lunes, 5 de septiembre de 2011

TESTIGOS de JEHOVÁ y JESUCRISTO


Teología Evangélica

¿QUÉ HACÍA JESÚS ANTES DE VENIR AL MUNDO COMO SALVADOR?


Rincón para Pensar
Foto
Marc Pesaresi
(Museo Regional San Antonio Oeste)
Derechos Reservados
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El Ángel de Jehová y la preexistencia de Cristo
Jesús nunca fue el Arcángel Miguel


La Sociedad WatchTower enseña que Jesús era el Arcángel Miguel

Los Testigos de Jehová enseñan que Jesús antes de venir al mundo como Mesías era el arcángel Miguel y que,  estando en la tierra no fue más que un hombre con cualidades especiales. Al morir, resucito  y regreso a su estado natural, como Arcángel al servicio de Jehová. Para probar esta exégesis, citan Daniel 10:13, donde se lo llama a Miguel, uno de los principales príncipes, además 1 Tesalonicenses 4:16, donde se dice que, el Señor mismo con voz de mando y de Arcángel, descenderá del cielo.

Estas evidencias tienen la dificultad de chocar de plano con lo que dice la Escritura. En efecto, Cristo es algo más que un mero príncipe. Es nada menos que un Rey de Reyes según Apocalipsis 19:16 y que descienda con voz de mando y de Arcángel no significa que lo sea. Lo que la Biblia dice es que, al regresar, dará ordenes como las da el Arcángel. Su regreso será en Gloria y no como manso cordero de ahí que ordenará con voz de mando a sus ángeles. Cuando lo volvamos a ver, vendrá con toda la omnipotencia de su poder.
 La Biblia dice que a Dios nadie lo vio jamás (Éxodo 33:20; Juan 1:18; 1 Timoteo 6:16); es Cristo quién lo da a conocer (Juan  1:18) “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que  está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” porque es la “imagen misma” de la sustancia de Dios (Hebreo 1:3). A Jesús, el propio Padre lo llama Dios (Hebreo 1:8) y el mismo afirma ser Dios (Juan 10:30).

La preexistencia y la deidad de Cristo son claramente anunciadas en el Antiguo Testamento, en las apariciones del Ángel de Jehová.  

Si bien todos los ángeles son de Dios, este “ángel” o mensajero (hebreo malek, y del griego  aggelos,) en particular, se comporta como Dios en persona (Génesis 32:30). El propio de Dios está en él (Éxodo 23:21) y su aparición equivale ver a Dios (Éxodo 3).Permite, entre otras cosas solo reservadas a Dios, que se le adore (Jueces 13:20), actitud que ningún ángel común fiel a Dios aceptaría  (Apocalipsis 22:8). Además, verlo a él, equivale ver a Dios (Jueces 13:22). 

Jesús permite que se le adore (Juan 9:38), lo mismo que el ángel de Jehová (Jueces 13: 20) algo que solo a Dios se le debe tributar (Éxodo 20: 3-5 y 34:14) y se identifica con el nombre divino “Yo Soy” (Juan 8:24), tal como se identificó Dios a Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 3:14).

La zarza ardiendo

La Biblia principia el relato diciendo “Y se le apareció en Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza” (Éxodo 3:2; Versión Reina Valera 1960). Sin embargo, el versículo 4 del capítulo 3 dice que, quién estaba en la zarza era Dios: “Viendo Jehová que él iba (Moisés) a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza” (Éxodo 3:4; Versión Reina Valera 1960).

La presencia de Dios en las llamas queda confirmada en la solemne declaración del versículo 6 “Y dijo: Yo Soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob” (Éxodo 3:6; Versión Reina Valera 1960) y por lo relatado en el versículo 7, que  asegura que se trataba de Jehová. “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor” (Éxodo 3:7; Versión Reina Valera 1960). 

Resumiendo, el relato bíblico llama en el versículo 2 del capítulo 3 a este ser Ángel de Jehová. Más adelante, en el versículo 4, se lo identifica con Jehová y Dios. En el versículo 7 es Jehová mismo quién habla y en el 14 le dice a Moisés “Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy el que Soy. Y dijo: así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros” (Versión Reina Valera 1960). “Yo Soy” es el nombre con el cuál Cristo se identifica ante los judíos en Juan 8: 58. “Antes que Abraham existiera: Yo Soy”.A la luz de lo que la Biblia narra, se infiere que el Ángel de Jehová y Cristo es la misma persona.

El pastor Roberto Passo, judío mesiánico de Buenos Aires dice  “Las Sagradas Escrituras hablan de “un ángel del Eterno[1] , la palabra “ángel” en hebreo es mensajero. No siempre se refiere a seres angelicales. Puede referirse también a un hombre. Pero en varios pasajes de las Escrituras el “ángel del Eterno” es a la vez «el Eterno»”. [2]

De las tres personas de la Trinidad solo Cristo actúa de modo visible a los ojos humanos, tal como les sucedió a Jacob y Gedeón.

Jacob, cuando se preparaba para encontrarse con su hermano Esaú a quién había sustraído la primogenitura mediante un ardid (Gn. 27: 1-46), debió luchar en cercanías del vado de Jaboc con un extraño varón durante una noche hasta el amanecer. Este varón, después de cambiarle el nombre por el de Israel (Dios lucha), lo bendijo antes de dejarlo. Cuando éste se hubo marchado, Jacob llamó al lugar de la confrontación Peniel, (el rostro de Dios) porque dijo: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma” (Gn. 32: 30. Versión Reina Valera 1960).

También Gedeón tuvo trato con el Ángel de Jehová (Jueces 6:1-40). En el relato vemos como el Ángel de Jehová se aparece a Gedeón saludándolo con un “Jehová está contigo” (v. 12). Aquí se da un paralelismo con lo sucedido en la zarza ardiente de Éxodo 3: 1-14.

El relato se inicia con el Ángel de Jehová cuya función de mensajero pronto se diluye ante la revelación majestuosa de su verdadera identidad divina. La Biblia identifica a este ser como Dios. Dice en el versículo 14: “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los mediatintas. ¿No te envío yo?” (Versión Reina Valera 1960).

Esto sucede como consecuencia de los reparos de Gedeón de transformarse en adalid de la causa hebrea contra los madianitas que, por entonces, los oprimían cruelmente mediante ataques continuos. “Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre” (V.16).

En los versículos 20 y 21, el Ángel de Jehová identificado como “de Dios” en el 20, ordena que los alimentos, que Gedeón le había ofrecido en el versículo 18, sean colocados  sobre una roca. Se trataba de carne de cabrito, panes sin levadura, todo mojado con caldo.

Después de obedecer Gedeón “...extendiendo el Ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cuál consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. Viendo entonces Gedeón que el ángel de Jehová, dijo: Ah, señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás” (Jueces 6: 21-23. Versión Reina Valera 1960).

Ahora bien, Dios no miente de modo que ¿cómo es posible ver Dios cara a cara sin morir, tal como lo asegura en Éxodo 33: 20? Solo mediante la aceptación de la deidad de Cristo es posible explicar que Dios hable “face to face” con los hombres sin que estos perezcan. Es Cristo, la segunda persona de la Trinidad, quién puede interactuar de este modo tal como lo demostró durante su encarnación como Mesías.

También Manoa y su esposa, padres de Sansón, vieron y hablaron con el Ángel de Jehová.

El nacimiento de Sansón se narra en Jueces 13: 1-25 y estuvo rodeado de manifestaciones divinas. La Biblia dice, después que Manoa le ofreciese alimentos que el Ángel de Jehová rechaza porque prefiere que con ellos se realice un holocausto, lo siguiente: 

Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos? Y el ángel del Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre que es admirable? Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y su mujer. Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y su  mujer, los cuales se postraron en tierra. Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a su mujer: ciertamente moriremos porque a Dios hemos visto”. (Jueces 13: 17-22. Versión Reina Valera 1960)[3]

El temor de Manoa es comprensible. No ignoraba la advertencia de Éxodo 33:20. Sin embargo, cada vez que el ángel de Jehová se manifiesta nada sucede con los hombres aunque este sea Dios. Que su naturaleza es divina no hay dudas.

Las palabras de la mujer de Manoa en el versículo 23 “Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto” dan cuenta que este ser es Dios. No obstante, en el versículo 17 el ángel habla de Jehová como si se tratara de otra persona, lo cuál apoya la pluralidad de personas.

Los Testigos de Jehová y la re-escritura de pasajes bíblicos 

Considero revelador el texto de Zacarías 3:1-4 donde el ángel de Jehová se identifica con Jehová mismo al perdonar los pecados de Zacarías (v. 4); además de nombrar a Jehová como otra persona; como muestra de la manipulación que hacen a la hora de traducir, los Testigos de Jehová. Dado que no aceptan la Trinidad, tergiversan todos los pasajes que hacen referencia a la multiplicidad de personas en la Deidad.

Fred Franz, autoproclamado en vida como el único maestro bíblico de la sociedad[4], Nathan Knorr, Albert Schroeder y George Gangas, miembros del por muchos años, enigmático “New World Bible Translation Committee” (Comité de la Traducción de la Biblia Nuevo Mundo); formado para “traducir” la Biblia de los Testigos de Jehová y todos ellos antitrinitarios declarados; parece que no advirtieron que este pasaje claramente identificaba al ángel con Jehová como Jehová a la vez que lo muestra como una persona distinta y si lo hicieron, tergiversaron adrede la Escritura para quitarle deidad a Jesús. Recordemos que la Watch Tower enseña que Jesús antes de venir al mundo como pagador de un rescate, era (y es) el arcángel Miguel.

El texto en la Reina Valera 1960;  que los propios Testigos califican de excelente; dice: “Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cuál estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda”.

La versión Traducción Nuevo Mundo transcribe: “Y procedió a mostrarme a Josué el sumo sacerdote de pie delante del ángel de Jehová, y a Satanás de pie a su derecha para presentarle resistencia. Entonces [el ángel de] Jehová dijo a Satanás: “Jehová te reprenda, oh Satanás, sí, Jehová te reprenda, el que escoge a Jerusalén’.

Aquí el ángel de Jehová oficia de abogado defensor de Josué que está siendo acusado por Satanás ante Jehová. Compárese con lo que el apóstol Juan escribió: “y si alguno hubiese pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Jn. 2:1. V. Reina Valera 1960). Impresionante ¿verdad? 

Para concluir, consideremos en la traducción de los Testigos, Génesis 31: 11-13: “Entonces me dijo el ángel de Dios [verdadero] en el sueño: ‘¡Jacob!’, a lo cual dije: ‘Aquí estoy’. Y continuó él: ‘Alza los ojos, por favor, y ve que todos los machos cabríos que se lanzan sobre el rebaño son rayados, moteados y manchados, porque yo he visto todo lo que Labán te está haciendo. Yo soy el Dios [verdadero] de Betel donde ungiste una columna y donde me hiciste un voto.” (Traducción Nuevo Mundo).

Ahora bien, los miembros del Comité de Traducción de la Watch Tower  se las arreglaron para disminuir la figura del ángel de Jehová transcribiendo “ángel de Dios”. Incluso Oseas 12:2-4 que se refiere a este evento, parece indicar que Jacob luchó con un ángel de los muchos que están al servicio de Dios. Pero si nos fijamos en el hecho al que hace referencia el ángel de Jehová; en Génesis 28: 10-20; vemos que se está identificando nada menos que con el propio Jehová, es decir, está afirmando ser el Dios que se le había aparecido anteriormente, en Betel. Es importante este detalle porque el pasaje muestra tanta claridad a la hora de identificar a este Ángel de Jehová con el mismo Jehová, que ni siquiera la Watch Tower ha podido modificar sustancialmente el sentido de la frase.

Jacob, después de engañar a Isaac, su padre, para obtener la primogenitura de su hermano Esaú, es enviado por Isaac  a tierra de Padán Aram, sitio donde residía Labán, el hermano de su esposa Rebeca.

En el transcurso del viaje, decidió pasar una noche en campo abierto en un sitio llamado Luz (almendro) de modo que tomó algunas piedras y las puso como apoyo de su cabeza. Profundamente dormido, comenzó a soñar con una escalera que, apoyada en la tierra, tenía un extremo tocando el cielo por donde subía y bajaban ángeles. En el extremo superior, que llegaba al cielo, estaba nada menos que Jehová el cuál le dijo: “Yo soy Jehová el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac” (Traducción Nuevo Mundo). 

Jacob, al despertar de sus sueño, dijo: “Ciertamente Jehová está en este lugar y yo no lo sabía” (Reina Valera 1960). Luego erigió una columna con las piedras que le habían servido de cabecera y derramó aceite sobre ella en acto de pleitesía. Finalmente llamó al lugar Betel que significa casa de Dios e hizo un voto.
Es precisamente a este hecho que se refiere el ángel de Jehová de Génesis 31:11-13, de allí que, cabe concluir, que ambas personas son distintas pero las dos son parte de un solo Dios. Solo así se puede comprender sus  palabras del ángel de Jehová “Yo soy el dios [verdadero] de Betel donde ungiste una columna y donde me hiciste un voto” (v. 13).

Compárese con Génesis 35:1 dónde la Biblia rememora este suceso diciendo: “Después de eso Dios dijo a Jacob: “Levántate, sube a Betel y mora allí, y haz allí un altar al Dios [verdadero] que se  apareció cuando estabas huyendo de Esaú tu hermano” (Traducción Nuevo Mundo).

Concretamente: “Dijo ’Elohim a Jacob: Levántate, sube a Bet-el y mora allí, y erige un altar al ’El que se apareció cuando huías de tu hermano Esaú”. «EL», es un nombre simple que se emplea para llamar al Dios verdadero en 204 pasajes y expresar poder o potencia mientras que, para otros, se lo emplea en 18 versículos especialmente en los libros de Job, Salmos e Isaías[5]. En síntesis, el ser que vio Jacob era Jehová, en su segunda persona de la Trinidad, o sea, Cristo Jesús. 

Agar también vio al Ángel de Jehová

Otros pasajes de la Biblia donde actúa este ser es en Génesis 16: 7-14, donde Agar, la sierva egipcia de Sarai, esposa de Abrám, tiene un encuentro con el ángel de Jehová. Este encuentro se habrá de repetir en Génesis 21: 17-20. (Ver además: Gn.12:7 y 17:1-22). 

Encinar de Manre. 
Abraham ve a tres, pero adora uno

En Génesis 18: 1-33 se narra la llegada de tres varones a las tiendas de Abraham, situadas en el encinar de Manre, en Hebrón, dos de los cuales eran evidentemente ángeles y el otro, Jehová. “Después le apareció Jehová en el encinar de Manre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día” (v.1). 
 El roble de Abraham
En inmediaciones de Hebrón
Tiene 5000 años y ya ha muerto
Conmemora el lugar donde Abraham recibió 
Tres ángeles, uno de los cuales era el Angel de Jehová
o sea Jesús antes de venir al mundo como Mesías
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Panoramio

Queda claro que uno de estos varones era divino puesto que Abraham se postra en acto de adoración no siéndole impedido. Como dijo Agustín de Hipona: “vio a tres, adoró a uno”. En efecto: llamativo es el número de personas que aparecen en este relato: Tres. En los versículos 13, 14 y 15 del capítulo 18 aparece en toda su plenitud uno de los atributos de Dios: la omnisciencia.

Efectivamente, después de prometer uno de los varones; la Biblia no identifica claramente cuál varón habla pero, por el tono de sus palabras, se infiere que se trata de Jehová; que la esposa de Abraham tendría un hijo ella entre si rió escéptica de la promesa, por considerarse ya demasiado vieja como para quedar embarazada.

Al recriminar el varón a Abraham la actitud de la mujer, esta negó haberse reído lo que motivó que el varón la contradijera: “No es así, sino que te has reído” (v. 15). Aunque no sepamos la distancia que separaba a Sarai del varón, es evidente que ella supuso que no la habían oído, de allí que arriesgó negar empleando una mentira. Reír entre sí a veces implica sonidos apenas perceptibles pero no cabe dudas que este Ser leyó la mente de la mujer.  

El relato prosigue con la revelación de la identidad del varón como Jehová. Al no ocultarle Jehová a Abraham sus planes de castigar Sodoma y Gomorra, éste intercede por los justos (suponía que los había) que habitaban esas ciudades.

Durante toda la intercesión, Abraham se dirige a Jehová con suma reverencia lo que da una señal de la importancia de aquel ser. Finalmente, concluye el relato con un “Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar con Abraham” (v. 33). Los Testigos de Jehová dicen que estos tres varones eran ángeles[6], pero esta interpretación es errónea porque Dios a ninguna otra persona que no sea parte de la Trinidad,  da su propio nombre Jehová el cuál es el nombre propio de la Divinidad.[7] La Palabra deja claro que Jehová habló con Abraham. Es evidente que el ángel de Jehová es Cristo, la segunda persona de la Trinidad, antes de venir al mundo como Mesías y que se presento como Jehová ante Abraham.

Ahora bien: es ser actúa como mensajero pero nunca en un sentido de inferioridad en cuanto a Jehová. Verlo a él es ver a Dios y adorarlo a él, es adorar a Jehová. Las apariciones del ángel de Jehová constituyen una poderosa evidencia de la divinidad del Mesías puesto que, en cada una de sus apariciones, no solo actúa como Jehová sino que las escrituras fusionan su rol con el del Padre haciéndolos un solo Dios en esencia. En síntesis: dado que las escrituras del Antiguo Testamento lo identifican como Jehová, concluyo que el ángel de Jehová es Cristo, una de las personas de la Trina Deidad, a la que llamamos Jehová o Yhaweh (YHWH).

Otros pasajes de las Escrituras...

Dónde es posible observar al ángel de Jehová en acción son: Génesis 22:11-18, dónde Dios ordena a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac; Número 22: 21-40, donde el ángel de Jehová resiste las intenciones de Balaam; Jueces 5: 23, dónde el ángel de Jehová pronuncia una maldición; 2 de Samuel 24: 1-25 donde se lo ve actuando en Jerusalén en acción de castigo por el censo que trató de realizar el rey David. Compárese con 1 de Crónicas 21: 1-27; 2 de Reyes 19:35 donde el ángel de Jehová destruye el ejército de Senaquerib, rey de Asiria, que asediaba a Jerusalén. Compárese con  Isaías 37:36.; Salmo 34: 7 y Zacarías 1:11, 12. 

El Ángel de Jehová sacó a los israelitas de Egipto

En Éxodo 14:9 la Palabra nos informa que un ángel de Dios iba en una columna de nube acompañando a los israelitas en su huida de Egipto. Número 20:16 no dice sobre esto que, al clamar los israelitas por su opresión a manos de los funcionarios del Faraón, Dios envió un ángel para sacarlos de Egipto.

Hasta aquí podríamos interpretar que toda la marcha de Éxodo fue asistida por un ángel más de los incontables que Dios tiene a su servicio. Sin embargo, en Jueces 2:1 comienza a dilucidarse quién es este ángel que en una columna de nube defendió a los israelitas de las tropas egipcias. Dice la Palabra: “El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar”.

Ahora bien,  cuando recordamos que este pacto fue el suscrito por Moisés con el mismo Jehová (ver Exodo 34: 10-13 y Deuteronomio 7: 2-5) no caben dudas que este ser tan increíble es el ángel de Jehová el cuál se identifica con Dios mismo no obstante ser una persona diferente. Solo así se comprenden las palabras de Dios en Exodo 23: 20-23. Fue el ángel de Jehová quién sacó de Egipto a los israelitas, y este ser es la segunda persona de la Trinidad, Cristo antes de su encarnación como Jesús, el cuál es Jehová.

(c) Marc Pesaresi





[1]     Como buen judío, Passo se niega a mencionar la frase el “ángel de Jehová”. Prefiere los términos “el ángel del Eterno”, el cuál no repugna sus creencias y tradiciones judaicas ni tampoco molesta a los numerosos miembros de la colectividad hebrea que reside en Argentina y con los cuales mantiene relación.

[2]       Passo, Roberto O.: Al Judío primeramente; JAMI; Buenos Aires; Argentina; 1990; p.p. 161, 162.

[3]      Con respecto al vocablo “admirable”, compárese con Isaías 9: 6 donde se identifica al Mesías por venir de este modo: “Porque un niño nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Reina Valera 1960). El nombre Padre Eterno se puede relacionar con Jn. 14:8,9. “El que me ha visto a mi, ha visto al Padre”, dijo Jesús Se puede alegar que esta comparación trae dificultades puesto que es factible confundir la persona del Padre como manifestándose alternativamente como Hijo, lo cuál sería una variedad de modalismo herético. Pero debemos tener en cuenta el contexto de la respuesta del Mesías a Felipe. Lo que este le estaba solicitando era ver a Dios, en concreto, la esencia inmaculada de la Deidad, de allí que Cristo le responde de este modo, satisfaciendo su curiosidad de una manera no peligrosa para su propia integridad física. No podría mostrarle a Dios a Felipe estando este en el cuerpo humano. Si podía verlo el curioso discípulo, en la segunda persona de la Trinidad. Interpreto que el Señor quiso  decir, que verlo a él era ver a Dios. De otro modo, caeríamos en  otro error modalístico.  

[3]        Franz, Raymond: Crisis de Conciencia; Editorial Clie; Terrassa; Barcelona; España; Cap. 3: El Cuerpo Gobernante; p.57.

[5]       Girdlestone, Robert Baker: Sinónimos del Antiguo Testamento; Editorial Clie; Terrassa; Barcelona;   España; 1986; Cap. 2: Los Nombres de Dios; p.p. 41,42.

[6]       Perspicacia para Comprender las Escrituras, Tomo 1, p. 31

[7]       Los Testigos se basan en Heb  13:2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por esta algunos hospedaron  ángeles sin saberlo” para justificar sus interpretaciones que aseveran, que los tres varones que visitaron a Abraham eran ángeles..




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