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martes, 13 de enero de 2015

ABORTO - LOS VARONES TAMBIÉN SIENTEN CULPA Y REMORDIMIENTOS


El aborto es un tema controversial
Hay quienes lo prefieren y defienden 
Y otros que lo ven como infanticidio legalizado.




En Argentina, los evangélicos estamos divididos 
sobre la conveniencia o no del aborto.
Las iglesias de teología modernista adheridas a la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas  están a favor de la despenalización del aborto 
Mientras que las que se agrupan en torno  a la 
Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas se oponen.

El aborto legal o ilegal, se practica en gran escala en todo el mundo.
Millones de personas lo ven como un tema que implica derechos humanos
y cientos de médicos lo realizan sin ningún tipo de problema moral.
Sin embargo, este post no hablará de lo que todos conocemos,
sino de la carga de culpa que suele afectar a muchos de los varones,
que han consentido y pagado un aborto.

Advertencia
Este artículo enfoca el dolor de algunos varones por consentir abortos

Por 
Marc Pesaresi
__________________

EL VARÓN LUEGO DE CONSENTIR UN ABORTO

Leía en un blog de la hermana Teresa Beatriz al cuál se puede acceder clickando AQUÍ, referencias sobre el aborto y como afecta este, a algunas mujeres. Note que, como la inmensa mayoría de estos artículos, siempre tratan las consecuencias en las mujeres pero rara vez el sufrimiento de los varones.

"Podía oír a mi novia vomitar y llorar mientras el médico peruano realizaba el aborto en un cuartucho detrás del consultorio. En ese momento, cayó sobre mí un manto oscuro: yo había consentido y pagado un crimen. Estaban matando a mi hijo y ya era tarde para reparar el daño. Sentí culpa y una pesada carga de remordimientos. Ahora, con el paso de los años, pienso: ¿Por qué permití tal cosa? ¿Qué puedo decir al respecto? Cuando supe  que mi pareja estaba embarazada tuve miedo. No quería perder los estudios, tampoco casarme. Como la mayoría de los jóvenes, mi interés era solo disfrutar del  sexo sin responsabilidad. Desde entonces, a pesar de ser cristiano, nunca pude olvidar la experiencia y he llevado la culpa encima hasta el día de hoy. He sido un criminal imperdonable por pagar la muerte de un inocente que no se podía defender. ¿Me perdonará Dios esta falta?" (Abel P, creyente).

"Lo único que le agradezco al aborto, es que, luego de pagar para que se lo hicieran a una flaca que salía conmigo  y ver de que se trata, fue haberme convertido en un anti abortista. Antes no sabía lo que era un aborto. Ahora sí  y nunca más consentiré uno. ¿Qué si siento culpa? A veces sí. Cuando veo un bebé pienso en el que pude tener y siento como vergüenza. Pero ya es tarde para lamentar". (R.A.).

"Soy ateo pero que lo sea no significa que apoye el aborto. En la naturaleza se ven muchos infanticidios ya que las presas preferidas de los depredadores son las crías pero es raro ver abortos. Concluyo que el aborto, a no ser por causas médicas, es antinatural" (M. B.).

EL HOMBRE TAMBIÉN SUFRE

"Semanas después de que mi novia se practicara el aborto yo lloraba antes de dormir, no podía concentrarme en el trabajo y me consumía el sentirme culpable. No pasa un día en que no piense en la vida que hubiéramos podido tener juntos. Yo amé a ese niño sin haberlo visto. Tuve fuertes sentimientos de paternidad por años; sé que pude haber sido un buen padre y todavía me siento culpable".

Jeremy tiene 24 años y es un hombre de negocios. Según él, los hombres sufren el aborto de un hijo aunque no suelan hablar de ello. Se esconden detrás de su machismo y no se enfrentan a sus verdaderos sentimientos. Están asustados por las feministas y los retos de los argumentos de las mujeres. "Ciertamente he conocido a otros hombres - dice - que han vivido mi propia experiencia; ellos, como yo, necesitan la ayuda de una organización para consultar sus preocupaciones, un grupo que conforte y proporcione ayuda y esperanza a los que tienen esa clase de problemas, es decir, los casos en que sus novias quieren abortar o han abortado al hijo de ambos." 

"Traté de hablar con ella -dice- e insistí en que no debía matar a nuestro hijo, pero ella no me escuchó, a pesar de que estábamos enamorados. Yo le ofrecí en ese entonces quedarme con el niño si ella le permitía nacer, pero desapareció por unos días y regresó diciendo que había abortado. La angustia y la culpabilidad que sentí fue enorme, me disgusté muchísimo, ese bebé tenía mucho que ver conmigo, yo quería que naciera". Contando esta historia Jeremy lloró varias veces, visiblemente afectado ante su situación. "Por largo tiempo estuve confuso, cuando veía niños me emocionaba de tal manera como nunca pensé lo pudiera experimentar un hombre." (Olivia Sifontes, "El hombre también sufre la pérdida de un hijo," Escoge la Vida (julio/agosto de 1990), suplemento "Caminos de Esperanza". Escoge la Vida es el boletín de Vida Humana Internacional).

Kevin Burke, quien dirige el Ministerio del Viñedo de Raquel, conjuntamente con su esposa, Theresa, comparte en ZENIT como los hombres lamentan la pérdida de sus bebes, y como la sanación post-aborto en mujeres también menguan el dolor de sus heridas.
P: Por qué es que el Ministerio del Viñedo de Raquel decidió ayudar a los varones así como ayudan a las mujeres? 
Burke: Esto comenzó cuando un número limitado de varones atendió uno de nuestros retiros para mujeres. Sabíamos cuán efectivo eran estos retiros para mujeres y nos dio curiosidad ver como este proceso trabajaría con hombres. 
Los resultados fueron muy positivos. Los hombres se profundizaron dentro del proceso de sanación, lamentaron profundamente por sus niños tal como las mujeres en el grupo y recibieron similares beneficios por tal experiencia. 
Un beneficio inesperado para las mujeres en estos grupos fue la presencia de los hombres que lamentaban profundamente por sus niños los que sumaron otro nivel de sanación. Muchas mujeres experimentan sus abortos en aislamiento, y a menudo, después de haber sido maltratadas, manipuladas y abandonadas por el hombre. 
Ver a un hombre arrepentido, lamentando abiertamente su pérdida, aceptando sus fallas y pérdida, y abrazando la misericordia y perdón de Cristo, es un elemento más de bendición y sanación para los participantes del retiro. 
Hay un aumento gradual pero constante en el número de hombres que atienden los retiros del Viñedo de Raquel, de más de 300 que se realizan en los Estados Unidos.Ahora tenemos una sección para hombres en nuestro sitio Web con correo electrónico de apoyo a hombres quienes han experimentado sanación por aborto y que quieren extender su ayuda hacia otros varones. 
P: Que problemas enfrentan los hombres que han sido partícipes en un aborto durante el proceso de sanación post-aborto? 
Burke: Los hombres luchan con muchos de los complicados síntomas de aflicción así como las mujeres. (Se puede continuar leyendo el reportaje, clickando AQUÍ).
En una encuesta del Los Ángeles Times, de 3,600 hombres, 66% reportó culpa y ansiedad después de su implicación con un aborto; otra encuesta indica que hombres definitivamente luchan contra sus sentimientos de culpabilidad, depresión, ansiedad, disfunción sexual e ira, después de un aborto.Tal vez los varones estén mejor equipados para esconder esos sentimientos, o de categorizar su dolor, pero ésto tiene un alto costo en sus relaciones y emociones.

Así como las mujeres, si ellos no conectan su lamento con sus síntomas del complicado estado de dolor de una herida de aborto, ellos están destinados a continuar ocultando esa pena en sus vidas – lo que a menudo conlleva a consecuencias destructivas con sus relaciones conyugales, familiares y laborales. Muchos varones viven un dolor intenso y callado después de haber tomado una decisión de aborto.

Es importante reconocer el rol de estos hombres al decidir por el aborto. Para aquellos quienes comunicaron ambivalencia, manipulación o presión para abortar, o de otra forma, abandonaron a la madre y bebe durante este tiempo de vulnerabilidad y temor, el problema mayor es la falla, como hombres, de sobrellevar un aspecto fundamental de su vocación – la protección y cuidado de la madre y niño. Cuando la realidad de sus acciones está clara, cuando se rompe por adicción laboral, pornografía, infidelidad, depresión, ebriedad y otros modos de ocultar el dolor, es un momento difícil, pero es el comienzo de sanación y reconciliación.

La terapeuta Bertina Morales, del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA), señaló que el sufrimiento como consecuencia de un aborto no es un problema exclusivo de la mujer, sino que afecta tanto física, emocional y psicológicamente a los varones.En declaraciones al Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), Bertina Morales recordó que los “efectos secundarios” del aborto para los hombres “muchas veces de por vida, se reflejan en sentimiento de culpa, depresión, frustración y un estado de vacío interior”.

“En general, no suelen hablarlo, ni siquiera con sus propias parejas, por temor a que pueda interpretarse como un signo de debilidad, pero lo sufren en silencio”, dijo.Los hombres, explicó Morales, reaccionan de distinta manera a las mujeres frente a un aborto. Mientras que algunos se oponen de manera violenta, otros se oponen, pero no toman medidas fuertes para impedirlo.

En otros casos, continuó la terapeuta, los hombres pretenden ser neutrales, dejando la decisión a la mujer; hay hombres que presionan a la mujer para abortar, y quienes no son tomados en cuenta y se enteran del aborto cuando este ya se ha realizado.Todas estas circunstancias, dijo la experta, serán determinantes en los efectos posteriores.El SIAME recoge el testimonio de Sergio, un hombre que confundido y con miedo, a pesar de su fe, apoyó a su pareja para que se someta a un aborto en el Sistema de Salud de México D.F., donde es legal.

Ese fue el inicio de un doloroso camino, sometido a la culpa, la soledad y el arrepentimiento.“Para mi querido angelito: Lucía, sé que estás en un buen lugar y en ese lugar está Dios. Él te va a cuidar hasta que yo te vuelva a ver, mientras, cuídate y pórtate bien. Pronto estaré contigo”, escribió Sergio a su bebé en una carta.Después del aborto, recordó Sergio, “perdí la autoestima, la confianza en mí, ya no quería hacer nada. Fue un infierno”.

Mónica Álvarez, terapeuta especialista en duelo gestacional y perinatal, incide en que tanto hombres como mujeres sienten desconsuelo después de un aborto; pero lo hacen de forma diferente."Ella vive el duelo de una forma más rotunda", señala Álvarez. Debe pasar por una intervención quirúrgica para limpiar su útero o por un "proceso expectante" en el que el cuerpo pare de forma natural los restos del pequeño.El dolor del varón no siempre es evidente y depende de su implicación en el embarazoAl varón, tal vez, le cuesta más asumir la pérdida, apunta la terapeuta, "ya que físicamente no experimenta ningún tipo de despedida". Sí puede, sin embargo, vivirla a través de la mujer. En muchas ocasiones, lo que el hombre percibe es el dolor físico y emocional desgarrador de ella. Por lo que, su experiencia dependerá, en gran parte, del grado de implicación del varón con su pareja.

MIEDOS DEL VARÓN ANTE UN ABORTO

El hombre que pierde a su bebé se enfrenta a un doble reto. Por un lado, debe vivir la pérdida de su hijo. Y, por otro, experimenta la "impotencia de sentir que no puede hacer mucho por la mujer a la que ama". Es probable que, en muchos casos, el varón deje de lado su propio dolor y duelo; sobre todo, si hay complicaciones y la salud de la mujer se resiente. En tal caso, "se volcará aún más en ella, para apoyarla, cuidarla y mimarla", matiza Álvarez.

Esta forma de actuar, "en la que el miedo a perder a la mujer que ama eclipsa de alguna manera el dolor por el hijo perdido", puede dar lugar a interpretaciones erróneas, apunta la especialista. Algunas mujeres entienden que él no quería tanto al bebé. Sin embargo, lo que hay es "una diferente interpretación de la realidad", puntualiza la terapeuta.


EL DUELO DEL HOMBRE TRAS EL ABORTO LLEGA MÁS TARDE QUE EN LA MUJER

Cada vez es más frecuente que un hombre sea capaz de enfrentarse a sus emociones y de mostrar su dolor, su enfado e incomprensión. Sin embargo, la sociedad les ofrece, por lo general, menos espacios para expresar sus vivencias y procesos emocionales. Ello explica que, con frecuencia, "el hombre manifieste su duelo más tarde" que la mujer, explica Álvarez. Y lo hará cuando vea que ella se encuentra mejor, tanto física como anímicamente. "Solo entonces muchos se dan permiso para bajar la guardia", asegura la terapeuta.

En algunos casos, si el hombre no encuentra la forma de expresar sus emociones del modo que necesita, el dolor se puede manifestar, incluso, en su propio cuerpo, afirma la terapeuta. Tal vez con "una fuerte gripe, que le obligue a meterse en la cama y retirarse de su mundo". Solo así se permitirá a sí mismo "ser cuidado y mimado", concluye Álvarez.

Conclusión

Jeremías 1:5 deja en claro que Dios conoce a las personas antes de su nacimiento. Esto es probablemente a que Dios, siendo omnisciente, omnipresente y omnipotente, puede ver pasado y futuro como un presente continuo. Pero también, puede estar refiriéndose al alma que habitará cada persona por nacer, la cual es eterna.

Isaías 49:5.7 deja en claro que la vida humana es formada en el vientre de cada mujer por voluntad divina. Por lo tanto, hay poderosas razones para creer que Dios no solo es el creador de la vida sino que demandará además, la interrupción de embarazos a cada uno de quienes lo haya consentido y practicado.

Entre los evangélicos, es raro encontrar varones que afirmen "yo consentí un aborto". Por lo general, nadie habla del asunto. Los varones que han consentido y pagado por un aborto por lo general llevaran la carga por sí solos hasta el final de sus días. Pero, si eres cristiano y has consentido un aborto y ahora te agobia la culpa, quiero recordarte que Dios por medio de Cristo tiene poder para perdonar tus faltas, sanar tus emociones y sobre todo, darte una nueva vida aceptando lo sucedido.Si el sentimiento de culpabilidad es muy fuerte, se recomienda la asistencia de profesionales. Psicólogos y psiquiatras son necesarios para sanar emociones dañadas tanto para creyentes como para quienes no lo son.

A continuación, si eres creyente, algunos pasajes de las Escrituras que pueden servirte de consuelo y aumentar la certeza que Dios perdona tus pecados si se los confiesas con arrepentimiento en nombre de Jesús.

Salmo 79:9: “Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre”.

Marcos 2:5-12: “Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y al instante Jesús, conociendo en su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante”.

Si no sabes como pedir al Padre alivio para tu carga, repite la oración. Vamos a orar:

"Padre, en nombre de Jesús, vengo a tu presencia cargado de dolor y culpa, por haber consentido y pagado un aborto. No tengo justificación alguna de mis actos. No tengo como remediar el daño que hice a una vida por venir, vida que tu conocías antes de la creación del mundo y que formaste en el vientre de su madre. Me siento avergonzado de mi conducta, apenado por mi proceder, atormentado por mi culpa. ¿Qué puedo hacer para que alivies mi pena? Confieso que obré mal, confieso delante de tu presencia mi mal en Cristo, y te ruego, por tu misericordia también en nombre de Jesús, que me perdones. Ayúdame a sanar mis emociones, ayúdame a aceptar que mi hijo o mi hija, hoy, vive y descansa en tu Reino, ya que todos los inocentes van a tu presencia y que, cuando me vea llegar luego de haber cesado mi vida en esta tierra, me recibirá sabiéndome perdonado por la sangre del cordero, tu hijo. Perdóname te lo ruego, si no permití que ellos tuvieran una vida bajo el Sol. Gracias Padre Celestial, por perdonarme en Cristo esta gran falta contra la vida. Gracias porque habrás de restaurar mis emociones y hacerme vivir una vida con mayor responsabilidad por los derechos de los que habrán de nacer. Que el Espíritu Santo obre en mi la sanción de mis pensamientos y sentimientos y dame la fuerte convicción para oponerme de ahora en más, a todo acto destructivo contra la vida de los inocentes. En nombre de Jesús, te doy las gracias mi Dios, amén, amén y amén.



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En Google Books se puede consultar la obra Vale la pena vivir: hay alternativas para el aborto de Adolfo J. Casteñeda clickando AQUÍ. o en PDF clickando AQUÍ.

sábado, 1 de diciembre de 2012

MISERICORDIA QUIERO, dice EL SEÑOR


"Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos"


Versión de la Biblia
Reina Valera 1960 

A Alicia, 
Patricia y Maite,
Quienes socorrieron con el corazón en la mano,
 Cuando las necesidades maltrataban

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Hace unos días atrás, nos enteramos de un acto de misericordia de parte de un agente de policia en Nueva York. La Vanguardia, entre otros medios, informaba: 

"El agente Lawrence Deprimo de la policía de Nueva York se ha convertido en un héroe para muchos habitantes de la ciudad al comprar mientras patrullaba, por iniciativa propia y de su propio bolsillo, unas botas para un vagabundo descalzo que mendigaba en Times Square. "Hacía un tiempo gélido y se podían ver las heridas en los pies del hombre", ha explicado el agente a The New York Times. El joven policía, de 25 años, se detuvo a charlar con el vagabundo -"el hombre más educado que he conocido", afirma- y, tras averiguar su número de calzado, se dirigió a una zapatería cercana para comprar unas botas de 100 dólares que el dependiente, al conocer el generoso impulso que le movía, rebajó a 75 dólares. Deprimo también ofreció un café al sin hogar, pero el agente explica que "tan pronto como se calzó las botas, prosiguió con su camino y yo regresé a mi puesto de trabajo".
Officer 
Lawrence Deprimo
Foto
Jennifer Foster
Ver nota original en The New York Times

Narra las Escrituras que en un día de reposo, los discípulos de Jesús tuvieron hambre y comenzaron a recoger espigas de trigo para comer. De inmediato, aparecieron algunos criticando esa conducta. Ellos pensaron que a Dios le importaba más la ley que la vida humana. Sin duda que la ley es importante, pero si la vida humana peligra, Dios tiene prioridad: la vida es primero. 


dice: 

" No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo". 

¿Cuántas veces tuvimos oportunidad de dar algo de lo nuestro a quien lo necesita y no lo hicimos? Anestesiados por el abuso de quienes hacen del pedir un modo de vida, endurecemos el corazón y nos volvemos desconfiados y mezquinos. 

Pero en ocasiones, vemos situaciones donde en verdad el que sufre, esta en graves problemas y no puede salir del pantano de la necesidad, sino es mediante ayuda urgente.

La necesidad tiene niveles según, aquel que padece. Nadie la vive igual que otros a menos que se encuentre inmersa la persona en una crisis colectiva. Considero el hambre y la enfermedad como graves males que requieren de urgente asistencia. Pero hay muchas mas: falta de empleo, abusos, etc.

El hambre sin duda, es una tortura para quien lo sufre. Despertar cada mañana con dolores de estómago por falta de alimentos, sentir que el cuerpo se marea, padecer la desesperación por comer, es algo que; quienes lo padecimos; no deseamos vivir una experiencia tan terrible de nuevo.

La enfermedad, por lo general se la puede tratar y si nuestro destino no es inexorable, podremos conseguir alivio en la medicina del hombre y en la misericordia de Dios hasta que nos llegue la hora del gran salto a la eternidad. Nadie es para siempre y la muerte viene junto con la vida.

Considero que la misericordia adorna las almas de millones de personas. Quienes viendo la necesidad, no esperan a tener ganas, para enviar la ayuda necesaria. Para finalizar:  muchas veces no te ayudará quien se dice tu hermano o hermana en la fe sino quizás, alguna persona  que ni siquiera es cristiana. No te asombres desde donde pueda provenir la ayuda que Dios te envía. Dale siempre las gracias en nombre de Cristo, por las bendiciones que te llegan en tiempos de necesidades. 

Marc Pesaresi









TIEMPO

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