba: 

"El agente Lawrence Deprimo de la policía de Nueva York se ha convertido en un héroe para muchos habitantes de la ciudad al comprar mientras patrullaba, por iniciativa propia y de su propio bolsillo, unas botas para un vagabundo descalzo que mendigaba en Times Square. "Hacía un tiempo gélido y se podían ver las heridas en los pies del hombre", ha explicado el agente a The New York Times. El joven policía, de 25 años, se detuvo a charlar con el vagabundo -"el hombre más educado que he conocido", afirma- y, tras averiguar su número de calzado, se dirigió a una zapatería cercana para comprar unas botas de 100 dólares que el dependiente, al conocer el generoso impulso que le movía, rebajó a 75 dólares. Deprimo también ofreció un café al sin hogar, pero el agente explica que "tan pronto como se calzó las botas, prosiguió con su camino y yo regresé a mi puesto de trabajo".
Officer 
Lawrence Deprimo
Foto
Jennifer Foster
Ver nota original en The New York Times

Narra las Escrituras que en un día de reposo, los discípulos de Jesús tuvieron hambre y comenzaron a recoger espigas de trigo para comer. De inmediato, aparecieron algunos criticando esa conducta. Ellos pensaron que a Dios le importaba más la ley que la vida humana. Sin duda que la ley es importante, pero si la vida humana peligra, Dios tiene prioridad: la vida es primero. 


dice: 

" No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo". 

¿Cuántas veces tuvimos oportunidad de dar algo de lo nuestro a quien lo necesita y no lo hicimos? Anestesiados por el abuso de quienes hacen del pedir un modo de vida, endurecemos el corazón y nos volvemos desconfiados y mezquinos. 

Pero en ocasiones, vemos situaciones donde en verdad el que sufre, esta en graves problemas y no puede salir del pantano de la necesidad, sino es mediante ayuda urgente.

La necesidad tiene niveles según, aquel que padece. Nadie la vive igual que otros a menos que se encuentre inmersa la persona en una crisis colectiva. Considero el hambre y la enfermedad como graves males que requieren de urgente asistencia. Pero hay muchas mas: falta de empleo, abusos, etc.

El hambre sin duda, es una tortura para quien lo sufre. Despertar cada mañana con dolores de estómago por falta de alimentos, sentir que el cuerpo se marea, padecer la desesperación por comer, es algo que; quienes lo padecimos; no deseamos vivir una experiencia tan terrible de nuevo.

La enfermedad, por lo general se la puede tratar y si nuestro destino no es inexorable, podremos conseguir alivio en la medicina del hombre y en la misericordia de Dios hasta que nos llegue la hora del gran salto a la eternidad. Nadie es para siempre y la muerte viene junto con la vida.

Considero que la misericordia adorna las almas de millones de personas. Quienes viendo la necesidad, no esperan a tener ganas, para enviar la ayuda necesaria. Para finalizar:  muchas veces no te ayudará quien se dice tu hermano o hermana en la fe sino quizás, alguna persona  que ni siquiera es cristiana. No te asombres desde donde pueda provenir la ayuda que Dios te envía. Dale siempre las gracias en nombre de Cristo, por las bendiciones que te llegan en tiempos de necesidades. 

Marc Pesaresi









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