viernes, 9 de diciembre de 2016

FENÓMENOS PARANORMALES EN UNA IGLESIA ¿CRISTIANA PENTECOSTAL?


Un domingo, tiempo atrás, me invitaron a una reunión hogareña de un culto que parecía pentecostal. El líder de la iglesia era de nacionalidad chilena. Era uno de esos, lo supe luego, que dan  tres glorias a Dios y tres aleluyas. Lo que observé me dejo muy preocupado. No había nada de cristiano y pentecostal en esa reunión.
Por
Paulo Arieu
"El Teologillo"

El pastor se explayó largo rato sobre trivialidades y muy poco del pasaje bíblico del libro de hechos que había elegido para fundamentar el sermón. Al rato de estar allí, cuando comenzó el "culto en serio" tuve una rara sensación de que yo no era parte de esa movimiento. En efecto, yo fui pentecostal pero ya no. De repente, quedé inmerso en una cantidad asombrosa de fenómenos extraños que le sucedían a los fieles. 
Me daba la impresión, que tales sucesos se relacionaban más con fenómenos paranormales que "tomaduras o golpes" del Espíritu Santo. Pude ver “saltos en el espíritu”, "paseos en éxtasis",  "danzas"; incluso el predicador tuvo visiones sobre mí que me llegaron a turbar:  dijo que podía ver lenguas de fuego sobre mi cabeza. Por supuesto, yo no sentía ningún calor (en el supuesto que las presuntas llamas divinas fueran calientes) pero sí experimentaba un profundo sobrecogimiento. Porque todo esta parafernalia de comportamientos extraños se lo atribuía a la llenura del Espíritu Santo. Que lamentable.
El pastor tocaba a las personas con la mano - al estilo pentecostal- y estos empezaban a comportarse con un frenesí digno de las reuniones de vudú haitiano. Todo esto, por supuesto, con los ojos cerrados y hablando en lenguas y "danzando" mucho.
Ahora que lo pienso, sentía una profunda conmiseración por las personas allí reunidas. Estas gentes verdaderamente tienen hambre de Dios. De lo contrario, no estarían allí. Lamentablemente, la ignorancia en cuanto al contenido de la Biblia, esta llevando a miles a involucrarse con grupos que, si bien parecen pentecostales, no lo son. Estas personas decentes eran víctimas de un líder carismático para nada versado en las Escrituras pero si muy hábil en manipular los sentimientos y emociones.
Observé también, que el líder del grupo tuvo algunas diferencias de opinión con algunos miembros de su familia quienes, cristianos provenientes de iglesias con prédicas más racionales, le llamaron la atención. Sin embargo, lejos de aceptar que podía estar errado en cuanto a conocimientos de las Escrituras, prédicas y actitudes, el tuvo la convicción suficiente como para refutar a su propia sangre declarando que, si bien la iglesia era del Señor (no especificó a cuál señor adoraba y servía) él, como "pastor" podía organizarla como se le diera la gana. ya que el Espíritu lo guiaba en todo cuanto obraba. 
Pero quizás lo más chocante que me toco observar fue que, en una caja, alguien llevaba un libro del astrólogo argentino Horangel. Ignoro el porqué ese libro estaba allí pero su presencia me afectó más. Entre tanto, el frenesí místico continuaba, la gente danzaba, gritaba, lloraba, reía, se revolcaba, paseaba...; me quedé en un rincón pensativo sin obviar preguntarme: ¿Qué podría llegar a pensar un nuevo creyente que se acerca a oír la Palabra de Dios y se encuentra que, en vez de Biblia, le dan un show de descargas emocionales acompañados con manifestaciones paranormales?
Sed llenos de Espíritu Santo
La palabra griega traducida “sed llenos” es “pleroo”, esta en forma presente imperativa y se refiere a estar completamente saturados hasta lo máximo de algo. Esta palabra da la idea de ser completamente controlados (guiados) por el Espíritu Santo. La palabra “pletho”, que se relaciona y  utilizada en Hechos 2:2 está en  pasivo indicativo y tiene que ver con el estado de “haber sido lleno”, tal como aquellos que estaban en el aposento alto el día de Pentecostés. Entiendo entonces, que ser llenos, no significa que el Espíritu llegue sino que, ya dentro de nuestro cuerpo, se manifiesta con gozo, alegría y paz. Pero no con actividad paranormal digna de un capítulo de los famosos Expedientes X.
En Efesios 5:18, el apóstol Pablo hace una comparación entre el efecto del alcohol y el efecto del Espíritu Santo. Una persona que se embriaga con vino (alcohol) será controlada en todas las áreas de su vida. La persona pierde control de sí misma y es el alcohol quién controla sus emociones y acciones. El producto de ser controlado por el alcohol es el descontrol y la contienda (disolución).
Como contraste, aquella persona que es controlada, “embriagada”, o saturada del Espíritu Santo será una persona que dejará de ser su carne y será entonces el Espíritu Santo quién controle su vida. A diferencia de los resultados que produce el alcohol, el creyente que es lleno del Espíritu será un creyente en victoria, de santidad y servirá de edificación a la obra de la iglesia. Pero la llenura de ningún modo es sobrecarga de actitudes que están lejos de la paz del creyente. No es lo mismo la alegría que provoca la manifestación gloriosa del Espíritu Santo en el creyente sincero y guiado correctamente que la producida por un caos emotivo parecido más a la desesperación que a la mansedumbre.
Para finalizar..., una reflexión
Por favor, preste atención en que grupo se mete. No es lo mismo asistir a una iglesia normal, que a un lugar donde descarrillan emociones en vez de encarrilarlas. No olvide que muchos de estos grupos religiosos son sectas y muy peligrosas. En este caso, como el que me toco soportar, era una  secta de apariencia pentecostal. Gracias por leer, Dios los bendiga con sana doctrina y buena iglesia. 
Bibliografía consultada: La llenura del Espíritu Santo. Puede acceder a la website clickando aquí.
Ricardo Paulo Javier Arieu. Nació en la República Argentina, el 8 de febrero de 1965. Cristiano evangelico, inició su vida espiritual en la 2 Iglesia Bautista de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, de donde también es oriundo Marc Pesaresi, quién por entonces asistía a la iglesia de la Unión Evangélica Misionera con sede en el barrio Parque Patagonia. Arieu es egresado del Seminario Bíblico de Fe de la Argentina, institución educativa evangélica interdenominacional que forma lideres y obreros para la proclamación del evangelio. Actualmente reside con su esposa de origen dominicano, en Tampa, Florida, Estados Unidos.